Capítulo 95

- Entra conmigo…
- (Tomó mi mano) Te amo. (Susurró en mi oído)
- Yo también te amo mi amor. (Nos besamos y entramos al baño, decir que estaba temblando ¡Era poco! Solté su mano y lo abracé por la cintura, él lo hizo por mi cuello y escondí mi cara en su cuello) Miralo vos, no me animo.
- (Rio y me abrazó más fuerte, momento en el que se hizo un silencio, el más eterno de toda mi vida, no pude evitar empezar a llorar, ni tampoco, parar de temblar) Amor… (Dijo muy sereno) Mirame… (Yo levanté mi cabeza y lo miré, él sonrío y me besó) Estás embarazada mi amor, vamos a ser papas.

Me lo dijo con sus ojitos llenos de lágrimas, sonriendo, yo también sonreí y sentí como si de un segundo para el otro el corazón se me saliera del pecho… ¡De la felicidad!
Giré mi cabeza, para verlo con mis propios ojos y reí… Sentí que me abrazó por la espalda, posando sus manos en mi vientre y yo volví a reír, posé mis manos sobre las suyas y tiré mi cabeza hacia atrás, apoyándola en su hombro.

- Te amo, mamá…
- (Sonreí y cerré mis ojos para dejar escapar las lágrimas) ¿Esto está pasando de verdad? (Me pellizcó) ¿Qué haces?
- (Rio) ¿Te dolió?
- Sí…
- Entonces es real.
- (Reí y besé su mejilla) Te amo, papá… (Ambos reímos y nos abrazamos aún más fuerte)

-

Al rato, estábamos en la cama… Bah, ella estaba ahí, y yo me acosté a su lado, ninguno de los dos dijo nada y yo apoyé mi mano sobre la suya, la cual se encontraba sobre su vientre.

- Ay, no lo puedo creer… (Dijo con su voz llorosa y yo sonreí)
- (Besó mi mejilla y yo cerré mis ojos) Yo tampoco… (Reímos) Pero créelo hermosa.
- Me acuerdo cuando me dijiste que lo habías soñado, y yo te dije que no me sentía preparada y… (Suspiró) Ahora está pasando. ¡Es una locura, hermosa!
- La más hermosa de toda mi vida.
- Y de la mía también… (Sonrío) Siento como si de repente una felicidad inmensurable me hubiese invadido…
- Te juro que siento lo mismo, y es una locura… Porque hasta hace una hora atrás me dolía el alma.
- (Me miró) Es hermoso que llegué justo ahora… (Rosó su nariz con la mía) Y estoy segura de que es justo ahora porque quiere sanar a su papá. (Sonreí y mis ojos se llenaron de lágrimas) Hey, no llores.
- (Reí) Cualquiera me puede decir que no llore, cualquiera menos vos.
- (Rio) ¿Me estás diciendo llorona?
- Na, te parece. (Reímos) Encima el embarazo dice que sensibiliza a las mujeres…
- Prometo controlarme, sino te me vas a tirar por el balcón. (Reímos, ambos y nos besamos)
- Te amo así de sensible y llorona igual…
- Sos tan lindo, tan… (Me besó) Yo también te amo bonito, y no te das una idea de lo feliz que me siento, aunque no termine de caer.
- (La besé) Yo también estoy muy feliz mi amor.
- Me hace más feliz saber que lo estás.
- Te juro que voy a agradecer toda la vida que vos seas mi mujer.
- (Sonrío) Siempre, siempre tú mujer.
- Gracias mi amor.
- ¿Por qué?
- Por eso, por ser mi mujer…
- A vos por ser el amor de mi vida, por haberme salvado. Te amo Pepe.
- Te amo hermosa. (Nos besamos y yo la abracé, contra mi pecho… Una de mis manos la abrazaba por los hombros y la otra se posó sobre su vientre)
- Es muy loco pensar que ahí adentro hay alguien… (Dijo posando su mano sobre la mía)
- Es loquísimo… (Suspiró) Pero estoy segura de que va a ser hermoso. Sobre todo si es con vos…
- No los pienso dejar solos ni un segundo.
- Por favor…
- (Besé su frente) Perdón por haberte dejado, te prometo que no va a volver a pasar.
- Ya pasó Pepe, ya está…
- Pero me da culpa…
- (Besó mi mejilla) Sh, ya pasó… Ahora disfruta de esto, por favor.
- (La abracé más fuerte) ¿Segura que no seguís enojada?
- Segurísima mi amor.
- ¿Me das un beso?
- ¿Desde cuándo me lo preguntas? (Preguntó riendo y yo también reí)
- Mmm… No sé… (Ella me besó y nos abrazamos, otra vez)

Después de un ratito, sin pedirle permiso, levanté su remera y me acerqué a su pancita… Deposité un beso en ella y apoyé mi mejilla allí, cerré mis ojos y suspiré, sonriendo.

- (Pau acarició mi pelo) Me encanta que estés ahí, pero tengo frío mi amor…
- (Reí) No me hagas levantarme a cerrar la ventana…
- Entonces tapate la cabeza…
- (Reí) Sos una tarada.
- Tengo frío en serio, ya tenía frío antes…
- Mmm… (Me senté en la cama y le alcancé un sweater que había en el suelo) Toma… (Pau se lo puso, abrí la cama y ella se tapó las piernas) Necesito dormir acá…
- ¿Ya me abandonas?
- ¿Te vas a poner celosa?
- (Rio) Te estoy jodiendo tonto.
- Mmm…
- Mmm… ¿Qué?
- ¿Segura?
- Sí amor, en serio, era un chiste. Además seguís acá conmigo…

Me quedé allí, y ella acariciaba mi pelo… O eso hizo por un rato, creí que se había quedado dormida, pero la escuché llorar.

- Pau… (Susurré) ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? (Pregunté levantándome, y acercándome a ella)
- Que… (Suspiró) Me dio miedo, no sé.
- ¿Miedo de qué?
- De que no esté bien, de que sea mentira, de que ese cosito se haya equivocado, de no poder ser mamá… No sé, de muchas cosas.
- (Sequé sus lágrimas con mis dedos) No tenes por qué tener miedo… Y te prometo que mañana vamos a algún médico así te sacas todas las dudas… (La besé) Y ese cosito, como le decís vos, es casi imposible que se equivoque.
- Casi…
- Amor… ¿Podes disfrutar de algo alguna vez?
- Me estoy dando cuenta de que no.
- Sí que podes. Es solo que no te lo permitís…
- (Suspiró y se acomodó sobre mí, yo la abracé) No sé qué hacer, te juro.
- Disfruta, solamente eso… Disfruta, sé feliz.
- No estoy acostumbrada, creo que es eso.
- Nunca está bueno acostumbrarte a la felicidad, porque se hace rutinaria y no es la idea… Pero si acostúmbrate de que puede pasarte a vos.
- ¿Cómo hago?
- No te enrosques con eso… Solo disfruta el ahora.

-

Odiaba reaccionar así, odiaba no poder disfrutar de nada. ¡Odiaba nunca poder hacerlo! Odiaba estar tan marcada por todo mi pasado de mierda, odiaba mi vida, odiaba no poder superarla.

Pero… Quizás era el momento de hacerlo, porque ya no estaba yo sola… Ahora había alguien que dependía íntegramente de mí, y que estaba creciendo dentro de mí…

- ¿Estás un poquito mejor?
- Sí mi amor, gracias. (Besé su mejilla)
- ¿Intentamos descansar?
- Si queres lo intentamos, pero tengo una revolución de emociones que no sé si me va a dejar.
- Estamos iguales, pero extraño tanto dormir con vos que capaz no se me haga tan difícil.


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1. Las que no me tenían fe ahora me piden perdón de rodillas. (?
2. Se viene un cambio importante en la historia... Se los tiro.