Pasaron varios meses…
Paula estaba mejor, Lola también.
Yo estaba volviendo de un viaje, bajé en el aeropuerto y suspiré, amaba tanto volver. Sentí a Pau abrazarme por la espalda y sonreí, tomé sus manos y las besé.
- Hola mi amor… (Susurró)
- (Me di vuelta y la besé, aferrándola a mí por la cintura) Hola hermosa… (Volvimos a besarnos y nos abrazamos, ella por el cuello)
- Te extrañé demasiado. (Dijo en mi oído)
- Yo también mi amor. Odio tener que irme. (Nos separamos un poco y nos besamos)
- Odio que te vayas. (Reímos y nos besamos, otra vez) ¿Vamos? Le dije a Lola que íbamos juntos a buscarla…
- Voy a buscar mis cosas y vamos. ¿Sí?
- Voy con vos.
- Dale.
Hice todo lo que debía hacer y fuimos hasta casa en taxi, dejé mi valija en casa y fuimos caminando juntos, tomados de la mano hasta la puerta de la escuela y ni bien Lola me vio, corrió a mí y sonreí. La alcé y la hice dar vueltas, ella rio y la llené de besos.
- ¡Hola princesa!
- Hola papi. (Besó mi mejilla)
- ¿Cómo estás mi vida?
- Bien, te extrañaba. (Dijo volviendo a abrazarme)
- Yo también mi amor.
- ¿Podemos ir los tres al Mac? (Pau se acercó a nosotros)
- Sí Loli…
- ¡Sí!
Pau agarró su mochila y yo llevaba a cococho a Loli, así llegamos al Mac y almorzamos ahí.
Cuando volvimos a casa me tiré con Lola en la cama, necesitaba dormir.
Ella estaba sobre mí, y yo mimaba su espalda.
- No te vayas más pa.
- (Sonreí) Sabes que a veces tengo que irme princesa… No puedo no ir. (Besé su cabeza)
- ¿No podemos ir con vos?
- Esta vez no se podía, te prometo que la próxima nos fijamos si podemos ir juntos… Además, no podes faltar más vos a la escuela, este año faltaste mucho.
- Ya lo sé.
- Por eso, pero si el próximo viaje lo hago mientras estés de vacaciones vemos si podemos ir los tres.
- Bueno papi.
- ¿Ahora podemos dormir un ratito? Muero de sueño hija.
- (Se acomodó sobre mí) Sí pa, yo también tengo sueño.
- Dormí entonces mi princesa…
-
Fui al cuarto y los encontré a los dos dormidos, sonreí y me fui a ordenar y limpiar un poco el cuarto de Lola, busqué su ropa de verano para ordenarla en su placard y sentí que Pedro me abrazó por la espalda.
- ¿Te despertaste dormilón?
- (Rio) Bueno, perdón che.
- (Reí) No pasa nada tonto, bah, no pasa nada si ahora te puedo tener un rato solo para mí. Yo también te extrañé eh.
- ¿Celosa?
- (Reí) No, solo quiero mimos de mi marido. ¿Está mal?
- No, está perfecto. (Me dio vuelta y me besó) ¿Sillón? Lola duerme en la cama.
- Dale, pero esta noche salimos solos. Ya arreglé con Zai.
- Te amo tanto. (Me besó)
- (Sonreí) Te extraño bonito… (Lo besé) Te amo.
Pero el plan de pasar un rato solos fue interrumpido por Lola, suspiramos riendo cuando la vimos venir y Pedro la alzó.
- ¿Te despertaste princesa?
- ¡Sí papá! ¿No me ves? (Nosotros reímos)
- Bueno che. ¿Te despertaste de mal humor?
- Me duele acá. (Dijo tocándose la cabeza)
- Mmm… Bueno, ahora merendamos y tomas un remedio así se te pasa… (Dije y ella puso cara de asco)
- No quiero remedio.
- Te va a seguir doliendo la cabeza entonces Loli.
- ¿No hay otra cosa?
- (Reí) No mi amor.
Merendamos, finalmente ella tomó el jarabe y la acompañé a bañar.
- Mami… ¿Nos podemos bañar las dos con la malla? Hace mucho que no jugamos en el agua.
- (Sonreí) Obvio que podemos hija…
- ¡Sí! (Dijo festejando y yo reí)
Estábamos las dos en la bañera, ya había lavado su pelo y ahora jugábamos con unos animalitos que ella tenía para meter en el agua, pero cuando ella se dio vuelta la agarré por la espalda y empecé a llenarla de cosquillas.
- ¡No mamá, no! (Dijo riendo y yo también rio)
- Amo tú risa hija.
- (Rio) Bueno, pero no me hagas cosquillas.
- (Reí) Bueno, bueno. Está bien. (La acomodé sobre mí) Pero quedate acá.
- Amo estar así con vos ma…
- Sos tan tierna mi vida… (Besé su frente y ella sonrío)
Nos mimamos un rato allí, en el agua, hasta que salimos, nos secamos, yo me puse la ropa interior con la bata puesta y luego la ayudé a cambiarse…
- Mami… (Dijo sentada sobre la mesada del baño)
- ¿Qué Loli?
- Quiero decirles algo, a vos y a papá.
- Mmm… ¿Nos cambiamos y vamos a hablar con él?
- Sí, dale.
Sequé su pelo, ella salió del baño, me vestí y fui a buscar a Pepe.
Cuando salí los encontré a los dos en el sillón, Lola sobre sus piernas, enfrentado a él, despeinándolo. Reí y me senté a su lado.
- Acá estamos princesa… (Dije) ¿Qué tenías para decirnos?
- Mmm… (Suspiró) ¿Ustedes me habían dicho que yo podía tener un hermanito sin que a mamá le pase nada, no?
- (Con Pepe nos miramos sonriendo y él respondió) Sí Loli. Hay muchos nenes que no tienen papás, y los papás que queremos tener hijos y no podemos naturalmente, los podemos adoptar.
- ¿Y no pueden adoptar a una nena para que juegue conmigo y sea mi hermanita?
- (Sonreí, emocionada) ¿Vos queres hija?
- ¡Sí! Me aburrí de estar sola.
Ninguno de los dos dijo más nada, tan solo la abrazamos y ambos estábamos llorando.
Sentí que mi corazón estalló de felicidad, como si quisiera salirse de mi pecho… Sonreía y lloraba como una nena mientras abrazaba a mi hija con todas mis fuerzas, no podía creerlo.
Sentí la mano de Pedro en mi mejilla y abrí mis ojos, él me sonrío y secó mis lágrimas, todo por detrás de Loli.
- Te amo… (Dije tan solo moviendo mis labios)
- Te amo… (Respondió del mismo modo)
Paula estaba mejor, Lola también.
Yo estaba volviendo de un viaje, bajé en el aeropuerto y suspiré, amaba tanto volver. Sentí a Pau abrazarme por la espalda y sonreí, tomé sus manos y las besé.
- Hola mi amor… (Susurró)
- (Me di vuelta y la besé, aferrándola a mí por la cintura) Hola hermosa… (Volvimos a besarnos y nos abrazamos, ella por el cuello)
- Te extrañé demasiado. (Dijo en mi oído)
- Yo también mi amor. Odio tener que irme. (Nos separamos un poco y nos besamos)
- Odio que te vayas. (Reímos y nos besamos, otra vez) ¿Vamos? Le dije a Lola que íbamos juntos a buscarla…
- Voy a buscar mis cosas y vamos. ¿Sí?
- Voy con vos.
- Dale.
Hice todo lo que debía hacer y fuimos hasta casa en taxi, dejé mi valija en casa y fuimos caminando juntos, tomados de la mano hasta la puerta de la escuela y ni bien Lola me vio, corrió a mí y sonreí. La alcé y la hice dar vueltas, ella rio y la llené de besos.
- ¡Hola princesa!
- Hola papi. (Besó mi mejilla)
- ¿Cómo estás mi vida?
- Bien, te extrañaba. (Dijo volviendo a abrazarme)
- Yo también mi amor.
- ¿Podemos ir los tres al Mac? (Pau se acercó a nosotros)
- Sí Loli…
- ¡Sí!
Pau agarró su mochila y yo llevaba a cococho a Loli, así llegamos al Mac y almorzamos ahí.
Cuando volvimos a casa me tiré con Lola en la cama, necesitaba dormir.
Ella estaba sobre mí, y yo mimaba su espalda.
- No te vayas más pa.
- (Sonreí) Sabes que a veces tengo que irme princesa… No puedo no ir. (Besé su cabeza)
- ¿No podemos ir con vos?
- Esta vez no se podía, te prometo que la próxima nos fijamos si podemos ir juntos… Además, no podes faltar más vos a la escuela, este año faltaste mucho.
- Ya lo sé.
- Por eso, pero si el próximo viaje lo hago mientras estés de vacaciones vemos si podemos ir los tres.
- Bueno papi.
- ¿Ahora podemos dormir un ratito? Muero de sueño hija.
- (Se acomodó sobre mí) Sí pa, yo también tengo sueño.
- Dormí entonces mi princesa…
-
Fui al cuarto y los encontré a los dos dormidos, sonreí y me fui a ordenar y limpiar un poco el cuarto de Lola, busqué su ropa de verano para ordenarla en su placard y sentí que Pedro me abrazó por la espalda.
- ¿Te despertaste dormilón?
- (Rio) Bueno, perdón che.
- (Reí) No pasa nada tonto, bah, no pasa nada si ahora te puedo tener un rato solo para mí. Yo también te extrañé eh.
- ¿Celosa?
- (Reí) No, solo quiero mimos de mi marido. ¿Está mal?
- No, está perfecto. (Me dio vuelta y me besó) ¿Sillón? Lola duerme en la cama.
- Dale, pero esta noche salimos solos. Ya arreglé con Zai.
- Te amo tanto. (Me besó)
- (Sonreí) Te extraño bonito… (Lo besé) Te amo.
Pero el plan de pasar un rato solos fue interrumpido por Lola, suspiramos riendo cuando la vimos venir y Pedro la alzó.
- ¿Te despertaste princesa?
- ¡Sí papá! ¿No me ves? (Nosotros reímos)
- Bueno che. ¿Te despertaste de mal humor?
- Me duele acá. (Dijo tocándose la cabeza)
- Mmm… Bueno, ahora merendamos y tomas un remedio así se te pasa… (Dije y ella puso cara de asco)
- No quiero remedio.
- Te va a seguir doliendo la cabeza entonces Loli.
- ¿No hay otra cosa?
- (Reí) No mi amor.
Merendamos, finalmente ella tomó el jarabe y la acompañé a bañar.
- Mami… ¿Nos podemos bañar las dos con la malla? Hace mucho que no jugamos en el agua.
- (Sonreí) Obvio que podemos hija…
- ¡Sí! (Dijo festejando y yo reí)
Estábamos las dos en la bañera, ya había lavado su pelo y ahora jugábamos con unos animalitos que ella tenía para meter en el agua, pero cuando ella se dio vuelta la agarré por la espalda y empecé a llenarla de cosquillas.
- ¡No mamá, no! (Dijo riendo y yo también rio)
- Amo tú risa hija.
- (Rio) Bueno, pero no me hagas cosquillas.
- (Reí) Bueno, bueno. Está bien. (La acomodé sobre mí) Pero quedate acá.
- Amo estar así con vos ma…
- Sos tan tierna mi vida… (Besé su frente y ella sonrío)
Nos mimamos un rato allí, en el agua, hasta que salimos, nos secamos, yo me puse la ropa interior con la bata puesta y luego la ayudé a cambiarse…
- Mami… (Dijo sentada sobre la mesada del baño)
- ¿Qué Loli?
- Quiero decirles algo, a vos y a papá.
- Mmm… ¿Nos cambiamos y vamos a hablar con él?
- Sí, dale.
Sequé su pelo, ella salió del baño, me vestí y fui a buscar a Pepe.
Cuando salí los encontré a los dos en el sillón, Lola sobre sus piernas, enfrentado a él, despeinándolo. Reí y me senté a su lado.
- Acá estamos princesa… (Dije) ¿Qué tenías para decirnos?
- Mmm… (Suspiró) ¿Ustedes me habían dicho que yo podía tener un hermanito sin que a mamá le pase nada, no?
- (Con Pepe nos miramos sonriendo y él respondió) Sí Loli. Hay muchos nenes que no tienen papás, y los papás que queremos tener hijos y no podemos naturalmente, los podemos adoptar.
- ¿Y no pueden adoptar a una nena para que juegue conmigo y sea mi hermanita?
- (Sonreí, emocionada) ¿Vos queres hija?
- ¡Sí! Me aburrí de estar sola.
Ninguno de los dos dijo más nada, tan solo la abrazamos y ambos estábamos llorando.
Sentí que mi corazón estalló de felicidad, como si quisiera salirse de mi pecho… Sonreía y lloraba como una nena mientras abrazaba a mi hija con todas mis fuerzas, no podía creerlo.
Sentí la mano de Pedro en mi mejilla y abrí mis ojos, él me sonrío y secó mis lágrimas, todo por detrás de Loli.
- Te amo… (Dije tan solo moviendo mis labios)
- Te amo… (Respondió del mismo modo)