Se suponía que no tenía que ocurrir, pero me crucé con el Toro en la
fiscalía...
- Paulita...
- Vamos Pau. (Susurró Pepe en mi oído, tomándome de la mano, y yo nunca levanté la vista, tan solo lo seguí)
- ¿Tan rápido te vas a ir? ¿No queres que charlemos un ratito?
- No. (Y levanté mi vista) No tengo nada que hablar con vos.
- ¿Segura?
- Sí.
- Vamos Pau, dale.
- Ay, mira cómo te cuida, tanto amor me da nauseas.
- ¿Será que vos no sabes lo que es eso, no?
- ¿Y vos sí lo sabes pendeja? Es el primer hombre al que supuestamente amas, vamos a ver cuánto les dura el amor.
- ¿Y vos lo sabes? ¡Mataste a tu propio hijo! (Dije quebrándome y Pedro apretó más fuerte mi mano) Sos tan mierda. ¡Tan!
- Vos sos igual que yo.
- No, estás muy equivocado.
- ¿Se lo puede llevar? (Preguntó Pedro, dirigiéndose al policía, éste no respondió, tan solo comenzó a llevárselo a la fuerza y Pedro emprendió camino en dirección a la salida, tironeándome para que lo siga y no escuche las cosas horribles que el Toro me gritaba)
- Vamos Pau. (Susurró Pepe en mi oído, tomándome de la mano, y yo nunca levanté la vista, tan solo lo seguí)
- ¿Tan rápido te vas a ir? ¿No queres que charlemos un ratito?
- No. (Y levanté mi vista) No tengo nada que hablar con vos.
- ¿Segura?
- Sí.
- Vamos Pau, dale.
- Ay, mira cómo te cuida, tanto amor me da nauseas.
- ¿Será que vos no sabes lo que es eso, no?
- ¿Y vos sí lo sabes pendeja? Es el primer hombre al que supuestamente amas, vamos a ver cuánto les dura el amor.
- ¿Y vos lo sabes? ¡Mataste a tu propio hijo! (Dije quebrándome y Pedro apretó más fuerte mi mano) Sos tan mierda. ¡Tan!
- Vos sos igual que yo.
- No, estás muy equivocado.
- ¿Se lo puede llevar? (Preguntó Pedro, dirigiéndose al policía, éste no respondió, tan solo comenzó a llevárselo a la fuerza y Pedro emprendió camino en dirección a la salida, tironeándome para que lo siga y no escuche las cosas horribles que el Toro me gritaba)
Una vez afuera lo abracé y me dejé refugiar en sus
brazos, en él. Cada vez que sentía tan cerca a esa lacra una sensación horrible
invadía mi cuerpo, y no se iba con nada.
-
No llores hermosa.
- Es horrible todo esto.
- Ya lo sé, pero de a poco se está terminando.
- Pero... ¿Sabes lo que pasa? (Pregunté separándome un poco de él) Nadie va a poder terminar con todo el dolor que siento, nadie va a poder devolverme todos los años de mi vida que me robó. ¡Nadie va a poder devolverme ni a mis papas ni a mi hijo!
- Es horrible todo esto.
- Ya lo sé, pero de a poco se está terminando.
- Pero... ¿Sabes lo que pasa? (Pregunté separándome un poco de él) Nadie va a poder terminar con todo el dolor que siento, nadie va a poder devolverme todos los años de mi vida que me robó. ¡Nadie va a poder devolverme ni a mis papas ni a mi hijo!
Y antes de que termine de hablar y me quebrara aún
más, me abrazó y acarició mi espalda.
- Pero no estás sola. (Besó mi cabeza) ¿No estás
mejor ahora?
- No sé.
- Yo te noto un poquito mejor que antes, y cuando te quieras dar cuenta ya vas a haber terminado de transitar todo ese dolor que tenes, estoy seguro.
- Eso espero.
- Confia Pau.
- En el único que confio es en vos.
- Entonces créeme.
- Eso intento. (Besó mi frente) ¿Vamos a casa? Por favor.
- Primero mirame... (Yo me separé un poco de él y me tomó por las mejillas, secó mis lágrimas y sin soltarme chocó mi frente con la suya) No llores más. (Susurró y me besó con mucha suavidad)
- Gracias.
- Sh. (Volvimos a besarnos y abrazados fuimos hasta el auto)
- No sé.
- Yo te noto un poquito mejor que antes, y cuando te quieras dar cuenta ya vas a haber terminado de transitar todo ese dolor que tenes, estoy seguro.
- Eso espero.
- Confia Pau.
- En el único que confio es en vos.
- Entonces créeme.
- Eso intento. (Besó mi frente) ¿Vamos a casa? Por favor.
- Primero mirame... (Yo me separé un poco de él y me tomó por las mejillas, secó mis lágrimas y sin soltarme chocó mi frente con la suya) No llores más. (Susurró y me besó con mucha suavidad)
- Gracias.
- Sh. (Volvimos a besarnos y abrazados fuimos hasta el auto)
En casa, directamente fui al cuarto y me dejé caer
en la cama, necesitaba tranquilizarme, dormir.
- Pau...
- ¿Qué? (Pregunté)
- No te vengas acá a llorar, dale.
- Quiero dormir, necesito tranquilizarme, así después me pongo a estudiar, porque así no puedo.
- ¿No queres que vayamos al balcón a tomar mate?
- Mmm...
- Dale, no te encierres.
- Es que...
- ¡Es que nada! (Dijo haciendo que me siente, y luego me dio la mano para que me pare, yo sonreí y lo hice) Así me gusta. (Volví a sonreír y lo besé)
- ¿Podemos ir a comprar facturas?
- No puedo creer que me lo estés proponiendo vos.
- Bueno che.
- Me encanta. (Sonreí)
Después de comprar algunas medialunas, nos encontrábamos en el balcón comiendo y tomando mate.
- Pepe.
- ¿Qué?
- ¿Tengo que volver?
- Sinceramente no sé, depende de cómo se den las cosas, pero voy a hacer todo lo posible para que no tengas que volver. (Hizo una pausa) Pero no pienses en eso…
- Es como que todavía me cuesta dejar de pensar en él, y en que puede volver a hacerme mal.
- Intenta sacarte eso de la cabeza. Te vas a sentir mejor, más libre, más tranquila.
- ¿Cómo hago?
- Ahora, por ejemplo, disfrutando de este momento y no pensando si tenes que volver o no.
- (Suspiré) Me cuesta, bastante.
- Mmm… (Corrió la bandeja del medio y se acercó a mí) Puedo ayudarte, claro que si queres.
- ¿Cómo?
- (Rosó mi nariz con la suya, tomándome por las mejillas) Así… (Sonrío y me besó, yo, además de responder a aquel beso, lo abracé por la cintura, lo atraje hacía mí y me tiré sobre él) ¿Funciona?
- A la perfección. (Dije sonriendo y lo besé)
Él estaba sentado con las piernas cruzadas contra la pared, yo sobre él, con mi espalda reposada sobre su pecho. Sus brazos rodeaban mi cintura y sus manos estaban sobre mi panza, yo jugaba con sus dedos.
Ninguno de los decía nada, tan solo observábamos el amanecer en la ciudad.
Sentía el suave viento rosando en mi cara y su respiración tibia en mi sien. Sus brazos me rodeaban, me protegían. No necesitaba más.
- (Cerré mis ojos y suspiré) Te amo Pepe.
- (Besó sentidamente mi sien y susurró en mi oído) Te amo bonita.
El sol ya se había escondido por completo, y comenzaba a hacer frío, asique decidimos entrar.
- ¿Vas a estudiar?
- Eso debería, pero te juro que no tengo ganas.
- Un ratito, te prometo que te espero con algo rico para comer y nos acostamos temprano.
- Mmm… Bueno, sinceramente tengo la cabeza en otro lado, pero lo intento.
- ¿Y se puede saber en dónde tenes la cabeza?
- En vos.
- (Me besó) Sos muy tierna. (Sonreí y volví a besarme) Te permito que solo me saques de tus pensamientos mientras estudias, ni antes ni después.
- Prometo que no.
Estudié un poco, bah, subrayé cosas que no había leído aún, y siendo completamente sincera, se me partía la cabeza, cené casi en silencio y me fui a acostar, aunque insistí en ayudarlo con los platos, el me obligó a acostarme.
- ¿Un ibuprofeno? (Preguntó ofreciéndomelo)
- Amo tanto que me cuides.
- (Sonrío) Pienso hacerlo toda la vida.
- El ibuprofeno y poder llenarte de besos. (Se acercó a mí y me dio un beso) Gracias. (Tomé la pastilla y dejé el vaso a un lado) Veni a acostarte, por favor.
- Voy al baño y vengo.
- Apurate.
- ¿Pasa algo?
- Quiero llenarte de besos, ya te lo dije.
- ¿Segura que no pasa nada más?
- Segurísima.
- Entonces ya vengo. (Me besó y se fue)
- ¿Qué? (Pregunté)
- No te vengas acá a llorar, dale.
- Quiero dormir, necesito tranquilizarme, así después me pongo a estudiar, porque así no puedo.
- ¿No queres que vayamos al balcón a tomar mate?
- Mmm...
- Dale, no te encierres.
- Es que...
- ¡Es que nada! (Dijo haciendo que me siente, y luego me dio la mano para que me pare, yo sonreí y lo hice) Así me gusta. (Volví a sonreír y lo besé)
- ¿Podemos ir a comprar facturas?
- No puedo creer que me lo estés proponiendo vos.
- Bueno che.
- Me encanta. (Sonreí)
Después de comprar algunas medialunas, nos encontrábamos en el balcón comiendo y tomando mate.
- Pepe.
- ¿Qué?
- ¿Tengo que volver?
- Sinceramente no sé, depende de cómo se den las cosas, pero voy a hacer todo lo posible para que no tengas que volver. (Hizo una pausa) Pero no pienses en eso…
- Es como que todavía me cuesta dejar de pensar en él, y en que puede volver a hacerme mal.
- Intenta sacarte eso de la cabeza. Te vas a sentir mejor, más libre, más tranquila.
- ¿Cómo hago?
- Ahora, por ejemplo, disfrutando de este momento y no pensando si tenes que volver o no.
- (Suspiré) Me cuesta, bastante.
- Mmm… (Corrió la bandeja del medio y se acercó a mí) Puedo ayudarte, claro que si queres.
- ¿Cómo?
- (Rosó mi nariz con la suya, tomándome por las mejillas) Así… (Sonrío y me besó, yo, además de responder a aquel beso, lo abracé por la cintura, lo atraje hacía mí y me tiré sobre él) ¿Funciona?
- A la perfección. (Dije sonriendo y lo besé)
Él estaba sentado con las piernas cruzadas contra la pared, yo sobre él, con mi espalda reposada sobre su pecho. Sus brazos rodeaban mi cintura y sus manos estaban sobre mi panza, yo jugaba con sus dedos.
Ninguno de los decía nada, tan solo observábamos el amanecer en la ciudad.
Sentía el suave viento rosando en mi cara y su respiración tibia en mi sien. Sus brazos me rodeaban, me protegían. No necesitaba más.
- (Cerré mis ojos y suspiré) Te amo Pepe.
- (Besó sentidamente mi sien y susurró en mi oído) Te amo bonita.
El sol ya se había escondido por completo, y comenzaba a hacer frío, asique decidimos entrar.
- ¿Vas a estudiar?
- Eso debería, pero te juro que no tengo ganas.
- Un ratito, te prometo que te espero con algo rico para comer y nos acostamos temprano.
- Mmm… Bueno, sinceramente tengo la cabeza en otro lado, pero lo intento.
- ¿Y se puede saber en dónde tenes la cabeza?
- En vos.
- (Me besó) Sos muy tierna. (Sonreí y volví a besarme) Te permito que solo me saques de tus pensamientos mientras estudias, ni antes ni después.
- Prometo que no.
Estudié un poco, bah, subrayé cosas que no había leído aún, y siendo completamente sincera, se me partía la cabeza, cené casi en silencio y me fui a acostar, aunque insistí en ayudarlo con los platos, el me obligó a acostarme.
- ¿Un ibuprofeno? (Preguntó ofreciéndomelo)
- Amo tanto que me cuides.
- (Sonrío) Pienso hacerlo toda la vida.
- El ibuprofeno y poder llenarte de besos. (Se acercó a mí y me dio un beso) Gracias. (Tomé la pastilla y dejé el vaso a un lado) Veni a acostarte, por favor.
- Voy al baño y vengo.
- Apurate.
- ¿Pasa algo?
- Quiero llenarte de besos, ya te lo dije.
- ¿Segura que no pasa nada más?
- Segurísima.
- Entonces ya vengo. (Me besó y se fue)
me encanto el cap!! son super chucisss jajajajaj :)
ResponderEliminar