Comencé a seguirla, y pude escuchar el fuerte portazo
que dio… Sin pedirle permiso, abrí la puerta y después de entrar, volví a
cerrarla.
- Dejame sola, por favor. (Dijo ahogada en lágrimas, hecha un bollito en la cama… Dándome la espalda)
- No quiero dejarte sola. (Susurré en su oído)
- ¿Te das cuenta que intento estar feliz y siempre termino cagándola?
- Perdón, fue mi culpa… No tendría que haber hecho ese chiste. (Modulé algo arrepentido, culpable. ¡Odiaba verla llorar! No lo soportaba)
- No Pepe, no fue tú culpa… Yo sé que ese chiste no lo hiciste mal, ni con malas intenciones… Soy yo, ese pasado de mierda, todo lo que sufrí… ¡Soy yo que no puedo mirar para adelante!
No soporté más aquella mínima distancia que nos separaba y me acosté a su lado, para poder abrazarla por la espalda.
- No lo soporto más… Pesa más ese recuerdo de mierda que todos los días hermosos que pasamos juntos. ¡No puedo más! (La abracé aún más fuerte y sinceramente no encontraba alguna palabra para tranquilizarla… Creí que esos días que habíamos pasado le habían hecho bien, que al menos un poquito bien estaba, pero no era así, y me dolía, porque la única intención de ese viaje habían sido esa, que ella esté bien, y no fue suficiente. Me frustraba no saber cómo ayudarla, me frustraba el no poder hacerlo. Suspiré e intenté tragar las lágrimas que comenzaban a nacer en mis ojos, pero antes de que pueda hablar ella volvió a hacerlo) Necesito que se pudra en la cárcel, e intentar empezar a vivir tranquila… Necesito poder superarlo, o aceptarlo, o lo que carajo sea, pero así no puedo más. ¡Todo el tiempo siento que él va a volver!
- Te juro que se va a pudrir ahí adentro, te lo juro.
- ¿Cuándo?
- (Suspiré) No sabes lo que daría por poder responderte… Estoy haciendo todo lo que está a mi alcance y más…
- Lo sé, no te estoy recriminando nada a vos.
- No pensé así…
- Perdón por arruinar todo así.
- No arruinas nada… (Besé su nuca) Tranquilizate, por favor.
- Sí Pedro.
- No Pau, te juro que no.
- No me mientas, no me hace sentir mejor.
- No te estoy mintiendo.
- (Suspiró) Pedro, no soy tonta.
- No, sos hermosa.
- Que me endulces los oídos tampoco me hace sentir mejor.
- ¿Y qué te haría sentir, al menos, un poco mejor?
- Morirme.
- No pienses así, por favor… (Supliqué con mis ojos llenos de lágrimas)
- Es lo único que calmaría todo este dolor.
- Te aseguro que no Pau… (Dije ya llorando)
- No llores vos también, por favor.
- (Suspiré) Me duele mucho verte y escucharte así… (Hice que dé una vuelta y que quede frente a mí) ¿Me escuchas? Por favor.
- Sí…
- (Choqué mi frente con la suya, también nuestras narices) Te juro que hay otra salida… ¿Qué haría yo sin vos? (Besé suavemente sus labios) No pienses más en eso, te lo suplico… (Volví a besar sus labios) No estás sola, yo estoy con vos… Podes aferrarte a mí, y te ruego que lo hagas cada vez que lo necesites, pero no pienses más en esa posibilidad horrible, hay otra salida, y te prometo que la vamos a encontrar juntos.
Ella no dejaba de llorar, y me partía el alma verla así.
Con mi dedo pulgar seque suavemente sus lágrimas…
- ¿Me prometes que nunca más pensas en morirte?
- No puedo prometerte eso.
- Por favor…
- Más de una vez intenté hacerlo, pero soy una cagona que no tuvo el valor de hacerlo.
- No Pau, no…
- Lo hice. (Volvió a confesarme, llorando como nunca lo había hecho, o al menos ante mí) Tres veces… La primera quise morir por sobre dosis, la segunda con un cuchillo y la tercera con un arma… (Lo dijo sin poder mirarme a los ojos, casi sin poder hablar debido a lo mucho que lloraba, y yo lo único que pude hacer es abrazarla contra mi pecho, lo más fuerte que podía) No valgo nada, no sirvo para nada, solo para sufrir.
- ¿Hace cuánto pasó esto hermosa?
- Años, no sé cuántos… (Suspiró y escondió su cara en mi pecho)
- Te diría millones de cosas, pero sé que ahora no tienen sentido, porque estás llorando y no me escucharías… (Besé su cabeza) Solo intenta tranquilizarte.
-
Me dolía todo, el cuerpo, el corazón y el alma.
No podía más, no soportaba más dolor. Ya no tenía fuerzas ni energía. Quería ser feliz y no podía, me había sacado todo. ¡Todo! ¿Cómo mierda podía vivir con tanto dolor adentro? ¿Con tanta bronca, angustia? ¡¿Con tanto odio?! ¿Cómo se suponía que iba a tener una vida normal después de haber sido abusada durante diez años? ¿Después de que ese hijo de puta mató a mis viejos delante de mis ojos, después de que me arrancó a mi hijo de mi vientre?
