Capítulo 168

Al día siguiente, cuando me desperté, Pedro ya no estaba y Lola dormía a mi lado, prendí mi celular y encontré un whatsapp de Pepe.

‘Amor, no quise despertarlas… Que tengas un buen día, y si podes averigua para llevarla a Loli con alguna psicóloga, las amo’

‘Me acabo de despertar y Lola sigue durmiendo, en un ratito llamo… Qué tengas un buen día vos también, nosotras también te amamos, y mucho’

Deje el celular a un lado y corrí el pelo de la cara de Loli, ella se movió y yo me quedé quieta, no quería despertarla.

- Mamá…
- Sí, soy yo hija, perdón… Seguí durmiendo. (Ella no dijo nada y se acomodó sobre mí) ¿Queres dormir así?
- Sí.
- (La abracé) ¿Tenes frío?
- Sí… (Repitió, asique yo la tapé y ella se acurrucó en mí)
- Seguí descansando mi vida. (Besé su cabeza y a los pocos minutos, ella dormía otra vez)

‘Desaparecida…’

‘Jaja! Hola Zai… Te juro que tengo motivos, y muchos’

‘No me asustes… ¿Qué pasó ahora?’

‘Ay, amiga, amiga… Si tenes un rato, hoy venite para casa, tú ahijada necesita muchos mimos, muchos’

‘¿Qué le pasó a la enana?’

‘Mmm… No te puedo contar por acá, es muy largo’

‘¿Te puedo llamar?’

‘Lola duerme encima de mí, perdón…’

‘¿Puedo ir ahora?’

‘Sí, estoy de pijama y en la cama igual, y la verdad es que no quiero moverme, no quiero que se despierte’

‘No me voy a asustar Pau’

‘Jajajaja, tonta. ¿Tenes llaves?’

‘Sí, sí… No te preocupes. En un ratito estoy por allá, llevo medialunas’

‘Te juro que esta vez te voy a dejar que la malcríes, lo necesita’

Escuché entrar a Zai y yo seguía en la misma posición, pero con Loli despierta.

- Permiso, buen día… (Dijo entrando al cuarto)
- Hola Zai… (Respondí y Lola escondió su cara en mi pecho, Zai me miró extrañada y yo le hice señas de que le siga la corriente)
- Mmm… ¿A dónde está la nena más linda de todas? (Dijo posando sus manos en la espalda de Loli) ¿Se escondió? ¿Se fue? (Noté que Loli comenzó a llorar y la pare a Zai, ella se sentó a nuestro lado, sin entender demasiado y yo acaricié la espalda de mi hija)
- ¿Qué pasa princesa?
- Nada.
- Mmm… ¿Y lloras por nada?
- Me duele el pecho, otra vez.
- (Suspiré) Ya se va a pasar hermosa, tranquila… (Ella negó con su cabeza, llorando cada vez más y yo la abracé más fuerte) Sí mi vida, te lo prometo. (Besé su cabeza y ella se acurrucó, aún más) ¿Le puedo contar a la madrina qué pasa? (Ella asintió con su cabeza, y yo, después de suspirar, se lo conté)
- Loli… ¿Me escuchas? (Dijo Zai y Lola asintió con su cabeza, un poco más tranquila) En la vida, es normal a veces angustiarse… ¿Sabes? Pero siempre, siempre pasa, porque siempre hay una razón por la cual sonreír, te juro que siempre pasa hermosa… (Besó su espalda) Vos sabes que yo conozco a tú mamá hace muchos, muchos años… ¿O no?
- Sí.
- Bueno, ella cuando yo la conocí estaba muy, muy triste… ¿Y sabes por qué volvió a sonreír y a ser feliz?
- No…
- Porque vos apareciste en su panza… (Yo sonreí) Te prometo que la tristeza se va a pasar, antes de que te des cuenta, porque tenes a unos papas hermosos que te van a llenar de mimos y de amor para que se te pase rápido.
- (Agregué) Y a la mejor madrina del universo. (Zai sonrío y la abrazó a Lola, por la espalda) Te amo hija, con mi vida… (Hice una pausa) Y todo pronto ya se va a pasar…
- Confía en mamá Loli… (Dijo Zai) Te adoro enana.

Un rato después, Lola se quedó con Zai y yo pude irme a bañar, antes de volver preparé el mate para Zai y para mí, y una chocolatada para Lola, lo dejé todo en una bandeja  junto con las medialunas y volví al cuarto, después de dejar la bandeja Lola casi que saltó para que la alcé, y así lo hice, abrazándola.

- ¿Papá?
- Trabajando Loli.
- Quiero que venga.
- (Suspiré) No sé a qué hora va a venir hija, es muy temprano todavía.
- Quiero estar con los dos.
- Pero no se puede mi amor. (Hice una pausa) Yo te prometo que me quedo todo el día con vos, todo, todo el día.
- Y si queres, yo también puedo quedarme hermosa.
- Perdón Zai, no es que no te quiera, es que necesito abrazar a mi mamá.
- (Zai sonrío) No tenes que pedir permiso, vos aprovecha de tú mamá que la tenes con vos. (Besé la mejilla de Lola) ¿Queres que me quede o que me vaya?
- Que te quedes…
- Entonces… ¿Te quedas un ratito con ella así yo voy a llamar a ver si podemos ir a ver a una psicóloga?
- ¿Y eso que es?
- Una doctora, con la que vas a poder hablar, y así vamos a saber qué es lo que te pasa... Y cuando sepamos lo que te pasa, vamos a saber cómo podemos ayudarte, así se te pasa todo lo feo.
- ¿Vos te vas a quedar conmigo?
- Obvio que sí princesa. ¿Queres?
- Mmm… Bueno.
- ¿Te quedas con Zai?
- Sí…

Hablé con la secretaría de la clínica y me dio un turno para la tarde siguiente, cuando volví al cuarto, Lola estaba acostada, con su cabeza en las piernas de Zai y ella jugaba con su pelo.

- ¿Se puede? (Pregunté, asomándome por el umbral de la puerta)
- Sí mami. (Yo sonreí y me acerqué a ellas)
- (Me senté frente a Zai y acaricié la frente de Lola) Tenemos que ir mañana, y además, así seguramente también nos acompañe papá.
- Si quieren, yo también puedo ir… ¿Queres?
- Sí madrina.
- (Sonreí) Gracias amiga. (Hice una pausa) Princesa… ¿No queres ir a bañarte?
- No…
- Dale, te vas a sentir mejor.
- Pero no quiero salir de la cama.
- Mmm… Te pones el otro pijama, así volves a la cama.
- Bueno… (Se levantó y se paró, para irse)
- Hey… ¿No me das un abrazo antes? (Lola sonrío y volvió a subirse a la cama, me abrazó y yo también lo hice) Te amo Lola.
- Te amo mamá. (Yo sonreí y besé su mejilla)
- ¿Sabes que podes confiar en mí, no? (Ella asintió con su cabeza) ¿Y qué me podes contar cualquier cosa? (Ella repitió la acción) Pase lo que pase princesa, confia en mí, soy mamá y siempre, siempre voy a escucharte y ayudarte, siempre.
- Lo sé mamá.
- ¿Entonces me puedo quedar tranquila de que no me escondes nada?
- Mmm…
- ¿Mmm… qué?
- Sí mamá.
- ¿Segura?
- Sí.
- Bueno. (Me separé un poco de ella y besé su frente) Anda entonces mi vida… (Ella se fue y yo me dejé caer en la cama)