Al día
siguiente, me desperté y Pedro no estaba… Sabía que se había ido a trabajar, lo
que no sabía era que me iba a llamar para que vaya a su estudio, sabía que era
para hablar con Zai y sinceramente, no quería, no quería recordar más nada.
Después de perderme más de una vez, llegué y le envié un mensaje a Pepe, él me abrió por el portero eléctrico y subí por el ascensor.
Me atendió la secretaria y me indicó dónde era la oficina de Pedro. Yo entré, y una vez que cerré la puerta me acerqué a darle un beso.
- Hola hermosa.
- Hola. (Dije sentándome del otro lado del escritorio, frente a él)
- ¿Te costó mucho llegar?
- Demasiado. (Dije riendo) Pero llegué.
- Me encanta que te empieces a animar.
- Sí… Igualmente no quería venir.
- ¿No me extrañabas?
- (Reí) Sos un tarado, sabes por qué te lo digo.
- (Tomó mi mano y le dio un beso) Primero puedo pedir unos cafés y merendamos, Zai viene más tarde, digamos que te cite una hora antes porque quería verte.
- (Sonreí) ¿Vos no tenes que trabajar?
- Digamos que estás antes en mi lista de prioridades.
- (Sonreí y le di un beso) Sos muy lindo.
- Como vos. (Me besó) ¿Queres café?
- Dale.
Pedro se los pidió a su secretaría por un interno y luego de menos de cinco minutos ya teníamos los cafés allí.
- ¿Acá no saben que soy tu novia, no?
- ¿Por qué?
- Porque cuando escuchaste la puerta me soltaste la mano.
- ¿Te enojas?
- No, pregunto para no andar llenándote de besos acá.
- Nadie entra sin tocar la puerta, asique podes darme todos los besos que quieras… No me molesta que lo sepan, solo que nunca viniste, por ende, nunca te presenté… Y, digamos, que para la causa, es mejor que sea nuestro secreto, primero, porque acá no tengo amigos y no confío ciegamente en nadie, y segundo porque es mejor para la ética de la causa y todas esas cosas que no tienen sentido.
- Pero vos sos mí abogado…
- Pero nadie sabe que sos mi novia…
- ¿Y no lo van a saber? Cuando nos cruzamos con el Toro había un policía.
- Tampoco es un delito que seamos pareja eh. (Reímos) Solo que es mejor.
- Bueno, está bien. (Respondí algo molesta)
- No te enojes mi amor. (Dijo tomando mi mano) Sabes que no tengo ningún problema en gritarlo a los cuatro vientos.
- Pero no lo haces…
- Pau… ¿Vos me estás hablando en serio?
- ¿Te doy vergüenza?
- Hey. ¿Cómo vas a decir eso? (Se paró y se acercó a mí, agachándose frente a mí, con su mano hizo que lo miré) Jamás, jamás. Yo te amo, sos la mujer más hermosa que conocí en mi vida, jamás me darías vergüenza.
- Pero…
- Paula, te amo, sos mi novia, mi mujer, mi todo, y lo sabes muy bien.
- Pero acá seguro son todas como Silvina, que por suerte no me la crucé, yo soy un asco al lado de ellas.
- Vos sos la más hermosa del mundo, y no se discute. (Yo quise hablar pero él me interrumpió) No se discute dije.
- (Suspiré) ¿Me hablas en serio?
- (Se levantó e hizo que me levante, aferrándome a él por la cintura) ¿Cuántas veces tengo que recordarte que te amo con la vida? (Preguntó rosando mi nariz con la suya)
- Muchas, soy muy insegura, es que vengo acá y me sienta una nena de pecho, perdón.
- ¿Vos te viste ayer con mi camisa? ¿En serio te crees una nena de pecho? Sos una mujer demasiado hermosa… (Me besó) Y no me importa tanto que seas linda, aunque lo seas, y mucho… Yo me enamoré de vos, de tú interior, y jamás podría desenamorarme.
- (Choqué mi frente con la suya y bajé la mirada) Perdón, soy muy impulsiva, insegura, histérica…
- (Me besó) Hermosa sos. (Me abrazó y yo también lo hice)
- Ay, perdón.
- (Besó mi mejilla) No dudes más, por favor.
- (Hice una pausa, dejando caer una lágrima) Soy una tarada, perdón.
- No dudes más, ya está.
- Perdón.
- Te amo. (Dijo abrazándome más fuerte)
- Te amo Pepe. (Me separé de él, solo lo suficiente para poder besarlo)
Al rato llegó Zai, estábamos los tres sentados en el despacho de Pedro.
- Pau… (Dijo Pedro, tomando mi mano) Te necesito para esto. Por favor, decime todo lo que sepas, lo que te acuerdes, o lo que sea. Todo sirve. Mira esto… (Dijo acercándome su notebook, en donde había muchas fotos)
- ¿De dónde sacaron esto? (Pregunté algo shockeada)
- Se lo saqué a Juan. (Respondió Zai y yo suspiré)
- ¿Qué pasa? ¿Reconoces los lugares? ¿Qué es?
- Para Pepe, no me abrumes. (Dije intentando calmarlo)
- Tenes razón, perdón.
Comencé a pasar una a una las fotos y con cada una de ellas una nueva sensación horrible me invadía.
Pepe y Zai me miraban expectantes y yo no podía hablar.
- (Suspiré) Los conozco a todos esos lugares… (Hice una pausa) El primero es a dónde mataron a mis papas… (Dije intentando tragarme las lágrimas, Pedro volvió a tomar mi mano y yo tomé aire) Y en los otros estuve yo, en uno poco tiempo, en el otro varios años, y el otro es el último.
- (Pedro se acercó a mí y me abrazó por la espalda, Zai seguía mirando sorprendida) Tranquila. (Besó mi hombro) ¿Queres un poco de agua?
- No, quiero irme.
- No te vas a ir así sola a casa. (Me abrazó más fuerte)
- Voy al baño entonces. (Me levanté y me dirigí al baño de la oficina)
-
- Zai. ¿Qué pasa?
- Nunca creí que iba a estar metido en algo así, creí que era solo conmigo. ¿Te das cuenta que estoy vestida con marcas caras a costa de que ella fue abusada durante años? (Dijo al borde de las lágrimas) Viví con una mierda peor de la que creía durante mucho tiempo. No lo puedo creer, te juro que no lo puedo creer. Me da asco, me da asco él, me doy asco por haber vivido en una mentira, me da asco saber lo que hizo.
- (Posé mi mano en su hombro) Tranquila, lo que pasó ya pasó, ahora que lo sabes estás haciendo lo que tenes que hacer, que es seguir adelante con esto y meterlo en cana. ¿Por qué vamos a seguir, no?
- Por favor. (Hizo una pausa) Voy a hablar con Pau, ya vengo.
-
Estaba en el baño, lavándome la cara cuando siento que Zai entra al baño.
- Perdón Pau.
- ¿Por qué?
- Porque viví muchos años a costa de tu sufrimiento, me visto con cosas carísimas porque creía que mi marido era un empresario. ¡No que estaba metido en esto! Perdón por no haberme dado cuenta… Perdón.
- No es tú culpa Zai, de verdad… Y si de algo te consuela, él nunca me hizo nada. Siempre fue su socio.
- Pero se repartían todo…
- Pero no es tú culpa, no te preocupes. (Dije y la abracé) Te quiero Zai.
- Yo también te quiero Pau. Perdón.
- No es tú culpa, basta.
Después de perderme más de una vez, llegué y le envié un mensaje a Pepe, él me abrió por el portero eléctrico y subí por el ascensor.
Me atendió la secretaria y me indicó dónde era la oficina de Pedro. Yo entré, y una vez que cerré la puerta me acerqué a darle un beso.
- Hola hermosa.
- Hola. (Dije sentándome del otro lado del escritorio, frente a él)
- ¿Te costó mucho llegar?
- Demasiado. (Dije riendo) Pero llegué.
- Me encanta que te empieces a animar.
- Sí… Igualmente no quería venir.
- ¿No me extrañabas?
- (Reí) Sos un tarado, sabes por qué te lo digo.
- (Tomó mi mano y le dio un beso) Primero puedo pedir unos cafés y merendamos, Zai viene más tarde, digamos que te cite una hora antes porque quería verte.
- (Sonreí) ¿Vos no tenes que trabajar?
- Digamos que estás antes en mi lista de prioridades.
- (Sonreí y le di un beso) Sos muy lindo.
- Como vos. (Me besó) ¿Queres café?
- Dale.
Pedro se los pidió a su secretaría por un interno y luego de menos de cinco minutos ya teníamos los cafés allí.
- ¿Acá no saben que soy tu novia, no?
- ¿Por qué?
- Porque cuando escuchaste la puerta me soltaste la mano.
- ¿Te enojas?
- No, pregunto para no andar llenándote de besos acá.
- Nadie entra sin tocar la puerta, asique podes darme todos los besos que quieras… No me molesta que lo sepan, solo que nunca viniste, por ende, nunca te presenté… Y, digamos, que para la causa, es mejor que sea nuestro secreto, primero, porque acá no tengo amigos y no confío ciegamente en nadie, y segundo porque es mejor para la ética de la causa y todas esas cosas que no tienen sentido.
- Pero vos sos mí abogado…
- Pero nadie sabe que sos mi novia…
- ¿Y no lo van a saber? Cuando nos cruzamos con el Toro había un policía.
- Tampoco es un delito que seamos pareja eh. (Reímos) Solo que es mejor.
- Bueno, está bien. (Respondí algo molesta)
- No te enojes mi amor. (Dijo tomando mi mano) Sabes que no tengo ningún problema en gritarlo a los cuatro vientos.
- Pero no lo haces…
- Pau… ¿Vos me estás hablando en serio?
- ¿Te doy vergüenza?
- Hey. ¿Cómo vas a decir eso? (Se paró y se acercó a mí, agachándose frente a mí, con su mano hizo que lo miré) Jamás, jamás. Yo te amo, sos la mujer más hermosa que conocí en mi vida, jamás me darías vergüenza.
- Pero…
- Paula, te amo, sos mi novia, mi mujer, mi todo, y lo sabes muy bien.
- Pero acá seguro son todas como Silvina, que por suerte no me la crucé, yo soy un asco al lado de ellas.
- Vos sos la más hermosa del mundo, y no se discute. (Yo quise hablar pero él me interrumpió) No se discute dije.
- (Suspiré) ¿Me hablas en serio?
- (Se levantó e hizo que me levante, aferrándome a él por la cintura) ¿Cuántas veces tengo que recordarte que te amo con la vida? (Preguntó rosando mi nariz con la suya)
- Muchas, soy muy insegura, es que vengo acá y me sienta una nena de pecho, perdón.
- ¿Vos te viste ayer con mi camisa? ¿En serio te crees una nena de pecho? Sos una mujer demasiado hermosa… (Me besó) Y no me importa tanto que seas linda, aunque lo seas, y mucho… Yo me enamoré de vos, de tú interior, y jamás podría desenamorarme.
- (Choqué mi frente con la suya y bajé la mirada) Perdón, soy muy impulsiva, insegura, histérica…
- (Me besó) Hermosa sos. (Me abrazó y yo también lo hice)
- Ay, perdón.
- (Besó mi mejilla) No dudes más, por favor.
- (Hice una pausa, dejando caer una lágrima) Soy una tarada, perdón.
- No dudes más, ya está.
- Perdón.
- Te amo. (Dijo abrazándome más fuerte)
- Te amo Pepe. (Me separé de él, solo lo suficiente para poder besarlo)
Al rato llegó Zai, estábamos los tres sentados en el despacho de Pedro.
- Pau… (Dijo Pedro, tomando mi mano) Te necesito para esto. Por favor, decime todo lo que sepas, lo que te acuerdes, o lo que sea. Todo sirve. Mira esto… (Dijo acercándome su notebook, en donde había muchas fotos)
- ¿De dónde sacaron esto? (Pregunté algo shockeada)
- Se lo saqué a Juan. (Respondió Zai y yo suspiré)
- ¿Qué pasa? ¿Reconoces los lugares? ¿Qué es?
- Para Pepe, no me abrumes. (Dije intentando calmarlo)
- Tenes razón, perdón.
Comencé a pasar una a una las fotos y con cada una de ellas una nueva sensación horrible me invadía.
Pepe y Zai me miraban expectantes y yo no podía hablar.
- (Suspiré) Los conozco a todos esos lugares… (Hice una pausa) El primero es a dónde mataron a mis papas… (Dije intentando tragarme las lágrimas, Pedro volvió a tomar mi mano y yo tomé aire) Y en los otros estuve yo, en uno poco tiempo, en el otro varios años, y el otro es el último.
- (Pedro se acercó a mí y me abrazó por la espalda, Zai seguía mirando sorprendida) Tranquila. (Besó mi hombro) ¿Queres un poco de agua?
- No, quiero irme.
- No te vas a ir así sola a casa. (Me abrazó más fuerte)
- Voy al baño entonces. (Me levanté y me dirigí al baño de la oficina)
-
- Zai. ¿Qué pasa?
- Nunca creí que iba a estar metido en algo así, creí que era solo conmigo. ¿Te das cuenta que estoy vestida con marcas caras a costa de que ella fue abusada durante años? (Dijo al borde de las lágrimas) Viví con una mierda peor de la que creía durante mucho tiempo. No lo puedo creer, te juro que no lo puedo creer. Me da asco, me da asco él, me doy asco por haber vivido en una mentira, me da asco saber lo que hizo.
- (Posé mi mano en su hombro) Tranquila, lo que pasó ya pasó, ahora que lo sabes estás haciendo lo que tenes que hacer, que es seguir adelante con esto y meterlo en cana. ¿Por qué vamos a seguir, no?
- Por favor. (Hizo una pausa) Voy a hablar con Pau, ya vengo.
-
Estaba en el baño, lavándome la cara cuando siento que Zai entra al baño.
- Perdón Pau.
- ¿Por qué?
- Porque viví muchos años a costa de tu sufrimiento, me visto con cosas carísimas porque creía que mi marido era un empresario. ¡No que estaba metido en esto! Perdón por no haberme dado cuenta… Perdón.
- No es tú culpa Zai, de verdad… Y si de algo te consuela, él nunca me hizo nada. Siempre fue su socio.
- Pero se repartían todo…
- Pero no es tú culpa, no te preocupes. (Dije y la abracé) Te quiero Zai.
- Yo también te quiero Pau. Perdón.
- No es tú culpa, basta.
me encanto el cap!! pobre pau todo lo que sufrio :( y me encanta que pedro la consuele asi!!
ResponderEliminarayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
ResponderEliminarse me hizo un nudo en el pecho
que duro!
muy bueno Cami :)
Qué lindo el giro que le diste involucrando a Zai en esto! al menos ya no está Pedro solo y Pau tiene una amiga en quién confiar! es una pena que tenga que remover todo todo el tiempo pero si es para que termine de una vez por todas mejor! me encanta Cami!
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