No sé cuánto tiempo pasó… (Solo sé que fue mucho) Y yo seguía sobre su pecho, sus brazos seguían rodeándome con fuerza, conteniéndome.
- ¿Queres tomar un poco de agua Pau?
- (Negué con mi cabeza) Si me soltas me desarmo otra vez.
- No te suelto entonces.
- Por favor.
- Nunca.
- (Suspiré y por primera vez desde lo último que le dije lo miré a los ojos) Gracias… (Susurré y besé sus labios) Si hoy estoy acá es gracias a vos, y a nadie más que a vos… (Hice una pausa) Te amo con mi vida, porque mi vida depende solo de vos.
- (Rosó mi nariz con la suya, haciendo que yo sonría, al menos un poco… Siempre que lo hacía provocaba que yo sonría, sabía que me hacía cosquillas) Dejame cuidar de tú vida entonces, repararla, ordenarla... Darle otra oportunidad. Dejame amarte, hacerte bien… Te lo suplico. Dejame demostrarte que podes sanar todo eso que te pasa, que podemos ser felices juntos.
- Pero… ¿Y vos?
- ¿Yo qué?
- No quiero que sigas haciendo cosas por mí.
- Hey, yo te amo Paula, y nada me haría sentir mejor que saber que podría ayudarte a que seas feliz…
- ¿Y tú vida?
- Con vos.
- Te hablo en serio Pepe.
- Y yo también te estoy hablando en serio.
- Pero… (Y no me dejó terminar, porque me besó)
- Pero nada. (Volvió a besarme) ¿Queres ir a darte un baño así terminas de tranquilizarte? Yo mientras preparo algo para que merendemos.
- Explicame de donde saliste.
- Del útero de mi vieja. (Dijo riendo y yo también reí) Sos hermosa cuando te reís. (Yo sonreí y le di un beso)
- Gracias… (Volví a besarlo)
- Dale, anda.
- Pero… No quiero irme de acá.
- (Sonrío) Podemos ir a buscar la merienda y volver…
- Si queres merendar te acompaño, yo no tengo hambre.
- Pau, no almorzamos… Algo tenes que comer.
- (Suspiré) Tenes razón…
- No puedo creer que no me lo hayas discutido.
- (Reí) Sos un tarado.
- Pero te hago reír.
- (Sonreí y lo besé) Sos tan lindo… (Volví a besarlo)
- Dale, vamos.
- Dejame sola, por favor. (Dijo ahogada en lágrimas, hecha un bollito en la cama… Dándome la espalda)
- No quiero dejarte sola. (Susurré en su oído)
- ¿Te das cuenta que intento estar feliz y siempre termino cagándola?
- Perdón, fue mi culpa… No tendría que haber hecho ese chiste. (Modulé algo arrepentido, culpable. ¡Odiaba verla llorar! No lo soportaba)
- No Pepe, no fue tú culpa… Yo sé que ese chiste no lo hiciste mal, ni con malas intenciones… Soy yo, ese pasado de mierda, todo lo que sufrí… ¡Soy yo que no puedo mirar para adelante!
No soporté más aquella mínima distancia que nos separaba y me acosté a su lado, para poder abrazarla por la espalda.
- No lo soporto más… Pesa más ese recuerdo de mierda que todos los días hermosos que pasamos juntos. ¡No puedo más! (La abracé aún más fuerte y sinceramente no encontraba alguna palabra para tranquilizarla… Creí que esos días que habíamos pasado le habían hecho bien, que al menos un poquito bien estaba, pero no era así, y me dolía, porque la única intención de ese viaje habían sido esa, que ella esté bien, y no fue suficiente. Me frustraba no saber cómo ayudarla, me frustraba el no poder hacerlo. Suspiré e intenté tragar las lágrimas que comenzaban a nacer en mis ojos, pero antes de que pueda hablar ella volvió a hacerlo) Necesito que se pudra en la cárcel, e intentar empezar a vivir tranquila… Necesito poder superarlo, o aceptarlo, o lo que carajo sea, pero así no puedo más. ¡Todo el tiempo siento que él va a volver!
- Te juro que se va a pudrir ahí adentro, te lo juro.
- ¿Cuándo?
- (Suspiré) No sabes lo que daría por poder responderte… Estoy haciendo todo lo que está a mi alcance y más…
- Lo sé, no te estoy recriminando nada a vos.
- No pensé así…
- Perdón por arruinar todo así.
- No arruinas nada… (Besé su nuca) Tranquilizate, por favor.
- Sí Pedro.
- No Pau, te juro que no.
- No me mientas, no me hace sentir mejor.
- No te estoy mintiendo.
- (Suspiró) Pedro, no soy tonta.
- No, sos hermosa.
- Que me endulces los oídos tampoco me hace sentir mejor.
- ¿Y qué te haría sentir, al menos, un poco mejor?
- Morirme.
- No pienses así, por favor… (Supliqué con mis ojos llenos de lágrimas)
- Es lo único que calmaría todo este dolor.
- Te aseguro que no Pau… (Dije ya llorando)
- No llores vos también, por favor.
- (Suspiré) Me duele mucho verte y escucharte así… (Hice que dé una vuelta y que quede frente a mí) ¿Me escuchas? Por favor.
- Sí…
- (Choqué mi frente con la suya, también nuestras narices) Te juro que hay otra salida… ¿Qué haría yo sin vos? (Besé suavemente sus labios) No pienses más en eso, te lo suplico… (Volví a besar sus labios) No estás sola, yo estoy con vos… Podes aferrarte a mí, y te ruego que lo hagas cada vez que lo necesites, pero no pienses más en esa posibilidad horrible, hay otra salida, y te prometo que la vamos a encontrar juntos.
Ella no dejaba de llorar, y me partía el alma verla así.
Con mi dedo pulgar seque suavemente sus lágrimas…
- ¿Me prometes que nunca más pensas en morirte?
- No puedo prometerte eso.
- Por favor…
- Más de una vez intenté hacerlo, pero soy una cagona que no tuvo el valor de hacerlo.
- No Pau, no…
- Lo hice. (Volvió a confesarme, llorando como nunca lo había hecho, o al menos ante mí) Tres veces… La primera quise morir por sobre dosis, la segunda con un cuchillo y la tercera con un arma… (Lo dijo sin poder mirarme a los ojos, casi sin poder hablar debido a lo mucho que lloraba, y yo lo único que pude hacer es abrazarla contra mi pecho, lo más fuerte que podía) No valgo nada, no sirvo para nada, solo para sufrir.
- ¿Hace cuánto pasó esto hermosa?
- Años, no sé cuántos… (Suspiró y escondió su cara en mi pecho)
- Te diría millones de cosas, pero sé que ahora no tienen sentido, porque estás llorando y no me escucharías… (Besé su cabeza) Solo intenta tranquilizarte.
-
Me dolía todo, el cuerpo, el corazón y el alma.
No podía más, no soportaba más dolor. Ya no tenía fuerzas ni energía. Quería ser feliz y no podía, me había sacado todo. ¡Todo! ¿Cómo mierda podía vivir con tanto dolor adentro? ¿Con tanta bronca, angustia? ¡¿Con tanto odio?! ¿Cómo se suponía que iba a tener una vida normal después de haber sido abusada durante diez años? ¿Después de que ese hijo de puta mató a mis viejos delante de mis ojos, después de que me arrancó a mi hijo de mi vientre?
No sé cuánto tiempo pasó… (Solo sé que fue mucho) Y yo seguía sobre su pecho, sus brazos seguían rodeándome con fuerza, conteniéndome.
- ¿Queres tomar un poco de agua Pau?
- (Negué con mi cabeza) Si me soltas me desarmo otra vez.
- No te suelto entonces.
- Por favor.
- Nunca.
- (Suspiré y por primera vez desde lo último que le dije lo miré a los ojos) Gracias… (Susurré y besé sus labios) Si hoy estoy acá es gracias a vos, y a nadie más que a vos… (Hice una pausa) Te amo con mi vida, porque mi vida depende solo de vos.
- (Rosó mi nariz con la suya, haciendo que yo sonría, al menos un poco… Siempre que lo hacía provocaba que yo sonría, sabía que me hacía cosquillas) Dejame cuidar de tú vida entonces, repararla, ordenarla... Darle otra oportunidad. Dejame amarte, hacerte bien… Te lo suplico. Dejame demostrarte que podes sanar todo eso que te pasa, que podemos ser felices juntos.
- Pero… ¿Y vos?
- ¿Yo qué?
- No quiero que sigas haciendo cosas por mí.
- Hey, yo te amo Paula, y nada me haría sentir mejor que saber que podría ayudarte a que seas feliz…
- ¿Y tú vida?
- Con vos.
- Te hablo en serio Pepe.
- Y yo también te estoy hablando en serio.
- Pero… (Y no me dejó terminar, porque me besó)
- Pero nada. (Volvió a besarme) ¿Queres ir a darte un baño así terminas de tranquilizarte? Yo mientras preparo algo para que merendemos.
- Explicame de donde saliste.
- Del útero de mi vieja. (Dijo riendo y yo también reí) Sos hermosa cuando te reís. (Yo sonreí y le di un beso)
- Gracias… (Volví a besarlo)
- Dale, anda.
- Pero… No quiero irme de acá.
- (Sonrío) Podemos ir a buscar la merienda y volver…
- Si queres merendar te acompaño, yo no tengo hambre.
- Pau, no almorzamos… Algo tenes que comer.
- (Suspiré) Tenes razón…
- No puedo creer que no me lo hayas discutido.
- (Reí) Sos un tarado.
- Pero te hago reír.
- (Sonreí y lo besé) Sos tan lindo… (Volví a besarlo)
- Dale, vamos.
Al principio del cap lloré pero después me enterneció!!! Sos una genia Cami!!!
ResponderEliminarAwwwww♥ como sige esto(? #intriga
ResponderEliminartenes la capacidad de meterme en un subeybaja de emociones.
ResponderEliminargracias Cami!