domingo, 6 de octubre de 2013

Capítulo 98

Me desperté en el medio de la madrugada, con la necesidad de llorar… Me levanté y me encerré en el baño, sabía que esa pregunta algún día llegaría, y sabía que no iba a saber que responderle.

- Amor… Voy a entrar. (Dijo Pepe desde el otro lado de la puerta y yo apoyé mi espalda en la mampara de la bañera, llorando, él entró y no fue necesario que digamos nada, tan solo él me abrazó y yo me refugié en sus brazos) No llores hermosa, por favor.
- ¿Ya queres volver a irte, no? (Pregunté riendo)
- (Rio) ¿Por qué?
- Porque ya estoy llorando.
- ¿Estás loquita vos?
- (Reí) ¿Qué se suponía que tenía que responderle?
- Lo que le respondiste.
- (Me separé de él) No sé cómo explicarle que no va a poder tener un hermanito…
- ¿Vos cómo la ves a Loli?
- Bien, feliz, hermosa…
- ¿Y entonces? Se lo vamos a contar, cuando sea el momento, y ella lo va a entender, no es una nena tan chiquita ya, lo va a entender… Estoy seguro.
- Eso espero.
- Vas a ver que sí Pau… (Secó mis lágrimas) Dale, no llores más… Quiero ir a dormir otra vez, con las dos… Además, llueve mucho, no está para andar saliendo de la cama.
- (Reí) Ahora voy…
- Te lavas la cara y vas, no te quedas acá llorando eh.
- (Reí) Te prometo que no.

Al día siguiente, Loli me despertó porque quería desayunar…

- Dormí un rato más hija, es temprano.
- Pero tengo hambre.
- Pero si dormís se te pasa. Dale… (La abracé contra mí y comencé a acariciar su pelo)
- Bueno, si me mimas así…
- (Reí) Sos igual a mí.
- ¿Por qué?
- Porque me encanta quedarme dormida así, pero con papá.
- ¿Papá te hace mimitos en el pelo?
- Sí, así como te estoy haciendo a vos ahora…
- Pero a mí también me hace.
- Nos hace a las dos… (Besé su cabeza) Dale, dormí un ratito más.

Pepe abrió sus ojos pero yo le hice gesto de ‘sh’…

- Dormí que si no se pone hiperactiva. (Dije susurrando, reímos y al rato los tres estábamos dormidos otra vez)

-

- Papi…
- ¿Qué?
- ¿No vas a volver a irte, no?
- (La alcé y la senté sobre mis piernas) Por ahora no…
- ¿Pero después?
- No sé princesa, eso depende del trabajo.
- Pero a mí no me gusta que te vayas.
- Y a mí tampoco me gusta irme…
- ¿No nos podes llevar con vos la próxima?
- No sé Loli, eso depende… Pero por ahora no me voy a ir a ningún lado, asique no te preocupes.
- Bueno, está bien… (Me abrazó por el cuello) Pero no te vayas más papito, por favor.
- Te amo mucho hija, mucho, mucho. (Besé su mejilla)
- Yo también te amo papi. (Besó mi mejilla y yo sonreí)
- Sos hermosa. ¿Sabías?
- Gracias papi. (Yo reí y me separé un poco de ella)
- ¿Sabes a dónde está tú mamá?
- Creo que en el balcón…
- ¿Queres que vayamos a buscarla?
- Sí…
- Pero antes te tengo que contar un secreto…
- ¿Qué? (Preguntó acercando su oreja a mi boca, y yo sonreí ante su inocencia)
- Mamá necesita muchos mimos.
- ¿Por qué?
- Porque está un poquito triste…
- ¿Pero por qué? ¡Debería estar feliz de que estás acá de nuevo!
- Ella está feliz por eso, pero cuando sos grande pasan otras cosas también.
- ¿Y qué le pasa?
- No importa que le pasa, solo importa que hay que ir a llenarla de mimos sin decirle nada. ¿Sí?
- Sí, no me gusta que mami esté mal. (Sonreí y la alcé a cococho, así fuimos hasta el balcón, Loli se bajó y se sentó sobre las piernas de Pau, quién estaba sentada contra la pared, con sus piernas como indio)
- Mami. ¿Podemos sacarle fotos juntas al cielo?
- ¿Queres?
- ¡Sí!
- ¿Vas a buscar la cámara?
- Sí… Ya la traigo.

-

Loli volvió con la cámara, yo la prendí y comenzamos a sacar fotos… Pero, como siempre, terminé sacándole a ella. ¡Me podía tanto! ¡La amaba tanto!
Ella volvió a sentarse sobre mí, ambas mirábamos el horizonte, la abracé, por la cintura y apoyé mi mentón en su cabeza.
Pero, después de un ratito ella se paró y me abrazó por el cuello… Yo la abracé, acerándola aún más a mí y sonreí.

- Te amo mami.
- Yo también te amo hija, mucho. (Besé su mejilla)
- (Se separó un poco de mí y torpemente corrió con su manito un mechón de pelo que caía sobre mi cara) No estés triste.
- No estoy triste mi amor.
- Papá me dijo que sí…
- Pero son…
- Son cosas de grandes, ya lo sé. (Yo reí) Pero no estés triste mami. (Yo la abracé, con mis ojos llenos de lágrimas y la llené de besos)
- Te amo con la vida hija, y te juro que estos momentos con vos me sacan toda la tristeza.
- ¿Sí?
- Sí hermosa… (La abracé aún más fuerte)
- Te amo mami.
- Yo más hija, yo más.

Después de un rato, Loli se fue a mirar la tele y yo luego de guardar mi cámara fui a buscarlo a Pepe, lo abracé por la espalda y besé su hombro.

- Gracias mi amor.
- No tenes nada que agradecerme.
- Sabes que sí…
- No, en serio… Yo solo le dije que vaya, ella hizo el resto…
- (Sonreí) No la puedo amar tanto, ni puedo amarte tanto a vos.
- Es para que te des cuenta que no importa quienes capaz no puedan estar, es importante que ella está acá, con vos, y conmigo… Y que nos llena de cosas hermosas todos los días.
- Te amo Pepe. (Besé su mano) Gracias.
- Yo también te amo mi amor… (Me di vuelta y lo besé, momento en el cual Lola nos interrumpió)
- ¿Podemos cocinar algo los tres juntos?
- ¿Algo como qué?
- Mmm… Como milanesas con papas fritas.
- Podemos… (Respondió Pepe)
- Pero con una condición… (Dije yo)
- ¿Cuál ma?
- Que después me ayudan a limpiar y ordenar, porque siempre queda todo hecho un lío y ustedes se van… (Ellos rieron) No sé de qué se ríen…
- De nada ma, de nada… (Dijo riendo y yo también reí) Te ayudamos…

3 comentarios:

  1. no entiendo nadaaaaa, por qué Paula está triste???

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  2. que lindossss! me encanta Cami el avance en el tiempo.
    curiosa por entender para donde ira ahora la historia....

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