- ¿Por
qué Pedro? ¿Por qué? ¿Por qué siempre tiene que lastimarme, destruirme?
- Si lo supiera te lo diría… Pero no sé. (Suspiró y corrió el pelo de mi cara) Intenta descansar, te va a hacer bien, y el calmante te lo dieron para eso.
- Me dijiste que no había que dormir, que no solucionaba nada.
- Mmm… Pero te va a tranquilizar.
- Nada puede tranquilizar mi dolor. Me duele el alma, me siento destruida… (Suspiré) Te dije que no iba a poder.
- No es tú culpa Pau… (Tomó mi mano y le dio un beso)
- Sí Pedro, yo no lo cuide.
- No hermosa… No. (Secó mis lágrimas y yo cerré mis ojos) No es tú culpa, vos no provocaste nada. No te llenes la cabeza con cosas que no son reales.
- Estoy condenada a sufrir. Y eso sí es mi culpa.
- Prometo salvarte de esa condena… Y no es tú culpa. (Sentí que acarició mi mejilla) ¿Me miras? (Yo abrí mis ojos) No te maquines ahora con nada, ya sé que te duele, y aunque no sea capaz de dimensionarlo, sé que es así… Pero te prometo que va a pasar, que vas a sanarte, y que yo voy a ayudarte… Y ahora lo mejor que podes hacer es dormir… Y si cuando te despertas no estoy, es porque estoy con Nico. Mi papá fue a casa a buscar un celular que no usamos, cuando me lo traiga yo te lo dejo acá y cuando te despertas me llamas. ¿Sí?
- Te quiero mucho Pepe…
- Y yo te quiero a vos Pau… Muchísimo. (Yo cerré mis ojos y él besó sentidamente mi frente… Su mano libre comenzó a acariciar mi pelo, y después de un largo rato, me quedé dormida)
- Si lo supiera te lo diría… Pero no sé. (Suspiró y corrió el pelo de mi cara) Intenta descansar, te va a hacer bien, y el calmante te lo dieron para eso.
- Me dijiste que no había que dormir, que no solucionaba nada.
- Mmm… Pero te va a tranquilizar.
- Nada puede tranquilizar mi dolor. Me duele el alma, me siento destruida… (Suspiré) Te dije que no iba a poder.
- No es tú culpa Pau… (Tomó mi mano y le dio un beso)
- Sí Pedro, yo no lo cuide.
- No hermosa… No. (Secó mis lágrimas y yo cerré mis ojos) No es tú culpa, vos no provocaste nada. No te llenes la cabeza con cosas que no son reales.
- Estoy condenada a sufrir. Y eso sí es mi culpa.
- Prometo salvarte de esa condena… Y no es tú culpa. (Sentí que acarició mi mejilla) ¿Me miras? (Yo abrí mis ojos) No te maquines ahora con nada, ya sé que te duele, y aunque no sea capaz de dimensionarlo, sé que es así… Pero te prometo que va a pasar, que vas a sanarte, y que yo voy a ayudarte… Y ahora lo mejor que podes hacer es dormir… Y si cuando te despertas no estoy, es porque estoy con Nico. Mi papá fue a casa a buscar un celular que no usamos, cuando me lo traiga yo te lo dejo acá y cuando te despertas me llamas. ¿Sí?
- Te quiero mucho Pepe…
- Y yo te quiero a vos Pau… Muchísimo. (Yo cerré mis ojos y él besó sentidamente mi frente… Su mano libre comenzó a acariciar mi pelo, y después de un largo rato, me quedé dormida)
-
Salí de la habitación y me dejé caer en la primera silla que encontré.
Me sentía desbastado… ¿Por qué todas a ella? ¿A mí? ¿A le gente que me rodea?
Me dolía muchísimo lo que estaba pasando, no se lo merecía, y era hora de que ese tipo deje de lastimarla.
‘Estas gritando corazón, estás llorando de dolor...'
Después de que papá trajo nuestro viejo celular, lo dejé a su lado y subí los pisos que me separaban de mi hermano.
Me crucé a un negocio de enfrente, en dónde compré un oso de peluche, al cual le sumé una bolsita con algunas golosinas y una tarjetita.
Mi celular sonó, y yo entré en su habitación.
- Hola Pau… (Susurré y ella me miró, con sus ojos llenos de lágrimas. Caminé hasta ella y me senté en una silla, a su lado. Quité el oso de la bolsa y lo posé frente a ella) Hay alguien que quiere hacerte compañía… (Ella hizo una mueca, la cual intentó simular una sonrisa y abrazó al osito, al mismo tiempo que suspiró y cerró sus ojos. Yo acaricié su pelo y dije) ¿Queres estar sola? (Ella negó con su cabeza) ¿Y qué puedo hacer para que te sientas un poquito mejor?
- Quedarte conmigo, por favor. (Suplicó con un hilo de voz)
- (Busqué su mano e hice que nuestros dedos se entrelazarán) Siempre… (Besé su mano y ella abrió sus ojos, dejando en libertad todas las lágrimas que en ellos contenía) ¿No queres contarme como te sentís? Capaz te haga bien descargarte.
- Destruida, hecha pedazos, llena de culpa. Mal me siento, horrible, con una tristeza que me carcome… Lo peor de todo es que sabía que esto iba a pasar, y no solo que no lo pude evitar, son que fui yo la que te propuso ir ahí.
Su voz temblaba, y su cuerpo también… Lloraba con una tristeza para la cual no existen palabras que logren dimensionarla.
- No es tú culpa Pau, no te castigues porque no es así.
- Sí, es así. Ya te lo dije.
- No, vos no decidiste que eso pase. El único culpable acá, es él.
- Y yo, porque no fui capaz de cuidarlo, yo sabía que no iba a poder.
- No hermosa, te juro que no es así.
- Sí que es así, y no me lo niegues porque no me hace sentir mejor.
- ¿Y si te doy un abrazo?
- No sé, creo que nada lograría tranquilizarme, excepto evitar lo que pasó.
- ¿Un abrazo no te aliviaría al menos un poquito?
- No sé… (Suspiró) Quisiera dormir y despertarme con la herida cerrada… (Secó sus lágrimas) Prometeme que se va a pudrir en la cárcel, por favor… (Suplicó)
- Te lo juro… (Sequé suavemente sus lágrimas) Y dejame darte un abrazo, por favor… (Ella asintió con su cabeza y yo la abracé) Perdón, no cumplí a lo que te prometí… (Le dije culpable) Espero poder sí cumplir esta promesa.
- No es tú culpa Pepe, y creo en tú palabra.
- Y yo creo en vos… (Besé su mejilla) Creo en que sos capaz de llenarte de fortalezas y enfrentar todo lo que pasó y pasa… (Hice una pausa) Algún día todo esto se va a terminar, y ese día es cuando la vida te va a dar la oportunidad que te mereces.
- Ese día es una utopía.
- No Pau… No. (La abracé más fuerte) No estás sola, yo te voy a ayudar.
- Gracias… (Dijo ahogada en lágrimas y escondió su cara en mi hombro) Y perdón, vos deberías estar con Nico.
- Sh… No pidas perdón, puedo estar con los dos. (Acaricié su espalda, y ella quiso hablar, pero la interrumpí) Sh, no me digas más nada… También quiero y necesito estar con vos.
-
Vino un médico a cambiar las vendas de mi herida. Pero… ¿Quién curaba la herida real?
No encuentro las palabras para describir lo que siento, es como sí me estuviesen matando por dentro, de a poco… Matando centímetro por centímetro de mí ser. Las lágrimas eran incontrolables, y éstas no reflejaban nada más ni nada menos que mi estado interior. Desbastada.
Esa lacra me había robado a las tres personas más importantes para mí… Y a pesar de que no me gusta desear el mal, a él sí que se lo deseaba… Quería, necesitaba que le vuelva todo lo mierda que me hizo. Quería que sienta en carne propia todo lo que estoy sintiendo yo en este momento.
Nunca supe cómo seguir después de todo lo que me había pasado… ¿Y ahora se supone que tengo que saber cómo seguir después de esto?
No sé muy bien de donde saqué fuerzas pero me senté, y abracé al osito que me había regalado Pepe, apoyé mi boca en él, y me colgué mirando la pared extremadamente blanca que estaba frente a mí.
En ella imaginé millones de situaciones que lo único que hicieron fue destruirme aún más… ¿Quién iba a ser capaz de reconstruir mi alma? ¿De unir pedacito por pedacito? Porque yo no era capaz de hacerlo.
Escuché que la puerta se abrió…
- Pau… (Dijo acercándose a mí, y sin decir nada se sentó a mi lado y yo me refugié en su pecho, insinuando que me abracé, y así lo hizo. Sus brazos rodeaban mi cintura, suavemente pero con fuerza… Besó mi cabeza y yo cerré mis ojos)
El tiempo pasó, y ni él ni yo habíamos cambiado de posición.
- En un rato te van a dar el alta.
- (Suspiré) Es lo mismo, esta cama o la otra…
- No pienses así…
- No puedo pensar de otro modo.
- Mmm… Bueno, está bien… Es todo muy reciente, y entiendo que estés así. (Me abrazó más fuerte)
- ¿Nico cómo está?
- Igual… Pero no te preocupes por él ahora.
Yo no respondí más, tan solo me hundí aún más en su pecho. Y después de un rato, le dije.
- Gracias por estar conmigo, a pesar de todo lo de Nico.
- Te prometí que iba a estar, y también le prometí a Nico que te iba a cuidar, porque me dijo que eras especial… Igualmente, eso ya lo sabía.
- A mí me dijo algo parecido… (Besó mi frente) Te quiero Pepe, gracias.
- Yo también te quiero Pau.
Mi vida, que ternura y cuánto dolor!!! Pero van a salir adelante seguro
ResponderEliminarnooooooooooooooooo, yo pensé que era un sueño :'(
ResponderEliminaryo tambiennnnnnn!!!!!!!!!!!!!!!!me encantooooooooooooooooooo subi mas por fiss
ResponderEliminarno quiero que sufra mas.. Pau!!
ResponderEliminaryo tambien en un momento pense que era un sueño pero ahora confirmo que no, super tierno pepe cuidando a pau, me encanto, subi mas!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar