lunes, 8 de julio de 2013

Capítulo 5

Después de cenar…

- Tengo algo para proponerte.
- Mmm… Decime.
- Andamos buscando una secretaría en el estudio, y no sé, pensé en vos.
- (Sonrió) Es muy lindo que me lo estés proponiendo, sobre todo porque es un trabajo digno y de verdad, pero ni siquiera terminé la secundaria. No podría hacerlo.
- Yo te voy a ayudar.
- Pero eso no te facilitaría el trabajo, te lo complicaría.
- Pero es por un tiempito, hasta que puedas hacer todo sola. Además, tenes que darte una oportunidad, estoy seguro de que vas a poder…
- Pero…
- Pero nada, dale. Al menos intentalo. No acepto un no como respuesta, además, así, no estarías viviendo de arriba, cómo pensas vos. Laburas conmigo, a cambio de que te quedes acá.
- Mmm…
- Mmm… Nada, dale.
- Bueno, está bien. ¿Puedo empezar mañana?
- Obvio.
- ¿Y qué tengo que ponerme?
- Un jean, con una remerita, o camisita que no sé si tenes, no te preocupes por eso. En serio.
- ¿Seguro?
- Sí Pau, tranqui.
- Gracias, de verdad.
- No tenes nada que agradecer, además, necesitamos una secretaría, y vos un trabajo. ¿O no?
- Sí… Pero estás haciendo mucho por mí. (Suspiró) ¿Por qué lo haces?
- ¿Sinceramente? No lo sé… (Respondí dubitativo) Será que en tus ojos veo tú verdad.
- ¿Y qué ves en mis ojos? (Preguntó curiosa)
- Mmm… Que sos una mujer muy, muy linda, que sufrió mucho, que la pasó mal, y que necesita estar bien. Ah, y que va a ser una mamá hermosa.
- (Sonrió) Estás loco. ¿Sabías?
- ¿Qué? ¿Me equivoco?
- Creo que no… Pero no lo digo por eso, lo digo porque estás ayudando a una prostituta que encontraste en la calle. Y nunca creí que alguien haría eso, y menos por mí.
- No puedo permitir que maltraten a una mujer, y te juro que hubo algo adentro mío que hizo que me acerque a ayudarte… Que hayas sido prostituta, por obligación, no te hace más ni menos que otra mujer… (Ella sonrió, tímidamente) Y no podría no ayudarte, menos después de saber que estás por ser mamá.
- Siento que saliste de una historia de mentira.
- No, soy de acá. (Reímos y tomé su mano)
- Gracias, de verdad.
- Sh, basta de agradecer. (Volvimos a reír) ¿Te dejo dormir?
- Dudo que pueda, pero dale.
- ¿Por qué?
- Porque me muero de miedo.
- Mmm… ¿Y si me quedo con vos hasta que te quedes dormida?
- (Rio) No, no puedo ser tan pesada.
- No sos pesada. Además, te lo propuse yo.
- En serio Pedro, anda… (Se acercó a mí y besó sentidamente mi mejilla) Qué descanses.

Susurró en mi oído, y yo giré mi cabeza, quedando ambos frente a frente, y muy cerca… Y que sea lo que Dios quiera, siendo completamente sincero, sentía algo muy fuerte, y extraño por ella, la conocía hace un día, pero sentía una atracción muy fuerte entre ambos.

- Decime Pepe… (Dije y ella sonrió) Vos también descansa. (Y subí un poco mi cabeza, para besar su frente… Ella cerró sus ojos y sonrió)
- Gracias… (Dijo separándose un poco de mí) Sos muy dulce.
- Solo con la gente que quiero serlo. (Y ella volvió a sonreír) Hasta mañana.
- Hasta mañana… (Me levanté y ella se metió en la cama) Si necesitas algo, me llamas.
- (Rio) Basta, en serio. Estoy muy bien, anda.
- ¿No tenes frío?
- No, estoy bien. De verdad.
- ¿Entonces me voy?
- Salvo que quieras dormir acá, sí.
- Mmm… (Reímos, cómplices) Descansa.
- Vos también Pepe. (Sonreí y me fui)

Me dejé caer en mi cama, mirando al techo… Dedicándome a pensar. Lo que había hecho hoy sí que fue una locura. Una locura que me había encantado.

¿Era posible que el corazón se me acelere así cada vez que la sentía cerca mío? ¿Por qué sentía esa atracción con ella? ¿Por qué? No entendía nada. No me entendía a mí, ni entendía lo que me pasaba con ella.

-

No me podía dormir, porque no podía dejar de pensar en él… ¿Qué me estaba pasando? ¡De repente nos imaginé a los tres juntos! Él, mi bebé y yo… (Sí, cuando pongo primera no me frena nada ni nadie, ni siquiera la razón)

El reloj marcaba las tres y media de la mañana, es decir que hacía exactamente dos horas y cuarenta y cinco minutos que estaba pensando, en él y en nadie más que en él.

Pero, luego caí en la realidad, y casi sin poder impedirlo mis ojos se empaparon de lágrimas… Sabía que vendría a buscarme, y que volvería a hacer conmigo lo que él quisiese. Y también lo haría con mi hijo…

Me levanté, casi sin estabilidad, en busca de un vaso de agua… Lo serví y me apoyé contra la pared que se encontraba frente a la heladera, comenzando a tomar el agua, como si ese simple acto fuese a tranquilizarme.

- Pau…
- Me asustaste. (Dije sobresaltada, con mi voz quebrada)
- Perdón, no quise…
- Ya está… ¿Te desperté? Perdón.
- No, nunca me dormí. Y como te escuché levantada, vine… ¿Estás llorando?
- Mmm… (Él prendió la luz, y ya no pude esconderme)
- Mmm… Sí. (Yo reí y él se acercó a mí) ¿Qué pasa?
- Que no pasa sería la pregunta. (Dije y suspiré)
- Veni… (Dijo buscando mi mano, y yo la tomé) Hace frío acá, vamos a hablar a mi cuarto.
- Pero es tarde Pepe.
- Pero no te podes dormir, y yo tampoco… Y no me gusta que llores, dale, veni. (Yo tan solo sonreí, y lo seguí)

Llegamos a su cuarto y yo me senté frente a él, algo enroscada porque tenía frío.

- ¿Queres una manta?
- Si no es molestia…
- No lo es… (Buscó una manta y la puso sobre mis hombros)
- Gracias.
- De nada. (Se sentó frente a mí) ¿Puedo saber por qué llorabas?
- Porque… (Suspiré) Tengo mucho miedo, sé que si me encuentra va a ser lo que quiera con nosotros… (Sollocé y posé mis manos sobre mi panza) Y no quiero, nunca quise, pero ahora no estoy solo yo, y si le pasa algo nunca me lo perdonaría… Me siento cualquier cosa menos una madre, y eso me duele. Me duele mi realidad, me duele mi vida… Me duele que haya llegado ahora, cuando no puedo ni conmigo misma, me duele que su papá sea esa mierda. (Y sentía mi cuerpo temblar)
- Primero, si te encuentra yo no voy a permitir que nada malo les pase, la denuncia ya está hecha y tarde o temprano va a caer…
- Ya te dije, no creo que en la justicia.
- Pero yo voy a hacer que empieces a creer… (Yo me encogí de hombros)
- Y segundo… Confia en vos… Vas a ser una mamá hermosa, estoy seguro de que tenes mucho para dar, y tu bebé va a estar orgulloso de su mamá.
- ¿De tener una mamá prostituta? Nadie lo estaría.
- Deja de condenarte con eso, vos no lo elegiste. Te obligaron. Y respecto a su papá, vos tampoco lo elegiste. Tranquila… (Y se acercó a mí, para secar mis lágrimas con su pulgar, yo sonreí)
- Me das mucha paz… Es raro, pero gracias.
- Me alegra darte un poquito de paz… Veni. (Me abrazó por el costado e hizo que apoyé mi cabeza en sus piernas…) Intenta descansar un ratito.
- ¿Acá?
- Mmm… Sí. (Yo solo sonreí y él corrió el pelo de mi cara) ¿Vos en serio no tenes novia?
- En serio.
- (Reí) No entiendo como un hombre así de dulce no tiene una mujer.
- Capaz porque estaba esperando a la indicada… (Y posó su dedo en mi nariz, tiernamente… Yo me limité a sonreír y cerré mis ojos, porque no soportaba esa mirada tan profunda y sincera)

------------------------

Bueno, hoy doble capítulo para que vayan conociendo la historia... prometo que un par de días de las vacaciones también hago doblete... (días a elección mía, porque tengo muchas cosas que hacer)

Y aviso que mañana SUBO pero a la tardecita/noche

5 comentarios: