Cuando volví al cuarto…
- Estaba a punto de irte a buscar.
- Perdón, me levanté a tomar agua, pasé por el cuarto de Lola y cuando la fui a tapar la desperté, y me pidió que me quede hasta que se vuelva a dormir.
- Veni… (Dijo abriendo las mantas, y yo me senté a su lado) Si te despertaste y te levantaste es porque hay algo dando vueltas en esa cabecita.
- A veces odio que me conozcas tanto.
- Lo sé, siempre me lo decís… Pero ya no lo podes evitar.
- (Reí) Es que… (Suspiré) Siento que ahora está todo bien, pero que en días voy a volver a explotar… Y no quiero, quiero poder resolver esto como una persona adulta, y te juro que no puedo.
- ¿A qué te referís con esto?
- (Suspiré) A lo que me pasa… Necesito superar lo que me pasa, y no puedo, me persigue todo el tiempo y me hace sentir insegura… Muchas cosas de las que te dije por teléfono o por whatsapp te las dije por impulso, porque sinceramente no pensaba lo que te respondía, pero el miedo a que me dejes porque no dejo de llorar y porque no puedo darte otro hijo está, intento esconderlo, pero está… Y… (Suspiró) No quiero que con esto te sientas mal vos, porque es algo mío…
- (Me tomó por el mentón) Ay amor, amor, amor… A ver… (Hizo una pausa y con la mano que tomaba mi mentón ahora corrió el pelo de mi cara, acomodándolo detrás de mí oreja) ¿Tengo que repetirte que eso jamás va a pasar?
- (Negué con mi cabeza) Perdón…
- Mi amor, jamás pero jamás se va a quebrar el lazo que nos une. ¡Jamás! Juntos hasta que la muerte nos separe… (Dijo tocando mi anillo de casamiento) Es una promesa, que jamás rompería.
- (Suspiré) ¿A pesar de todo?
- A pesar de todo, a pesar de todo yo estoy perdidamente enamorado de vos, y te amo con la vida, con mi alma, con todo lo que soy. (Me besó) Te amo Paula, para siempre… No lo dudes.
- Perdón, te juro que me siento de cinco años.
- Sh… (Rosó su nariz con la mía)
- Te amo Pepe, y gracias por bancarme tanto. En serio.
- Basta, basta. (Me besó) Solo te permito que me beses. (Reí y lo besé)
- ¿Así?
- Exactamente así. (Volvimos a besarnos y nos acostamos) Pepe…
- Sh, solo besos.
- (Reí) Sos un tarado.
- Pero te hago reír, que es todo lo que quiero.
- (Sonreí) Y yo todo lo que quiero es tenerte cerca.
- Y acá me tenes… (Me apoyé sobre mis brazos, intentando erguirme y besé toda su cara)
- Y te aprovecho… (Besé su nariz) Siempre odio que te vayas, pero esta vez, estando como estábamos fue interminable.
- Pero ya estamos juntos otra vez, y me encanta que cumplas a la perfección con lo que te pedí.
- Puedo llenarte de besos toda la noche.
- Por favor, sería un placer.
- (Sonreí y volví a llenarlo de besos) ¿Sabes qué?
- Mmm… No. (Reímos)
- Que… (Hice una pausa) Te debo el estar acá, el estar viva y… (Suspiré) Cada vez que hago estas pelotudeces te juro que me siento una tarada…
- Dijimos que…
- ¡Para! Dejame terminar… (Hice una pausa) Necesito hacer algo todos los días para demostrarte lo mucho que te amo, y lo mucho que te agradezco, y no sé, capaz es por eso todo lo que me pasa… (Hice una pausa) Y perdón, pero necesito decírtelo, no me lo puedo dejar adentro, no quiero volver a explotar y mucho menos pelear otra vez, no lo soporto.
- Mmm… Vos y Lola son todo lo que necesito para mi vida, te juro que no necesito más. (Me besó)
- Te juro que te creo, pero es algo que me pasa a mí.
- Amor, vos no me debes nada… Porque los dos nos salvamos, el uno al otro… ¿Sabes?
- Pero vos hiciste mucho más por mí, me salvaste la vida.
- Te juro que si vos te sentís en deuda, con Lola el que debería estar en deuda soy yo.
- (Suspiré) Lola existe gracias a los dos.
- Pero vos la llevaste nueve meses adentro tuyo, y te bancaste pasarte meses y meses sin hacer nada solo para cuidarla.
- ¿Cómo no lo iba a hacer? No me hubiese perdonado nunca que algo le pasara.
- Porque sos increíble.
- (Sonreí) No, porque la amo… Simplemente, y haría cualquier cosa por ella, y por vos.
- Y yo haría cualquier cosa por ustedes dos… (Tomó mi mano y entrelazó mis dedos con los suyos) Los tres siempre juntos, es una promesa.
- Te amo mi amor… (Lo besé, tomándolo por sus mejillas)
- Te amo mi amor. (Me abrazó por la cintura y nos besamos, por un largo rato)
Cuando se hizo la hora de despertar a Lola, preparamos el desayuno y fuimos con la bandeja a su cuarto, yo la dejé en el suelo y ambos nos tiramos sobre ella.
- Hora de despertarse princesita. (Dijo Pepe y ella se quejó)
- No, no quiero.
- (Reí) Hay que despertarse igual Loli.
- Te trajimos el desayuno a la cama, los dos.
- (Besé su mejilla) Y si no te despertas arrancamos con las cosquillas.
- ¡No, no!
Nos miramos con Pepe y arrancamos con las cosquillas.
- No, no. ¡Basta! (Dijo riendo)
- ¿Te despertas? (Pregunté)
- Sí, sí. ¡Basta! (Reímos y dejamos de hacerle cosquillas)
Desayunamos y Pepe se fue a buscar al auto a la cochera, mientras yo la ayudaba a cambiarse.
- Mami…
- ¿Qué princesa? (Pregunté mientras le hacía dos colitas en su pelo)
- ¿Qué hizo papá para que dejes de llorar? Así la próxima vez lo hago yo.
- (Creí morirme de amor en ese instante, y la abracé por su cuello, detrás de ella) Te juro que si te amara más se me saldría el corazón del pecho… (Ella rio y yo besé su mejilla) Son cosas de grandes que no puedo contarte hermosa, pero que todo el tiempo me demuestres que me queres me hace muy, muy bien…
- Yo te amo mamá.
- (Sonreí) Y yo te amo a vos hermosa. (Besé su mejilla, ella se dio vuelta y nos abrazamos)
- Sos la mejor mamá del mundo.
- (Sonreí) Y vos la hija más hermosa del universo. (Besé reiteradas veces su mejilla)
Después de dejar a Lola en la escuela…
- ¿Vamos a caminar?
- ¿No es muy temprano Pepe?
- Nunca es temprano para que salgamos un ratito solos.
- (Sonreí) Tenes razón. (Tomó mi mano y entrelazamos nuestros dedos) ¿A dónde querer ir?
- No sé, no importa a dónde… ¿Vamos?
- Sí, vamos.
Caminamos por un largo rato, en silencio, con el viento matutino chocando contra nuestras caras…
- Tengo frío Pepe. (Dije después de casi una hora, y él me abrazó por el costado)
- ¿Queres que vayamos a tomar un café?
- Pero ya desayunamos…
- Deja de poner peros.
- (Reí) Bueno, perdón.
- Repetí…
- ¿Qué cosa?
- Lo que me dijiste…
- (Reí) Pepe, tengo frío…
- ¿Queres que vayamos a tomar un café?
- (Reí) Sí, dale… (Reímos y nos dimos un beso)
Caminamos dos cuadras más hasta que llegamos al café, en dónde entramos.
Disfrutaba muchísimo estas salidas con él, como si fuésemos novios otra vez, volvía a ser solo de él y me hacía sentir demasiado bien, me hacía sentir bien el saber que nada entre nosotros había cambiado, que el amor estaba ahí, intacto…
- Estaba a punto de irte a buscar.
- Perdón, me levanté a tomar agua, pasé por el cuarto de Lola y cuando la fui a tapar la desperté, y me pidió que me quede hasta que se vuelva a dormir.
- Veni… (Dijo abriendo las mantas, y yo me senté a su lado) Si te despertaste y te levantaste es porque hay algo dando vueltas en esa cabecita.
- A veces odio que me conozcas tanto.
- Lo sé, siempre me lo decís… Pero ya no lo podes evitar.
- (Reí) Es que… (Suspiré) Siento que ahora está todo bien, pero que en días voy a volver a explotar… Y no quiero, quiero poder resolver esto como una persona adulta, y te juro que no puedo.
- ¿A qué te referís con esto?
- (Suspiré) A lo que me pasa… Necesito superar lo que me pasa, y no puedo, me persigue todo el tiempo y me hace sentir insegura… Muchas cosas de las que te dije por teléfono o por whatsapp te las dije por impulso, porque sinceramente no pensaba lo que te respondía, pero el miedo a que me dejes porque no dejo de llorar y porque no puedo darte otro hijo está, intento esconderlo, pero está… Y… (Suspiró) No quiero que con esto te sientas mal vos, porque es algo mío…
- (Me tomó por el mentón) Ay amor, amor, amor… A ver… (Hizo una pausa y con la mano que tomaba mi mentón ahora corrió el pelo de mi cara, acomodándolo detrás de mí oreja) ¿Tengo que repetirte que eso jamás va a pasar?
- (Negué con mi cabeza) Perdón…
- Mi amor, jamás pero jamás se va a quebrar el lazo que nos une. ¡Jamás! Juntos hasta que la muerte nos separe… (Dijo tocando mi anillo de casamiento) Es una promesa, que jamás rompería.
- (Suspiré) ¿A pesar de todo?
- A pesar de todo, a pesar de todo yo estoy perdidamente enamorado de vos, y te amo con la vida, con mi alma, con todo lo que soy. (Me besó) Te amo Paula, para siempre… No lo dudes.
- Perdón, te juro que me siento de cinco años.
- Sh… (Rosó su nariz con la mía)
- Te amo Pepe, y gracias por bancarme tanto. En serio.
- Basta, basta. (Me besó) Solo te permito que me beses. (Reí y lo besé)
- ¿Así?
- Exactamente así. (Volvimos a besarnos y nos acostamos) Pepe…
- Sh, solo besos.
- (Reí) Sos un tarado.
- Pero te hago reír, que es todo lo que quiero.
- (Sonreí) Y yo todo lo que quiero es tenerte cerca.
- Y acá me tenes… (Me apoyé sobre mis brazos, intentando erguirme y besé toda su cara)
- Y te aprovecho… (Besé su nariz) Siempre odio que te vayas, pero esta vez, estando como estábamos fue interminable.
- Pero ya estamos juntos otra vez, y me encanta que cumplas a la perfección con lo que te pedí.
- Puedo llenarte de besos toda la noche.
- Por favor, sería un placer.
- (Sonreí y volví a llenarlo de besos) ¿Sabes qué?
- Mmm… No. (Reímos)
- Que… (Hice una pausa) Te debo el estar acá, el estar viva y… (Suspiré) Cada vez que hago estas pelotudeces te juro que me siento una tarada…
- Dijimos que…
- ¡Para! Dejame terminar… (Hice una pausa) Necesito hacer algo todos los días para demostrarte lo mucho que te amo, y lo mucho que te agradezco, y no sé, capaz es por eso todo lo que me pasa… (Hice una pausa) Y perdón, pero necesito decírtelo, no me lo puedo dejar adentro, no quiero volver a explotar y mucho menos pelear otra vez, no lo soporto.
- Mmm… Vos y Lola son todo lo que necesito para mi vida, te juro que no necesito más. (Me besó)
- Te juro que te creo, pero es algo que me pasa a mí.
- Amor, vos no me debes nada… Porque los dos nos salvamos, el uno al otro… ¿Sabes?
- Pero vos hiciste mucho más por mí, me salvaste la vida.
- Te juro que si vos te sentís en deuda, con Lola el que debería estar en deuda soy yo.
- (Suspiré) Lola existe gracias a los dos.
- Pero vos la llevaste nueve meses adentro tuyo, y te bancaste pasarte meses y meses sin hacer nada solo para cuidarla.
- ¿Cómo no lo iba a hacer? No me hubiese perdonado nunca que algo le pasara.
- Porque sos increíble.
- (Sonreí) No, porque la amo… Simplemente, y haría cualquier cosa por ella, y por vos.
- Y yo haría cualquier cosa por ustedes dos… (Tomó mi mano y entrelazó mis dedos con los suyos) Los tres siempre juntos, es una promesa.
- Te amo mi amor… (Lo besé, tomándolo por sus mejillas)
- Te amo mi amor. (Me abrazó por la cintura y nos besamos, por un largo rato)
Cuando se hizo la hora de despertar a Lola, preparamos el desayuno y fuimos con la bandeja a su cuarto, yo la dejé en el suelo y ambos nos tiramos sobre ella.
- Hora de despertarse princesita. (Dijo Pepe y ella se quejó)
- No, no quiero.
- (Reí) Hay que despertarse igual Loli.
- Te trajimos el desayuno a la cama, los dos.
- (Besé su mejilla) Y si no te despertas arrancamos con las cosquillas.
- ¡No, no!
Nos miramos con Pepe y arrancamos con las cosquillas.
- No, no. ¡Basta! (Dijo riendo)
- ¿Te despertas? (Pregunté)
- Sí, sí. ¡Basta! (Reímos y dejamos de hacerle cosquillas)
Desayunamos y Pepe se fue a buscar al auto a la cochera, mientras yo la ayudaba a cambiarse.
- Mami…
- ¿Qué princesa? (Pregunté mientras le hacía dos colitas en su pelo)
- ¿Qué hizo papá para que dejes de llorar? Así la próxima vez lo hago yo.
- (Creí morirme de amor en ese instante, y la abracé por su cuello, detrás de ella) Te juro que si te amara más se me saldría el corazón del pecho… (Ella rio y yo besé su mejilla) Son cosas de grandes que no puedo contarte hermosa, pero que todo el tiempo me demuestres que me queres me hace muy, muy bien…
- Yo te amo mamá.
- (Sonreí) Y yo te amo a vos hermosa. (Besé su mejilla, ella se dio vuelta y nos abrazamos)
- Sos la mejor mamá del mundo.
- (Sonreí) Y vos la hija más hermosa del universo. (Besé reiteradas veces su mejilla)
Después de dejar a Lola en la escuela…
- ¿Vamos a caminar?
- ¿No es muy temprano Pepe?
- Nunca es temprano para que salgamos un ratito solos.
- (Sonreí) Tenes razón. (Tomó mi mano y entrelazamos nuestros dedos) ¿A dónde querer ir?
- No sé, no importa a dónde… ¿Vamos?
- Sí, vamos.
Caminamos por un largo rato, en silencio, con el viento matutino chocando contra nuestras caras…
- Tengo frío Pepe. (Dije después de casi una hora, y él me abrazó por el costado)
- ¿Queres que vayamos a tomar un café?
- Pero ya desayunamos…
- Deja de poner peros.
- (Reí) Bueno, perdón.
- Repetí…
- ¿Qué cosa?
- Lo que me dijiste…
- (Reí) Pepe, tengo frío…
- ¿Queres que vayamos a tomar un café?
- (Reí) Sí, dale… (Reímos y nos dimos un beso)
Caminamos dos cuadras más hasta que llegamos al café, en dónde entramos.
Disfrutaba muchísimo estas salidas con él, como si fuésemos novios otra vez, volvía a ser solo de él y me hacía sentir demasiado bien, me hacía sentir bien el saber que nada entre nosotros había cambiado, que el amor estaba ahí, intacto…
buenísimo,seguí subiendo...
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