Si algo le faltaba a Lola para estar extremadamente mimosa era tener
cuatro puntos en su mano.
- Mami…
- ¿Qué mi amor?
- ¿Me ayudas a buscar mis juguetes, así los guardo?
- Obvio que sí, y preparamos tú ropa también.
Busqué su mochila y ella me pidió que guardara su cuaderno, su cartuchera y su libro para colorear, ya que por suerte se lastimó la mano izquierda, y ella escribía con la otra.
- ¿Nada más Loli?
- No ma.
- ¿Segura? Tenes un montón de juguetes, y nos vamos varios días.
- Es que no tengo ganas de jugar mamá.
- (Suspiré y me senté a su lado) Pero… ¿Por las dudas?
- Mmm… Me llevo a Baloo.
- ¿Y no queres llevarle sus juguetes?
- Si queres guardalos.
- (Sonreí y guardé algunos de los juguetes que usaba con su osito) ¿Y algún cuentito?
- Mmm…
- Dale, a vos te gusta mucho leer… Los guardo por las dudas. ¿Queres?
- Bueno… Y guarda mi mp3, con el cargador y los auriculares.
- (Sonreí) Dale princesa.
Guardé su ropa y ella me pidió la merienda, asique se la preparé y le dije…
- ¿Venís a tomarla a mi cuarto mientras yo preparo mi ropa?
- ¿Y papá?
- Se fue a buscar unas cosas al trabajo, así puede trabajar desde allá.
- Ah… Bueno, meriendo allá.
Llevé la taza con sus vainillas a mi cuarto y mientras ella merendaba, yo guardaba mi ropa en el bolso.
- Hija… (Me senté a su lado) ¿Estás un poquito mejor?
- Un poquito.
- (La abracé por el costado) ¿Sabes que podes hablar conmigo, no?
- No quiero tener un hermanito. (Suspiré y la abracé) Los necesito a los dos para mí.
- No va a pasar nada que vos no quieras mi amor, lo sabes. (Besé su cabeza)
- Cuando no esté más triste sí, pero ahora no.
- Entonces más adelante lo volvemos a hablar mi amor. No te preocupes por eso.
Viajábamos rumbo a lo de Ali y Ramiro, Lola estaba sentada sobre mí, y con su carita apoyada en mi pecho.
- ¿Quieren que paremos a cenar?
- En un Mac.
- Mmm… Vamos a ver si encontramos alguno Loli.
- (La abracé y ella se acomodó sobre mí) No te duermas si queres ir a comer al Mac.
- No, no me duermo ma.
- ¿Te duele la mano princesa?
- Sí, un poco…
- ¿Y el pecho?
- Ahora no.
Después de cenar, yo la llevaba a Loli a upa porque le dolía otra vez el pecho y Pepe buscó en el baúl una manta, Lola volvió a acomodarse sobre mí y yo la tapé, apoyó su carita en mi pecho y yo la abracé.
- No llores mi vida… (Susurré) Acá está mamá, y siempre te va a cuidar. ¿Sabes?
- Y yo también princesa, siempre.
- No quiero estar así.
- Ya se va a pasar mi vida… Te lo prometo. (Besé su cabeza, ella me abrazó y yo la abracé más fuerte) Intenta dormir mi reina, te va a hacer bien.
- ¿Reina? (Preguntó riendo)
- Sí… Sos mi reina, mi princesa, mi hija, mi amor, mi vida, mi bebé. (Ella volvió a reír) Te amo Loli…
- Te amo mamá, y a vos también papá.
- (Pepe me sonrío por el espejo retrovisor) Te amo hija…
Después de un largo rato en el que la mimé, se quedó dormida…
- Amor…
- ¿Qué Pau?
- ¿Falta mucho?
- Una hora, más o menos.
- (Suspiré) Sacame un tema de charla que necesito distraerme…
- Mmm… No puedo sacar la cabeza de lo que pasa.
- Yo tampoco…
- ¿Y sí pongo música y cantamos como cuando éramos novios?
- (Reí) Sos muy tierno.
- Aunque tengo miedo de despertarla…
- Está re, re dormida.
- Mmm… Bueno.
‘No me siento mal, no tengo energía. ¿Cómo llegué hasta acá? No presiento más, no tengo armonía, no percibo si no estás.
No comprendo qué me falta todavía, no sé si pueda esperar, sólo me queda una triste melodía
y no la quiero cantar.
No hay dolor que duela más que el dolor del alma, no se aleja así nomás, cosas lo hacen aliviar,
pero no lo calman. ¿A quién queres engañar?
Y así son las cosas, así es esta vida, no me quiero conformar, vos tendrás tu forma, yo tengo la mía…’
- Pedro, por favor cambia esto.
- (Rio) El mundo nos odia amor…
- Un poco… (Volvimos a reír)
- Mejor reír que llorar…
- Te juro que siento que ya no queda otra.
- Mamá…
- Sh… (Susurré en su oído) Dormí mi amor…
Me estaba quedando dormida junto a ella, cuando entramos al pueblo…
- Amor, ya llegamos eh. No te duermas.
- No puedo más Pepe.
- Seguro que mi vieja ya nos preparó la habitación, asique llegamos y dormimos.
- Por favor…
- Ya llegamos amor.
-
Llegamos y me sentía muy raro, demasiado, pero bueno, después de dejar a Lola durmiendo en su cama, saludé a mis viejos y nos fuimos todos a dormir, estábamos muy cansados… Aunque a pesar del cansancio, dormir era imposible.
- Amor… (Acarició mi barba) Dormí, te va a hacer bien.
- No puedo, no me para la cabeza.
- (Se acercó a mí y besó mi frente) ¿Queres dormir o queres que hablemos?
- Que me abraces.
- Entonces veni conmigo… (Me abrazó contra su pecho y suspiré) Tranquilo. ¿Sí? Y no te cierres, por favor.
- Te amo mi amor.
- Te amo Pepe…
- Mami…
- ¿Qué mi amor?
- ¿Me ayudas a buscar mis juguetes, así los guardo?
- Obvio que sí, y preparamos tú ropa también.
Busqué su mochila y ella me pidió que guardara su cuaderno, su cartuchera y su libro para colorear, ya que por suerte se lastimó la mano izquierda, y ella escribía con la otra.
- ¿Nada más Loli?
- No ma.
- ¿Segura? Tenes un montón de juguetes, y nos vamos varios días.
- Es que no tengo ganas de jugar mamá.
- (Suspiré y me senté a su lado) Pero… ¿Por las dudas?
- Mmm… Me llevo a Baloo.
- ¿Y no queres llevarle sus juguetes?
- Si queres guardalos.
- (Sonreí y guardé algunos de los juguetes que usaba con su osito) ¿Y algún cuentito?
- Mmm…
- Dale, a vos te gusta mucho leer… Los guardo por las dudas. ¿Queres?
- Bueno… Y guarda mi mp3, con el cargador y los auriculares.
- (Sonreí) Dale princesa.
Guardé su ropa y ella me pidió la merienda, asique se la preparé y le dije…
- ¿Venís a tomarla a mi cuarto mientras yo preparo mi ropa?
- ¿Y papá?
- Se fue a buscar unas cosas al trabajo, así puede trabajar desde allá.
- Ah… Bueno, meriendo allá.
Llevé la taza con sus vainillas a mi cuarto y mientras ella merendaba, yo guardaba mi ropa en el bolso.
- Hija… (Me senté a su lado) ¿Estás un poquito mejor?
- Un poquito.
- (La abracé por el costado) ¿Sabes que podes hablar conmigo, no?
- No quiero tener un hermanito. (Suspiré y la abracé) Los necesito a los dos para mí.
- No va a pasar nada que vos no quieras mi amor, lo sabes. (Besé su cabeza)
- Cuando no esté más triste sí, pero ahora no.
- Entonces más adelante lo volvemos a hablar mi amor. No te preocupes por eso.
Viajábamos rumbo a lo de Ali y Ramiro, Lola estaba sentada sobre mí, y con su carita apoyada en mi pecho.
- ¿Quieren que paremos a cenar?
- En un Mac.
- Mmm… Vamos a ver si encontramos alguno Loli.
- (La abracé y ella se acomodó sobre mí) No te duermas si queres ir a comer al Mac.
- No, no me duermo ma.
- ¿Te duele la mano princesa?
- Sí, un poco…
- ¿Y el pecho?
- Ahora no.
Después de cenar, yo la llevaba a Loli a upa porque le dolía otra vez el pecho y Pepe buscó en el baúl una manta, Lola volvió a acomodarse sobre mí y yo la tapé, apoyó su carita en mi pecho y yo la abracé.
- No llores mi vida… (Susurré) Acá está mamá, y siempre te va a cuidar. ¿Sabes?
- Y yo también princesa, siempre.
- No quiero estar así.
- Ya se va a pasar mi vida… Te lo prometo. (Besé su cabeza, ella me abrazó y yo la abracé más fuerte) Intenta dormir mi reina, te va a hacer bien.
- ¿Reina? (Preguntó riendo)
- Sí… Sos mi reina, mi princesa, mi hija, mi amor, mi vida, mi bebé. (Ella volvió a reír) Te amo Loli…
- Te amo mamá, y a vos también papá.
- (Pepe me sonrío por el espejo retrovisor) Te amo hija…
Después de un largo rato en el que la mimé, se quedó dormida…
- Amor…
- ¿Qué Pau?
- ¿Falta mucho?
- Una hora, más o menos.
- (Suspiré) Sacame un tema de charla que necesito distraerme…
- Mmm… No puedo sacar la cabeza de lo que pasa.
- Yo tampoco…
- ¿Y sí pongo música y cantamos como cuando éramos novios?
- (Reí) Sos muy tierno.
- Aunque tengo miedo de despertarla…
- Está re, re dormida.
- Mmm… Bueno.
‘No me siento mal, no tengo energía. ¿Cómo llegué hasta acá? No presiento más, no tengo armonía, no percibo si no estás.
No comprendo qué me falta todavía, no sé si pueda esperar, sólo me queda una triste melodía
y no la quiero cantar.
No hay dolor que duela más que el dolor del alma, no se aleja así nomás, cosas lo hacen aliviar,
pero no lo calman. ¿A quién queres engañar?
Y así son las cosas, así es esta vida, no me quiero conformar, vos tendrás tu forma, yo tengo la mía…’
- Pedro, por favor cambia esto.
- (Rio) El mundo nos odia amor…
- Un poco… (Volvimos a reír)
- Mejor reír que llorar…
- Te juro que siento que ya no queda otra.
- Mamá…
- Sh… (Susurré en su oído) Dormí mi amor…
Me estaba quedando dormida junto a ella, cuando entramos al pueblo…
- Amor, ya llegamos eh. No te duermas.
- No puedo más Pepe.
- Seguro que mi vieja ya nos preparó la habitación, asique llegamos y dormimos.
- Por favor…
- Ya llegamos amor.
-
Llegamos y me sentía muy raro, demasiado, pero bueno, después de dejar a Lola durmiendo en su cama, saludé a mis viejos y nos fuimos todos a dormir, estábamos muy cansados… Aunque a pesar del cansancio, dormir era imposible.
- Amor… (Acarició mi barba) Dormí, te va a hacer bien.
- No puedo, no me para la cabeza.
- (Se acercó a mí y besó mi frente) ¿Queres dormir o queres que hablemos?
- Que me abraces.
- Entonces veni conmigo… (Me abrazó contra su pecho y suspiré) Tranquilo. ¿Sí? Y no te cierres, por favor.
- Te amo mi amor.
- Te amo Pepe…
pobre pepe ahora es el
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