Capítulo 139

- Amor. ¿Dormís?
- No… (Respondí sin abrir mis ojos)
- (Acarició mi pelo) No me puedo dormir.
- Yo tampoco. (Suspiré)
- ¿Estás bien?
- Como puedo.
- Decime que puedo hacer por vos.
- Lo que estás haciendo ya es muchísimo. (Suspiré) No entiendo como seguís conmigo.
- Ya te lo dije, porque te amo, y te necesito conmigo, como vos me necesitas a mí.
- Yo también te amo mi amor, y no me da la cara para pedirte perdón.
- No tenes que pedirme perdón.
- Sí Pedro.
- ¿Por qué?
- Por ser tan horrible.
- No amor, sos hermosa.
- No, y lo sé. ¿Qué quise hacer?
- Pero Pau… (Corrió el pelo de mi cara) Cegados por el dolor, somos capaces de hacer cualquier cosa. ¿O te olvidas que te deje sola?
- No, pero no es lo mismo…
- Sí, es lo mismo.
- No Pepe.
- Sí amor, sí… El dolor nos lleva a hacer cosas con las que no estamos de acuerdo.
- ¿Para tanto?
- Sí Pau…  Deja de castigarte.
- No puedo.
- Pero sí no estás bien con vos misma, jamás vas a poder estarlo con el resto.
- Es verdad, pero no puedo controlarlo.
- Sos hermosa mi amor.
- (Suspiré y me acurruqué en él) No me puedo sentir así.
- (Acarició mi espalda con sus dedos y su mano terminó en mi nuca) Vales oro mi vida.
- Vos Pepe, vos. (Besé su pecho)

Al día siguiente, me desperté y fui a despertar a Loli.

- Princesa, buen día. (Susurré en su oído) Es hora de despertarse…
- Ufa.
- (Reí) Dale, que ayer no fuiste a la escuela.
- (Se dio vuelta, mirándome, y abrió sus ojitos) Tengo sueño mami.
- Pero yo te acabo de preparar un súper desayuno para que se te pase.
- ¿Puedo desayunar acá?
- Mmm… Bueno, dale. Voy a buscarlo. (Besé su frente y fui a la cocina, a buscar el desayuno, lo acomodé sobre una bandeja y volví a su cuarto)
- ¿Papá?
- Ya se fue Loli.
- Ah…
- Sentate que tenes que desayunar, dale enana.

Loli desayunó, se cambió y la llevé a la escuela.

- Mami.
- ¿Qué mi vida?
- Veni que te quiero dar un abrazo.  (Yo sonreí, me agaché y nos abrazamos) No estés triste.
- Te prometo que no hermosa. Te amo hija, mucho.
- Yo también te amo ma. (Sonreí, besé su mejilla y me separé de ella)
- Anda, dale.

Lola salió corriendo rumbo a la escuela y yo emprendí el camino a casa.

Me sentía mal, y bastante, asique llegué a mi casa y me metí en la cama, agarré mi celular y lo llamé a Pedro.

- Hola amor…
- Pepe… (Hice una pausa) Me siento muy mal. ¿Podes venir? Por favor.
- ¿Qué te pasa?
- Me siento mal, toso sangre, estoy mareada. No sé.
- Quedate tranquila que ya voy para allá y vamos al médico. ¿Sí?
- Gracias.
- Sh… Te amo.
- Te amo mi amor.

Pedro no llegaba más, y yo me sentía demasiado mal.

Al fin lo sentí llegar y se acercó a mí.

- Amor… (Dijo agachándose frente a mí, y besó mi frente) ¿Cómo estás?
- Mal, estoy demasiado mareada.
- Vamos al médico, no es normal que vos me digas que te sentís mal, y menos que me hagas volver del trabajo, asique calzate y vamos.

-

Pau estaba en un cuarto, durmiendo, me acerqué a ella y tomé su mano, me senté en una silla que estaba a su lado y suspiré.

- Ay mi amor… (Acaricié su pelo)
- Pepe…
- No, sh… Seguí durmiendo.
- ¿Qué me pasó?
- Nada hermosa, dormí.
- Decime Pedro.
- Tenes una hemorragia, pero estás bien, solamente tenes que estar tranquila y descansar.
- ¿Y Lola?
- En la escuela. No te preocupes.
- Me odio Pedro. (Dijo al borde de las lágrimas)
- No llores mi amor, no llores. (Besé sus labios) Tranquilizate, y no te odies. Yo me quedo con vos, dale.

Ella no dijo más nada, tan solo la mimé hasta que se quedó dormida.

- Hola…
- Zai, perdón que te joda de nuevo, pero…
- Ay. ¿Qué pasó Pepe?
- (Suspiré) Pau, tiene una hemorragia interna, porque pasó lo que no tenía que pasar.
- (Suspiró) ¿Y cómo está?
- Bien, estamos en una clínica… Está bien, aunque se tiene que quedar acá. ¿Vos la podes ir a buscar a Lola a la escuela? Por favor, te prometo que después no te jodo más.
- No es molestia Pepe, la paso a buscar y salimos a almorzar.
- ¿Después la podes traer para acá? Por favor.
- Sí, no te preocupes.
- Mil gracias, en serio.
- No tenes que agradecerme, y cualquier novedad sobre Pau avísame, por favor.
- Te aviso.
- Mandale un beso.
- Gracias Zai.
- Basta Pepe.

- Pepe…
- Ay, perdón por despertarte otra vez.
- Nunca me pude dormir del todo.
- (Acaricié su frente) Tenes que descansar, sino, no me van a dejar quedarme con vos.
- No me puedo dormir, se me pasan mil cosas por la cabeza.
- Amor… Te juro que me pasaría horas hablando con vos, pero acá no podemos… Intenta dormir que en un rato viene Loli.
- ¿Acá?
- Sí amor, la necesitas cerca.
- Pero no es un lugar para que esté ella.
- Pau, basta. Tranquila.