Lola estaba acomodaba sobre mí y Pau a nuestro
lado.
- Descansa Loli, te va hacer bien… (Dijo acomodándole el pelo detrás de su oreja)
- No se me pasa con dormir.
- Ya lo sé princesa, pero si te va a tranquilizar… (Besó su mejilla)
- Nosotros nos quedamos con vos mi amor… (Dije y besé su cabeza, Pau unió su mano a la de Lola y la mimamos hasta que, después de un largo rato, se quedó dormida)
- Vos también dormí mi amor… (Besé su frente y ella suspiró)
- No puedo…
- Mmm… Yo tampoco. (Reímos)
- No quiero ser mala, pero…
- Vos también queres mimos.
- No, necesito que charlemos.
- ¿No queres mimos?
- Mmm… También.
- (Reí y la acostó a Loli a su costado, con cuidado de no despertarla) Veni…
- No, nos vayamos.
- No, no… Pero vamos a un costado.
Me levanté de la cama y la tomé de la mano, para que me siga, nos sentamos en unos puff que estaban en la otra punta de la habitación y prendimos un velador que había allí.
- Parezco un loro repitiendo, pero necesito paz.
- (Reí y acaricié su mejilla) Te puedo abrazar un ratito, y mimarte… Aunque sea un ratito de paz. (Ella sonrío y se acomodó sobre mí)
- ¿Puedo mimarte yo también?
- Por favor mi amor…
Mi mano peinaba su pelo, pasaba por su nuca y su espalda, mientras que la suya jugaba con mi barba y con el pelo de mi nuca…
- El único refugio seguro ante el miedo es el amor…
- Ah bue… (Dijo riendo) ¿Desde cuándo sos tan poeta?
- ¡Hey! No seas mala, no te rías.
- Perdón, pero jamás creí que me ibas a salir con algo así… (Dijo sin dejar de reírse, yo también reí y me tiré sobre ella) No Pedro, no. Lola duerme…
- No pensaba hacer nada que ella no pueda ver eh.
- Lo sé tarado, pero sé lo que queres hacer…
- Mmm… (Y comencé a hacerle cosquillas en la panza, ella rio y yo la besé, para que no la despertemos) Basta, y explicame de donde sacaste esa frase.
- La leí, hace muchos, muchos años… Y cuando te conocí le encontré el sentido, cuando la tuvimos a Loli volví a encontrárselo.
- (Sonrío y besó mi nariz) No podes ser tan tierno mi amor…
- Vos me pones así.
- Te estoy hablando en serio… (Hizo una pausa) Dejame terminar… (Me besó) Me causó gracia, sí, pero porque sos súper romántico, pero nunca creí que tanto… (Reímos) Pero esa frase tiene mucha razón, nunca la había escuchado, ni la había pensado, pero la escuché y se me vino a la mente el momento en el que nos conocimos, cuando me diste la mano y me ayudaste a levantarme del suelo… Me salvaste, tú amor me salvó, tú amor y todo lo que eso trajo a mi vida, sobre todo a la enana… Me enseñaste a amar, me enseñaste lo que es el amor, me enseñaste que es lo más lindo del mundo y que es el único refugio seguro. (Lo besé) Y sí, ahora estamos los tres malísimamente mal, pero siento que nunca voy a poder estar peor de lo que ya estuve, y siento que sí pude salir de ahí, voy a poder salir de esto también… Porque estamos juntos, como la otra vez. Te amo con todo mi alma mi amor.
- (Sonreí y la llené de besos) Te juro que este amor y toda esta paz que me das, que me dan, es lo único que me mantiene de pie… Vos también me salvaste a mí hermosa, y lo sabes muy bien… (Acaricié su nariz con la mía) Sos mi refugio, te juro que no hay mejor lugar que tus brazos. (La besé) Te amo Paula, con mi vida… (La besé y la abracé, sabía que la estaba aplastando, pero amaba estar así con ella… Después de un rato dije) Cuando no puedas respirar más avísame. (Rio e hizo que demos una vuelta, quedando ella sobre mí) Gracias…
- ¿Por qué?
- Por llenarme de paz.
- Es mutuo mi amor… (Besó mi mano y en ese momento Lola se despertó, y comenzó a llorar)
- ¡Mamá! ¡Mamá!
- (Pau corrió a ella) Tranquila mi vida, estoy acá, estamos acá. (Se sentó a su lado y Loli apoyó su cabeza en el pecho de su mamá) Tranquila Loli.
- (Me senté frente a ellas) ¿Soñaste algo feo?
- No, me asusté porque no estaban.
- Estábamos ahí, hablando con mamá… Te dijimos que no nos íbamos a ir…
- Perdón.
- No pasa nada princesa… Bah, no pasa nada si dejas de llorar. (Ella escondió su carita aún más en mi pecho y yo la abracé)
- ¿Es muy tarde para que veamos una peli?
- Mmm… Sí, pero no importa. (Respondí)
- ¿Y podes ir a buscar comida?
- Mmm… Sí, puedo.
- Y vos y yo nos vamos al baño así te lavas la carita…
- Bueno…
-
Fui con Lola a upa hasta el baño y la senté en la mesada del lavatorio.
- No llores más princesa… (Le dije mientras le alcanzaba la toalla para que se seque la cara)
- Quiero dejar de llorar, y no sé cómo.
- Hablando mucho de lo que te pasa, y dejando que te mimemos mucho.
- Entonces dame un abrazo mami.
- (Sonreí y la abracé) Muchos te voy a dar, y muchos besos. (Besé su mejilla reiteradas veces)
- ¿Puedo ver la peli en el medio de los dos?
- Obvio que podes mi princesa…
Eran las cinco de la mañana, y yo seguía despierta. Me envolví en una manta y salí del cuarto, me preparé un té y me senté en la mesa a tomarlo…
Sé que pasó mucho tiempo, en el cual no supe muy bien que hice…
- ¿Madrugadora vos? ¿Te sentís bien mi amor?
- (Reí) ¡Sos un tarado nene! Nunca me dormí.
- Mmm… (Se sentó a mi lado) ¿Estás bien?
- Sí, solo estoy desvelada.
- ¿Segura?
- Sí, te juro que no lloré ni una sola lágrima.
- (Rio y besó mi mejilla) ¿Y no queres ir a dormir un ratito?
- Mmm… No sé si me poder a dormir.
- Tengo unas manos mágicas que hacen dormir a cualquiera.
- (Reí) Vamos solo porque no quiero que la enana se quede sola.
- Dale, vamos.
Lavé la taza y fuimos a la cama… Me acosté y él se arrodilló frente a mí.
- Acostate vos también mi amor.
- Me voy a poner a trabajar.
- ¿A esta hora Pepe?
- Sí, así después en el día puedo estar con ustedes, y además, no tengo sueño.
- ¿Seguro?
- Seguro…
- Mmm… Bueno.
Cerré mis ojos y sentí sus dedos entre mi pelo.
- Gracias mi amor…
- Sh… No agradezcas, no estamos como para no dormir.
- Lo estás diciendo vos.
- (Rio) Está bien, me acuesto un rato.
- Sí, atrás mío, abrazándome.
- ¿Viene de pretensiones la cosa?
- Sh. (Reímos)
- Descansa Loli, te va hacer bien… (Dijo acomodándole el pelo detrás de su oreja)
- No se me pasa con dormir.
- Ya lo sé princesa, pero si te va a tranquilizar… (Besó su mejilla)
- Nosotros nos quedamos con vos mi amor… (Dije y besé su cabeza, Pau unió su mano a la de Lola y la mimamos hasta que, después de un largo rato, se quedó dormida)
- Vos también dormí mi amor… (Besé su frente y ella suspiró)
- No puedo…
- Mmm… Yo tampoco. (Reímos)
- No quiero ser mala, pero…
- Vos también queres mimos.
- No, necesito que charlemos.
- ¿No queres mimos?
- Mmm… También.
- (Reí y la acostó a Loli a su costado, con cuidado de no despertarla) Veni…
- No, nos vayamos.
- No, no… Pero vamos a un costado.
Me levanté de la cama y la tomé de la mano, para que me siga, nos sentamos en unos puff que estaban en la otra punta de la habitación y prendimos un velador que había allí.
- Parezco un loro repitiendo, pero necesito paz.
- (Reí y acaricié su mejilla) Te puedo abrazar un ratito, y mimarte… Aunque sea un ratito de paz. (Ella sonrío y se acomodó sobre mí)
- ¿Puedo mimarte yo también?
- Por favor mi amor…
Mi mano peinaba su pelo, pasaba por su nuca y su espalda, mientras que la suya jugaba con mi barba y con el pelo de mi nuca…
- El único refugio seguro ante el miedo es el amor…
- Ah bue… (Dijo riendo) ¿Desde cuándo sos tan poeta?
- ¡Hey! No seas mala, no te rías.
- Perdón, pero jamás creí que me ibas a salir con algo así… (Dijo sin dejar de reírse, yo también reí y me tiré sobre ella) No Pedro, no. Lola duerme…
- No pensaba hacer nada que ella no pueda ver eh.
- Lo sé tarado, pero sé lo que queres hacer…
- Mmm… (Y comencé a hacerle cosquillas en la panza, ella rio y yo la besé, para que no la despertemos) Basta, y explicame de donde sacaste esa frase.
- La leí, hace muchos, muchos años… Y cuando te conocí le encontré el sentido, cuando la tuvimos a Loli volví a encontrárselo.
- (Sonrío y besó mi nariz) No podes ser tan tierno mi amor…
- Vos me pones así.
