Me desperté y tenía
frío, despertarse casi desnuda en pleno invierno no era lo mejor, Pepe ya no
estaba en el cuarto, escuchaba ruidos en la cocina, me puse su camisa y fui a
buscarlo.
- Buen día. (Dije)
- (Me miró de arriba a abajo con una sonrisa demasiado pícara y yo reí) Buen día.
- No me mires así, me intimidas.
- Vos no te pongas mi camisa.
- ¿No te gusta cómo me queda?
- (Volvió a sonreír) Me encanta.
- (Sonreí mientras me hacía un rodete improvisado con mi pelo) ¿Y no pensas saludarme?
- Pasa que si te saludo y me acerco a vos no sé cómo terminamos.
- Mmm... ¿Tenes algo que hacer vos hoy?
- Sí, pero nada es tan importante cómo estar con vos.
- (Me acerqué a él, lo abracé por la espalda y besé su nuca) Sos muy lindo. ¿Sabías?
- (Se dio vuelta y me acorraló contra la pared) No tanto como vos. (Yo sonreí y él me besó) Me vuelve loco que me histeriquees.
- ¿Sí? (Pregunté tomándolo por la nuca)
- Lo sabes muy bien. (Reímos) Encima te haces un rodete.
- ¿Qué tiene que ver el rodete?
- Demasiado sexy, vos y que estés así. (Rosé mi nariz con la suya) Me volves loco, muy.
- Me encanta volverte loquito.
- Noto en tu cara el disfrute. (Volvimos a reír)
- Vos también lo disfrutas… (Dije jugando con el pelo de su nuca)
- Muchísimo.
- Entonces no te quejes.
- No me quejo, mientras no te me escapes.
- ¿Asique queres que me escape? (Pregunté provocándolo)
- No, no, por favor no. (Yo reí, rosé mis labios con los suyos y salí corriendo) Ah, no… (Dijo riendo y me siguió, hasta que me alcanzó y me abrazó por la espalda) No seas mala.
- (No podía parar de reír) Pensé que ibas a aguantar al menos un par de segundos.
- Paula… ¿Vos te viste al espejo? No me puedo resistir.
- No, no me vi. (Dije riendo)
- Mejor, así sos solo, solo mía.
- Sos un tarado. ¿Te vas a poner celoso de mí misma?
- Mmm… No sé. (Reímos y él me besó, sin dejarme escapatoria)
- Me encanta volverte loquito. (Dije y mordí su labio)
- (Me aferró a él, lo más fuerte que pudo y yo sonreí) Estamos a medio metro de la cama.
- ¿Y qué hacemos acá entonces?
- Mmm… Sinceramente no sé. (Respondió comenzando a desabrochar mi camisa, o la suya, y dirigiéndome a la cama, en dónde caímos e hicimos el amor)
- No te das una idea de lo mucho que te amo, ni de lo bien que me haces. (Susurró en mi oído)
- Te amo con mi vida Pedro, y vos me haces bien. (Tomé su mano, ya que me abrazaba por la espalda) No me sueltes nunca, por favor.
- Jamás, jamás. (Me abrazó más fuerte y besó mi cuello) Aunque me histeriquees.
- (Reí) Primero, sé que te encanta, y segundo te estaba hablando en serio.
- Yo también te lo dije en serio… Sobre todo lo del principio. (Reí) Te amo.
- Te amo mi amor.
-
Pau se había levantado a preparar algo para comer, y volver a la cama. Claramente ese sería el plan todo el día, hacer nada, solo mimarnos. Necesitaba que se sienta bien.
Comimos y nos quedamos mirando un rato la tele, ella sobre mi pecho… ¿Yo? Jugaba con su pelo, no sabía que estábamos mirando, tan solo estaba concentrado en ella.
Pau apagó la tele, y sin decirme nada, cerró sus ojos y me abrazó.
- ¿Qué pasa?
- Me gusta estar así con vos, y ninguno de los dos le estaba prestando atención a la tele.
- ¿Cómo te diste cuenta?
- Estás en otra Pepe, sos muy obvio. (Reímos)
- Estoy en vos…
- Me encanta.
- (Acaricié su brazo) Vos me encantas.
- (Sonrió y se levantó, tan solo un poco, para poder darme un beso) Y vos a mí. (Volvió a besarme)
- Me estás clavando los codos Pau.
- (Rio y se acostó a mi lado) Veni… (Y yo me acomodé frente a ella) ¿Estás mejor?
- Sí. (Reí y la besé)
- ¿No pensas salir de la cama en todo el día?
- Creí que ese era el plan.
- Mmm… Nunca me lo habías comunicado.
- Bueno, te lo comunico ahora. (Reímos) ¿Aceptas?
- Acepto. (Nos besamos) Pero con una condición…
- ¿Cuál?
- Muchos besos, mimos…
- ¿No los estás recibiendo?
- Quiero más, soy insaciable.
Yo reí y la abracé, haciendo que quede debajo de mí.
- ¿Qué tenes hoy con acorralarme y no dejarme salir?
- Mmm… No sé. ¿Miedo a que te escapes?
- Sabes que jamás lo haría.
- (Rosé mi nariz con la suya y la besé) Por las dudas, me encanta la idea de sentirte mía. (Y me apuré antes de que ella me responda) Y no te lo tomes mal, por fas.
- (Negó con su cabeza) Me encanta ser tuya, ser tú mujer… O intentarlo.
- Sh, lo sos, y la mujer más hermosa que conocí en mi vida, te lo aseguro.
- Te amo con todo mi alma Pepe.
- Te amo mi amor. (Nos besamos, por un largo rato y ella quedó otra vez sobre mí)
- ¿Podemos dormir un ratito?
- Sos tan vaguita.
- (Rio) Por favor.
- Está bien… Pero quedate acá.
- Nunca me iría. (Besó mi cuello y yo su frente)
Más tarde, cuando Pau se despertó…
- Buenas noches princesa.
- (Rio) ¿Tan tarde es?
- No, es solo para que te asustes.
- Tarado. ¿Qué hora es?
- Las cinco.
- Ah… ¿Puedo seguir durmiendo entonces? (Reímos y nos besamos)
Merendamos y volvimos a la cama, el plan era ese y nada más que ese.
- Gracias.
- ¿Por?
- Porque me cambiaste el humor, me hiciste olvidar de todo. Sos lo más lindo del mundo. (Me dijo tomándome por las mejillas y me besó) Gracias.
- Sh, no tenes nada que agradecer. (La besé) Y me encanta saber que logré lo que quería.
- Te amo, gracias, gracias, gracias. (Volvió a besarme)
- Te amo hermosa. (Nos besamos) Y siempre que lo necesites voy a estar.
- Sos el único que me hace sonreír.
- Espero ser siempre quien te haga sonreír.
- Estoy segura de que sí. Gracias, de verdad.
- Basta de agradecerme che, me encanta pasar todo el día así con vos, y llenarte de besos. Ah, y que te pongas mis camisas. (Reímos)
- Me las voy a poner más seguido entonces.
- Vos sabes cuál es el final de eso.
- Y me encanta ese final. (Sonreímos y nos besamos)
------------ (Me miró de arriba a abajo con una sonrisa demasiado pícara y yo reí) Buen día.
- No me mires así, me intimidas.
- Vos no te pongas mi camisa.
- ¿No te gusta cómo me queda?
- (Volvió a sonreír) Me encanta.
- (Sonreí mientras me hacía un rodete improvisado con mi pelo) ¿Y no pensas saludarme?
- Pasa que si te saludo y me acerco a vos no sé cómo terminamos.
- Mmm... ¿Tenes algo que hacer vos hoy?
- Sí, pero nada es tan importante cómo estar con vos.
- (Me acerqué a él, lo abracé por la espalda y besé su nuca) Sos muy lindo. ¿Sabías?
- (Se dio vuelta y me acorraló contra la pared) No tanto como vos. (Yo sonreí y él me besó) Me vuelve loco que me histeriquees.
- ¿Sí? (Pregunté tomándolo por la nuca)
- Lo sabes muy bien. (Reímos) Encima te haces un rodete.
- ¿Qué tiene que ver el rodete?
- Demasiado sexy, vos y que estés así. (Rosé mi nariz con la suya) Me volves loco, muy.
- Me encanta volverte loquito.
- Noto en tu cara el disfrute. (Volvimos a reír)
- Vos también lo disfrutas… (Dije jugando con el pelo de su nuca)
- Muchísimo.
- Entonces no te quejes.
- No me quejo, mientras no te me escapes.
- ¿Asique queres que me escape? (Pregunté provocándolo)
- No, no, por favor no. (Yo reí, rosé mis labios con los suyos y salí corriendo) Ah, no… (Dijo riendo y me siguió, hasta que me alcanzó y me abrazó por la espalda) No seas mala.
- (No podía parar de reír) Pensé que ibas a aguantar al menos un par de segundos.
- Paula… ¿Vos te viste al espejo? No me puedo resistir.
- No, no me vi. (Dije riendo)
- Mejor, así sos solo, solo mía.
- Sos un tarado. ¿Te vas a poner celoso de mí misma?
- Mmm… No sé. (Reímos y él me besó, sin dejarme escapatoria)
- Me encanta volverte loquito. (Dije y mordí su labio)
- (Me aferró a él, lo más fuerte que pudo y yo sonreí) Estamos a medio metro de la cama.
- ¿Y qué hacemos acá entonces?
- Mmm… Sinceramente no sé. (Respondió comenzando a desabrochar mi camisa, o la suya, y dirigiéndome a la cama, en dónde caímos e hicimos el amor)
- No te das una idea de lo mucho que te amo, ni de lo bien que me haces. (Susurró en mi oído)
- Te amo con mi vida Pedro, y vos me haces bien. (Tomé su mano, ya que me abrazaba por la espalda) No me sueltes nunca, por favor.
- Jamás, jamás. (Me abrazó más fuerte y besó mi cuello) Aunque me histeriquees.
- (Reí) Primero, sé que te encanta, y segundo te estaba hablando en serio.
- Yo también te lo dije en serio… Sobre todo lo del principio. (Reí) Te amo.
- Te amo mi amor.
-
Pau se había levantado a preparar algo para comer, y volver a la cama. Claramente ese sería el plan todo el día, hacer nada, solo mimarnos. Necesitaba que se sienta bien.
Comimos y nos quedamos mirando un rato la tele, ella sobre mi pecho… ¿Yo? Jugaba con su pelo, no sabía que estábamos mirando, tan solo estaba concentrado en ella.
Pau apagó la tele, y sin decirme nada, cerró sus ojos y me abrazó.
- ¿Qué pasa?
- Me gusta estar así con vos, y ninguno de los dos le estaba prestando atención a la tele.
- ¿Cómo te diste cuenta?
- Estás en otra Pepe, sos muy obvio. (Reímos)
- Estoy en vos…
- Me encanta.
- (Acaricié su brazo) Vos me encantas.
- (Sonrió y se levantó, tan solo un poco, para poder darme un beso) Y vos a mí. (Volvió a besarme)
- Me estás clavando los codos Pau.
- (Rio y se acostó a mi lado) Veni… (Y yo me acomodé frente a ella) ¿Estás mejor?
- Sí. (Reí y la besé)
- ¿No pensas salir de la cama en todo el día?
- Creí que ese era el plan.
- Mmm… Nunca me lo habías comunicado.
- Bueno, te lo comunico ahora. (Reímos) ¿Aceptas?
- Acepto. (Nos besamos) Pero con una condición…
- ¿Cuál?
- Muchos besos, mimos…
- ¿No los estás recibiendo?
- Quiero más, soy insaciable.
Yo reí y la abracé, haciendo que quede debajo de mí.
- ¿Qué tenes hoy con acorralarme y no dejarme salir?
- Mmm… No sé. ¿Miedo a que te escapes?
- Sabes que jamás lo haría.
- (Rosé mi nariz con la suya y la besé) Por las dudas, me encanta la idea de sentirte mía. (Y me apuré antes de que ella me responda) Y no te lo tomes mal, por fas.
- (Negó con su cabeza) Me encanta ser tuya, ser tú mujer… O intentarlo.
- Sh, lo sos, y la mujer más hermosa que conocí en mi vida, te lo aseguro.
- Te amo con todo mi alma Pepe.
- Te amo mi amor. (Nos besamos, por un largo rato y ella quedó otra vez sobre mí)
- ¿Podemos dormir un ratito?
- Sos tan vaguita.
- (Rio) Por favor.
- Está bien… Pero quedate acá.
- Nunca me iría. (Besó mi cuello y yo su frente)
Más tarde, cuando Pau se despertó…
- Buenas noches princesa.
- (Rio) ¿Tan tarde es?
- No, es solo para que te asustes.
- Tarado. ¿Qué hora es?
- Las cinco.
- Ah… ¿Puedo seguir durmiendo entonces? (Reímos y nos besamos)
Merendamos y volvimos a la cama, el plan era ese y nada más que ese.
- Gracias.
- ¿Por?
- Porque me cambiaste el humor, me hiciste olvidar de todo. Sos lo más lindo del mundo. (Me dijo tomándome por las mejillas y me besó) Gracias.
- Sh, no tenes nada que agradecer. (La besé) Y me encanta saber que logré lo que quería.
- Te amo, gracias, gracias, gracias. (Volvió a besarme)
- Te amo hermosa. (Nos besamos) Y siempre que lo necesites voy a estar.
- Sos el único que me hace sonreír.
- Espero ser siempre quien te haga sonreír.
- Estoy segura de que sí. Gracias, de verdad.
- Basta de agradecerme che, me encanta pasar todo el día así con vos, y llenarte de besos. Ah, y que te pongas mis camisas. (Reímos)
- Me las voy a poner más seguido entonces.
- Vos sabes cuál es el final de eso.
- Y me encanta ese final. (Sonreímos y nos besamos)
Mención especial que me olvidé de hacer ayer a Luni, gracias por la idea y por destabarme, el capítulo de ayer lo escribí esa noche que hablamos, jaja! Gracias :) @EpiInspirados
un verdadero placer Cami! que bueno haber podido destrabarte a vos... ahora me falta destrabarme yo jajajajjaa
ResponderEliminarre tiernis tu cap-
GRACIASSSS!