martes, 22 de octubre de 2013

Capítulo 114

Lola seguía despierta y yo también…

- ¿No te podes dormir princesa? (Pregunté susurrando para no despertar a Pau)
- No… (Respondió un poco angustiada)
- ¿Y qué pasa mi amor?
- Nada…
- ¿Segura? Tenes la voz llorosa hija, te conozco.
- Mamá duerme. (Me levanté, la alcé y la envolví en una manta)
- Vamos a otro lado entonces.
- ¿A dónde?
- A la cocina… (Ella me abrazó por el cuello y fuimos hasta allí) ¿Queres una chocolatada?
- Sí.
- Yo también quiero, asique hago dos.

Preparé las chocolatadas y nos sentamos en el suelo, bah, yo en el suelo y ella sobre mis piernas, rodeando mi cintura con sus piernitas. Amaba pasar ratos así con ella.

Las chocolatadas ya se habían terminado y yo pregunté…

- ¿Qué pasa Loli?
- Me desperté triste.
- ¿Y por qué hermosa?
- No sé, me desperté así…
- ¿Y no sabes por qué?
- No pa.
- ¿Segura?
- Sí…
- ¿Y no se te pasara con un poco de cosquillas? (Pregunté haciéndole cosquillas, ella rio pero me paró)
- Capaz, pero vos también necesitas cosquillas entonces.
- Yo estoy bien.
- No pa…
- (Reí) Sí hija.
- ¿Qué te pasa papi? (Mordí mi labio muerto de amor y la abracé, necesitaba sentirla conmigo… Y aunque no quería, me quebré) ¿Por qué lloras papá?
- Por nada princesa.
- Soy chiquita pero no tonta.
- (Reí) Hermosa sos Lola. (Besé su mejilla y ella se separó un poco de mí, secó mis lágrimas con sus manitos y preguntó, otra vez)
- ¿Qué te pasa papi? No llores.
- Mmm… A ver… Hay algo de papá que vos no sabes.
- ¿Qué cosa?
- (Suspiré) Papá tenía un hermano.
- ¿Un tío?
- Un tío, tío tuyo. (Ella asintió con su cabeza) Bueno… Ese tío… Murió.
- ¿En serio papi? (Preguntó comprensiva y cada día me sorprendía más lo madura que era)
- Sí mi amor…
- ¿Y por eso estás triste?
- Sí… (Hice una pausa)
- ¿Pasó ahora?
- No, hace mucho…
- ¿Cuándo?
- (Sonreí) ¿Sabes qué? El tío se fue al cielo y a los poquitos días mamá me contó que vos estabas en su panza.
- ¿En serio? (Preguntó sonriendo)
- Sí mi amor… Y yo me aferré mucho a vos, a la panza de mamá y a mamá para que ese dolor tan feo se me pase.
- ¿Yo te hice bien pa?
- Mucho bien, mucho… Siempre me haces muy bien hermosa.
- ¿Y si ahora te doy un abrazo también te voy a hacer bien y vas a dejar de llorar?
- (Sonreí) Seguro hija.

Ella me abrazó, muy fuerte y yo también la abracé.

- Te amo papi.
- Te amo hija, mucho más, mucho… (Besé su mejilla)

Era imposible explicar lo muchísimo que amaba a esa nena.

-

Me desperté y estaba sola, asique me levanté, algo dormida y envuelta en una manta. Hacía demasiado frío…

- Mmm… ¿Qué pasa acá? Hay muchas lágrimas me parece.
- Veni mami… (Dijo tirando su manito para que yo se la dé, y eso hice) Sentate acá.
- (Me senté al lado de Pepe y ella se paró en medio de los dos, con uno de sus piecitos entre mis piernas y el otro entre las de su papá) ¿Qué pasa Loli?
- Le hablé sobre Nico…
- ¿Vos lo conociste mami?
- Sí Loli… (Respondí apoyando mi cabeza en el hombro de Pepe y tomé su mano)
- ¿Por qué nos sentaste a los dos acá? (Preguntó Pepe)
- Porque los dos me contaron cosas muy feas que les pasaron, y no quiero que estén tristes…
- (Sonreí) Desde el día que supimos que estabas acá… (Toqué mi panza) Se nos fue toda la tristeza.
- ¿Sí?
- Sí princesa… (Pepe tomó su mano y Lola nos abrazó a los dos por el cuello… Nosotros también la abrazamos)
- (Suspiré) Vos nos salvaste, a los dos.
- Te amamos hija, no te das una idea de cuánto.
- Como yo los amo a ustedes.
- (Sonreí) Te aseguro que nosotros te amamos mil veces más.

Nos quedamos un rato abrazados, llorando los tres hasta que desembocamos en una guerra de cosquillas, desayuné y después de vestirnos cual cebollas, salimos de la casa, queríamos ir a hacer alguna excursión, no sabíamos si la aerosilla, los cuatriciclos o alguna de esas… Porque Lola era bastante chiquita para algunas otras.

En fin, ese día nos habíamos decidido por la aerosilla, y después de eso almorzamos en un restaurant sobre el cerro.

Hacía mucho frío, estábamos en la casa, tomando chocolate caliente, cuando comenzó a nevar.

- ¡Está nevando! ¿Podemos ir afuera?
- Hace mucho frío Loli. (Respondí intentando calmarla)
- Un ratito, por fas mami.
- Si queres vamos, pero un ratito.
- Un ratito, sí.
- Entras y vas directo a bañarte con agua bien calentita.
- Sí ma, dale.
- (Reí) Anda a buscarte el gorrito, los guantes y la bufanda que lo dejaste en la pieza.
- Está bien… (Se fue a buscar lo que yo le pedí y volvió a los segundos corriendo, la ayudé a abrigarse, nos abrigamos Pepe y yo y salimos)

-

Ni bien estuve afuera armé una bola de nieve y se la tiré a Paula, riendo.

- ¿Vos te crees que tenes cinco años, no? (Preguntó riéndose)
- No, de tres. (Reímos y la besé)
- ¿Podemos armar un muñeco de nieve?
- Ya hicimos uno ayer hija…
- Otro… ¡Más grande!
- (Reímos) ¿Lo hacemos con mamá ahora?
- ¿Queres ma?
- Obvio Loli.

3 comentarios: