sábado, 14 de septiembre de 2013

Capítulo 77

Estaba esperándola en dónde Zai me había dicho y cuando la vi pasar por una de las góndolas de aquel supermercado la tomé por la muñeca.

- Pau…
- (Se dio vuelta y suspiró) ¡La voy a matar!
- Sh, no digas nada y veni conmigo.
- No Pedro.
- Ya sé todo, deja de hacerte la enojada y veni conmigo.
- No quiero que nos vean juntos.
- Mmm… Anda vos a casa, yo voy por otro lado.
- Tengo miedo Pepe.
- Sh. (Acaricié su mejilla) Dale, anda… (Hice una pausa) Y vas, a casa. (Ella rio) En serio.

Ella no dijo nada más y se fue, yo después de comprar algo (Para hacer tiempo y no llegar juntos) Me dirigí al mismo lugar.

La encontré mirando por la ventana de su antiguo cuarto y sigilosamente me acerqué y la abracé por la espalda.

- Te amo con la vida… (Susurré en su oído y noté que ella estaba llorando) No llores hermosa.
- (Suspiró) Perdón.
- No tenes que pedirme perdón, sé que lo hiciste por miedo.
- Me muero de miedo.
- (La hice girar para que quede frente a mí y después de secar sus lágrimas la abracé por la cintura) No tengas miedo, él está detenido.
- ¿Y cómo me mandó esos mensajes? ¿Cómo te enteraste?
- Los mensajes te los puede haber mandado con algún celular que le presten, y me enteré porque te sonó y lo leí, creí que podía ser de la agencia.
- (Suspiró) ¿Y qué hacemos?
- Nada, bah, vos no haces nada, deja que yo me encargo.
- Pero… (La callé de un beso y ella me abrazó por el cuello) Te amo. (Me besó) Y perdón, pero es que sentí y siento mucho miedo, si vuelve a hacerte algo no me lo podría perdonar.
- Sh… No pienses así, yo voy a estar bien. (La besé) Y no me tenes que pedir perdón. (Volví a besarla) Y gracias, sé que lo hiciste para cuidarme.
- Aunque se me estuviese por partir el alma.
- No, no, no. (La abracé más fuerte y ella sonrío)
- No me sueltes.
- Creo que te demostré que jamás lo haría. ¿No?
- Por algo te amo tanto.
- Te amo hermosa. (Nos besamos y nos abrazamos) Veni… (Sin dejar de abrazarla me senté en el sillón y ella se acostó, apoyando su cabeza en mis piernas) Tranquila, no llores más.
- (Rio y cerró sus ojos, yo corrí el pelo  de su cara y apoyé mi espalda contra la pared) Nunca se termina Pepe…
- (Suspiré, con un poco de culpa) Perdón, es que…
- No es tú culpa.
- Un poco sí, me colgué con algunas cosas cuando estuvimos allá y…
- No amor, yo sé que vos haces todo lo que podes, es él que es una mierda. ¿De Juan se sabe algo?
- Tenían un indicio de dónde podía estar, pero sí pasó algo no me lo informaron. (Hice una pausa) Pero eso ahora no importa.
- ¿Y qué importa?
- Vos y yo.
- (Sonrío) ¿Y qué hacemos?
- Mmm… Comemos en la cama con una película.
- Somos muy monótonos, pero me encanta. (Reímos y nos levantamos)

Pau se estaba quedando dormida sobre mí, asique yo apagué la tele y besé su frente.

- Siempre termino durmiendo, tus mimos son así cómo una droga.
- (Reí) Me encanta saber cómo tranquilizarte.
- (Me abrazó más fuerte) Dormí conmigo, eso me da mucha más paz.
- Mmm… (Acaricié su espalda) ¿Estás mejor?
- Sí, pero sigo teniendo miedo, por eso te necesito cerca.
- (Me acomodé para dormir y cerré mis ojos) Siempre, siempre. Descansa que te va a hacer bien Pau.
- Te amo mi amor, gracias. (Besó mi pecho)
- Te amo hermosa. (Besé su cabeza y nos quedamos dormidos)

Después de un rato me desperté, con cuidado me levanté y fui en busca de la computadora para trabajar sin moverme de su lado, no quería hacerlo.

Ella se movió, dejando de darme la espalda y abrió sus ojos…

- Pepe… (Dijo casi susurrando y yo sonreí)
- Pau, tengo una muy buena noticia para vos.
- ¿Qué? (Preguntó súper dormida)
- El indicio era cierto, lo detuvieron.
- ¿En serio? (Preguntó desencajada)
- En serio. Ya está…
- No sé si está. ¿Lo qué pasó hoy?
- No sé amor, ya lo vamos a averiguar, pero vos tranquila, en serio.
- Me cuesta estar tranquila.
- (Corrí el pelo de su cara) Estás conmigo…
- Es lo único que me tranquiliza un poco.
- Tranquilizate del todo.
- Me cuesta, no puedo.
- (Dejé la compu al lado y me acosté frente a ella, la tomé por las mejillas y choqué nuestras frentes) Tranquila bonita. (Rosé mi nariz con la suya) Siempre te voy a cuidar, te lo prometo.
- ¿Y vos?
- ¿Y yo qué?
- Tengo miedo por vos Pepe.
- No, no tengas miedo por mí amor, yo voy a estar bien.
- Pero…
- Pero nada, por favor.
- Me muero si algo te pasa.
- Y no me va a pasar nada mi amor. (Y sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas otra vez) No llores, no llores, por favor.
- Sé que es capaz de cualquier cosa.
- Está detenido Pau, y su socio ahora también.
- ¿Y cómo hizo lo que hizo?
- Lo hizo desde adentro para asustarte, nada más.
- No sé…
- Es muy común que esto pase, en serio.
- ¿No me mentís para tranquilizarme, no?
- No amor, no… (La besé) Tranquila. (Volví a besarla) ¿Queres que volvamos a tener seguridad?
- Vivir en paz quiero.
- Te prometo que vamos a estar en paz antes de lo que vos crees.
- (Suspiró) No puedo más.
- Siempre decís lo mismo y siempre terminas pudiendo… Sos fuerte Pau.
- La vida ya me puso demasiadas pruebas, siento que no puedo más.
- Sí que podes, estoy seguro. (Sequé sus lágrimas)
- ¿Entendes que me sacó todo lo que tenía? Solo le faltas vos, y no quiero que te pase nada, no lo soportaría, no soportaría vivir sin vos, ni que todo sea mi culpa.
- No va a pasar nada hermosa, nada, nada… Y no vas a vivir sin mí, porque siempre voy a estar con vos, siempre. (La besé) Y basta de llorar, dale. Quiero verte sonreír… (Y no la deje responder porque empecé a hacerle cosquillas)
- ¡No, Pedro, no! (Dijo riendo)
- Sí Pau, necesitas reírte, y amo que lo hagas.
- Pero… (Y no pudo seguir por la risa)
- Reír te salva.
- Vos me salvas mi amor, todos los días.
- (Deje de hacerle cosquillas y nos sonreímos) Y vos a mí hermosa, lo sabes.
- Vos también lo sabes.
- Te amo con la vida Pepe, gracias. (Me besó)
- Y yo te amo a vos loquita.
- Hey. ¿Por qué loquita?
- No sé, me salió. (La besé) Estás bastante loquita. (Reímos y nos besamos)

1 comentario: