Capítulo 94

- No sé en donde lo puedo ubicar, ya llamé a sus papas y les dije que si sabían algo me avisen… Y a su socio también, no sé en qué otro lugar. (Suspiré) No sé Zai, no sé.
- Esperalo, ya va a volver.
- Te juro que no aguanto más.
- Aguanta un poquito más, dale…

Era de noche, yo estaba en mi cama, abrazando la almohada de Pedro, llorando y muerta de frío, cuando siento que alguien abre la puerta. ¿Pedro?

No tenía ganas de levantarme, porque era obvio que era él. (Nadie más tenía las llaves) y para ser sincera, lo que había hecho no me gustaba ni un poco, asique que venga a buscarme él.

Cuando entró en el cuarto prendió la luz de su velador y yo me senté, esperando que él me hable… ¡O que al menos me mire!

- ¿Me podes explicar en dónde mierda estabas nene?
- ¡No me grites!
- Ah, claro… Ahora el señorito pide respeto. ¿No?
- Para Paula.
- No, no paro nada… ¡Estuve casi cinco días con el corazón en la boca, sin saber a dónde estabas ni cómo, sin poder dejar de llorar! ¿No podías avisarme al menos?
- (Suspiró y se sentó frente a mí, demasiado calmo para mi gusto) Perdón.
- ¿En dónde estuviste?
- Lejos.
- ¿En dónde?
- En el sur… Necesitaba estar solo.
- Está bien, yo te dije que te respetaba si necesitabas estar solo, pero… ¿No me podías avisar? ¿O llevarte el celular?
- Perdón Pau, en serio.
- No se arregla con un perdón… Ponete dos segundos en mi lugar.
- (Suspiró) Fui un pelotudo, ya lo sé.
- ¿Te puedo dar un abrazo? (Preguntó quebrándose)
- Por favor… (Me acerqué a él, acortando la distancia que nos separa y nos abrazamos) No te vayas más así, por favor.
- Te prometo que no, perdón mi amor… En serio, perdón. (Besó mi mejilla y yo cerré mis ojos, dejándome llevar por aquel abrazo)
- Fue horrible no saber nada de vos…
- Perdón.
- (Me separé un poco de él y lo besé, sin que me importe demasiado ni la bronca ni el enojo) Te amo, por eso me enojé…
- (Rosó su nariz con la mía, y ambos llorábamos) Yo también te amo hermosa, y por eso me arrepiento.
- Ya está, pero no lo hagas más… Por favor.
- Nunca más. (Secó mis lágrimas y me abrazó, haciendo que nos acostemos)

Me deje mimar por él un rato, y yo también lo mimaba… Intentaba distraerme, pero ya no podía más, necesitaba decírselo.

- Pepe…
- ¿Qué? (Preguntó acariciando mi pelo)
- Necesito decirte algo… (Dije levantándome) Sentate, por favor. (Él se sentó frente a mí, y yo intentaba hablar… pero no me salían las palabras)
- ¿Qué pasa Pau?
- Para… Porque es algo que intento decirte desde días antes que te vayas, y siempre me ignorabas o me tratabas mal y… Ahora no sé cómo decírtelo.
- Perdón amor… (Dijo sin mirarme) En serio, fue un idiota.
- (Suspiré) Me dolió, mucho… Pero ya pasó… (Hice una pausa) Hay otra cosa más importante ahora.
- ¿Qué? (Preguntó volviendo a mirarme)
- (Tomé su mano y suspiré….) Creo que estoy embarazada. (Dije, largándolo al fin)
- ¿Vos me estás hablando en serio?
- Jamás jodería con algo así… (Se quedó mirándome, sin reacción y yo reí) Amor…
- (Se desconcertó y sonrío) ¿Por qué crees?
- Porque no me animaba a hacerme el test sola, tengo el test, me lo compró Zai… Pero no pude sin vos… (Hice una pausa) Igual no sé eh, no me quiero ilusionar mucho, porque no estoy del todo segura.
- Sería lo más hermoso del mundo mi amor… Lo único que me salvaría.
- (Sonreí) Tenía miedo de que no…
- (Me calló de un beso) Jamás, con vos… Miedo a nada… Y menos a algo tan hermoso. (Yo sonreí y lo besé) Te amo mi amor.
- Yo también te amo Pepe… (Volvimos a besarnos y nos abrazamos)
- ¿Queres hacértelo ahora?
- Mmm… Sí. (Dije dudosa) No aguanto más.
- (Se separó un poco de mí) ¿Segura?
- Sí Pepe…
- (Sonrío) Tranquila…
- Es que me da miedo… Por todo lo que pasó…
- Pero ahora no estás sola, y él no existe más en tú vida… Tranquila, de verdad.
- Abrazame, por favor.
- Siempre mi amor… (Me abrazó y yo me largué a llorar, aún más)
- Su fantasma nunca se termina, y odio que sea así.
- (Sentí que acarició mi espalda y yo me aferré a él, abrazándolo por el cuello) Sh… Tranquila.
- Perdón, es que todavía tengo toda la angustia encima de no saber nada de vos.
- Perdón mi amor, en serio…
- Abrazame fuerte que se me pasa.
- (Sentí que sonrío y me abrazó aún más fuerte) Te juro que nunca más te dejo sola…
- Te amo.
- Te amo.

Después de un rato estábamos ambos en la puerta del baño, yo entré y cuando salí…

- Ahora hay que esperar. (Dije temerosa)
- (Me abrazó por el costado y besó mi cabeza) Esperemos entonces.
- Lo decís cómo si fuese muy simple. (Reímos y nos dimos un beso)
- Es muy loco todo esto…
- Demasiado Pepe…
- Pero muy lindo también.
- Si es real, sí… Tengo la duda hace más de una semana y es como que nunca me hice la idea, no sé, es raro… De un segundo al otro te enteras de que alguien está creciendo adentro tuyo…
- Perdón Pau, en serio… Ahora me arrepiento más que antes por haberte dejado sola.
- Ya pasó Pepe, me dolió y sufrí mucho, pero ya está… Ya estás conmigo acá, otra vez. Te entiendo y respeto que necesitabas hacerlo, siempre y cuando ahora te hayas dado cuenta de que fue una boludes el no avisarme.
- Sé que lo fue, y me siento una mierda ahora… Y si alguna otra vez llegó a reaccionar así me gritas, por más que te conteste mal.
- (Reí) Espero que no reacciones más así…
- Yo espero lo mismo, es que… (Suspiró) Fue horrible todo lo que pasó, y la herida sigue abierta…
- Ya va a pasar amor… (Dije acariciando su mejilla) Vas a ver que sí.
- Perdón.
- Sh, basta de pedirme perdón. (Lo besé y él me abrazó por la cintura)
- ¿Cuánto hay que esperar?
- Como diez minutos…
- Es demasiado.
- Demasiado, demasiado. (Respondí y lo abracé por la cintura, apoyando mi mejilla en su hombro)
- Gracias por esperarme.
- No tenes que agradecerme, a parte, sinceramente, sola no podía…
- ¿Estuviste siempre sola?
- No, hoy Zai estuvo todo el día conmigo… Y hablé con ella todos los días. ¿Vos?
- Demasiado solo.
- ¿Y te sirvió de algo?
- Mmm… Creo, bah, no sé… Creo que entendí que hay que dejar que el tiempo haga lo suyo.
-  Otra no queda Pepe… Créeme.
- Lo estoy notando.
- Cuando quieras darte cuenta ya vas a estar mejor, vas a ver…
- Eso espero.
- Estoy segura de que sí mi amor.