domingo, 25 de agosto de 2013

Capítulo 56

'Zai... ¿Te venís el lunes a tomar mates a casa?'
'Pau, no hace falta usar el mate de excusa, pero sí'
'Perdón, pero le pregunté a Pepe por qué se había retrasado ayer y me dijo que era algo sobre vos, pero no quiso contarme nada, todo bien si no queres hablar conmigo, tampoco sé si nos conocemos tanto como para que confies en mí'
'Pau, sos una de las poquísimas personas que tengo, y confío en vos. Te prometo que el lunes estoy ahí y te cuento todo'

- Es muy difícil Pau.
- (Tomé su mano) Créeme que yo también tengo una historia muy difícil atrás, podes confiar en mí, tranquila.
- Es que... (Hizo una pausa, casi temblando)
- Tranqui Zai. ¿Queres un vaso de agua?
- No, necesito largarlo de una vez.
- Entonces hacelo.
- Mi marido… (Suspiró) Mi marido… Me pega, me pegaba, me obligaba a estar con él. (Confesó ahogada en lágrimas y yo la abracé) Por eso terminé la secundaria con vos, por eso le pedí ayuda  Pedro. (Hizo una pausa) Me muero de vergüenza.
- (Froté su espalda y la abracé más fuerte) No, no tengas vergüenza… Créeme que conmigo no tenes por qué tenerla.
- Pero… Es horrible.
- Lo sé Zai, pero lo importante es que pudiste hablar. (Me separé un poco de ella) Es lo mejor que pudiste haber hecho.
- Me costó mucho.
- Pero lo hiciste, tranquila. (Hice una pausa) ¿Él dónde está ahora?
- No sé, me fui a lo de mis viejos, estoy ahí… Casi custodiada por ellos.
- Estás protegida, es lo importante.
- ¿Puedo preguntarte por qué no te sorprende?

Y en ese momento llegó Pedro… ¿Me salvó? No sabía si estaba preparada para contárselo.

- Hola… (Dijo y me dio un beso, luego la saludó a Zai) Creo que no llegó en el mejor momento. ¿No?
- Digamos que no.... (Reímos los tres)
- Si quieren las dejo un rato solas, pero igualmente necesito hablar con vos. (Le dijo a Zai)
- Quedate si queres. (Dijo Zai)
- ¿No molesto?
- No.
- Mmm… Bueno.

Pedro se sentó a mi lado y después de hablar un rato más con Zai, él comenzó a preguntarle cosas que servirían para el caso.
Cuando Zaira nombró a su marido una sensación horrible me recorrió el cuerpo, me paré y comencé a caminar de una punta del living a la otra.

- Pau. ¿Qué pasa?
- Es que… (Apoyé mi espalda y mi cabeza contra la pared y suspiré, cerrando mis ojos)
- ¿Tiene que ver con el Toro?
- Era su socio, o es. O no sé. (Dije cerrando aún más fuerte mis ojos, para dejar caer algunas lágrimas)
- No entiendo. (Dijo Zai)
- ¿No lo sabe? (Preguntó Pepe, y yo negué con mi cabeza) Contáselo Pau.
- Pero…
- ¿Qué pasa Pau? (Yo volví a suspirar, y me senté en donde estaba antes)
- Pasa que… (Y sentí la mano de Pepe en mi espalda, lo cual de algún modo me daba fuerzas para poder hablar) Tú marido era o es el socio del hombre que me abusó durante diez años, de quién mató a mis viejos delante de mí cuando era una nena, y de quién quedé embarazada, y me quise escapar, Pepe me salvó, y después hizo que pierda a nuestro bebé. (Confesé ahogada en lágrimas)
- ¿Vos me estás hablando en serio? (Yo asentí con mi cabeza) ¿Por eso no te sorprendió todo lo que me pasó, no?
- Sí… (Dije casi sin voz por el llanto)
- (Pepe apoyó su mentón en mi hombro y me abrazó por la espalda) No lloren, ninguna de las dos… (Besó mi mejilla) Aprovechemos esto para poder meterlos en cana a los dos, vos Pau seguro podes darnos información sobre Juan… ¿Vos lo conoces?
- (Suspiré) Para Pepe, no puedo ni hablar.
- Está bien, perdón. ¿Queres un poco de agua?
- No, gracias.
- (Zai tomó mi mano) No lo puedo creer.
- Yo tampoco.
- ¿Vos lo conoces al Toro? (Pregunté)
- Sí, es el testigo de mi casamiento.
- ¿En serio?
- Sí. (Suspiró) ¿Él dónde está ahora?
- Detenido. (Respondió Pepe)

Zai se había ido, Pepe la acompañó a su casa.

¿Yo? No lo podía creer, me sentía rara, y muerta de miedo otra vez. Sabía que ese tal Juan era igual de sínico que el Toro.
¿Por qué volvía a tocarme todo esto de cerca? ¿Por qué? ¿Para qué? ¡No lo soportaba más!

Miraba por la ventana, intentando tranquilizarme, y cuando entró Pedro me asusté.

- Tranquila, soy yo.
- Perdón. (Dije volviendo mi vista a la ventana)
- ¿Te dejo sola?
- Me da igual.
- (Me abrazó por la espalda) ¿Qué pasa?
- Que necesito que todo se termine, no que siga. No puedo más.
- Pero… (Suspiró) Así vamos a hacer que más rápido se termine todo, yo las voy a ayudar, te voy a ayudar. Lo sabes. (Besó mi nuca y yo cerré mis ojos) Me podes ayudar mucho en este caso, estoy seguro.
- No hablemos de eso ahora, por favor.
- Pero…
- Por favor Pepe. Necesito distraerme un poco.
- Bueno, está bien. (Me abrazó más fuerte) Vos no llores.
- Eso intento, pero creí que por fin era libre.
- ¿Él te hizo algo a vos?
- No, solo sé que hacían negocios juntos, con nosotras.
- ¿Vos estabas con otras chicas?
- No, yo era su preferida, y me tenía sola, para él y para los viejos asquerosos. (Respondí casi sin voz por el llanto)
- (Hizo que de media vuelta y me abrazó, haciendo que esconda mi cara en su pecho) Tranquila mi amor… (Besó mi frente) Tranquila, ahora estás conmigo. (Me abrazó más fuerte) Y siempre va a ser así.
- ¿Por qué no podemos ser felices? ¿Por qué no puedo ser feliz? Ya ni siquiera sé si quiero felicidad, con un poco de paz me conformo.
- ¿Vos queres paz?
- La necesito.
- ¿Dormir un ratito juntos? ¿Darnos un baño de inversión? ¿Salir a caminar?
- Vos y tus mimos.
- Entonces veni Pau…

Abrazada a él me dirigió a la cama y allí nos acostamos, yo me refugiaba en su pecho y él acariciaba mi pelo.

- No llores más, dale.
- ¿Cómo?
- Sonriendo.
- No puedo, te juro que no puedo.
- Sí que podes, y lo sabes. Ya lo hiciste.
- Porque creí que estaba empezando a terminarse todo, y no. Vuelve la pesadilla.
- Tienen al mejor abogado de todos, teneme  fé de que todo se va a terminar rápido. (Dijo riendo y yo también reí)
- Te amo mucho mejor abogado del universo. (Dije riendo)
- (Besó mi frente) Yo también te amo mucho, y más cuándo te reís.
 

3 comentarios:

  1. Me encanto el cap!!!! que mal por pau que vuelve a ser todo Como antes!! son re tiernos!!!

    ResponderEliminar
  2. Aii, amo tu novela, ame el cap ♥

    ResponderEliminar