'Hoy salté al vacío porque me diste alas, caí despacio y mis plumas desangradas…
Y rodé.... y grité, lloré.... y sangré. Y rodé.... y grité.
Sola fui a mi entierro, y sola a mi parto, y sola me morí, y sola renací.’
Volví a casa, llorando, solo porque ya era de noche y no podía quedarme en la calle.
Cuando entré a casa creí que no había nadie, suspiré tranquilizándome, pero me alteré en un instante cuando lo vi a Pedro con todas esas cosas a su alrededor.
- ¿Me explicas que carajo quisiste hacer Paula?
- ¡No Pedro, no! ¡Vos no tenías que ver todo esto!
- ¡Pero lo vi! ¡Y no me estás respondiendo lo que te pregunté! ¿Qué mierda quisiste hacer? (Gritó llorando, y yo me alteraba cada vez más)
- ¡Darte otro hijo!
- ¿Vos estás loca Paula?
- No.
- ¡Sí Paula, sí! ¡Sabes perfectamente que es casi imposible que quedes embarazada! ¡Lo sabes! ¡Sabes que si tomas las pastillas es solo para no arriesgarte!
- No, no quiero saberlo.
- ¡Lo sabes Paula! ¡No te pongas en actitud de nena caprichosa! (Me gritó, acercándose a mí) ¿Te das cuenta de lo que quisiste hacer? Ni siquiera pienses en mí. ¡Pensa en Lola! ¿La ibas a dejar si su mamá? ¿Vos cómo pensas que sería su vida sin vos Paula? ¿Cómo mierda va a crecer sin vos nena? ¡¿Cómo?!
- Para de gritarme, por favor. (Rogué)
- No Paula. ¡No! Te juro que no puedo entender lo que intentaste hacer.
- ¡Hacerte feliz!
- ¿Vos te crees que yo sería feliz sin vos? ¿En serio crees eso?
- No sé.
- Bueno, te comunico que no Paula. ¡No! ¡Sería un infeliz! ¿Pensabas dejar a Lola sin su mamá y a un bebé sin conocerte? ¿Te das cuenta? (Yo negué con mi cabeza y él me tomó del brazo, con fuerza) ¿Qué tenes en la cabeza Paula? ¿Qué mierda tenes?
- En la cabeza, y en todo el cuerpo, hasta en lo más profundo… Dolor, un dolor horrible, que me ahoga, todos los putos días. ¡Todos!
- ¿Y es necesario que lo soluciones matándote? ¡Abandonando a tú hija!
- No sé Pedro, no sé. ¡Pero no lo soporto más!
- ¿Qué no soportas más?
- ¡Nada!
- ¿Podes explicarte mejor?
Yo me dejé caer en la cama, vencida, sentándome en una de sus esquinas.
- (Suspiré y sequé mis lágrimas) No sé si es porque yo estoy mal, pero te veo mal a vos, la veo mal a Lola… Siento que el problema soy yo, quería dejarles algo lindo.
- ¿Vos escuchas lo que estás diciendo? ¿Cómo Lola va a ser más feliz sin su mamá? ¡Paula, vos sabes lo que es crecer si tú mamá! ¡Lo sabes!
- Sí, lo sé… (Dije llorando cada vez más)
- ¿Y entonces? ¿Querías que tú hija sufra lo mismo? ¡Porque sabes que iba a ser en vano, porque no podes tener otro hijo! Ya sé que duele, pero ya no sé cómo hacer para que lo entiendas. (Hizo una pausa) ¿Y me ves mal a mí? Primero no sé por qué, son fantasmas tuyos, y segundo… ¿Crees que yo sería feliz sin vos? ¡Sin vos Lola y yo nos vamos a pique Paula! Te juro que quiero entenderte y no puedo.
- Porque no sentís lo que siento yo.
- ¿Pero no pensas en Lola? ¿Vos querías que ella sufra todo lo que vos sufriste?
- No.
- ¿Y entonces qué mierda pensabas hacer?
- Ay, no sé. (Dije quebrándome, aún más, y creo que por primera vez entendiendo todo)
- Te juro que hago el intento, pero no te entiendo. (Dijo levantándose bruscamente, yéndose)
- ¿A dónde te vas?
- No sé.
- ¿Y Lola?
- ¿Ahora pensas en ella?
- No seas así conmigo.
- Perdón, pero ahora no puedo ser de otro modo… Lola se queda en lo de Zaira hasta mañana. (Salió de la habitación y yo lo seguí) Dejame solo, porque no quiero ser más hiriente con vos.
- Me lo merezco.
- ¿Por qué te odias tanto?
- No sé, pero no lo puedo controlar.
- No entiendo, nada, de nada.
- Creeme que yo tampoco.
- ¿Y entonces?
- ¿Qué?
- No sé Paula, no sé.
Yo no respondí nada, tan solo entre al cuarto, cerré de un portazo, y tiré todo, literalmente a la mierda.
Me dejé caer en la cama y creo que pocas veces había llorado con tanto dolor.
-
Juro que intentaba entenderla, pero se me hacía imposible. ¿Elegía morir para hacernos felices? ¡¿Qué?! ¡Sí sabía que era imposible que tenga otro hijo!
- Y rodé.... y grité, lloré.... y sangré. Y rodé.... y grité.
Sola fui a mi entierro, y sola a mi parto, y sola me morí, y sola renací.’
Volví a casa, llorando, solo porque ya era de noche y no podía quedarme en la calle.
Cuando entré a casa creí que no había nadie, suspiré tranquilizándome, pero me alteré en un instante cuando lo vi a Pedro con todas esas cosas a su alrededor.
- ¿Me explicas que carajo quisiste hacer Paula?
- ¡No Pedro, no! ¡Vos no tenías que ver todo esto!
- ¡Pero lo vi! ¡Y no me estás respondiendo lo que te pregunté! ¿Qué mierda quisiste hacer? (Gritó llorando, y yo me alteraba cada vez más)
- ¡Darte otro hijo!
- ¿Vos estás loca Paula?
- No.
- ¡Sí Paula, sí! ¡Sabes perfectamente que es casi imposible que quedes embarazada! ¡Lo sabes! ¡Sabes que si tomas las pastillas es solo para no arriesgarte!
- No, no quiero saberlo.
- ¡Lo sabes Paula! ¡No te pongas en actitud de nena caprichosa! (Me gritó, acercándose a mí) ¿Te das cuenta de lo que quisiste hacer? Ni siquiera pienses en mí. ¡Pensa en Lola! ¿La ibas a dejar si su mamá? ¿Vos cómo pensas que sería su vida sin vos Paula? ¿Cómo mierda va a crecer sin vos nena? ¡¿Cómo?!
- Para de gritarme, por favor. (Rogué)
- No Paula. ¡No! Te juro que no puedo entender lo que intentaste hacer.
- ¡Hacerte feliz!
- ¿Vos te crees que yo sería feliz sin vos? ¿En serio crees eso?
- No sé.
- Bueno, te comunico que no Paula. ¡No! ¡Sería un infeliz! ¿Pensabas dejar a Lola sin su mamá y a un bebé sin conocerte? ¿Te das cuenta? (Yo negué con mi cabeza y él me tomó del brazo, con fuerza) ¿Qué tenes en la cabeza Paula? ¿Qué mierda tenes?
- En la cabeza, y en todo el cuerpo, hasta en lo más profundo… Dolor, un dolor horrible, que me ahoga, todos los putos días. ¡Todos!
- ¿Y es necesario que lo soluciones matándote? ¡Abandonando a tú hija!
- No sé Pedro, no sé. ¡Pero no lo soporto más!
- ¿Qué no soportas más?
- ¡Nada!
- ¿Podes explicarte mejor?
Yo me dejé caer en la cama, vencida, sentándome en una de sus esquinas.
- (Suspiré y sequé mis lágrimas) No sé si es porque yo estoy mal, pero te veo mal a vos, la veo mal a Lola… Siento que el problema soy yo, quería dejarles algo lindo.
- ¿Vos escuchas lo que estás diciendo? ¿Cómo Lola va a ser más feliz sin su mamá? ¡Paula, vos sabes lo que es crecer si tú mamá! ¡Lo sabes!
- Sí, lo sé… (Dije llorando cada vez más)
- ¿Y entonces? ¿Querías que tú hija sufra lo mismo? ¡Porque sabes que iba a ser en vano, porque no podes tener otro hijo! Ya sé que duele, pero ya no sé cómo hacer para que lo entiendas. (Hizo una pausa) ¿Y me ves mal a mí? Primero no sé por qué, son fantasmas tuyos, y segundo… ¿Crees que yo sería feliz sin vos? ¡Sin vos Lola y yo nos vamos a pique Paula! Te juro que quiero entenderte y no puedo.
- Porque no sentís lo que siento yo.
- ¿Pero no pensas en Lola? ¿Vos querías que ella sufra todo lo que vos sufriste?
- No.
- ¿Y entonces qué mierda pensabas hacer?
- Ay, no sé. (Dije quebrándome, aún más, y creo que por primera vez entendiendo todo)
- Te juro que hago el intento, pero no te entiendo. (Dijo levantándose bruscamente, yéndose)
- ¿A dónde te vas?
- No sé.
- ¿Y Lola?
- ¿Ahora pensas en ella?
- No seas así conmigo.
- Perdón, pero ahora no puedo ser de otro modo… Lola se queda en lo de Zaira hasta mañana. (Salió de la habitación y yo lo seguí) Dejame solo, porque no quiero ser más hiriente con vos.
- Me lo merezco.
- ¿Por qué te odias tanto?
- No sé, pero no lo puedo controlar.
- No entiendo, nada, de nada.
- Creeme que yo tampoco.
- ¿Y entonces?
- ¿Qué?
- No sé Paula, no sé.
Yo no respondí nada, tan solo entre al cuarto, cerré de un portazo, y tiré todo, literalmente a la mierda.
Me dejé caer en la cama y creo que pocas veces había llorado con tanto dolor.
-
Juro que intentaba entenderla, pero se me hacía imposible. ¿Elegía morir para hacernos felices? ¡¿Qué?! ¡Sí sabía que era imposible que tenga otro hijo!
Quizás ahora comenzaba a comprender que había sido una pelotuda, no lo había pensado así, de un segundo al otro recordé el inmenso dolor que significa crecer sin tú mamá y me sentí la madre más horrible del universo.
También había sido capaz de ponerme en el lugar de Pedro, y me daba cuenta de que había sido más pelotuda de lo que creía dos segundos antes.
Y, además, sabía que era casi imposible que ese bebé crezca y nazca bien. ¿Por qué me había cegado así?
-
Eran las tres de la mañana y yo seguía en la misma posición que hacía horas, intentando entender un poco la cabeza de Paula, pero aún se me complicaba y demasiado.
Si bien seguía enojado, dolido… Decidí ir a buscarla, a pesar de sentirme así, no soportaba saber que estaba peor que yo.
- Andate, por favor. (Me dijo sin siquiera mirarme)
- Pero…
- Por favor, no quiero seguir discutiendo.
- Te juro que no vine con esas intenciones.
- (Suspiró) No importa, necesito estar un rato más sola.
- ¿Por qué sos así?
- ¡Me dijiste que no viniste a discutir Pedro!
- Es que no puedo entenderte, y es horrible.
- Lo que yo siento es horrible, y nadie lo entiende.
- Yo quiero entenderlo.
- ¡Dejame en paz! ¡Por favor!
- ¡Está bien Paula, seguí encerrándote! (Respondí y salí, pegando un portazo)
- ¡Mira que entendí que soy una mierda eh! (Me gritó, y yo no respondí)
Me tiré en la cama de Lola, y aunque quisiera dormir, era imposible.
wauu hermoso capitulo , cargado de emociones!!me encanta esta novela!!
ResponderEliminarque intenso y lindo cap. ojala ella se de cuenta de su error, la verdad que es hermosa la novela, me encanta, te felicito, escribis hermoso, cada cap. mas interesante, espero ansiosa el otro cap. sos 1 genia, beso grande tkm
ResponderEliminarque capitulo cargado , espero que eso de tener un bebe se pueda arreglar con un tratatamiento (yase que aclaraste que es imaginacion tuya ) pero lo digo por ahi tu imaginacion te lleva a que tenga tratamiento nose digo opino como lectora , besos
ResponderEliminar