viernes, 20 de septiembre de 2013

Capítulo 83

Llegamos al hospital en donde Nico estaba, mamá estaba con él, papá se había ido a casa  a buscar unas cosas y yo estaba en la sala de espera, con Pau sentada sobre mí, quién me abrazaba por el cuello, yo lo hacía por su cintura.

- Si queres anda a mi casa Pau, estamos hace mucho tiempo acá.
- No me voy a ir sin vos, cuando vos quieras ir, vamos.
- No seas terca.
- No soy terca, quiero estar con vos. Sé que soy con la única que vas a hablar ¿O no? (Asentí con mi cabeza, sin mirarla)
- Pero…
- Sh, voy a estar con vos y punto.
- ¿No te hace mal estar acá? (Pregunté volviendo a mirarla)
- Me trae malos recuerdos, y me angustia un poco, pero quiero estar con vos. Basta.
- En serio amor.
- Basta Pepe, me voy a quedar. (Y antes de que yo le responda me calló de un beso)
- Gracias.
- Sh. (Volvió a besarme y en ese momento salió mamá, después de darle un abrazo, ella se sentó al lado de Pau y yo entré a la habitación)

-

- ¿Cómo estás Ali?
- Tirando para no aflojar.
- (Tomé su mano) Tranquila, tú hijo va a estar bien.
- Ya no Pau, ya no.
- Sí Ali, él va a estar bien, confía.
- Sé la verdad, desde siempre.
- Pero no está escrito el futuro de nadie.
- El de él sí.
- Pero no sabes cuándo va a pasar, confía en que ahora no.
- Ojala pudiera pensar así, pero ya no me quedan más fuerzas.
- Sí que podes, si te lo permitís.

-

Entré en la habitación y Nico se sorprendió al verme…

- Pepe. ¿Qué haces acá?
- Mmm… Vengo a estar con vos.
- ¿Pero vos no estabas con Pau de vacaciones?
- Sí, pero volvimos.
- No hacía falta.
- ¿Vas a retarme o me vas a dar un abrazo? (Pregunté haciéndome él serio y reímos, me acerqué a él y lo abracé) ¿Cómo te sentís?
- Mal Pepe.
- (Me separé un poco de él) ¿Muy mal?
- Como siempre que me pasan estas cosas.
- Ya se te va a pasar.
- No sé Pepe.
- Sí Nico, dale, tene fé.
- ¿De dónde la sacó?
- De vos, de tú fuerza. (Tomé su mano) Vos podes hermano.
- Ya no sé si puedo.
- Sí que podes Nico, sí que podes.
- No Pepe.
- Sí Nico, y no se discute. Dale para adelante.
- Tengo miedo de chocarme con la pared.
- No Nico, no…

Y en ese momento entró una enfermera, asique tuve que salir…

-

Lo vi a Pepe salir, esperaba que se siente a mi lado pero no, salió corriendo del hospital. Ali intentó seguirlo pero yo la paré.

- Dejame, voy yo.

Comencé a seguirlo y lo alcancé casi en la otra cuadra.

- Amor. ¡Para! (Pero él no frenaba) Pedro, amor… Dale, no te vayas, no te quedes solo. No te hace bien.
- ¡Nada me hace bien en este mundo, nada! (Gritó con muchísima angustia y me partió el alma)
- ¿Yo tampoco? (Pregunté con lágrimas en los ojos)
- No, no lo dije por vos… No quise que te sientas mal. (Dijo con culpa y terminó de matarme)
- (Me acerqué a él) No te lo dije con esa intención… (Hice una pausa y sequé sus lágrimas, él bajó su mirada y yo lo tomé por sus mejillas, haciendo que me mire) Si yo te hago bien aferrate a mí Pepe.
- Pau…
- ¿Qué? (Y él no pudo seguir hablando, terminó de quebrarse y yo lo abracé) Yo estoy con vos mi amor, no te escapes…
- No puedo reaccionar de otro modo.
- Sí que podes mi amor, conmigo, yo siempre te voy a dar un abrazo.
- Pero me muero de vergüenza.
- No Pepe, no, por favor. Conmigo no, confía en mí… No te hace bien tragarte todo solo, te hace peor de lo que ya te hace… (Besé su cuello) Yo estoy acá, siempre voy a estar, siempre… Y no tengas vergüenza, por favor.
- ¿Podemos ir a casa?
- ¿Queres que vayamos a tú casa?
- Sí.
- Entonces sí mi amor. (Me separé un poco de él y lo besé)

En silencio y abrazados caminamos hasta la casa de su familia…

- ¿Queres pegarte una ducha? Yo te espero en la cama con muchos mimos.
- (Me besó) Gracias mi amor.
- Sabes que no tenes nada que agradecer. (Nos besamos) Dale, anda. (Nos dimos un último beso y él fue a bañarse)

-

El agua casi hirviendo caía sobre mi nuca, intentaba tranquilizarme, pero era imposible, tenía una sensación en el cuerpo demasiado horrible, demasiado angustiante.
Sabía que era la última. ¡Lo sabía! ¡Lo sentía!

No lo soportaba, no podía ni imaginar el dolor que sentiría y aun así, ya no lo soportaba.

Salí de la ducha, no tenía sentido seguir allí. Necesitaba el abrazo de mi novia, era lo único que calmaría, al menos un poco, mi dolor.

Sin decirle nada, me acosté a su lado, hecho un bollito y apoyé mi cabeza en su pecho, ella me abrazó y comenzó a jugar con mi pelo, así, pasamos un rato…

- Te amo Pau… (Dije casi sin voz)
- Yo también te amo mi amor, mucho. (Besó mi frente)
- Y perdón por esto.
- No tenes que pedir perdón, vos me bancaste millones, y yo te bancaría todas esas y muchas más, porque necesito verte bien.
- No sé si voy a poder estar bien.
- Sí que vas a poder, porque Nico va a estar bien.
- Ya no Pau.
- Vas a ver que sí mi amor, tene fe.
- No puedo, te juro que no puedo.
- Sí que podes, dale.

2 comentarios:

  1. Qué triste! es una pena que Nico esté tan mal! va a ser un golpe terrible para Pepe, ahora le va a tocar a Pau contenerlo y acompañarlo mucho :/ Igual muy lindo Cami!

    ResponderEliminar
  2. Que raro yo llorando, ah me encanto Cami, como te dije millones de veces amo como escribis ♥

    ResponderEliminar