miércoles, 16 de octubre de 2013

Capítulo 108

Ni bien bajamos del auto, tal cual como había pactado con ella, Lola corrió a los brazos de su madrina…

- (La abracé por la cintura) Estás a exactamente diez minutos de que te conviertas en mi esposa… (Ella no respondió nada, tan solo sus ojos se llenaron de lágrimas y me besó, abrazándome por el cuello) Supongo que eso significa que queres… ¿No?
- Te amo Pedro, te amo, te amo… (Me besó) Te amo.
- (Sonreí) Te amo mi vida… (Y ahora fui yo quien la besó) Pero no llores.
- (Rio) No puedo creerlo… No podes ser tan lindo.
- Mmm… Sí, puedo. (Dije riendo y yo también reí)
- ¿Te sorprendí?
-  Y demasiado.
- (Sonreí) Era lo que quería…
- No te das una idea de todo lo que te amo… Y no te das una idea de lo que amo saber que en un rato voy a dejar de ser tú novia para ser tú esposa.
- Te amo hermosa, te amo. (La abracé y besé su cuello) Para siempre.
- Gracias.
- ¿Por?
- Por esto.
- Es algo que queríamos los dos, y creo que es el momento indicado… (Me separé un poco de ella) No quiero verte mal, ni insegura… Y creo que ésta, junto con Loli, es la mejor prueba de amor infinito que nos podemos dar.
- Te amo Pedro. (Me besó) No puedo ser tan feliz, te juro.
- Yo tampoco mi vida… Te amo. (Nos besamos, por última vez y nos aceramos al resto)

-

No podía creerlo, no podía… Estaba a punto de convertirme en su esposa, la felicidad me sobrepasa, se me hacía inexplicable.

Mi mano unida a la suya, con nuestros dedos entrelazados. Sentados uno al lado del otro, esperando a la jueza de paz.

- ¿Estás segura, no?
- (Sonreí) Obvio mi amor… ¿Te entro la duda ahora? (Reí)
- Nunca Pau, lo sabes. (Sonreímos y nos dimos un beso) Pero tenía un poquito de miedo que siendo todo sorpresa me mandes a la mierda.
- (Reí) Jamás lo haría… Te salió todo perfecto, y los tenías a todos de cómplices.
- A todos… Igual no se termina acá eh.
- ¿Qué más hay?
- (Rio) Nada, que Lola se va con ellos hasta mañana, así nos quedamos solos… En realidad, primero vamos a merendar a algún lado y después se va… Pero primero tenemos que casarnos.
- Lo decís y no lo creo.
- Creelo… (Me besó y en ese momento, Lola se acercó a nosotros corriendo)
- No corras Loli…
- Bueno, es que quiero decirles algo antes de que venga la señora esa que los va a casar.
- La jueza…
- Eso, la jueza. (Reímos)
- ¿Qué hija?
- (Hizo una pausa) Que me encanta que se casen, que son los mejores papas del mundo y que los amo.
- (Nosotros sonreímos y la abrazamos, entre los dos…) Te amamos hija, muchísimo.
- Y nos hace muy felices que estés con nosotros en este momento. (Le dimos un beso sandwichito y en ese momento me di cuenta que Zai nos estaba sacando fotos, yo sonreí y los abracé más fuerte) Los amo.

Ese abrazo fue interminable, y no necesitaba más que eso… Los tres unidos.

-

- Buenas tardes… (Dijo la jueza y nosotros nos separamos)
- Buenas tardes. (Dijimos con Pau, casi al unísono)
- ¿Pedro y Paula?
- Así es.
- ¿Son solo ustedes?
- Sí…
- Bueno, pasen por acá.

Fuimos los cinco hasta el salón de al lado, y sinceramente, sentía que se me estaba por salir el corazón del pecho, de lo fuerte que latía.

Mi mano estaba unida a la de Pau… Y Lola estaba un poquito hiperactiva.

- Loli… Portate bien, dale. (Dijo Pau, llamándola)
- Perdón ma.
- (Sonrío) Quedate acá, al lado nuestro…
- ¿Están listos para empezar?
- Sí…
- ¿Y vos hermosa? (Le preguntó a Lola)
- Sí. (Sonrío)

Pau y yo estábamos en el medio, Zai al lado de Pau, con Lola a upa, y Gastón a mi lado.

Todo el inicio ya había pasado, era el momento de firmar.

Primero lo hizo Pau, y luego lo hice yo… La abracé por la cintura, cruzamos miradas y ambos estábamos al borde de las lágrimas, nos sonreímos y nos dimos un beso.

Firmaron Zai y Gasti y volvimos a nuestros lugares…

Cuando la jueza nos dijo que podíamos besarnos, nos sonreímos como pocas veces en la vida, y unimos nuestros labios en uno de los besos más sinceros y puros de todos.

- Te amo.
- Te amo. (Volvimos a besarnos) No llores.
- Vos tampoco entonces. (Reímos y nos abrazamos)
- Te amo para siempre Paula.
- Te amo mi amor… Para siempre. (Nos separamos un poco y volvimos a besarnos, hasta que sin avisarnos, Lola nos abrazó a los dos por el cuello, arrodillada en una silla que estaba detrás)
- ¿Por qué lloran? (Preguntó extrañada)
- (Reímos) Porque estamos felices mi amor… (Dijo Pau)
- ¿Pero no se llora cuando se está triste?
- Y cuando se está feliz…
- Ah… Zai me dijo que nos esperaba afuera, así nos sacábamos fotos.
- Ahora vamos princesa…

Salimos, de la mano, con Lola delante nuestro y cuando ya estábamos afuera, Zai y Gastón comenzaron a tirarnos arroz. Nosotros reímos y nos besamos.

-

- Te felicito amiga… (Dijo Zai abrazándome y yo también la abracé)
- Gracias Zai… Por estar acá, por ser la testigo, por ser la madrina de mi hija, por todo… Por ser mí hermana.
- Ay, no te me pongas más sensible Pauchi. (Reímos) No tenes nada que agradecer amiga.
- Sí Zai, sabes que sí… Ah, y por ser cómplice.
- (Rio) Un placer Pau…

-

Nos sacamos varias fotos en la puerta del civil y luego, Lola se fue con Zai y Gastón, rumbo al bar… Yo necesitaba quedarme un ratito a solas con Pau.

-

Pedro me abrazó por la cintura y me sentó sobre sus piernas, ya que él estaba en un banco… Lo abracé por el cuello y choqué mi frente con la suya. Y tan solo nos besamos, por un largo rato…

No podía explicar lo feliz que era, me sentía una mujer, su mujer… Y para siempre.

6 comentarios: