Pau dormía y yo hasta hacía minutos también lo estaba
haciendo, pero me sentía mal… Me dolía demasiado la panza, tenía nauseas,
estaba afiebrado, se me partía la cabeza…
- Pepe… ¿Dónde estás? (Escuché que preguntó desde el cuarto, yo, como pude abrí la puerta del baño y caminé hasta el cuarto) Pedro. ¿Qué te pasa? (Preguntó acercándose a mí)
- No sé, me siento mal.
- Estás muy pálido, y tenes los ojos raros… ¿Qué sentís?
- Dolor de panza, de cabeza, náuseas, fiebre.
- Veni… (Dijo e hizo que pase mi brazo por su hombro, me ayudó a llegar a la cama y me tapó) ¿Queres un ibuprofeno?
- No, no es algo común lo que me pasa…
- Me asustas Pedro.
- Llama a la ambulancia, por las dudas… (Dije casi sin voz y tomé su mano, temblando. Ella besó mi frente y se alejó rápidamente)
- Estás hirviendo Pepe… (Dijo preocupada, yo quise responder pero no pude, vi como marcaba el teléfono y cortó) Me dijeron que vienen en diez minutos más o menos, por favor… No te duermas.
- Me siento muy mal.
- Tranquilo… (Besó mi mano)
- No te vayas, por favor.
- Yo estoy con vos, tranquilo. (Besó mis labios y los notó demasiado secos, yo también los notaba así) Me voy a cambiar así puedo atender a los médicos. ¿Sí? Tranquilo.
- (Ella se levantó, pero no solté su mano y le dije) Pau…
- ¿Qué?
- Te amo.
- Yo también te amo Pedro. (Se acercó a mí otra vez, y yo no pude evitar comenzar a llorar) ¿Qué pasa? No llores. (Dijo angustiada)
- Me siento muy mal, me siento… Raro, no sé, tengo miedo.
- No, tranquilo… Vas a estar bien.
- Te amo.
- Te amo. (Me besó)
-
Todo era horrible, todo. ¿Cómo podía ser? No, no quería aceptarlo. Moría de miedo, otra vez él. ¡Otra vez! Pedro era el único que le quedaba… Yo sabía que algo le iba a hacer, y no había podido impedirlo.
Me encontraba sentada en una de esas sillas de hospitales, con mis pies sobre ella, abrazando mis piernas, temblando… Llorando, demasiado. Esperando que alguien me diga… ¡Algo!
Pedro estaba ahí adentro hacía casi tres horas y nadie me había dicho absolutamente nada, solo que sus signos vítales no eran normales porque alguna sustancia extraña había ingresado en su cuerpo…
Eso es lo único que sé, es lo único que me dijeron, en la ambulancia.
Estaba completamente segura de que el Toro fue el que hizo esto, y nadie me lo iba a discutir. Era así.
No podía parar de temblar, ni de llorar. ¡Necesitaba saber algo de él! Esperar era insoportable.
Casi cuatro horas después, un médico salió a buscarme…
- ¿Paula?
- Soy yo. (Dije y me levanté, sin estabilidad, hasta él) ¿Cómo está? (Pregunté temerosa)
- Mal… Le voy a ser sincero.
- ¿Qué le pasó?
- Alguien lo quiso matar, porque lo que ingirió es imposible que lo haya hecho por casualidad… Le hicimos un lavaje de estómago y demás cosas, pero ahora hay que esperar al menos 48 horas para ver si su cuerpo puede eliminar el resto de esa sustancia.
- ¿Está en peligro? (Pregunté muerta de miedo)
- Todavía sí. (Suspiré) Él está descansando ahora, pero me pidió por favor de verte.
- ¿Puedo pasar?
- Sí….
- Gracias.
El médico se fue luego de darme algunas indicaciones y yo, luego de secar mis lágrimas, posé mi mano en el picaporte de la habitación.
Ingresé caminando muy despacio, aún sin estabilidad. Temblaba y lloraba.
-
- Pau… (Susurré)
- Hola Pepe. (Susurró también y se sentó a mi lado, en una silla… Tomó mi mano) ¿Cómo te sentís?
- Mal…
- (Suspiró) Perdón, esto es mi culpa.
- ¿Eh?
- Fue el Toro, estoy segura.
- No te preocupes por eso ahora, prefiero que me des un beso… (Se acercó a mí y me dio un beso, momento en el cual sentí una lágrima suya impactando en mi mejilla) No llores hermosa.
- No estoy llorando.
- Tengo los ojos cerrados, pero sentí tú lágrima. No me mientas.
- Estuve cuatro horas esperando a que me digan algo sobre vos, no podía no llorar.
- (Reí, aunque me haya dolido todo en ese momento) Pero ya estoy con vos otra vez.
- Pero mira cómo estás Pepe…
- Ya se me va a pasar. (Escuché que ella suspiró y no dijo más nada) Hey… ¿Qué pasa?
- El médico me dijo que todavía tenes que terminar de eliminar esa sustancia que ingeriste por culpa de esa lacra… Y tengo miedo. (Dijo y apoyó su cabeza en mi pecho, abrazándome)
- Y eso lo voy a hacer, no tengas miedo.
- Pedro, sos lo único que tengo, me muero si te pasa algo… Y además me llenaría de culpa.
- (Cómo pude moví mi brazo y lo posé sobre ella, acomodando su pelo, luego abrazándola) No me va a pasar nada princesa, yo me voy a poner bien y vamos a estar juntos, como te prometí.
- Te amo Pedro, nunca lo olvides.
- Jamás… Y vos tampoco te olvides de que te amo. (Volví a acariciar su pelo) Pero esto no me gusta, parece una despedida.
- Perdón, yo debería estar fuerte para vos.
- (Reí) No, me matas de ternura… Dame otro beso, dale que yo no me puedo mover. (Reímos y ella se acercó a besarme otra vez, yo abrí mis ojos para encontrarme con los suyos) Voy a estar bien, te lo prometo… Y si vos te quedas acá conmigo voy a estar bien mucho tiempo antes.
- No me pienso mover de al lado tuyo.
- Gracias hermosa.
- Sh… (Volvió a besarme) El médico me dijo que no tenes que dormir, y que es normal que a cada rato tengas ganas de ir al baño, te dieron un diurético para que vayas a hacer pis y te ayude, ah, y que tomes mucha agua.
- Sinceramente me estoy muriendo de sueño.
- Pero no podes dormir…
- ¿Me ayudas a sentarme? Me duele mucho todo el cuerpo.
Ella me ayudó y me senté, contra el respaldo de la camilla.
- No llores más.
- (Rio) Perdón, tengo miedo.
- Pero… ¿Vos tenes miedo y yo no? Confía en mí che.
- (Rio, otra vez) Es que… (Volvió a quebrarse, y no pudo seguir hablando)
- Veni… (Y ella me abrazó, yo la abracé) Me haces moverme con todo lo mal que me siento y todo lo que me duele. (Ella rio)
- Perdón.
- No me pidas perdón… (Ella se separó un poco de mí) Tus ojitos gritan que me aman, y eso me encanta.
- (Sonrío, tímida) Es que te amo…
- Yo también te amo hermosa… (Se acercó a besarme)
- Estás hablando mucho, y tenes que descansar.
- Pero… No puedo hablar ni dormir, pero si descansar. ¿Cómo sería?
- No sé, no entiendo. (Reímos) Pongo la tele… Así no hablas más, necesitas la poca energía que tenes… Y te voy a traer un poco de agua.
Pau hizo todo eso, y cuando volvió le dije…
- Gracias por ser mi enfermera… (Sonrío y me besó)
- Gracias por ser mi enfermera… (Sonrío y me besó)
-------------
NUNCA en mi vida escribí algo tan novelero, sepan que lo dudé mucho y que lo consulté con @JulianaLopezCA y ella lo aprobó, cualquier queja a ella. (Igual te quiero Ju!♥ jajaja)
Jajajja fue genial! Besos camii
ResponderEliminarMe encanto el capitulo Cami
ResponderEliminarouchhh pobre Pedro!
ResponderEliminarme sorprendiste Cami,no me veia venir algo asi.
ta bueno ;)
Gracias