- Te estoy hablando en serio… (Hizo una pausa) Dejame terminar… (Me besó) Me causó gracia, sí, pero porque sos súper romántico, pero nunca creí que tanto… (Reímos) Pero esa frase tiene mucha razón, nunca la había escuchado, ni la había pensado, pero la escuché y se me vino a la mente el momento en el que nos conocimos, cuando me diste la mano y me ayudaste a levantarme del suelo… Me salvaste, tú amor me salvó, tú amor y todo lo que eso trajo a mi vida, sobre todo a la enana… Me enseñaste a amar, me enseñaste lo que es el amor, me enseñaste que es lo más lindo del mundo y que es el único refugio seguro. (Lo besé) Y sí, ahora estamos los tres malísimamente mal, pero siento que nunca voy a poder estar peor de lo que ya estuve, y siento que sí pude salir de ahí, voy a poder salir de esto también… Porque estamos juntos, como la otra vez. Te amo con todo mi alma mi amor.
- (Sonreí y la llené de besos) Te juro que este amor y toda esta paz que me das, que me dan, es lo único que me mantiene de pie… Vos también me salvaste a mí hermosa, y lo sabes muy bien… (Acaricié su nariz con la mía) Sos mi refugio, te juro que no hay mejor lugar que tus brazos. (La besé) Te amo Paula, con mi vida… (La besé y la abracé, sabía que la estaba aplastando, pero amaba estar así con ella… Después de un rato dije) Cuando no puedas respirar más avísame. (Rio e hizo que demos una vuelta, quedando ella sobre mí) Gracias…
- ¿Por qué?
- Por llenarme de paz.
- Es mutuo mi amor… (Besó mi mano y en ese momento Lola se despertó, y comenzó a llorar)
- ¡Mamá! ¡Mamá!
- (Pau corrió a ella) Tranquila mi vida, estoy acá, estamos acá. (Se sentó a su lado y Loli apoyó su cabeza en el pecho de su mamá) Tranquila Loli.
- (Me senté frente a ellas) ¿Soñaste algo feo?
- No, me asusté porque no estaban.
- Estábamos ahí, hablando con mamá… Te dijimos que no nos íbamos a ir…
- Perdón.
- No pasa nada princesa… Bah, no pasa nada si dejas de llorar. (Ella escondió su carita aún más en mi pecho y yo la abracé)
- ¿Es muy tarde para que veamos una peli?
- Mmm… Sí, pero no importa. (Respondí)
- ¿Y podes ir a buscar comida?
- Mmm… Sí, puedo.
- Y vos y yo nos vamos al baño así te lavas la carita…
- Bueno…
-
Fui con Lola a upa hasta el baño y la senté en la mesada del lavatorio.
- No llores más princesa… (Le dije mientras le alcanzaba la toalla para que se seque la cara)
- Quiero dejar de llorar, y no sé cómo.
- Hablando mucho de lo que te pasa, y dejando que te mimemos mucho.
- Entonces dame un abrazo mami.
- (Sonreí y la abracé) Muchos te voy a dar, y muchos besos. (Besé su mejilla reiteradas veces)
- ¿Puedo ver la peli en el medio de los dos?
- Obvio que podes mi princesa…
Eran las cinco de la mañana, y yo seguía despierta. Me envolví en una manta y salí del cuarto, me preparé un té y me senté en la mesa a tomarlo…
Sé que pasó mucho tiempo, en el cual no supe muy bien que hice…
- ¿Madrugadora vos? ¿Te sentís bien mi amor?
- (Reí) ¡Sos un tarado nene! Nunca me dormí.
- Mmm… (Se sentó a mi lado) ¿Estás bien?
- Sí, solo estoy desvelada.
- ¿Segura?
- Sí, te juro que no lloré ni una sola lágrima.
- (Rio y besó mi mejilla) ¿Y no queres ir a dormir un ratito?
- Mmm… No sé si me poder a dormir.
- Tengo unas manos mágicas que hacen dormir a cualquiera.
- (Reí) Vamos solo porque no quiero que la enana se quede sola.
- Dale, vamos.
Lavé la taza y fuimos a la cama… Me acosté y él se arrodilló frente a mí.
- Acostate vos también mi amor.
- Me voy a poner a trabajar.
- ¿A esta hora Pepe?
- Sí, así después en el día puedo estar con ustedes, y además, no tengo sueño.
- ¿Seguro?
- Seguro…
- Mmm… Bueno.
Cerré mis ojos y sentí sus dedos entre mi pelo.
- Gracias mi amor…
- Sh… No agradezcas, no estamos como para no dormir.
- Lo estás diciendo vos.
- (Rio) Está bien, me acuesto un rato.
- Sí, atrás mío, abrazándome.
- ¿Viene de pretensiones la cosa?
- Sh. (Reímos)
espero que logren ser felices , me encanta la nove
ResponderEliminar