Después de cocinar, merendamos
y Loli se fue a bañar.
- (Abracé por la espalda a Pepe y suspiré) Te amo mi amor. (Besé su nuca)
Perdón… Por todo, en serio. Perdón, me siento horrible, y no sé cómo pude
pensar eso.
- (Tomó mis manos y las besó) No tengo nada que perdonarte mi amor.
- Sí Pepe.
- No hermosa. (Hizo que me dé vuelta y quedamos enfrentados, él me acorraló
contra la pared y me tomó por la cara) En serio… (Acarició mi mejilla con su
dedo) Mientras hayas entendido que era una locura, y que no estás sola… Ya
está. (Me besó) Yo también te amo mi amor. (Volvió a besarme) Y me alegra verte
un poquito mejor que anoche.
- (Sonreí) Es que ustedes me llenan de cosas lindas.
- Entonces llenate de nosotros. (Sonreí y lo abracé) Amor…
- ¿Qué?
- Yo ahora me tengo que ir.
- No, no. Por favor no.
- (Se separó un poco de mí) No puedo no ir, tenemos una reunión muy importante
a las seis… (Me besó) Pero ya le dije a Zai que venga, así no te quedas sola.
- Pero no quiero que te vayas.
- Te prometo que vuelvo cuanto antes pueda.
- Pero no quiero. (Dije abrazándome)
- Perdón mi amor, pero no puedo no ir.
- Lo sé, y lo entiendo, pero te necesito.
- (Besó mi mejilla) Lo sé mi amor, lo sé. Pero dale, te prometo que cuando te
des cuenta ya estoy de nuevo acá.
Zai entró a casa, supongo que le abrió Pedro, porque yo nunca lo hice.
- ¡Madrina! (Dijo Loli corriendo a ella)
- Hola hermosa. (Respondió Zai, alzándola) ¿Cómo andas?
- Bien. ¿Vos?
- Bien.
- Ya te extrañaba.
- (Zai rio) Dormimos juntas hermosa.
- Ya sé, pero te extrañaba igual.
- Sos tan linda Loli. (Besó su mejilla)
- Gracias Zai. (La abrazó) Anda con
mamá que está triste.
- Por eso vine mi amor, ahora voy a hablar con ella. Vos mientras anda a jugar.
¿Sí?
- Sí…
Zai se acercó a mí y yo intenté esconderme…
- No amiga, no te vas a escapar.
- (Reí) Por favor Zai.
- ¿Por favor qué? Tú marido me pide que me quede con Lola un día entero,
después que la traiga para acá y ahora me pide que venga a hacerte compañía…
Creo que de algo me perdí.
- (Suspiré) Es muy largo.
- No tengo apuro para irme. (Me abrazó por el costado) Te conozco, y estás muy
triste… ¿No queres contarme?
- Veni.
Fuimos a mi cuarto y allí nos sentamos en la cama.
- ¿Qué pasa amiga?
- (Suspiré) Que todo es una mierda. (Dije al borde de las lágrimas)
- Hey. ¿Por qué decís eso?
- (Dejé caer mi torso en la cama y tapé mi cara con mis manos) Por todo, por
todo. (Hice una pausa) Es como que nunca puedo dejar de estar triste, siempre
hay algo que me genera angustia, siempre… Pero esta vez es distinto, y es
horrible.
- Para Pau… ¿Me explicas qué pasó? Porque no entiendo nada, y conozco a Pepe y
no me va a pedir que me quede con Lola porque sí.
- Me muero de vergüenza Zai. (Me di vuelta y escondí mi cara, aún más) Quise
hacer una locura.
- ¿Qué cosa Pau? (Preguntó posando su mano en mi espalda)
- Deje de tomar las pastillas, para quedar embarazada.
- ¿Qué?
- Sí Zaira, me quiero morir, te juro que no puedo más.
- Hey Pau… (Suspiró) ¿Por qué? Tenes una familia hermosa.
- Pero nada es suficiente para calmar el dolor.
- ¿Tú hija no lo es?
- A veces sí, pero cuando todo a mí alrededor se apaga, me apago yo también.
- Ay amiga. (Dijo abrazándome)
- Pedro encontró todo, las pastillas, varios tests y una carta que había
escrito por si me moría, nos peleamos, fue horrible… Me di cuenta que soy una mierda
quise dejarlo solo, a él, a mi hija y a un posible hijo. ¡Me doy asco Zaira!
- Tranquila hermosa. (Dijo abrazándome aún más fuerte) Tranquila, ya está,
Pedro te hizo entrar en razón. ¿O no?
- Sí, pero me siento horrible igual.
- Amiga… ¿Me escuchas?
- Sí.
- Primero, tranquilizate un poco, y segundo… (Hizo una pausa) Deja de pensar
cosas tan feas. ¿Vos en serio los dejarías solos?
- Es que yo no lo pensé desde ese lado, lo pensé desde mi punto de vista,
porque no puedo más, me duele el alma.
- Pero… ¿Por qué Pau?
- Porque me di cuenta que no puedo más tapar el dolor.
- ¿El dolor de qué?
- De no poder tener otro hijo, el dolor de toda la mierda que viví.
- Pero Pau… Disfruta de tú presente, no pienses en el pasado, ni en lo que no
puede ser, tenes una hija hermosa.
- (Suspiré) Pasé toda la tarde con los dos, y por un rato el dolor se fue, pero
ahora vuelve. No sé cómo explicarte lo que me pasa, pero es horrible. Me siento
horrible para conmigo misma, quiero ser mamá otra vez. ¿Tan ilógico es?
- Mmm… ¿Puedo darte un consejo?
- Sí…
- No te odies tanto, no te trates así, te haces mal vos sola Pau… Disfruta de
lo que tenes, no conozco nena más hermosa que Lola, y no te das una idea de lo
muchísimo que esa nena te ama… Pau, sos lo más importante para ella, cuando
habla sobre vos sonríe, le brillan los ojitos, recién cuando entré me pidió que
venga con vos porque estabas triste.
- La escuché…
- Aferrate a ella, estoy segura de que ella te va a llenar de amor, de todo lo
que necesitas para salir adelante, vos podes amiga. (Suspiré) Además, tenes a
un hombre de oro al lado tuyo, hizo millones de cosas por vos, y sé que las
haría otra vez… Tenes una familia hermosa, hermosa Paula, permitite
disfrutarla… Y además, acá tenes una amiga hermana que siempre te va a prestar
su oído y va a estar para darte un abrazo. (La abracé, y ella también me
abrazó) No pienses más en esas cosas, por favor. ¿Qué haríamos todos sin vos?
- No sé, pero yo no puedo ni conmigo misma.
- Hacelo por ellos, dale.
- Gracias amiga… ¿Y sabes qué? Si algo me pasará jamás pudiese haber elegido
una madrina mejor para Lola.
- ¿Podes dejar de pensar así nena?
- No Zai, perdón, pero no puedo.
- Ay amiga… ¿No pensaste en ir a un psicólogo?
- Sí, ya lo hablé con Pepe.
- ¿Y algo más?
- ¿Cómo qué?
- Trabajar, o hacer algo que te haga salir de tú casa.
- ¿Qué cosa? No me puedo meter en un laburo que me demande demasiado. ¿Quién se
queda con Lola?
- Yo te contrato ya como la fotógrafa de mi próxima campaña, y Lola puede ir
con vos, si a ella le encanta, además, vamos a estar las dos… Ahora arranca la
época en la que arranco con la nueva temporada, igual, si vos queres, pero
estoy segura de que te va a hacer bien.
- Gracias Zai, pero ahora no puedo responderte.
- Está bien Pau, ahora lo que sí podrías, es dejar de llorar.
- Ojala pudiera.
- Dale, sí que podes.
buenísimo,seguí subiendo...
ResponderEliminareso es una amiga de fierro siempre esta , me encanto besos
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