martes, 20 de agosto de 2013

Capítulo 50

Estábamos yendo a la escuela, quedaba a un par de cuadras de casa…

- Tranquila. (Dije abrazándola por el costado)
- Me da muchos nervios.
- Vas solo a anotarte Pau…
- Ya lo sé. (Respondió riendo)
- Pero… ¿Cuándo rindas que vas a hacer?
- Me muero. (Reímos y besé su mejilla)

Pau se anotó, para rendir en la nocturna, libre… Hoy en día existen tantas mesas de examen que si se pone verdaderamente las pilas, a fin de año se recibe.

Estábamos en la librería de aquella escuela, para comprar las fotocopias de las primeras que iba a rendir.

- Es mucha plata Pepe… (Me dijo por lo bajo)
- Sh… (Susurré en su oído) No vas a dejar de recibirte por pagar las fotocopias.
- Pero es tú plata.
- ¡Pau!
- En serio.
- ¿Podemos hablarlo después?
- Ya las vas a haber comprado.
- Por eso…
- Pedro.
- Basta Pau.

En ese momento nos atendieron, y después de esperar varios minutos porque algunas debían hacerlas, salimos con las fotocopias de matemática, derecho e historia.

- Pau, no te enojes.
- Me enojo porque te hablo y no me das pelota.
- (Suspiré) ¿A vos te parece que no vas a terminar el secundario por qué hay que pagar las fotocopias?
- No sé Pedro, pero ya me da vergüenza todo lo que haces por mí.
- ¿Es necesario que volvamos a discutir esto?
- No, no sé… Sí es necesario que empiece a hacer algo yo.
- Terminar el secundario es empezar.
- Bueno, está bien, si no vas a escucharme.
- No es que no te quiera escuchar.
- No, claro… No.
- Paula, en serio.
- Basta,  no quiero seguir discutiendo, menos en la calle.

Ella apuró el paso, iba más adelante, y la dejé… No daba seguir discutiendo, y menos por esto… Al menos esperaría a que se le pase un poco el enojo.

Llegamos y ella fue al baño, yo dejé todas las fotocopias en el escritorio y fui a mi cuarto…

Después de un rato, en el que no hice nada demasiado productivo decidí ir a buscarla, la encontré en la cocina, mirando por la ventana.

La abracé por la espalda y besé su hombro.

- No quiero sonar grosero Pau, pero sabes que no me cuesta hacerlo, no es que esté lleno de plata, pero vivo cómodo, y sé que no es plata tirada a la basura, es por algo que vale la pena.
- (Apoyó su frente en el vidrio) Ya me siento mal con todo esto.
- ¿Por qué?
- Porque vivo de arriba.
- No Pau, sos mi novia… Y todo el tiempo que estuviste acá oficiaste de ama de casa, no viviste de arriba, ni lo haces. Además, necesitas terminar el secundario para poder trabajar como tanto queres vos.
- ¿Me vas a dejar devolvértelo?
- Mmm…
- Por favor.
- Es que no hace falta.
- Sí que hace falta.
- Repito la pregunta de hace un rato… ¿Es necesario que volvamos a discutir esto?
- Me siento una inútil.
- (Suspiré) ¿Me miras? (Ella se dio vuelta, yo nunca la solté) Aprende a disfrutar Pau, te vas a sentir mejor.
- Me cuesta.
- Estás acostumbrada a vivir así, tenes que empezar a cambiar la cabeza, ya sos libre, ya se terminó todo lo peor… Te enroscas con cosas tontas. ¿Te das cuenta?
- Sí… (Dijo bajoneada)
- Aprende a dejarte llevar por las cosas lindas, empeza a entender que las cosas lindas también pueden pasarte a vos.
- Vos sos lo lindo que me pasa.
- (Sonreí) ¡Entonces no me pelees tonta! (Dije riendo y ella también rio)
- Perdón… (Dijo bajando la mirada, pero yo choque mi frente con la de ella e hice que me mire otra vez)
- Ya pasó, pero prometeme que vas a intentar empezar a disfrutar un poquito todos los días.
- Te lo prometo.
- (Sonreí y la besé) No es que quiera ponerte nerviosa, pero deberías empezar a ver algo de lo que tenes que rendir.
- ¿Ya?
- Y… Sí, bah, yo soy muy histérico, y siempre me ponía a estudiar con tiempo, si queres empezamos con derecho, es donde más puedo ayudarte.
- ¿Podemos tomar mate mientras?
- Obvio.
- (Me dio un beso) Lo preparo y voy para allá… ¿Queres algo para comer?
- Mmm… Tú boca.
- (Sonrío) ¿No me dijiste que debería empezar a estudiar?
- Pero puedo darte unos besos antes…
- ¿Así me sirven de incentivo?
- Podría ser… ¿No? (Sonreímos y nos besamos, y nos seguimos besando, y seguimos)

 -

Estábamos en el escritorio, o en mi antiguo cuarto, sentados en la cama, él cebaba mates mientras yo leía, e intentaba resaltar las ideas principales.

- ¿Me explicas que le ves de atractivo a esto? Es un embole Pedro.
- (Rio) Bueno che, a mí me gusta.
- Y no entiendo cómo, te juro. (Reímos) No entiendo nada.
- ¿Qué no entendes?
- Esto… Habla en chino, no me jodas.
- (Rio) A ver, dame… (Yo le pasé la fotocopia y él lo leyó) Agarrate una birome y vas anotando al lado, yo te lo traduzco.
- Ay, dale. (Agarré la fotocopia y una birome, él comenzó a explicarme, y eso hizo con algunas otras cosas que no entendía…)

Habían pasado demasiadas horas, Pepe estaba preparando algo para comer y yo había terminado de leer la primera materia, sinceramente no podía creer lo que estaba haciendo, estaba empezando con uno de las cosas más pendientes de mi vida, la escuela. Si bien me daba vergüenza, era menos vergüenza el terminarlo que el no tener el título. ¿No?
En fin, hacía seis horas que estaba leyendo y ya no podía ni pensar, me dolía la cabeza, y esa materia era demasiado aburrida. Dejé todo sobre el escritorio y me dirigí a la cocina.

- ¿Te ayudo?
- ¿Ya terminaste?
- Con lo de Derecho sí, leí todo… Y por hoy basta, te juro que me estalla la cabeza.
- Ay, pobrecita. (Dijo acercándose a darme un abrazo, pero burlándome)
- En serio, me desacostumbré, hace seis horas que estoy con eso.
- Te jodo tonta. (Besó mi mejilla) Me encanta verte tan entusiasmada…
- Quiero hacerlo, por mí.
- Me parece perfecto hermosa. (Me dio un beso) La comida ya casi está, si queres cenamos y nos vamos a la cama.
- Por fas.
- ¿Pones la mesa?
- Dale…

1 comentario: