miércoles, 4 de septiembre de 2013

Capítulo 67

- Hijo… (Dijo mamá tocando la puerta del cuarto, en dónde estaba con Pau)
- ¿Qué ma?
- ¿Podemos hablar un ratito? (Yo la miré a Pau y ella asintió con su cabeza)
- Ya voy.
- Te espero. (Mamá se fue y yo la seguí, pero antes Pau tomó mi mano, impidiéndomelo)
- A ver, yo sé por dónde va a ir la charla, asique ¿Te puedo dar un consejo? (Asentí con mi cabeza) No te guardes nada Pepe, nada. Es tú mamá, y te ama.
- Pero…
- (Me calló de un beso) Te va a hacer bien mi amor, estoy segura.
- (La tomé por sus mejillas) Te amo, mucho. (La besé) Gracias.
- (Rosó mi nariz con la suya y yo sonreí) Te amo bonito. (Nos besamos) Dale, anda que tú mamá te está esperando.
- ¿Y vos?
- Me quedo acá, miro un rato de tele o escucho música… No te preocupes, ustedes necesitan hablar. (Hizo una pausa) Y no te apures por mí, te conozco y sé que lo harías… (Yo reí) Te juro que me puede completamente que estés tan pendiente de mí, pero también tenes que estar pendiente de vos. ¿Sí?
- (La abracé por la cintura) Me quedaría toda la vida llenándote de besos y de mimos. (Ella sonrío)
- Anda, dale.
- Esperame despierta.
- Te lo prometo. (Me besó) Anda, dale.
- Es que no puedo despegarme de vos, sos como mi imán.
- (Rio) Anda Pedro.
- Te amo.
- Te amo. (Nos besamos y yo fui en busca de mamá, algo nervioso)

- Acá estoy vieja.
- ¿Café?
- Mmm… Bueno, dale. Te ayudo.
- No, dejame que ya vengo.
- ¿Segura?
- Sí hijo.
- Como quieras.

Y en ese momento sentí vibrar mi celular.

‘Acordate de lo que te dije Pepe’

‘Prometo llevarlo a cabo, te amo mi amor’

‘Sabes que yo también te amo’


Mamá volvió y se sentó frente a mí, dejando las dos tazas de café en la mesita del medio.

- ¿Pasa algo? (Pregunté ya sin demasiada paciencia)
- Mmm…
- Pau me dijo que querías hablar conmigo, pero no entiendo.
- (Mamá suspiró) ¿No me queres contar qué te pasa?
- Nada ma.
- Hijo, te conozco. (Hizo una pausa) Y además sé que algo te pasa, Pau me lo dijo.
- La voy a matar.
- Hizo muy bien, y además no me dijo lo que te pasa… Solo que hoy hablé mucho con tú novia, y me gustaría que puedas hablar conmigo, soy tú mamá Pepe.
- Pero… Sabes que no me gusta hablar, sabes que soy así.
- Me duele que seas así.
- ¿Por qué?
- Porque soy tú mamá Pepe, me gustaría que confíes en mí.
- Confío en vos vieja, pero tenes demasiadas cosas en tú vida cómo para que yo venga a cargarte con lo que me pasa a mí.
- ¿Lo decís por Nico?
- Sí ma.
- Pero vos sos tan hijo mío cómo él.
- Lo sé.
- ¿Y entonces?
- ¿Y entonces qué ma? Soy así, lo sabes.
- Y entonces quiero saber qué te pasa, quiero que confíes en mí. A veces siento que te dejo de lado, y que por eso vos no confías en mí, y me da mucha culpa.
- No viejita, no. (Tomé su mano con un poco de culpa) Es que yo soy muy cerrado, no es tú culpa, ni siento que pase eso. Es que soy así, yo no voy a venir a contarte lo que me pasa, porque no me nace.
- Pero ahora te lo estoy preguntando.
- Me da vergüenza ma.
- ¿De mí? Soy tú mamá, te llevé adentro mío nueve meses, te cambié, te bañé… Te todo. (Reímos) Y aunque ahora seas un hombre que me llena de orgullo… (Yo sonreí) Seguís siendo mi hijo, mi bebé.
- (Suspiré y mis ojos se llenaron de lágrimas) Me aíslo porque vivo con miedo.
- ¿Miedo de qué?
- De perder a la gente que está conmigo…
- ¿Por lo que le pasa a tú hermano?
- Sí. (Dije ya comenzando a llorar) No te das una idea de la vergüenza que me da estar llorando adelante tuyo.
- (Secó mis lágrimas) No tengas vergüenza Pepe, te va a hacer bien contarme lo que te pasa.
- Es eso lo que me pasa. (Suspiré) No sabes lo que me cuesta relacionarme con la gente ma. (Hice una pausa) Todavía ni siquiera entiendo cómo pasó todo lo que pasó con Pau, te juro que es a la primera mujer a la que amo.
- No tenes que jurarme nada, no te das una idea de lo que te brillan los ojitos cuando la miras o cuando la nombras. (Sonreí, con vergüenza) Y no tenes que vivir con ese miedo hijo.
- ¿Y cómo lo controlo? Vos no conoces la historia de Pau, y hasta que ella no quiera no la vas a saber, porque es algo muy… Doloroso, pero a raíz de eso te juro que vivo con miedo de que le pase algo y es horrible.
- No vivas pensando eso, viví el presente.
- Es lo que siempre me dice ella.
- Hacele caso entonces, sé que la escuchas y que tomas sus consejos.
- ¿Ves? Eso no sé cómo es que pasa. (Dije riendo)
- Porque se aman, y se nota.
- Muchísimo.
- Disfruta de eso Pepe…
- Es lo que intento, todos los días.
- Ya lo vas a lograr.
- Quiero ser feliz con ella, nada más.
- Van a serlo hijo.
- Eso espero.
- A le gente buena le pasan cosas buenas.
- ¿Vos decís?
- Yo digo. (Reímos) Me hace bien saber que estás con una mujer cómo ella.
- A mí ella me hace bien.
- Y vos a ella. ¿O no?
- Eso me dice.
- Entonces disfrútense, y sacate todos esos pensamientos. Simplemente ámense, no hay nada más lindo en el mundo que eso. Esa etapa que es puro amor e histeriqueo no vuelve más, disfrútenla.
- (Me cambié de lugar, sentándome a su lado para poder abrazarla) Gracias viejita, y no pienses más que con confío en vos, porque no es así.
- Te amo hijo. (Dijo abrazándome también)
- Te amo mami. Y gracias.
- No tenes nada que agradecer… (Se separó de mí y secó mis lágrimas) Y ahora anda con tú novia, disfrutala.
- (Sonreí y volví a abrazarla) No te lo suelo decir muy seguido, pero sos la mejor mamá que pude tener.
- Y vos el hijo Pepe.
- (Me separé un poco de ella) Perdón si alguna vez te hice sentir algo feo, te juro que no es mi intención.
- Son mambos míos, no es tú culpa.
- ¿Segura?
- Sí.
- ¿Y ya está todo aclarado? (Ella asintió con su cabeza y yo sonreí)

2 comentarios: