jueves, 26 de septiembre de 2013

Capítulo 89

Sin pensarlo demasiado, cuando el médico se retiró yo salí corriendo de aquel lugar y comencé a correr y correr, varias cuadras, sin dejar de llorar, intentando negar lo que ya era una horrible realidad: Mi hermano ya no estaba.

Perdí la cuenta de la cantidad de cuadras que corrí, pero una vez más, Paula me alcanzó.

- Pepe, para… ¡Para! (Me gritó y me abrazó por la espalda) No corras más, quedate conmigo. (Dijo llorando y sentí que me abrazó aún más fuerte) No estás solo mi amor, por favor… Quedate acá.
- Sí que estoy solo, y más solo que nunca… (Dije intentando redactar una frase, entre el inmenso dolor y el agite de tanto correr, era casi imposible hacerlo)
- Yo estoy con vos, y siempre voy a estarlo. (Sin soltarme, se paró frente a mí y me miró a los ojos, secó mis lágrimas y me abrazó por el cuello)
- Me quiero morir Paula.
- No mi amor, no. (Hizo una pausa) ¿Queres que vayamos a tú casa? ¿Queres que volvamos al hospital?
- No sé Pau, no sé.
- (Se separó un poco de mí y me miró a los ojos) Decime vos…
-  A mi casa. (Tomó mi mano y comenzó a caminar, sin decirme nada y así fuimos hasta casa)

Sin decirle nada me fui a mi cama y me dejé caer allí, abrazando la almohada, sin poder dejar de llorar.

- ¿Puedo pasar? (Preguntó Pau desde la puerta)
- Si queres…

Pau se acercó a mí, se arrodilló en el suelo y comenzó a acariciar mi pelo.

- ¿Cómo sigo después de esto?
- Tenes que transitar el dolor Pepe, otra no te queda… Pero, con el tiempo se acepta y se aprende a convivir con eso, capaz nunca deje de doler, y es lo más probable, pero se lo acepta.
- No lo soporto.
- Vas a ver que cuando pase el tiempo, de a poquito, el dolor se va a ir aliviando.
- No Paula.
- Créeme que sí Pepe, te lo dice alguien que perdió a sus papas y a un hijo… Todo pasa mi amor, aunque nunca deje de doler, pasa…
- ¿Me dejas solo?
- Si así lo queres… Yo voy a estar acá, cualquier cosa que necesites, me llamas. (Besó mi mejilla) Te amo. (Se levantó y se fue)

Me sentía vivo, pero muerto… Muerto en vida, el dolor de un segundo al otro se había apoderado de cada rincón de mí, de cada hueco… Yo era dolor, solo dolor, un inmenso, profundo e insoportable dolor.

Quería estar solo, ahogarme yo solo… Ahogarme en lágrimas, en dolor, en melancolía, en nostalgia… ¡En toda esta mierda que sentía!
Ahogarme hasta morirme.

-

Sentí vibrar mi celular y luego de secar mis lágrimas, atendí.

- Hola…
- Pau… (La escuché llorar a Ali del otro lado del teléfono) ¿Pedro está con vos?
- Sí, bah, está en su habitación, me pidió de estar solo… Pero yo estoy en tú casa.
- Cuidalo, por favor.
- Te prometo que lo voy a hacer. Ustedes también cuídense.
- Hacemos lo que podemos Pau…
- Cualquier cosa que necesiten, díganme.
- Gracias, en serio… Ahora tenemos que hacer trámites, no sé, en un par de horas vamos a estar en casa.
- Tomense el tiempo que necesiten, yo me quedo con Pepe.
- Gracias Pau.
- No tenes nada que agradecerme Ali.

Después de un rato, en el que me cambié y tomé un poco de agua, volví al cuarto de Pedro, abrí silenciosamente la puerta pero…

- Te dije que quiero estar solo.
- No te hace bien estar solo ahora.
- No me importa lo que me haga bien o lo que me haga mal, quiero estar solo. (Me quise acercar a él, necesitaba abrazarlo, me partía el alma verlo así, pero él me lo impidió) Solo.
- Por favor, no te aísles mi amor.
- Andate Paula, por favor.
- No puedo saber que estás así y no estoy con vos, me siento una inútil.
- Estando acá no vas a poder hacer nada, es lo mismo.
- Yo sé que un abrazo te haría bien.
- Un abrazo no va a devolverme a mi hermano.
- No, pero…
- ¡Pero nada! ¡Te vas!

Yo no le respondí nada, tan solo lo miré a los ojos por algunos segundos, al borde de las lágrimas y me fui.

Me quedé un rato del otro lado de la puerta, con la esperanza de que se arrepienta… Pero no fue así.

Ali llegó sola, y yo corrí a abrazarla.

- Lo siento mucho Ali. (Dije ahogada en lágrimas)
- Gracias chiquita, pero ya sabía que iba a pasar… Aunque eso no quiera decir que no me duela hasta el alma. (La abracé más fuerte) ¿Y Pepe?
- Solo en el cuarto, quiere estar solo… Me echó. (Dije separándome de ella)
- Voy a verlo…
- ¿Segura?
- Sí Pau.
- Cuidado, porque te va a responder mal… (Ella suspiró y se fue)

-

Escuché que tocaban la puerta….

- ¡Te dije que quiero estar solo Paula!
- No soy Pau. ¿Puedo pasar? (Preguntó mamá abriendo la puerta)
- No, solo es solo.
- Por favor hijo. (Dijo entrando) No te aísles, no te hace bien.
- ¿Todos van a venirme con el mismo cuentito?
- No es un cuentito hijo, es la verdad… A mí también me duele.
- ¿No te vas a ir?
- No.
- Entonces me voy yo.

Me levanté, demasiado enojado y salí del cuarto, mamá me siguió hasta la puerta y luego lo hizo Paula, hasta el pasillo.

- ¿A dónde vas?
- No te importa.
- Pepe, por favor.
- ¿Por favor qué?
- ¿Te das cuenta que estás reaccionando como un nene?
- Reacciono como puedo Paula, acaba de morirse mi hermano. ¿Lo podes entender?
- Sí que lo entiendo, y por eso lo que te estoy diciendo… Quiero estar con vos, al menos para poder darte un abrazo.
- No te gastes.
- Sabes que no sería así.

1 comentario:

  1. Aiii por Dios que triste :'' Me lloré tooooooodo el cap, pero amo estos caps asi re dfhgjfghfg Te felicito Cami por como escribis!

    ResponderEliminar