Capítulo 158

Al fin llegué, no me importaba más nada que ir a darle un abrazo, en otro momento hablaríamos... Pero ahora no soportaba más, necesitaba abrazarla.

Cuando abrí la puerta de casa, Lola corrió a mí y yo la alcé.

- Hola princesa.
- Hola papi. (Dijo abrazándome por el cuello)
- ¿Cómo estás hermosa?
- Bien, pero mamá no…
- (Suspiré y besé su mejilla) ¿Me dejas ir a hablar con ella?
- Hace que deje de llorar papá.
- Te prometo que sí Loli… (Me separé un poco de ella) ¿Queres que vayamos a dormir y yo después voy con mamá?
- Sí…
- Veni entonces.

Por suerte, Lola se durmió a los pocos minutos, sabía que me había esperado despierta solo para darme un abrazo, porque para ella era muy tarde.
Con cuidado, salí de su cuarto y cerré la puerta, para dirigirme a nuestro cuarto, Pau, casi sin fuerza se acercó a mí y yo la abracé, lo más fuerte que pude.

No sé cuánto tiempo pasó, pero ese abrazo lo sentí eterno…

- Amor… (Susurré y ella negó con su cabeza) Veni… No te voy a soltar. (Caminamos hasta la cama, y yo me acosté, ella se acomodó sobre mi pecho y yo volví a abrazarla) Tranquilizate, un poquito… Por favor.
- No puedo, te juro que no puedo.
- (La abracé más fuerte) Sí que podes Pau… (Acaricié su espalda y ella escondió su cara en mi pecho) Está bien que llores para descargarte, pero es mejor que hablemos… Y así no podemos amor.
- ¿Cómo haces?
- ¿Cómo hago qué?
- ¿Cómo seguís acá?
- Porque te amo… Con todo mi alma. (Besé su cabeza)
- No te das una idea de lo que te amo Pedro.

Después de un largo rato, estaba un poco más tranquila… Solo un poco.

- ¿Me explicas por qué lloras así?
- Me muero de miedo.
- ¿Miedo de qué?
- De perderte.
- (La tomé por su mentón, para que me mire) Jamás me vas a perder mi amor… Jamás. ¿Me escuchas? (Ella asintió con su cabeza) Peleamos porque es normal pelear, pero jamás me vas a perder hermosa. (La abracé) Jamás, no pienses así.
- Perdón…
- No pidas perdón…
- Te amo…
- Yo también te amo Pau… Y veni que necesito darte un beso. (Ella levantó, tan solo un poco su torso y nos besamos) Extrañaba demasiado tus labios… (Dije en medio de besos)
- Me siento una nena…
- ¿Queres ser mi nena?
- No, quiero ser tú mujer…
- Y lo sos, la mejor…
- No Pedro, una mujer es capaz de dar vida, y yo no lo soy…
- Deja de enroscarte con eso Paula. ¡Por favor! Te amo así, con todo lo que sos… Con todo lo que implica… (Corrí un mechón de pelo de su cara) Además, la tenemos a Lola… Y es todo lo que necesitamos, además de tenernos el uno al otro. (La besé) Y… ¿Podemos dejar algo en claro?
- ¿Qué cosa?
- Yo no creo que seas ninguna mierda… Es más, creo todo lo contrario, sos la mujer más maravillosa que conocí en mi vida, y la mejor mamá que mi hija puede tener. La mejor… (Hice una pausa) Todos nos equivocamos, a veces mucho y a veces poco, sí, vos te equivocaste y mucho, pero ya está… Ya entendiste que lo que pensabas era cualquiera. (Ella asintió con su cabeza) Perdón si me desesperé así el día que te encontré durmiendo, es que me morí de miedo… No sé todo lo que pasa por esa loca cabecita, y aunque sabes que me encantaría saberlo para poder ayudarte, todavía no sé leer mentes… (Ella rio) ¿Me perdonas? Por favor.
- Sí… (Suspiró) Pero vos créeme que jamás lo volvería a hacer.
- Lo sé mi amor, te juro que lo sé. (La besé y volví a abrazarla contra mí) Y decime por favor como hago para sacarte toda esa angustia.
- Estando acá conmigo y perdonándome todas las pendejadas que hago.
- Siempre voy a estar con vos…
- Te amo Pedro, más de lo que te puedo explicar.
- Te amo mi amor…

Después de un rato de mimarnos, quién sabe cómo, terminamos haciendo el amor…

- (Besé su nuca) Decime que estás un poquito mejor…
- Un poquito bastante… Sabes perfectamente lo que necesito, siempre.
- Me encanta ser tú mejor terapia… (Volví a besar su nuca) Y ahora quiero que duermas, que descanses, no quiero ni saber hace cuántas noches no dormís. (Ella rio) No respondas mejor… (Ella volvió a reír) Cerra los ojos y descansa mi amor.
- Te amo Pepe…
- Me lo estás diciendo muy seguido…
- Ay, perdón.
- (Reí) Dejame terminar ansiosa… Me lo estás diciendo muy seguido y me encanta. (Sonrío) Yo también te amo princesa…
- (Rio) Hacía mucho no me decías así.
- Desempolvó ese apodo bizarro solo cuando necesito que te rías un poquito.
- Sos lo más lindo del mundo. (Tomó mi mano y la besó) Gracias.
- No tenes nada que agradecerme hermosa. (Acaricié su espalda desnuda con mis dedos) Y descansa, dale…
- ¿Te puedo decir una vez más que te amo?
- Todas las que quieras…
- Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo y… Te amo.
- (Reí) Te amo un millón de veces.
- Yo dos millones. (Reímos y nos dimos un beso)
- Descansa…
- Vos también Pepe.
- Después que vos.

Ella sonrío y yo me dediqué a acariciar su espalda hasta que se quedó dormida.

-

Sentía demasiadas cosas sueltas, pero ahora necesitaba esto… Estar así con él, reconfirmarme que me amaba y demostrarle que yo lo amaba a él.

Me desperté, en medio de la noche y sonreí al verlo a mi lado… Besé su frente y me vestí, para poder ir hasta la cocina a servirme un poco de agua.

Pasé por el cuarto de Loli y como estaba toda destapada, me acerqué a ella y la acomodé, tapándola. Besé su mejilla y ella abrió sus ojitos…

- Perdón hija, seguí durmiendo…
- ¿Qué pasa ma?
- Que estabas toda destapada. (Rio) Pero seguí durmiendo…
- ¿No lloras más?
- (Sonreí) Te prometo que no princesa.
- (Sonrío) Papá es lo más… (Reí y besé su mejilla)
- Dormí que es tarde, dale.
- Quedate conmigo.
- Me quedo con vos hermosa… (Besé su frente y me senté a su lado) Descansa…
- Te amo mami.
- (Sonreí) Te amo mucho más princesa.