Capítulo 76

- Claro. ¿A ella sí le vas a contar, no?
- (Suspiró) ¿Podes respetarme?
- Está bien Paula, hace lo que se te canté, solo sabe que algún día me voy a cansar de perseguirte.
- ¿Qué carajo queres? ¿Enojarte para tener una excusa para separarte de mí por qué ya te cansaste? ¡Está bien! ¡Enojate! ¡Hace lo que quieras! (Se dio vuelta para irse y no podía creer lo que me estaba diciendo)
- ¡Te amo! ¿Lo entendes?
- ¡Dejame en paz!
- ¿Desde cuándo soy una molestia para vos?
- Basta Pedro.
- Andate a la mierda nena, chau.
- ¡Al fin! ¡Era lo que quería hacer hace rato!

-

Con todo el dolor del mundo salí y pegué un portazo, respiré lo más hondo que pude y comencé a bajar por las escaleras. (De algún modo necesitaba desquitarme)
Ni bien crucé la puerta del edificio noté que me había olvidado el celular arriba. ¡La puta madre! ¿Subía a buscarlo o no? No quería cruzármelo, no soportaría verlo mal por mi culpa, y además si me lo llevo me va a llamar y no quiero, no sé qué decirle… Pero… ¡Ay! ¿Por qué todo es tan mierda para mí?

Caminé, corrí y me arrastré hasta la casa de Zai y toqué timbre, por suerte me atendió ella y lo primero que hice fue abrazarla.

- Hey. ¿Qué pasa? (Y aunque quisiera, no podía responder… El llanto y la angustia en mi pecho me lo impedían) Pau…
- ¿Puedo quedarme un rato acá?
- Obvio Pau, veni… Pasa.
- ¿Estás sola? (Pregunté separándome un poco de ella)
- Mamá está en su cuarto y papá trabajando en el garage. ¿Vamos a mi cuarto?
- Por favor.

Entramos y después de que ella cerró la puerta, nos fuimos a su cuarto. Me senté… (O me dejé caer) en su puff y ella se sentó en la cama, frente a mí.

- ¿Me queres contar qué pasa? (Preguntó algo insegura)
- A eso vine, a hablar con vos… Necesito contarle a alguien lo que me pasa.
- Mmm…. ¿Y por qué no se lo contaste a Pepe?
- Porque… (Suspiré) Porque nunca nada se termina, mi vida siempre va a ser una mierda y nunca va a dejar de serlo.
- No entiendo Pau.
- No sé cómo mierda, el Toro me mandó una amenaza horrible a mi celular, y me dijo que si no me peleaba con él… (Hice una pausa, intentando tomar aire) Lo iba a matar.
- ¿Y te peleaste con él?
- Sí… (Dije secando mis lágrimas)
- Pero… ¿Él no está preso?
- Detenido.
- ¿Y entonces?
- No sé, pero jamás lo arriesgaría.
- Para mí deberías hablar con él.
- Me muero de miedo.
- Pau, en serio.
- ¿Qué harías si a vos te amenaza con alguno de tus viejos?
- (Hizo una pausa) Tenes razón, perdón.

Pasó un rato, en el que intenté tranquilizarme y Zai intentaba distraerme… Pero era imposible.

-

Estaba en casa, sin entender demasiado lo que pasaba, ni lo que le pasaba a ella ni lo que me pasaba a mí. ¿Por qué había arrancado así? ¡Necesitaba que me lo explique!

La llamé, necesitaba que me explique ¡Algo! Pero el celular sonó en casa ¡La puta madre!
Corté rápidamente y la llamé a Zai…

-

- Es Pedro.
- Decile que no estoy, por favor.
- Pero…
- Por favor.
- Está bien.

- Hola Pepe…
- Zai… ¿Pau está con vos?
- No. ¿Por?
- Por favor, si está con vos decímelo.
- No, no está conmigo, se fue hace un rato.
- ¿Estuvo ahí?
- Sí.
- ¿Y qué te dijo? Te juro que no entiendo nada.
- No te lo puedo decir Pepe, es mi amiga.
- Por favor, no entiendo lo qué pasó. ¿No sabes a dónde fue?
- Ni idea.
- ¿Y si va a volver a casa en algún momento?
- No sé Pepe… Creo que iba a venir a dormir acá. (Asentí con mi cabeza)
- Por favor, decile que necesito hablar con ella, que quiero saber qué pasó, y dejó el celu acá.
- Le digo Pepe… Igual tranquilo, en serio.
- Pero es que…
- En serio, tranquilo.
- Convencela de que vuelva, por favor.
- Mmm… Lo voy a intentar.
- Gracias Zai. Un beso.
- Un beso.

- Pau…
- No me digas nada, por favor.
- Pero está mal en serio, no entiende nada…
- ¿Y yo?
- Pero…
- ¿Qué queres que le diga? Prefiero que no entienda nada a armar una mentira y herirlo con algo peor.
- Decile la verdad Pau.
- No puedo, me muero de miedo.
- No te quiero poner mal, solo quiero hacerte entrar en razón… (Hizo una pausa) Lo escuché mal en serio.
- Prefiero que esté mal a que vuelva a agarrársela con él.
- Él sabe cuidarse, y va a saber cuidarte a vos también.
- Tengo pánico, no podría soportar que otra vez le pase algo por mí culpa.
- No seas terca.
- No es terquedad Zai, es miedo.

-

El celular de Pau sonó y me acerqué a leer el mensaje, ya que era de un número desconocido. Me sorprendí demasiado al leer el contenido de aquel mensaje y de un segundo al otro entendí todo.
Necesitaba hablar con ella, pero conociéndola, sabía que no iba a querer hacerlo, necesitaba hacerla pisar el palito, armar algo para no dejarla ir.

‘Zai, ya sé todo, el Toro le mandó un mensaje a Pau y lo leí, ayudame, por favor’

‘Decime que puedo hacer, es imposible convencerla’

‘Ella está con vos, no?’

‘Sí…’

‘Decile que vaya a comprar algo, yo me la encuentro ahí…’

‘Está bien Pepe, avísame cuando estés ahí’

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Ayer se 'alarmaron' demasiado, solo lo dije porque sinceramente notaba muuy pocos comentarios respecto a los que solía recibir, y era así hacía semanas, entonces creí que mucha gente había dejado de leerla, jaaj, pero veo que no... Y aviso desde ahora que la novela no va a ser tan larga como la anterior, no creo que supere los 150... pero tranquis que a ustedes les queda bastante, y millones de cosas por leer. Y graacias por todos los comentarios, en serio ;)