Pepe se había quedado dormido otra vez, y lo descubrí
cuando volvía de bañarme, pero sin querer se me cayó el peine, lo cual hizo que
lo despierte.
- Perdón, perdón, perdón. Seguí durmiendo.
- No… Me quedé dormido.
- Pero seguí durmiendo, así no pensas. (Dije terminando de ordenar mis cosas) Yo debería dormir toda la vida…
- No es esa la solución.
- ¿Y cuál es?
- Enfrentar lo que pasa, por más doloroso que sea.
- (Suspiré) ¿Y cómo hacemos?
- Juntos…
- Mmm… (Me senté a su lado) Todavía me siento en un sueño. Te juro.
- No es un sueño, es la realidad, un poquito dolorosa… Pero es la realidad.
- ¿Y vos estás conmigo?
- Al ladito tuyo. (Sonreí, a medias y él tomó mi mano)
- Gracias…
- A vos. (Besó mi mano y se sentó a mi lado) ¿Estás muy cansada?
- Solo de llorar…
- (Me abrazó por el hombro) ¿Me acompañas al hospital?
- Sí Pepe….
- ¿Segura?
- Sí, segura.
- Te prometo que volvemos temprano, no quiero que les pase nada malo.
- No te preocupes por nosotros, si me siento mal te prometo que te digo…
- Lo prometiste eh.
- (Reí) Sí, te lo prometí. Y lo voy a cumplir.
- Confío en vos.
- (Volví a reír) No seas tarado. Dale. (Me levanté y le di la mano para que él también lo haga) Igualmente primero vamos a pasar por un kiosko, necesito un chocolate.
- (Rio) ¿Antojo?
- Eso creo… Lo necesito de verdad. (Reímos y, después de abrigarnos, salimos)
Ya habíamos pasado varias horas en el hospital, y habíamos decidido volver, porque era de noche, y Pepe debía trabajar, pero antes le dije…
- ¿No queres que primero vayamos a tomar un poco de aire? Te va a hacer bien.
- ¿No estás muy cansada?
- No Pepe, sino, no te lo estaría proponiendo. En serio…
- Bueno, vamos a algún lado a comprar algo para comer y vamos a una plaza. ¿Queres?
- A donde quieras…
- (Respiré hondo) No sabes lo que disfruto estar en lugares así, respirar aire puro… (Dije apoyando mi espalda contra el tronco de un árbol)
- Te admiro por la capacidad que tenes de disfrutar de las pequeñas cosas, a pesar de todo lo que te pasó… (Dijo sentado frente a mí)
- (Sonreí) Mientras lo tenga, quiero disfrutarlo…
- Lo vas a tener siempre
- No sé. (Suspiré) Él sigue suelto, y mientras lo esté, yo corro el peligro de volver.
- No si estás conmigo.
- Mmm… ¿Te soy sincera? El miedo existe igual.
- (Tomó mi mano) Tranquila…
- No puedo estarlo sabiendo que está suelto… ¿Entendes? (Suspiré) Mató a mis viejos frente a mí, y me abusó durante muchísimos años. No puedo no tenerle miedo, o estar tranquila… Todo el tiempo siento que va a aparecer y me va a llevar otra voz con él. (Dije con lágrimas en los ojos y la última imagen que quería ver en el mundo se dibujó frente a mí)
- Bueno, no atrás tuyo, pero sí de él.
- No, por favor no… (Dije ya llorando, paralizada)
- ¿Por favor no qué pendeja?
Y yo lo único que hice fue abrazar mis piernas, intentando esconderme… Pedro, quien al fin entendió la situación, se paró y le hizo frente.
- Andate de acá…
- ¿Vos qué te crees? ¿El salvador? ¿El héroe? ¿Qué carajo te crees?
- La primera persona que se dio cuenta de que yo era una mujer, y no una cosa… (Le grité, parándome)
- No Pau, correte… Andate.
Pedro y el Toro forcejeaban, vi que el último llevaba consigo una navaja, y que estaba a punto de lastimarlo.
- No, no le hagas nada, por favor… (Dije quebrándome, de repente las fuerzas que había obtenido quien sabe de dónde, se habían esfumado)
- No, a él no… Pero a vos sí.
Y se zafo de Pedro, para arrebatarme a mí por la espalda…
- Perdón, perdón, perdón. Seguí durmiendo.
- No… Me quedé dormido.
- Pero seguí durmiendo, así no pensas. (Dije terminando de ordenar mis cosas) Yo debería dormir toda la vida…
- No es esa la solución.
- ¿Y cuál es?
- Enfrentar lo que pasa, por más doloroso que sea.
- (Suspiré) ¿Y cómo hacemos?
- Juntos…
- Mmm… (Me senté a su lado) Todavía me siento en un sueño. Te juro.
- No es un sueño, es la realidad, un poquito dolorosa… Pero es la realidad.
- ¿Y vos estás conmigo?
- Al ladito tuyo. (Sonreí, a medias y él tomó mi mano)
- Gracias…
- A vos. (Besó mi mano y se sentó a mi lado) ¿Estás muy cansada?
- Solo de llorar…
- (Me abrazó por el hombro) ¿Me acompañas al hospital?
- Sí Pepe….
- ¿Segura?
- Sí, segura.
- Te prometo que volvemos temprano, no quiero que les pase nada malo.
- No te preocupes por nosotros, si me siento mal te prometo que te digo…
- Lo prometiste eh.
- (Reí) Sí, te lo prometí. Y lo voy a cumplir.
- Confío en vos.
- (Volví a reír) No seas tarado. Dale. (Me levanté y le di la mano para que él también lo haga) Igualmente primero vamos a pasar por un kiosko, necesito un chocolate.
- (Rio) ¿Antojo?
- Eso creo… Lo necesito de verdad. (Reímos y, después de abrigarnos, salimos)
Ya habíamos pasado varias horas en el hospital, y habíamos decidido volver, porque era de noche, y Pepe debía trabajar, pero antes le dije…
- ¿No queres que primero vayamos a tomar un poco de aire? Te va a hacer bien.
- ¿No estás muy cansada?
- No Pepe, sino, no te lo estaría proponiendo. En serio…
- Bueno, vamos a algún lado a comprar algo para comer y vamos a una plaza. ¿Queres?
- A donde quieras…
- (Respiré hondo) No sabes lo que disfruto estar en lugares así, respirar aire puro… (Dije apoyando mi espalda contra el tronco de un árbol)
- Te admiro por la capacidad que tenes de disfrutar de las pequeñas cosas, a pesar de todo lo que te pasó… (Dijo sentado frente a mí)
- (Sonreí) Mientras lo tenga, quiero disfrutarlo…
- Lo vas a tener siempre
- No sé. (Suspiré) Él sigue suelto, y mientras lo esté, yo corro el peligro de volver.
- No si estás conmigo.
- Mmm… ¿Te soy sincera? El miedo existe igual.
- (Tomó mi mano) Tranquila…
- No puedo estarlo sabiendo que está suelto… ¿Entendes? (Suspiré) Mató a mis viejos frente a mí, y me abusó durante muchísimos años. No puedo no tenerle miedo, o estar tranquila… Todo el tiempo siento que va a aparecer y me va a llevar otra voz con él. (Dije con lágrimas en los ojos y la última imagen que quería ver en el mundo se dibujó frente a mí)
- Bueno, no atrás tuyo, pero sí de él.
- No, por favor no… (Dije ya llorando, paralizada)
- ¿Por favor no qué pendeja?
Y yo lo único que hice fue abrazar mis piernas, intentando esconderme… Pedro, quien al fin entendió la situación, se paró y le hizo frente.
- Andate de acá…
- ¿Vos qué te crees? ¿El salvador? ¿El héroe? ¿Qué carajo te crees?
- La primera persona que se dio cuenta de que yo era una mujer, y no una cosa… (Le grité, parándome)
- No Pau, correte… Andate.
Pedro y el Toro forcejeaban, vi que el último llevaba consigo una navaja, y que estaba a punto de lastimarlo.
- No, no le hagas nada, por favor… (Dije quebrándome, de repente las fuerzas que había obtenido quien sabe de dónde, se habían esfumado)
- No, a él no… Pero a vos sí.
Y se zafo de Pedro, para arrebatarme a mí por la espalda…
- ¡Soltala!
- No Pedrito, no… Una vez fuiste su héroe, pero dos ya no… Es mucho. (Respondió irónico y yo lo único que hacía era llorar. Mi cuerpo temblaba, y no podía hablar. Era de noche, estaba casi todo oscuro y nadie a nuestro alrededor)
- ¡Te dije que la soltas! (Gritó acercándose a nosotros, y él mostró su navaja)
- Correte porque la mato eh.
- No me hagas nada, por favor… (Supliqué) Al menos hacelo por mí… Nuestro hijo.
- ¿Nuestro hijo? ¿Nuestro? Tuyo. Y no tenes derecho a pedirme nada después de haberme denunciado. ¡Hija de puta!
- ¡Nuestro! Vos me obligaste a acostarme con vos, asique también es tuyo.
- Prefiero matarme.
- Le harías un favor al mundo.
- No, creo que el favor al mundo se lo voy a hacer si te mato, lo mato, o los mato…
- ¿Qué ganas haciéndolo? (Preguntó Pedro, con calma)
- Placer…
- ¿Sentís placer al hacerle mal a los demás? ¿A tú propio hijo?
- Y a quien sea, si te lo hago a vos también…
- Ah, estás enfermo de verdad…
- Puede ser, pero soy así. ¿Qué se le va a hacer?
- Cambiar. (Respondí)
- No, a esta altura ya es imposible.
- Bueno, no cambies… Pero dejanos en paz.
- A ver si entendes Paulita… Ese pendejo no va a nacer. (Y en ese momento apoyó la navaja en mi vientre, yo me paralicé, me quedé dura, temblando)
- Soltame, por favor… (Supliqué, llorando desgarradoramente)
- No pendeja, no… (Y sentí como comenzaba a clavarme esa maldita navaja en mi panza, terminó de hacerlo y me tiró al suelo, para salir corriendo)
No veía nada, todo estaba nublado…
Sentí que Pedro me hablaba, pero muy a lo lejos… Sentí que quitó su buzo y lo puso en mi herida, supongo que para parar la hemorragia. Sentí que me llevó en sus brazos hasta el auto, que me acostó en la parte trasera de él, y que arrancó…
Sentí que llegamos a la clínica, que me llevaron a la guardia y allí me sedaron.
No sentí más nada, hasta que me desperté y en ese momento caí en la realidad.
Me encontraba en una habitación de un hospital, conectada a un suero, y nadie estaba a mí alrededor.
Recordé lo que había pasado y tan solo pensé en mi bebé… Las lágrima comenzaron a rodar por mis mejillas, una detrás de otra, imaginando lo peor…
La puerta se abrió, y era Pedro…
- Por favor, decime que no… Que no pasó, por favor.
Y vi como sus ojos llenos de lágrimas me miraban con dolor, vi como intentaba responderme pero no podía.
- No… (Dije casi sin voz, sintiendo como me desmoronaba por dentro… Una puntada apareció en mi pecho de un segundo al otro, impidiéndome respirar y él se acercó a mí abrazarme, yo me aferré a él y lo único que hacía era llorar, como nunca creí que iba a hacerlo)
- Yo estoy con vos, siempre. Te lo prometo.
- No Pedrito, no… Una vez fuiste su héroe, pero dos ya no… Es mucho. (Respondió irónico y yo lo único que hacía era llorar. Mi cuerpo temblaba, y no podía hablar. Era de noche, estaba casi todo oscuro y nadie a nuestro alrededor)
- ¡Te dije que la soltas! (Gritó acercándose a nosotros, y él mostró su navaja)
- Correte porque la mato eh.
- No me hagas nada, por favor… (Supliqué) Al menos hacelo por mí… Nuestro hijo.
- ¿Nuestro hijo? ¿Nuestro? Tuyo. Y no tenes derecho a pedirme nada después de haberme denunciado. ¡Hija de puta!
- ¡Nuestro! Vos me obligaste a acostarme con vos, asique también es tuyo.
- Prefiero matarme.
- Le harías un favor al mundo.
- No, creo que el favor al mundo se lo voy a hacer si te mato, lo mato, o los mato…
- ¿Qué ganas haciéndolo? (Preguntó Pedro, con calma)
- Placer…
- ¿Sentís placer al hacerle mal a los demás? ¿A tú propio hijo?
- Y a quien sea, si te lo hago a vos también…
- Ah, estás enfermo de verdad…
- Puede ser, pero soy así. ¿Qué se le va a hacer?
- Cambiar. (Respondí)
- No, a esta altura ya es imposible.
- Bueno, no cambies… Pero dejanos en paz.
- A ver si entendes Paulita… Ese pendejo no va a nacer. (Y en ese momento apoyó la navaja en mi vientre, yo me paralicé, me quedé dura, temblando)
- Soltame, por favor… (Supliqué, llorando desgarradoramente)
- No pendeja, no… (Y sentí como comenzaba a clavarme esa maldita navaja en mi panza, terminó de hacerlo y me tiró al suelo, para salir corriendo)
No veía nada, todo estaba nublado…
Sentí que Pedro me hablaba, pero muy a lo lejos… Sentí que quitó su buzo y lo puso en mi herida, supongo que para parar la hemorragia. Sentí que me llevó en sus brazos hasta el auto, que me acostó en la parte trasera de él, y que arrancó…
Sentí que llegamos a la clínica, que me llevaron a la guardia y allí me sedaron.
No sentí más nada, hasta que me desperté y en ese momento caí en la realidad.
Me encontraba en una habitación de un hospital, conectada a un suero, y nadie estaba a mí alrededor.
Recordé lo que había pasado y tan solo pensé en mi bebé… Las lágrima comenzaron a rodar por mis mejillas, una detrás de otra, imaginando lo peor…
La puerta se abrió, y era Pedro…
- Por favor, decime que no… Que no pasó, por favor.
Y vi como sus ojos llenos de lágrimas me miraban con dolor, vi como intentaba responderme pero no podía.
- No… (Dije casi sin voz, sintiendo como me desmoronaba por dentro… Una puntada apareció en mi pecho de un segundo al otro, impidiéndome respirar y él se acercó a mí abrazarme, yo me aferré a él y lo único que hacía era llorar, como nunca creí que iba a hacerlo)
- Yo estoy con vos, siempre. Te lo prometo.
----------------
Yo también los quiero (?.
Te juro que amo tus novelas & la facilidad que tenes para escribir cosas asi, pero mis lagrimas cayeron igual (? ah Te Felicito Cami :)
ResponderEliminarmas vale que sea un sueño!! lloré todo el cap sdfgh
ResponderEliminarmmmm...
Eliminarme quede sin palabras, decime que no le paso nada al bebe de paula por favor, espero el proximo!! :)
ResponderEliminarmmm.... ...
EliminarNooooo! Llore con este caaap :'c escribis muuy bien
ResponderEliminarhay cami sino te kisiese tanto..., me haces llorar siempre, se ke juntos podran sobrellevar todo,la vida es tremenda a veces, tenes 1 facilidad enorme para describirla, escribis hermoso, los cap. son geniales,te felicito!!
ResponderEliminarjjajajajaja, gracias!
Eliminardomingo a la noche y vos narranado estas escenas....
ResponderEliminarPor Dios Camilaaaaaaaaa, vos queres que nos suicidemos en masa?
sabes que amo leerte...
pero me dejaste un agujero en el pecho...
con qué necesidad????????
por favor avisame uando todo pase, necesito no sufrir! jajajja
ajajajajajjajajajaajjaajajajajajaj
Eliminarel "yo tambien los quiero" me recuerda al "Yo también los quiero, besulis" de "amor significa sentirse vivo" en el primer capitulo que pau se corta :O no cambias mas eh!
ResponderEliminarescribis demaciado bien,no lo puedo creer.
segui asi!!besitos
jjajajajaja, cómo te acordas de eso? jajaaj! Gracias!
EliminarA pesar de que no me mencionás más cuando subís caps, sigo insistiendo que te tenés que dedicar a escribir novelas y publicarlas en alguna editorial. Sos una genia escribiendo dramas.
ResponderEliminares que me cansé de que te quejes del drama, en serio...
Eliminar