No me podía dormir, entre lo que había ocurrido, de lo
cual me sentía culpable, porque yo le prometí que los iba a cuidar y no lo
logré, y que Nico seguía igual de mal, era imposible.
Además, temía que Pau se despertará y se quedara sola llorando.
Prendí mi compu y me puse a trabajar, intentando despejar la mente…
Amaneció, y yo seguía allí, hacía muchos días que no trabajaba, y mi socio me había enviado a hacer varios informes para presentar en el juzgado. En fin, un bodrio.
El sueño me venció y como Pau dormía en un costadito de la cama decidí acostarme con ella.
Necesitaba cuidarla, protegerla… Unir fuerte mi mano a la suya para que no termine de caer.
- Pepe… (Dijo súper dormida) ¿Qué haces acá?
- Vengo a dormir con vos. ¿Puedo?
- Mmm…
- Eso es un sí. (Dije y reí haciendo que se acueste sobre mi pecho) Perdón por despertarte… (Besé su cabeza) Seguí descansando.
Una vez que me aseguré de que ella ya dormía otra vez, me dispuse a dormir yo también.
Me desperté porque la escuchaba llorar, a lo lejos… Pero lograba escuchar claramente su llanto desgarrador.
Me levanté y fui al baño, en donde estaba…
- (Toqué la puerta) Pau… ¿Puedo pasar?
- Dejame sola, por favor.
- No te hace bien estar sola.
- No estoy bien, ni sola ni acompañada… (Suspiró) Y necesito estar un rato sola, por favor.
- Está bien, yo voy a estar en la pieza trabajando.
- Gracias Pepe.
-
Pepe se fue (Escuché sus pasos) Y yo, que estaba sentada en el suelo con mi espalda contra la puerta me levanté y me miré al espejo, con más odio y desprecio que nunca.
Era una inútil, inservible… El Toro tenía razón, yo no servía para nada, sí lo único lindo que me había pasado había muerto por mi culpa.
No había sido capaz de cuidarlo, ni de protegerlo. Lo peor es que sabía
que esto iba a pasar y no hice nada para revertirlo.Además, temía que Pau se despertará y se quedara sola llorando.
Prendí mi compu y me puse a trabajar, intentando despejar la mente…
Amaneció, y yo seguía allí, hacía muchos días que no trabajaba, y mi socio me había enviado a hacer varios informes para presentar en el juzgado. En fin, un bodrio.
El sueño me venció y como Pau dormía en un costadito de la cama decidí acostarme con ella.
Necesitaba cuidarla, protegerla… Unir fuerte mi mano a la suya para que no termine de caer.
- Pepe… (Dijo súper dormida) ¿Qué haces acá?
- Vengo a dormir con vos. ¿Puedo?
- Mmm…
- Eso es un sí. (Dije y reí haciendo que se acueste sobre mi pecho) Perdón por despertarte… (Besé su cabeza) Seguí descansando.
Una vez que me aseguré de que ella ya dormía otra vez, me dispuse a dormir yo también.
Me desperté porque la escuchaba llorar, a lo lejos… Pero lograba escuchar claramente su llanto desgarrador.
Me levanté y fui al baño, en donde estaba…
- (Toqué la puerta) Pau… ¿Puedo pasar?
- Dejame sola, por favor.
- No te hace bien estar sola.
- No estoy bien, ni sola ni acompañada… (Suspiró) Y necesito estar un rato sola, por favor.
- Está bien, yo voy a estar en la pieza trabajando.
- Gracias Pepe.
-
Pepe se fue (Escuché sus pasos) Y yo, que estaba sentada en el suelo con mi espalda contra la puerta me levanté y me miré al espejo, con más odio y desprecio que nunca.
Era una inútil, inservible… El Toro tenía razón, yo no servía para nada, sí lo único lindo que me había pasado había muerto por mi culpa.
Sentía su presencia siempre cerca de mí, vivía con miedo, con pánico… Con la necesidad de escapar, de correr… No sé a dónde, ni tampoco por dónde, porque me sentía en el vacío.
Flotando en medio de la angustia, de la culpa… En el medio de la nada.
Lavé mi cara reiteradas veces… (No sé con qué fin) y salí del baño, para dirigirme a la cocina, en busca de un vaso de agua, cuando éste se terminó me dirigí al cuarto y me dejé caer en la cama, me tapé con una manta, dándole la espalda a Pepe y me largué a llorar otra vez.
Sentí que él se acercó a mí, pero le dije…
- No quiero interrumpirte ni molestar, seguí con lo tuyo… Si queres me voy a otro lado.
- Yo quiero que te quedes acá, conmigo.
- Pero vos estás trabajando.
- Vos sos más importante.
- (Me di vuelta y lo miré) Gracias, en serio… Pero ya está, ya hiciste mucho por mí, yo en cuánto esté un poco mejor me voy y te dejo en paz.
- ¿Eh? ¿Qué decís?
- Lo que dije.
- No Pau, no quiero que sea así.
- Yo sí, porque no le puedo hacer bien a nadie, y vos no te mereces que te haga mal.
- (Acarició mi pelo y tomó mi mano) Estás diciendo cualquiera. ¿Sabes?
- No… Es así. Lo sé.
- No es así, y además, nunca permitiría que te vayas, porque en la primera de cambio vas a estar de nuevo con él.
- Es lo que merezco…
- No hermosa, no.
- Sí Pedro… No le puedo dar nada a nadie. Es así. Punto… Seguí trabajando, de verdad.
- No, no voy a seguir. Me voy a quedar con vos.
- Entonces yo me voy.
- Hey, Pau… No reacciones así.
- Reacciono como puedo, y no soportaría hacerte mal a vos también, de corazón gracias por todo lo que hiciste por mí, pero hasta acá.
- (Suspiró) Te quiero mucho. ¿Sabes? Y yo sí creo que sos capaz de darle muchas cosas lindas a alguien… (Corrió el pelo de mi cara y suavemente secó mis lágrimas, las cuales nunca cesaban) No sos una molestia para mí… Si yo te quise y te quiero ayudar es porque siento que quiero hacerlo, y eso no cambia Pau… Nosotros nos prometimos algo. ¿Te acordas? Y aunque una parte no pude cumplirla, voy a hacer todo lo posible por sí poder cumplir la otra… ¿Te acordas que vos querías saber lo que era el amor, y que yo te iba a ayudar a descubrirlo? ¿Y te acordas que nos prometimos estar el uno para el otro y ayudarnos a salir de esta cruda realidad?
- Vos no faltaste a tú palabra, y además… Yo no estoy en condiciones de poder cumplir nada de todo eso que prometí o prometimos, o no sé.
- Porque estás triste, pero de a poquito vas a estar mejor… (Besó mi mano) Y, aunque sea privación ilegítima de la libertad nunca te dejaría irte, porque sería como entregarte a las manos del Toro, y jamás haría eso. Jamás. (Hizo una pausa) Y ahora no digas más nada, solo dejame que te cuide un ratito.
- ¿No me estás cuidando demasiado ya?
- Hay cosas que nunca son demasiado, y menos así como estás… Hoy tenes que comer algo, asique puedo ir a prepararte algo…
- Mmm…
- No es tema de discusión eh. (Besó sentidamente mi frente y se paró, pero cuando estaba a punto de salir lo llamé)
- Pepe…
- ¿Qué?
- Gracias y perdón, te quiero mucho. (Él sonrió y se fue)
Hice que la manta tapará mi cara y mis lágrimas de un segundo para el otro se multiplicaron.
Buscaba una explicación o un por qué a tanto dolor y creo que no existiría jamás.
Pepe volvió a los pocos minutos y destapó mi cara…
- Pensé que te habías ido.
- (Reí) Sos un tarado.
- Pero te hice reír.
- Gracias. (Besé su mano y él sonrió)
- Sentate así comes algo, dale. (Me ayudó a levantarme y me senté contra el respaldo de la cama) Fijate si está rica… Es una sopa que se hace rápido, porque no quería dejarte mucho tiempo sola.
- Sos un tierno, gracias. (Y probé un poco)
- ¿Está buena? Digamos que no es lo más rico del mundo, pero…
- Sh, gracias.
Comí un poco, solo un poco más y Pepe dejó a un lado la bandeja.
- ¿Estás seguro de que no te jodo, no? (Pregunté flexionando mis piernas, mirando hacia abajo, intentando no llorar)
- (Me tomó por el mentón, haciendo que lo mire) Muy, muy seguro. (Acarició mi mejilla con su dedo pulgar) Dejate cuidar un poco… Lo necesitas. Necesitas que te mimen, que te cuiden, necesitas que alguien te valore. Y ahora, sobre todo, necesitas alguien que te tenga fuerte de la mano para que no te caigas. (Hizo una pausa) Y quiero ser la persona que provoque todo eso en vos… Dejame, por favor.
- Te juro que me matas de amor, pero… ¿Y vos Pepe?
- ¿Y yo qué?
- Vos, tú hermano, tú vida… Yo no debo ser lo mejor que te pasó.
- No saques conjeturas que no son reales… Ya te dije que me hiciste bien desde el primer momento.
- Así no le puedo hacer bien a nadie.
- Deja de pensar en eso hermosa… Quiero estar con vos, y es así. En serio.
- (Sequé mis lágrimas y él me abrazó, haciendo que apoyé mi cabeza en su hombro) Gracias… (Dije con un hilo de voz) Perdón si reacciono mal, o si te digo cosas sin pensar, pero no sé, no sé qué hacer, ni cómo reaccionar… No sé cómo se hace después de esto.
- El tiempo lo cura todo.
- No sé… Hay cosas que no creo. ¿Entendes que lo mató? ¡Le robó la posibilidad de vivir!
- No, no lo puedo entender… No puedo entender cómo se puede ser tan mierda, y con su propio hijo.
- Yo tampoco lo entiendo… Me siento quebrada por dentro, hecha pedazos… Nunca lo había sentido tanto como ahora, nunca había podido terminar de caer, y ahora es como que me cayeron todas las fichas de golpe, ahora entiendo que él era mi hijo, que estaba adentro mío y que lo mataron, sin dejarlo conocer el mundo. Y me siento completamente culpable de eso.
- (Me abrazó más fuerte) No te cargues de una culpa que no te corresponde. Y de a poquito te vas a empezar a armar de nuevo, sos una mujer llena de fortaleza, y esa fortaleza sigue adentro tuyo aunque no la sientas. (Y yo no respondí nada, tan solo escondí mi cara en su pecho, llorando cada vez más, él me abrazó, aferrándome a su cuerpo y yo también lo hice, pero con las pocas fuerzas que tenía)
- No me sueltes, por favor.
- Nunca… (Besó mi cabeza y acarició mi espalda) No estás sola. ¿Sabes?
- Me siento en el medio de la nada.
- Agarrate fuerte de mi mano, así te ayudo a volver acá conmigo.
- Te quiero muchísimo, gracias.
- Te quiero mucho más Pau… Y no me agradezcas.
-----------------
Me quedó zarpadamente largo este capítulo...
Yo sé que son todos buenos y van a votar a Juli acá, no? https://www.facebook.com/SantanderRio?sk=app_167453950102763&app_data=eyJmYW5QYWdlVXJsIjoiXC9cL2ZhY2Vib29rLmNvbVwvcGFnZXNcLy1cLzE1MDU3Mzc2ODMxMzk0Nj9zaz1hcHBfMTY3NDUzOTUwMTAyNzYzIiwic2VjdGlvbiI6IkVudHJ5IiwiZmJfcGFnZV9pZCI6IjE1MDU3Mzc2ODMxMzk0NiIsInByaWQiOiJmZTVjNzQ5MTkyODI1ODQwMTkzNzk4MGVkYWYwN2ZjZiIsImVpZCI6Ijk0ZjJiNDQ0NWI4ZTNjNTVjZjAxNzc0MzUyYjcxNzAwIiwib3BlbmVyIjoiaG9tZSJ9 por fas! ;)
Hermoso capítulo!!! Desborda mucho amor!!! Sos una genia escribiendo
ResponderEliminarSigo sin entender d q planeta sos(?) Hermosoo el cap ♥
ResponderEliminarme encanto el cap!!! estoy sin palabras, escribis hermoso, besoss
ResponderEliminar