viernes, 15 de noviembre de 2013

Capítulo 140

- ¡Papi! (Dijo corriendo hacia mí, yo la alcé y besé su mejilla) ¿Y mamá?
- Está adentro, ahora vamos con ella.
- ¿Está bien?
- Sí mi vida, no te preocupes. (La bajé y la abracé a Zai) Gracias, en serio.
- ¿Cómo está Pau?
- ¿Queres pasar y la ves?
- Bueno…

Subimos los tres hasta el piso en donde estaba Pau…

- Loli…
- ¿Qué?
- Despacito con mamá. ¿Sí?
- Sí, dale que quiero verla.

Abrí la puerta y Pau al vernos, sonrío.

- Hola mi amor… (Dijo Pau y Loli se acercó a ella)
- Hola mami. ¿Cómo estás?
- Bien. ¿Y vos princesa?
- Bien… Pero. ¿Por qué estás acá?
- Porque se me lastimó algo adentro. ¿Viste cuando vos te lastimas la piel? (Ella asintió con su cabeza) Bueno, a mí me pasó lo mismo, pero adentro del cuerpo. (Acarició su mejilla) Veni que te quiero dar un abrazo. Parate arriba de la silla y vení. (Loli hizo lo que su mamá le había dicho y yo sonreí)

- Veni Zai… (Salimos del cuarto)
- ¿Está bien en serio?
- Físicamente sí, el tema es que esto la pinchó más anímicamente.
- (Suspiró) No sé qué hacer por ella.
- Yo tampoco Zai…

-

- Te amo Lola. (Dije acariciando su espalda)
- Yo también te amo mamá, y quiero que estés bien.
- Estoy bien princesa.
- No, estás acá porque te lastimaste, y estás triste.
- (Suspiré) Pero si me abrazas se me pasa.
- Pero ma… (Se separó un poco de mí) Te necesito.
- Y yo estoy con vos mi vida. (Dije al borde de las lágrimas)
- No quiero que te pase nada. (Dijo con su voz llorosa)
- No me va a pasar nada princesa. (Dije ya llorando, sintiendo un dolor muy profundo) Te lo prometo. Y no llores porque me matas.
- Vos tampoco entonces.
- (Reí) Es que mamá es muy sensible.
- Y yo también.
- Como yo.
- Como vos, y me encanta parecerme a vos mami.
- (Mordí mi labio, muerta de amor) Sos preciosa, diez veces más linda que yo.
- Vos mami.
- No, vos princesa. (Besé su mejilla y la apretujé contra mí) ¿Sabes qué los médicos me dijeron que tengo que descansar? ¿Queres dormir un ratito conmigo?
- Obvio ma.
- Cerra los ojitos entonces mi amor.

-

Cuando entré al cuarto, las encontré a las dos durmiendo y sonreí. Me senté a su lado y me quedé con ellas, hasta que un médico entró, la alcé a Loli, y la llevé afuera…

- Pa…
- La tienen que revisar a mamá, por eso te saqué, seguí durmiendo hermosa. (Acaricié su pelo y ella a los segundos ya estaba dormida otra vez)

Cuando el médico salió…

- ¿Cómo está?
- Mejorando, pero aún no logramos parar su hemorragia.
- ¿Qué puede pasarle?
- Cómo mínimo, una anemia, y si sigue así, por mucho tiempo, hay que pasarle sangre…
- ¿Cuándo lo vamos a saber?
- Hay que dejar pasar un rato, en un par de horas vuelvo a ver como está.
- Está bien, muchas gracias.

El médico se fue, y yo entré, con Lola en brazos.

- ¿Cómo te sentís amor?
- Mal.
- (Tomé su mano) ¿Físicamente?
- Y anímicamente.
- Estamos los dos con vos. ¿Sabes?
- (Sonrío) Por favor, tráela arriba mío.
- ¿Te das cuenta que la tratamos como a un bebé, no?
- (Rio) Sí, pero la necesito… Parece que supiera lo que me pasa con las cosas que me dice.
- (Acomodé a Loli sobre ella) Es que ustedes tienen una conexión muy especial.
- ¿Vos decís?
- Sí amor, en serio… (Besé su mano)
- Me dijo que no quería que me pasara nada porque me necesitaba.
- ¿Cómo no te va a necesitar? Sos su mamá.
- Y yo quise…
- Sh. (La interrumpí) Deja de pensar en eso amor, por favor. Tenes que descansar, estar tranquila, ponerte bien. Dale. (Besé su frente) Cerra los ojos e intenta descansar amor.
- Te amo Pepe.
- Te amo mi amor, mucho.

Me quedé allí, con mi mano unida a la suya, pero ella no lograba dormirse y Lola se estaba despertando.

- Loli, despacito. (Susurró Pau en su oído)
- Veni hija. (La alcé y la senté sobre mis piernas) Y vos descansa amor.
- No me puedo dormir.
- ¿Queres que nos vayamos?
- No. (Tomó fuerte mi mano)
- Tranquila, nos quedamos entonces…

Pau, después de un largo rato, se quedó dormida, y con Loli, fuimos a merendar al bar de aquella clínica, pero cuando subimos la poca tranquilidad que tenía, se esfumó.

- ¿Usted puede donarle sangre a su mujer?
- Sí, claro. ¿Qué le pasó?
- Se descompensó, necesita sangre, ya. En lo posible una transfusión directa.
- Yo lo hago.
- ¿Seguro?
- Sí.
- ¿Y su hija?
- Viene conmigo, no tengo con quien dejarla.

Lola lloraba y mientras entrabamos a la habitación susurré en su oído.

- Tranquila mi amor, te prometo que mamá va a estar bien, te lo prometo. (La abracé, lo más fuerte que pude)
- Tengo miedo.
- No va a pasar nada Loli, tranquila.

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