jueves, 16 de enero de 2014

Capítulo 197

Habían pasado algunos meses, era verano y nos estábamos por ir a la costa, todos juntos.

Alma finalmente había podido comenzar la escuela con Lola, en el mismo grado, y eso me hacía sentir segura, segura de que ella iba a estar bien, porque aunque al principio a Lola le costó mucho adaptarse a que ya no era más hija única, cuidaba demasiado a su hermana.

Alma estaba cada vez más dada, aprendió a relacionarse con la gente sin desconfiar de ellos y aunque le costaba un poco, tenía buenas notas en la escuela.

Ambas habían empezado a ir a patín, y básicamente vivían arriba de sus patines.

- Amor… (Dijo Pepe entrando al cuarto)
- ¿Qué Pepe?
- ¿Llevamos los bolsos al auto? Así ya quedan guardados y en cuanto nos despertamos, podemos salir.
- Sí, pero me faltan algunas cosas.
- Te estás llevando media casa.
- (Reí) Bueno che, soy mujer.
- Y llevas boludeces.
- Uno nunca sabe lo que va a tener que usar.
- Sos tremenda.
- Tenemos un baúl enorme, para llenar.
- (Rio) Bueno amor, no te voy a poder convencer.
- No. (Reímos  y me dio un beso)
- Bajo lo que ya esté.
- Dale.

- Ustedes dos se van a dormir… (Dije entrando al cuarto de Alma, en donde estaban)
- No mamá, no. (Dijo Lola)
- Sí Loli, porque mañana nos despertamos muy temprano para viajar.
- Y dormimos en el viaje. (Dijo Alma)
- Pueden dormir en el viaje, pero ya es tarde. Dale.
- ¡Ufa!
- Ufa nada, dale.
- ¿Podemos dormir las dos acá? (Preguntó Loli)
- ¿En la misma cama?
- Sí.
- Bueno, pero duermen eh.
- Sí mamá, basta.
- (Reí) Lola, dale.


Me fui y las dejé cambiarse, aunque sabía que iba a tener que volver…

A la mañana siguiente, sentí a Pedro besando mi nuca.

- Amor, buen día.  (Besó mi mejilla y se acostó sobre mí, yo reí) Son las cuatro y media…
- Es muy temprano Pepe.
- Lo sé, pero así no hay gente en la ruta.
- Bueno, pero si no salís de arriba mío, no me puedo levantar.
- (Rio) Tonta. (Besó mi cuello por un ratito, sin salir de encima de mí)
- Olvidate de que me vaya así.
- Era para que te despiertes de buen humor, y no me mates por levantarte tan temprano.
- (Reí) Buen día amor. (Él salió de encima de mí y nos dimos un beso, nos levantamos y yo fui al baño, a bañarme)

Las cambié a Lola y a Alma más dormidas que despiertas y Pedro las bajó a upa, para dejarlas durmiendo en el auto. ¿Cuándo vamos a dejar de hacerles upa? No lo sé.

Íbamos tomando mate con Pepe, mientras ellas dormían atrás.

- Dormí un ratito si queres Pau.
- No quiero dejarte solo…
- No te hagas drama.
- ¿Seguro?
- Sí amor.
- Despertame cuando pares en algún lado.
- Dale Pau, tranqui.

Sonreí y al ratito me quedé dormida.

-

Manejaba feliz, tenía acá durmiendo a las tres. A mi familia, todo lo que necesitaba en la vida. A ellas tres.

Paramos en una estación de servicio, desayunamos todos allí y seguimos con el camino. Hasta que por fin, llegamos.

Teníamos una casa frente a la playa, en realidad una cabaña, hermosa. Ordenamos todo, dormimos un rato y salimos a la playa. Lola y Alma jugaban con la arena, Pau tomaba sol y yo escuchaba el sonido del mar, mientras observaba a las nenas.

- Mi amor…
- ¿Qué Pau?
- ¿Dónde dejaste mi cámara?
- En nuestro cuarto.
- La voy a buscar, así les saco fotos.
- Dale.

Pau les sacó muchas fotos y yo sonreía mirándolas, simplemente mirándolas.

- ¿Vamos al mar? (Preguntó Almi)
- Mmm… Dale. (Respondí)
- ¿Me esperan que voy a dejar la cámara en la cabaña?
- Sí.

Cuando Pau volvió fuimos todos al mar, Pau llevaba de la mano a Lola y yo a Alma.

- Almi. ¿Sabes nadar? (Pregunté)
- No, y no conocía la playa, ni el mar.
- ¿En serio? (Preguntó Lola)
- En serio…
- ¿Y te gusta? (Preguntó Pau)
- ¡Me encanta!
- Cualquier cosa, si te da miedo, me avisas. ¿Sí? (Le dije a Almi)
- Sí.

Pau y Lola estaban un poco más adelante, yo más atrás con Almi.

- ¿Te animas a meterte debajo de una ola Almi?
- Mmm…
- Mira, tenes que cerrar los ojos y taparte la nariz con la mano, y la otra me la das a mí. ¿Queres?
- Bueno, sí. (Sonreí y ella hizo lo que yo le indiqué ante la ola que se avecinaba, y salió riendo)
- Muy bien Alma. (Sonrío) ¿Vamos con Pau y Loli?
- Sí… Pero llévame vos.
- ¿A cococho?
- ¡Sí! (Me agaché, ella se subió a mí y así nos acercamos a Pau y Lola)
- ¿Te mojaste Almi? (Preguntó Pau)
- Me metí debajo de una ola. (Respondió sonriente)
- ¿En serio?
- Sí, en serio. Pepe me enseñó.
- ¿Nos metemos debajo de una las dos juntas? (Preguntó Lola)
- ¿Acá?
- Sí, mira, el agua me llega a la cola… Dale.
- ¿Me bajas Pepe? (Yo la bajé y tomé su mano, ellas jugaron un rato en el agua y salimos del mar, ya que hacía un poco de frío)

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