viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 69

Acompañamos a mi familia a casa y después de que nos buscáramos un abrigo, volvimos a salir.

- ¿A dónde vamos? (Preguntó Pau abrazándome por la espalda)
- Sinceramente no sé. ¿Qué queres que hagamos?
- Mmm… ¿Ir a algún bar? No sé, tampoco conozco mucho por acá.
- Hay uno re lindo a un par de cuadras, vamos un ratito y después volvemos, necesito tenerte cerquita.
- (Besó mi mejilla) Amor. ¿Qué te pasa hoy?
- ¿Por?
- Demasiada melosidad.
- (Reí) Estar acá me pone así de sensible.
- Mmm… (Besó mi nuca) Espero que no te agarre para el otro lado.
- ¿Qué otro lado?
- Que no te me deprimas.
- (Reí) No creo, me hace muy bien estar acá y más con vos… Me estás ayudando mucho.
- Yo no estoy haciendo nada Pepe.
- Sí Pau, créeme que sí, estás haciendo y mucho. Nunca hubiese hablado con mamá si no fuese por vos, nunca hubiese salido así con mi hermano. (Besé su mano) Gracias mi amor, en serio.
- No tenes nada que agradecerme…
- Sí Pau.
- No Pepe… Solo intento devolverte un poco de lo que vos me das todos los días. (Me abrazó más fuerte) Te amo mucho. ¿Sabes?
- Lo sé, y me encanta saberlo, pero por sobre todo, me encanta sentirlo. Y yo también te amo, mucho, mucho. (Giré mi cabeza lo suficiente como para poder unir mis labios a los suyos y besarla)

Después de tomar algo y comprar algunos chocolates, volvimos a casa.

Estábamos en el cuarto, sentados en la cama, charlando hasta que ella agarró su cámara.

- ¿Qué vas a hacer?
- Mmm… ¿Qué se puede hacer con una cámara de fotos? (Preguntó riendo)
- Y, no sé… La fotógrafa acá sos vos.
- (Rio) Fotos amor….
- ¿Por?
- Porque fue una noche muy linda y quiero que quede algún recuerdo.
- (Sonreí y acaricié su mejilla) Sos muy linda.
- (Tomó mi mano y la besó) Vos Pepe. (Se acercó a mí y apuntó la cámara a nosotros) Foto.

Foto, fotos… Muchas.

Yo estaba sentada con las piernas estiradas a lo largo de la cama y ella estaba acostada con su cabeza sobre mis piernas, a lo ancho de la cama.

- ¿Tenes sueño? (Pregunté peinando su pelo)
- No… ¿Vos?
- Tampoco. (Hice una pausa) Pregunté por qué estás como ida.
- Ay, perdón… Es que me colgué pensando en la entrevista con la agencia, es en un par de días, y me da muchos nervios.
- No, tranquila…
- Pero… Me da miedo.
- (Reí) Es normal, todos tenemos miedo la primera vez que hacemos algo.
- Imaginate que casi todo lo que hago yo, es la primera vez… Vivo con miedos.
- Pero los estás venciendo de a poco. ¿O no?
- Sí, gracias a vos. (Besó mi mano)
- Yo solo te acompaño.
- Haces mucho más que eso, en serio.
- Mmm… Lo que te mereces.
- (Se sentó, sobre mí, rodeando mi cintura con sus piernas, de frente a mí) Te amo con la vida… (Dijo rosando mis labios con los suyos y me besó)
- (La abracé por la cintura, y ella luego de hacerse un rodete con mi pelo, me abrazó por el cuello) Te amo, te amo, te amo. (Le dije en medio de besos y ella sonrío)
- ¿Nos sacamos una foto así?
- ¿Cómo?
- Conmigo a upa tuyo… Si te la bancas.
- (Reí) ¿Me crees muy flojito?
- No sé. (Reímos y ella prendió la cámara, sin salir de encima de mí y la dejó sobre un estante, en modo automático) Está para sacar muchas fotos, pero antes te tenes que levantar. (Dijo riendo y yo me levanté, sin soltarla)
- No soy ningún flojito. (Ella rio y yo la besé)

Nos sacamos varias fotos, así, con ella a upa mío, besándonos, riendo, rosando nuestras narices, sonriendo. ¡Amaba estar así con ella!

- (Me tiré sobre ella, haciendo que caigamos en la cama) Cuando estoy así con vos siento que no necesito más nada. Sos lo más lindo, puro y real que tengo.
- (Despeinó el pelo de mi nuca y sonrío, sin despegar nunca su mirada de la mía) Sabes que me pasa lo mismo, sabes que sos lo único que tengo y que te amo más de lo que nunca me pude haber imaginado… (Hizo una pausa) Me acuerdo de cuando no entendía lo que me pasaba con vos y me encanta hoy sí entenderlo, me encanta saber que es amor, del más puro y real.
- Te amo Paula, como nunca amé a nadie.
- Te amo mi amor.

Me hundí en su cuello, besándola, mientras ella jugaba con su pelo.

- Me da un poco de pudor que estemos en la casa de tus viejos.
- La puerta está cerrada con llave.
- Veo que tenías todo preparado.
- Todo perfectamente calculado. (Reímos y volví a su boca)

-

Reposar sobre su pecho desnudo, sintiendo sus dedos recorrer la piel de mi espalda. Sentir nuestras respiraciones a la par… No podía sentirme tan en paz.

- Gracias. (Susurré)
- ¿Por qué?
- Por regalarme momentos tan hermosos como estos.
- Es un gracias reciproco entonces. (Besó mi frente)
- Te amo mi amor. (Besé su pecho)
- Te amo princesa. (Reímos)
- Basta de decirme así.
- ¿Por qué?
- Porque no da.
- Pero te reís cuando te lo digo, y me encanta que te rías.
- Sos tan lindo. (Hizo una pausa) Pero igual no da que me digas así, es muy bizarro. (Rio, fuerte) Es como que yo te diga príncipe, o sea. ¡No da!
- ¿Y cómo te gusta que te diga?
- Mmm… Pau, amor, mi amor, gorda.
- ¿Gorda? ¡Es más meloso que princesa!
- (Reí) Es tierno.
- Mmm…
- Bueno che, a mí me gusta. (Dije levantándome un poco, para poder mirarlo)
- Está bien, gorda. (Reímos y nos besamos) Me quedo con los otros tres igual.
- Como quieras, pero princesa eliminalo. (Reímos)
- Está bien princesa.
- ¡Basta! (Dije riendo y le pegué despacito en el hombro)
- Hey. ¡No me pegues!
- (Reí y lo besé) Me voy a cambiar.
- ¿Por qué? (Preguntó haciendo pucherito y yo reí)
- Porque estamos en la casa de tú familia y no da, bastante hicimos ya.
- Ufa.
- Pareces un nene.
- Lo soy.
- Un tarado sos.
- Mucha agresión junta señorita.
- Por eso, me voy a cambiar. (Dije intentando levantarme pero él me tomó del brazo haciéndome caer sobre él)
- No te vas sin un beso. (Yo sonreí y lo besé)

1 comentario: