viernes, 6 de diciembre de 2013

Capítulo 161

- Despacito. ¿Sí?
- Sí papi, ya me lo dijiste.
- Te lo repito.
- Quiero verla, dale.
- Está durmiendo.
- No importa, quiero verla igual. ¡Dale pa!
- En silencio.
- ¡Sí!

Reí y entramos…

- No duerme… (Dijo sonriendo)
- Anda a saludarla entonces. (Dije en su oído y la bajé, ya que la llevaba en brazos)
- Hola princesa…
- Hola mami. (Dijo con una sonrisa y se paró en la silla que había al lado de Pau, para besar su mejilla)
- ¿Cómo estás mi vida?
- Bien… ¿Y vos mami? ¿Qué te pasó?
- De nuevo me lastimé como la otra vez… ¿Te acordas? (Ella asintió con su cabeza) Pero ya estoy bien mi amor… ¿Me das un abrazo? (Lola la abrazó, y Pau a ella) Te amo hija.
- Te amo mamá. (Pau besó su mejilla y yo me quise ir, pero ella me lo impidió, haciéndome una seña con su mano)

Más tarde…

- ¿Hasta cuándo te tenes que quedar acá mami?
- No sé Loli… (Respondió y acomodó su pelo)
- Quiero que volvamos a casa.
- Pero no podemos Loli… ¿Queres qué te lleve con la madrina? (Pregunté)
- No, no. Me quiero quedar con ustedes.
- ¿Segura? Vas a estar más cómoda con Zai…
- Segura ma, me quedo con vos. (Pau sonrío)
- Entonces voy a comprarte algo para que meriendes Loli… (Dije levantándome)
- ¡Un alfajor!
- Un alfajor princesa. (Besé su cabeza, besé a Pau y me fui)

-

- Mami…
- ¿Qué?
- ¿Por qué te volvió a pasar esto?
- No lo sé princesa, el cuerpo a veces se nos enferma, pero no pasa nada. Mira, ya estoy bien.
- No mami.
- (Reí) Sí hermosa. (Besé su mejilla)
- (Se acurrucó en mí) No quiero que te lastimes ni te enfermes más.
- (La abracé con mi brazo libre, ya que en el otro tenía un suero) Sos muy chiquita para pasar por estas cosas, perdóname mi vida.
- No quiero que te pase nada, yo no podría sin vos mami.
- Nunca te voy a dejar sola Lola, te lo juro. (Besé su cabeza, conteniendo mis lágrimas) Te amo mi amor, con todo mi alma. Te amo. (La abracé más fuerte)
- Te amo mami… (Dijo quebrada)
- No llores hermosa, por favor. (Hice una pausa) Mirame Loli… (Ella se separó un poco de mí, y yo después de secar sus lágrimas uní mi frente a la suya) Siempre juntas, es una promesa que jamás rompería. ¿Sabes? (Dije a punto de llorar y acaricié mi nariz con la suya) Siempre, siempre. (Ella asintió con su cabeza y me abrazó por el cuello, yo la abracé por la cintura y dejé en libertad algunas lágrimas)
- Te amo mamá.
- Te amo mi amor. (Besé su mejilla) ¿Y sabes qué?
- ¿Qué?
- Amo ser tú mamá, y amo que me digas así…
- Es que eso sos mami.
- (Reí) Lo sé hermosa, pero me encanta que me digas mamá, y más si eso viene acompañado con que me amas.
- Mamá, sos la mejor, mamá te amo, mamá, mamá, mamá. (Yo reí y amaba tanto poder hablar así con ella, a veces amaba demasiado sentirla más grande de lo que es, aunque otras quería que sea mi bebé para siempre)

Pepe entró y se sentó…

- Las dejo solas y se inundan eh. (Dijo riendo y nosotras también reímos)
- Es que tenemos a la hija más hermosa del universo. (Dije y besé su mejilla)
- ¡Y yo a los mejores papas!
- (Pepe la abrazó por la espalda) Te amamos hija.
- Como a nada en este mundo.

Finalmente, me dieron el alta esa noche, solo porque ya me había ocurrido y con una clara indicación, reposo absoluto.

Creo que Pedro no me había dejado ni bajarme del auto que ya estaba en la cama…

- Anda a la cama.
- Estoy yendo amor… (Dije caminando al cuarto)
- (Me abrazó por la espalda) Te vas a cuidar. ¿Sí?
- Te prometo que sí, pero si me agarras así no puedo caminar. (Reímos y besó mi cuello)
- Anda, cámbiate y metete en la cama, que con Lola en un ratito llevamos algo rico y te vamos a hacer compañía.
- Dale… (Me di vuelta y lo besé, tomándolo por las mejillas) Gracias, te amo. (Volví a besarlo)
- Te amo hermosa. (Me besó) Y nada que agradecer, y a la cama. (Yo reí, nos dimos un último beso y yo me fui a la cama, me cambié y me acurruqué en mi cama, detestaba la del hospital)
- Mami… (Dijo entrando al cuarto)
- (Prendí el velador) Veni mi amor… (Dije abriendo la cama) Pero sacate las zapatillas primero. (Ella se sacó sus zapatillas y se acostó a mi lado)
- ¿Miramos algo en la tele?
- Dale hermosa… Te arrepentiste de ir con papá eh. (Rio)

Puse la tele y al ratito llegó Pepe, con la comida. Cenamos y Lola se quedó dormida, asique Pedro la llevó a su cuarto, pero tardó demasiado, momento en el que me dormí…

- Mami… (Dije corriendo) ¡Mami! ¡Mamá! (Y por fin llegué a abrazarla)
- Hola hija. (Dijo llorando)
- Hola mami… (Dije también llorando, y sin intención de soltarla)
- Mirame, porque tenemos poco tiempo.
- No, no. No me quiero separar de vos… (Dije llorando, aferrándome a ella)
- Hija… (Hizo que me separé un poco de ella y secó mis lágrimas) ¿Me escuchas?
- Sí…
- Yo te juro que siempre, pero siempre te voy a cuidar, aunque muchas veces no me haya salido, siempre te voy a cuidar, a vos, a tú hija y a tú marido, pero eso depende de vos también Paula. ¡Permitite ser feliz! ¡Deja ir el pasado! Tenes un presente hermoso, una familia hermosa, una familia como era la nuestra, pero que va a tener un final feliz.
- Pero es muy difícil.
- Lo sé hija, lo sé… Pero es hora de que lo hagas, deja atrás el pasado, las lágrimas, la angustia… ¡Basta de todo eso! Te mereces ser feliz, y tenes todo para serlo.
- Me faltas vos, y papá.
- Nosotros siempre estamos con vos Pau, te lo prometo… Estamos con vos, en cada paso, en cada momento… Velando tú vida, y tus sueños… (Tomó mi mano) No te abandoné nunca, ni un solo segundo… Siempre intenté darte todas mis fuerzas, y si hoy estás acá es porque sos fuerte, muy fuerte…
- A veces siento que no puedo más.
- Sí que podes hija. ¡Sí que podes!
- (La abracé) ¿Podes venir a visitarme más seguido? Te extraño y te necesito demasiado.
- Te prometo hacer todo lo posible.
- Por favor mami.
- (Besó mi mejilla) Me tengo que ir hija…
- No, no, por favor… (Y de repente la vi lejos de mí)
- Te amo hija… ¡Y sé feliz! Te lo mereces…
- Yo también te amo mamá.

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