viernes, 19 de julio de 2013

Capítulo 17

- Quiere hablar con vos Pau… (Dijo saliendo) ¿Mis viejos?
- Se fueron al bar, los mande a comer algo… ¿Vos?
- Acá, no sé.
- ¿Qué no sabes?
- Como estoy… (Dijo riendo y yo también reí) Dale, anda que Nico quiere verte.
- Pero vos no llores. ¿Sí? Y por favor no te vayas… (Pedí casi desesperada)
- Me quedo acá, te lo prometo. (Tomó mi mano)
- Gracias… Ya sé que vos estás con esto ahora, y que no estás bien, valoro mucho que no me dejes sola.
- Te tengo que agradecer yo a vos, por estar conmigo y bancarme… (Me acerqué a él y besé su mejilla) Te espero acá.
- Por favor.

Entré en la habitación en donde estaba Nico y después de saludarlo me senté en una silla que había al lado de la camilla en la que él se encontraba.

- Necesito que hablemos, de verdad.
- Decime Nico.
- Necesito que me prometas algo.
- ¿Qué? (Pregunté extrañada)
- Que vas a estar con mi hermano, pase lo que pase.
- Mmm… ¿Por qué queres que te prometa eso?
- Vos solo prométemelo… Sé que mi hermano no es feliz, sé que nunca lo fue… Y se merece serlo, al igual que vos, hay algo en tus ojos que me hace sentir que sufriste mucho y que te mereces una oportunidad. Dénsela junto, cuídense, quiéranse, algún día ámense… Deja que él sea el papá de tu bebé, déjense llevar por lo que sienten. Sean felices. (Suspiró) Prometeme que van a estar juntos, pase lo que  pase… Y que si me estoy equivocando al menos van a estarlo como amigos, por favor.
- Te lo prometo Nico, yo lo quiero mucho a tú hermano. ¿Sabes?
- Y por eso te estoy pidiendo esto Pau… Yo sé que algún día no voy a estar más acá, y por eso quiero saber que mi hermano queda en buenas manos.
- Gracias… Pero no pienses así, vos tenes las fuerzas para seguir acá.
- Ya no Pau… Lo sé, lo acepto. Son las reglas de la vida, las que me tocan a mí.
- Tenete fe. Dale…
- Mmm…
- Vos podes. (Tomé su mano) Sos un ser lleno de luz… Y te lo prometo.


Después de un rato, salí ya que ingresaban los médicos y Pepe estaba solo en una silla, yo me senté a su lado y tomé su mano…

- ¿Qué te dijo?
- Mmm… Nada, no importa.
- Seguro te dijo lo mismo que a mí… Pero bueno, si no queres hablar, te respeto. (Yo sonreí y apoyé mi cabeza en su hombro) Tengo miedo Pau.
- No, no tengas miedo…
- Pero… No puedo ni imaginarlo.
- Tene fe, no imagines nada malo.
- Siempre lo imaginé, y hace un par de años que me atormenta más que nunca…

Y antes de que Pepe termine de hablar, volvieron Ramiro y Alicia.

- ¿Algo nuevo chicos?
- Recién pasamos a hablar con él, pero no hay novedades médicas. O eso creo, no sé… (Suspiró)

-

A la noche todo había empeorado, su corazón había sufrido otra crisis y estaba conectado a un respirador artificial… La atrofia muscular de a poco llegaba a su corazón, y eso era irreversible.

Con Pau habíamos vuelto a casa, y en realidad lo había hecho por ella, veía en su carita el cansancio y la incomodidad…

-

- Anda a descansar Pau.
- Me quiero quedar con vos.
- Pero tenes carita de cansada, necesitas dormir vos, dale.
- Pepe…
- Pau, en serio.
- Veni conmigo entonces, no te quiero dejar solo. Me quedo con vos pero acostada.
- Mmm…
- Dale. No se discute. (Lo tomé de la mano y lo llevé al cuarto, quité mis zapatillas y me acosté, sinceramente lo necesitaba, no podía más, me dolía todo el cuerpo y estaba mareada por haber comido poco y nada durante el día)
- Te traigo algo para comer.
- Dejame que voy yo.
- Pau, en serio… Sé que te sentís mal y que te la bancaste por mí, dejame devolverte un poquito. (Yo sonreí y él se fue, volvió a los minutos con un sándwich de pollo y tomate)
- Gracias Pepe….
- De nada. (Me senté y comencé a comer, él se sentó frente a mí y apoyó su espalda contra la pared)
- A vos también te haría bien comer y descansar.
- Comer en serio que no puedo, tengo una angustia en el pecho que no me deja ni respirar. Y descasar… No sé. Creo que tampoco.
- ¿Puedo hacer algo para que estés un poquito mejor?
- Haces mucho estando conmigo, de verdad.
- Pero puedo hacer un poco más, un abrazo, o una charla… O no sé.
- Sos tan linda… (Acarició mi mejilla y yo tomé su mano, en dónde deposité un beso)
- No te hagas el fuerte para no llorar…
- Estoy acostumbrado a eso.
- Lo sé, pero conmigo no lo hagas… Dejame llegar a vos. (Tomé un poco de jugo y dejé el vaso y el plato a un lado, para sentarme a su lado) Llora si lo necesitas.
- Necesito algo que me calme, eso necesito. (Y yo no respondí más nada, tan solo lo abracé, y él se quebró)
- No estás solo.
- Gracias Pau… (Yo besé su mejilla y lo abracé, aún más fuerte, y eso es lo que hice durante algunos minutos)
- (Sequé sus lágrimas) Tranquilo. ¿Sí?
- (Suspiró) Eso intento…
- ¿Por qué no intentas descansar un ratito?
- No creo que pueda.
- Intentalo al menos. Nos acostamos los dos. ¿Queres?
- Mmm… Bueno.

Él fue a cambiarse y yo lo hice en el cuarto, me metí en la cama y él lo hizo en la suya…

- Veni, dame la mano. (Él tomó mi mano y yo lleve la suya a mi panza) Llenate un poquito de paz.
- (Sonrió) Pobre bebé todo lo que tiene que pasar.
- (Reí) No se buscó una mamá simple me parece. (Y reímos ambos) Me da vértigo la palabra mamá… (Dije algo asustada)
- Vas a ser la mejor, estoy seguro. (Sonreí)

Mi mano estaba aferrada a la suya, y a pesar de que quería quedarme con él, el sueño me venció… Estaba demasiado cansada.

-

Pau se quedó dormida, yo acomodé sus mantas y deposité un beso en su frente… Me daba paz verla dormir, o al menos un poco… Aunque, nada era suficiente para que la angustia cese, o que al menos se calme un poco.

Sabía que este momento iba a llegar, pero a pesar de ello nunca se puede estar preparado.

Ese maldito momento, el que siempre supe que iba a existir estaba llegando, y me daba pánico.

No imaginaba una vida sin mi hermano, y el imaginarla (O intentarlo) me daba pánico…

2 comentarios: