Capítulo 131

Paula estaba cada vez más rara, y para ser sincero, ya me preocupaba.

‘Zai, perdón que te joda, pero necesito saber algo, y por favor decime la verdad’

‘No sos molestia Pepe. ¿Qué pasa?’

‘¿Sabes si le pasa algo a Pau? Hace semanas la noto rara, y me preocupa’

‘Te juro que no sé nada, yo también la noto rara’

‘¿Algún indicio de lo que pueda llegar a ser? Cada vez que le pregunto qué le pasa se pone muy irritable, se enoja…’

‘Me pasa lo mismo, no sé…’

Suspiré y dejé el celular a un lado.

- Loli…
- ¿Qué pa?
- ¿Vos la viste a mamá llorando en estos días?
- Mmm… Sí, pero ella me dice que no llora. ¿Por qué?
- Por nada hermosa, solo quería saber.
- ¿Le pasa algo a mamá?
- No sé Loli, pero no tenes por qué preocuparte. ¿Sí? (Besé su mejilla) Anda a jugar…

-

Ya no sé cuántos tests me había hecho, pero no había caso alguno. ¡Todos daban negativos! ¿Podía ser?

¡Me negaba a no poder tener otro hijo! ¡Me negaba a esos resultados que decían que era casi imposible que yo pudiese concebir otro hijo! ¡Me negaba! ¡Me negaba a esta realidad de mierda, a esta vida de mierda!

Estallé en llanto, en el baño, me miraba al espejo y me odiaba, odiaba mi vida.

¿Por qué siempre fuiste tan cobarde Paula? ¿Por qué no pudiste escapar antes? ¿Por qué? ¿Por qué no lo enfrentaste? ¿Por qué no te salvaste antes?

Lavé mi cara, demasiadas veces y con bronca, con odio… Pero nada quitaría mi horrible angustia, mucho menos un poco de agua.

En ese momento sonó mi celular y creo que putee a medio mundo al ver que era Pedro, le corté.

‘Perdón, pero no puedo atender ahora amor’

Era claro que si hablábamos iba a reconocer mi voz angustiada, y no quería.

‘¿En dónde estás?’

‘En el banco, y es un lio’

Me dolía mentirle, pero quizás algún día lo entendería.

-

Paula no estaba en el banco, y lo sabía. ¿Qué escondía?

Deje todo como estaba y me fui a casa, entré sigilosamente y la encontré como yo creía, llorando en la cama.

- Menos mal que estabas en el banco. (Ella no respondió, tan solo se tapó hasta la cabeza) ¡Paula! ¿Me podes explicar qué te pasa?
- No, dejame en paz.
- (Me acerqué a ella y la destapé) Hace semanas que estás así, y no te entiendo.
- No tenes por qué entenderme.
- ¿Por qué estás tan a la defensiva?
- No sé, me sale ser así. ¿Está mal?
- ¿Podes dejar de pelearme?
- Andate y vas a ver como no te peleo.
- Te juro que me encantaría entenderte, y me voy a buscar a tú hija, porque veo que ya ni de ella te acordas. ¿No?
- La va a buscar Zai.
- Ah, o sea que ella te cubre… Casi le rogué que me dijera que te pasaba y me dijo que no sabía nada.
- Se ofreció ella, no fue idea mía eh. Y no me digas que me olvido de mi hija.
- (Suspiré) Tenes razón, perdón… ¡Pero es que ya no sé cómo hacer para que reacciones! (Dije enojado y salí del cuarto, para dirigirme al baño, pero cuando salí… ¡Paula no estaba más!)

-

Salí casi corriendo de casa, no quería ni soportaba una charla con él, menos estando como estaba. Peor que nunca.

Me senté debajo de un árbol, abracé mis rodillas y escondí mi cara allí.

El viento frío chocaba en mi nuca, alterándome aún más, junto con el celular que no dejaba de sonar, claramente, lo silencié.

No sé cuántas horas habían pasado, pero había anochecido.

-

Ya no sabía en dónde buscar algo que me ayudara a saber que mierda le pasaba, abrí el cajón de su mesita de luz y sentí como si el cuerpo me temblara.

Un calendario lleno de marcas, las pastillas anticonceptivas acumuladas en una bolsita, y varios tests de embarazo sin usar, en otra… Pero, lo que más me impactó fue una carta.

‘Pedro, supongo que si estás leyendo esto es porque yo ya no estoy, quizás ahora no lo entiendas, pero sé que con el tiempo si lo vas a poder hacer, sé que morías por ser papá otra vez, sé que Loli moría por tener un hermanito… Y yo elegí morir por ustedes, para hacerlos felices y para poder regalarle la vida a otra hermosa personita, por favor cuidalos con tú vida, tienen al papá más maravilloso del universo, hablales de mí, repetiles todos los días que los amé y que los voy a amar eternamente, como a vos mi amor…
Odié siempre mi vida, y vos, junto con nuestros hijos, fueron los únicos rayitos de luz en ella… Y ya no soporto más el dolor, perdón, pero no lo soporto, al menos ahora estoy en paz.
Por favor, nunca me olvides, pero sí permitite abrirte otra vez al amor, sé que deben existir mujeres de verdad que en serio se merezcan tú amor, gracias, gracias por todo lo que me diste, gracias por enseñarme lo que es el amor, gracias.
Te amo, los amo… Por favor, jamás lo olviden. Hasta siempre, Paula’

Cuando terminé de leer no entendía nada, ni lo que sentía yo ni lo que sentía ella.

Lloraba, en medio de bronca y enojo, demasiado. ¿No pensaba en Lola? ¿No pensaba en que quedaría sin su mamá? ¿No pensaba que si teníamos otro hijo ni siquiera la iba a conocer?

‘Zai, por favor, quedate con Lola hasta mañana, no puedo explicártelo ahora, pero te lo pido por favor’

‘Me preocupas Pedro’

‘¿Podes quedarte con ella?’

‘Sí’

‘Mil gracias’

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Ayer me olvidé de aclarar algo, lo que está pasando es todo invento mío, o sea, no tiene consentimiento científico, todo el problema de Paula lo inventé yo, nada, eso. A mi cabeza le gusta imaginar, igual lo aclaro más para lo que va a pasar, no para lo que está pasando ahora, pero buen. Sepanlo.

Y otra cosa, perdón por casi no responder los comentarios y subir a cualquier hora, pero digamos que ando con muy poco tiempo por el estudio... Asique nada, sepan que el capítulo lo van a tener, pero durante noviembre no sé a que hora.