lunes, 15 de julio de 2013

Capítulo 13

- Las cosas no se miden por el tiempo, se miden por los sentimientos. Y lo que sentí la primera vez que te mire a los ojos es real.
- ¿Y cuál es la medida del sentimiento?
- Mmm… Me la complicaste. (Reímos) Supongo que lo opuesto a aquel sentimiento, pongamos de ejemplo al dolor, la medida del amor sería el dolor, porque mientras más uno sufre más puede valorar el amor, la felicidad, la contención y los lindos sentimientos. ¿O no?
- Supongo.
- Yo lo creo.  Y el dolor creo que los dos lo conocemos muy bien. ¿No?
- Demasiado bien, y ya no lo soporto más.
- Se va a terminar… Podemos vencerlo juntos, tú dolor y mi dolor.
- Por favor.
- El pacto ya está hecho. (Sonreímos y nos abrazamos)

Decidimos volver, yo estaba en mi cuarto, Pau se había quedado dormida y yo trabajaba en la compu. Tenía noticias acerca del Toro, las cuales sinceramente no eran buenas, y lo que menos quería era seguir sumándole dolor a Paula, pero no contárselo iba a ser peor.

También estuve averiguando sobre como finalizar el secundario, quería que lo haga… Quería que deje de sentirse menos que los demás, porque no lo era.

- Pepe… (Dijo súper dormida)
- Pau… (Me di vuelta y la miré)
- ¿Qué hora es?
- Las ocho… En un ratito cenamos, pero antes tengo que hablar con vos.
- ¿Qué pasa? (Yo cerré la notebook mientras ella se sentaba, y yo me senté frente a ella)
- Tengo malas noticias.
- ¿Qué pasó ahora? (Preguntó nerviosa)
- Primero tranquilizate,  yo te prometo que los voy a cuidar a los dos.
- Habla, por favor.
- El Toro, declaró, negando todo, pero, por las pruebas lo detuvieron, y se escapó. Nadie sabe dónde está.
- (Suspiró) Estamos en la misma de antes. Te dije que nada iba a cambiar. (Encogió sus hombros) Me voy a tener que acostumbrar a vivir encerrada.
- No Pau, te juro que no.
- No me jures en vano, por favor.
- No lo estoy haciendo en vano. Mira, hasta ahora, no hubo un solo caso del que mi socio y yo hayamos estado a cargo que haya quedado en la nada, y éste no va a ser la excepción.
- Mmm…
- Promesa. (Ella sonrió y dejo caer su torso, otra vez, en el colchón y suspiró) Tengo otra cosa para contarte.
- ¿Qué? (Preguntó desganada)
- Estuve averiguando cómo hacer para que puedas terminar el secundario, y solo tenes que hacer un par de trámites y podes rendir en una nocturna libre, ah, y yo puedo ayudarte con las materias.
- No Pepe.
- ¿Por qué? ¿No te gustaría tener el título secundario?
- Sí que me gustaría, pero no quiero que me ayudes vos. Ya debe ser insoportable.
- (Reí) Tonta, si te lo estoy proponiendo yo, no es una molestia. Dale, dejame ayudarte.
- ¿En serio queres ayudarme tanto? Mira que soy re cuadrada eh.
- Sos hermosa. (Ella sonrió) Dale, así cuando esta pequeñez (Tocó mi panza) Ya esté con vos, vos ya lo terminaste.
- Pero…. Me da mucha vergüenza.
- Pau, a las nocturnas van personas como vos, que no pudieron terminar, todos grandes. No tenes que tener vergüenza, dale. Te va a hacer sentir bien eso.
- Bueno, está bien… Pero no es una respuesta definitiva, y si rindo, lo hago libre. No sé cómo, pero libre.
- Voy a hacer que lo sea para convencerte.
- (Rio) Anda con tú hermano, que viniste a verlo y te la pasas conmigo.
- Se fue con mi vieja al médico, y yo me quede haciendo cosas del laburo. Mi viejo vuelve tarde, asique estamos solos.
- Mmm… Me da un poco de miedo.
- ¿Miedo de qué? (Pregunté divertido)
- De vos…
- ¿Me ves cara de malo?
- ¡Pffff!  (Reímos y me acosté a su lado) Pepe…
- ¿Qué? No voy a hacer nada.
- Entonces correte.
- Hey, no me eches. (Reímos y apoyé mi cabeza en su hombro, mi mano en su panza)
- Pepe… En serio.
- No voy a hacer nada que vos no quieras, lo sabes. (Besé su mejilla y susurré en su oído) Pero… Si nos hacemos bien, no estamos haciendo nada malo.
- Tenes razón, solo que me siento un poco, intimidada. Y ya sé que es ilógico que yo me sienta así, pero me da hasta vergüenza.
- No es ilógico, porque vos fuiste obligada. Y me das mucha ternura Pau…
- Yo me doy pena. (Dijo riendo y me contagió su risa)
- Permiso eh… (Dije y la abracé, haciendo que su cabeza quede apoyada en mi pecho. Ella suspiró y cerró sus ojos, corrí el pelo de su cara y volví a abrazarla)
- Oles muy rico. (Dijo riendo y yo besé su frente)
- Soy un chico limpito. ¿Viste? (Reímos)
- Y muy lindo. (Sonreí) Pero sobre todo muy puro.
- Mmm… Vos también sos hermosa, y tenes un alma muy pura. Los puros nos atraemos. (Volvimos a reír)
- Y sos muy gracioso. Sos la primera persona en mucho tiempo que me hace reír, y sonreír.
- Me gustaría serlo siempre.
- Mmm… Ojala.

-

Habíamos cenado, Ramiro ya se había retirado a dormir, Ali y Pepe ordenaban la cocina, Nico y yo estábamos en su cuarto.

- Pau… ¿Vos sufriste mucho, no?
- Un poco… ¿Por qué?
- Se te nota en la mirada.
- Mmm… No tuve una vida muy fácil.
- Yo tampoco… Pero hay que intentar ser feliz dentro de lo que se puede, y vos tenes un motivo hermoso para serlo.
- (Sonreí) Tenes razón, pero hay cosas que me cuesta borrar de mi mente.
- ¿Qué cosas?
- (Suspiré) Entre otras cosas, que hayan matado a mis viejos adelante mío cuando yo era una nena. (Confesé con mis ojos llenos de lágrimas) Pero, ya sé… Todos tenemos nuestras cosas feas en la vida, y te juro que te admiro por poder seguir con una sonrisa a pesar de todo lo que te pasa.
- No es fácil, pero es mejor…. En serio, yo te aconsejo que al menos lo intentes.
- Te prometo intentarlo. (Él sonrió) Sos muy puro Nico, gracias.

Y en ese momento llegó Pepe, quien se sentó a mi lado.

- No da que cada vez que te deje sola con alguien de mi familia te encuentre llorando che.
- (Yo reí) Es que Nico me estaba diciendo cosas muy lindas, y el embarazo me está poniendo muy sensible… (Suspiré) Y si me dejan, me voy a dormir. Porque estoy muy cansada.
- Anda Pau… Tranqui.

Yo los saludé a ambos y me fui.

Luego de ir al baño a cambiarme, y lavarme los dientes me dirigí al cuarto, en donde busqué la única foto que tenía con mis viejos…

- Perdón, perdón… (Dije ahogada en lágrimas) Perdón, no pude hacer nada. Perdón… Perdón por ser esta mierda que soy, perdón por no haber podido ser una chica decente, estudiosa, con una familia, como ustedes querían y yo también. Perdón. (Sequé mis lágrimas, con bronca) Los extraño, los necesito.

Presioné la foto en mi panza, llorando cada vez  más. 

Nunca iba a poder perdonarme que los hayan matado frente a mí y que yo no haya podido hacer nada. La culpa me carcome cada noche, y es insoportable.

No me podía dormir, solo podía llorar. Mi vida era una eterna inconclusión.

Una historia llena de preguntas sin respuestas. ¿Por qué?


-------------

Y sí, esto de estar de vacaciones me lleva a subir un doble. (No se ilusionen, no va a ser todos los días así, jaja) Y me fui a pasar mi noche/madrugada en medio de palabras, muchas ideas rondan en mi mente ;)

5 comentarios:

  1. La historia es muy buena e interesante, pero dejame hacer un comentario minitah: ¿a dónde llamo para que me manden un Pedro así?

    ResponderEliminar
  2. Buenisimoooooooooooooo grosa total

    ResponderEliminar
  3. Me encantó l forma que escribis, la nove es genial, me pasas cuando subas ? Soy belu_pyplove en Tw, besos y gracias genia!

    ResponderEliminar