sábado, 12 de octubre de 2013

Capítulo 104

Loli se había quedado en mi cama, mirando la tele, Pedro estaba terminando no sé qué cosa del trabajo en el escritorio y yo me dirigía a la cocina, pero cuando pasé por el escritorio vi lo que estaba leyendo Pedro en la computadora y los ojos se me llenaron de lágrimas, pero preferí no decirle nada, tan solo salí corriendo a la cocina, en donde apoyé mis brazos en la ventana y me dediqué a mirar un rato la ciudad, sin poder dejar de llorar.

Preparé la cena, no la que tenía pensada, porque, sinceramente, no tenía ganas de cocinar, preparé la mesa y los llamé a cenar.

Cené en silencio, o, en realidad, tan solo crucé algunas palabras con Lola, levanté la mesa y la acompañé a dormir…

- (La tapé y besé su mejilla) Descansa hermosa…
- ¿Te podes quedar conmigo mami? Hasta que me duerma… Me da un poco de miedo, lo que soñé ayer fue feo y…
- Me quedó Loli. (Dije y me acosté a su lado, abrazándola) Y si volves a soñar algo feo venís a la cama con nosotros. ¿Sí?
- Sí…
- Dale, ahora cerra los ojitos y descansa… (Dije y acaricié su pelo) Soña con cosas lindas.
- ¿Puedo ser la Cenicienta?
- (Reí) En tus sueños podes ser lo que quieras, siempre podes ser lo que quieras.
- Entonces quiero soñar eso…
- Entonces vestite de princesa y soña con eso mi amor… (Besé su cabeza y me quedé un rato abrazándola, pero necesitaba decirle algo, aunque quizás ella no entendiera el por qué) Hija…
- ¿Qué?
- Te amo mucho, mucho. ¿Sabes? Y sos lo más lindo y lo más puro que me dio la vida… (La abracé aún más fuerte) Amo que seas mi princesita, y siempre voy a estar con vos.
- Yo también te amo mamá, mucho… Gracias por cuidarme y mimarme siempre. (Me derretí de amor y comencé a llenarla de besos)
- Toda la vida Lola, toda la vida. (Besé su mejilla y la mimé hasta que se quedó dormida)

Con cuidado salí del cuarto, para no despertarla y me fui a lavar los platos, luego me cambié y no me quedó otra que ir al cuarto, me acosté, dándole la espalda a Pedro y me tapé, para dormir… Creyendo que él no me hablaría, pero no fue así.

- Pau… ¿Me explicas qué te pasa?
- Nada Pedro, tengo sueño.
- (Prendió la luz del velador) Jamás das tantas vueltas antes de venir a dormir, jamás te pasas toda la cena sin hablarme y jamás te vas a dormir sin darme un beso… Paula, te conozco.
- No te importa lo que me pasa. (Respondí sin poder contener las lágrimas)
- (Suspiró) Odio cuando tenes esas actitudes que tenías cuando éramos novios.
- Y yo odio que hagas cosas a escondidas de mí.
- ¿Qué hice?
- No sé, pensalo vos… No quiero hablar.
- ¡Paula!
- ¿Qué? (Pregunté enojada, mirándolo por primera vez)
- No reacciones así.
- Dejame en paz porque me voy a dormir con Lola.
- ¿Me podes explicar que es lo que te molestó?
- ¿En serio no lo sabes?
- Sino, no te lo estaría preguntando.
- (Me senté, frente a él) ¿Qué estabas buscando hoy en internet?
- ¿Estás enojada por eso?
- No, no sé si es enojo, me duele… (Dije secando mis lágrimas)
- Solo quería saber si existía alguna posibilidad, nada más.
- Porque sentís que te falta algo, porque no sos feliz.
- Sabes que no es así…
- Sí que es así, y te juro que lo entiendo, porque a mí también me encantaría ser mamá otra vez, pero entiendo que mi vida no fue la más linda de todas y, aunque me costó muchísimo, acepté que no voy a poder tener otro hijo.
- ¿Por qué sos tan blanco o negro?
- No es ser blanco o negro, es que no quiero pasar por algo que me va a hacer mal y no va a servir de nada…
- Pero…
- ¡Pero nada Pedro! ¡Es mi cuerpo y es mi mente! ¡Mis sentimientos! Ya no estoy para que me sigan haciendo mierda, perdón, pero no.
- Pau…
- Pau nada. No voy a hacer nada, no tengo más ganas de llorar, ni de pasarla mal.
- ¿No querrías ni intentarlo? Hay otros métodos que no te harían mal, jamás haría algo que te haga mal Paula, lo sabes. ¡No soportaría perderte!
- No Pedro, no me da, no quiero seguir llorando, no lo soportaría. Así, yo, estoy bien, pero me duele saber que vos no.
- No es que yo no esté bien…
- Por algo queres tener otro hijo, porque esta familia no te alcanza… O yo no te alcanzo.
- No Paula, por favor no, no vuelvas con esas boludeces otra vez.
- No son boludeces.
- Sabes que no.
- Vos no sabes lo que yo siento.
- ¿Por qué sos así de dura con vos misma?
- Sabes que soy así, ya me conoces Pedro.
- Y porque te conozco quiero hacerte cambiar de parecer.
- Y yo quiero dormir. (Dije acostándome, tapándome hasta la cabeza. Dandole la espalda)
- No te vas a dormir así, no tengas la actitud de Lola…
- Pf. No solo noto que no estás bien conmigo, que no sos feliz, sino que crees que tengo la mentalidad de una nena de seis años… Buenísimo. (Me levanté, por demás enojada y salí del cuarto, pero él me alcanzó y me paró) ¡Dejame Pedro!
- No te voy a dejar, y menos así.
- Ya está, ya entendí todo.
- ¿Qué entendiste?
- Que no sos feliz así… (Quise seguir hablando, pero él no me dejó, ya que me arrinconó contra la pared y me besó, callándome)
- Callate, por favor. ¿Te das cuenta que decís y razonas cosas sin sentido, no? Y sí me vas a responder que no vuelvo a callarte de un beso. (Yo reí) Veni, que no quiero que despertemos a Lola… (Me tomó de la mano y me llevó hasta el cuarto, yo me dejé caer en la cama, y él se acostó a mi lado)
- Ya sé que me caliento en seguida y que no pienso antes de hablar, pero… (Suspiré) Me dolió en serio verte leyendo eso, me hizo mal, no sé…
- Perdoname, no creí que te iba a hacer mal, en realidad no creí que me ibas a ver… Tampoco es que lo hice a escondidas, pero si encontraba algo te lo quería contar, nada más.
- Por ahora no Pedro, por favor.
- ¿Estás segura?
- Sí… Tengo dañado un ovario, una parte del útero y no sé qué más… Más que mi dolor, y que mi vida corra riesgo, no podría soportar volver a tener a un bebé adentro mío, no poder cuidarlo y quitarle la posibilidad de vivir, prefiero que sigamos así Pepe. ¿Vos no sos feliz?
- ¿En serio me lo preguntas?
- Sí…
- Soy inmensamente feliz, ustedes dos son todo lo que necesito para mí vida, lo sabes mi amor.
- Ay, perdón… (Hice una pausa) Es que me dio una sensación muy fea, y por un momento tuve mucho miedo.
- Si dejas de decir cosas sin sentido, venís más cerca de mí y podemos pasar un rato tranquilos, te perdono.
- (Reí) Sos tan predecible mi amor.
- ¿Queres que te la haga más difícil?
- No, por favor… (Rogué, haciéndole pucherito y él rio)
- Veni hermosa… (Me abrazó, contra él y yo suspiré)
- Perdón, en serio.
- Perdoname a mí, no creí que te lo ibas a tomar tan mal.
- Es que ya me dijeron que es casi imposible, y me parece que no hay demasiadas esperanzas como para arriesgar tanto. ¿O no?
- Puede ser, no sé, no lo pensé así…
- Yo siempre lo pienso así, y si me lo preguntas ahora, te juro que no podría.
- Perdón si te hice mal, te juro que no era mi intención.
- Lo sé, perdón por reaccionar así.
- Ya está. ¿Perdonados los dos?
- Sí… (Suspiré)
- La próxima que algo te moleste o te duela, veni y decímelo… No reacciones así, no te hace bien, ni a vos, ni a mí.
- Tenes razón, y lo sé… Pero es que me broto al toque.
- No me había dado cuenta eh. (Dijo riendo)
- ¡Hey! No seas malo… (Reímos y nos besamos)

2 comentarios:

  1. ah pobre a mi prima le paso eso y no pued evolver a quedar embarazada es orible pero mi prima se daño los dos uteros , aca si decis que es uno hay posibilidad

    ResponderEliminar
  2. buenísimo,ojala puedan tener otro hijo...

    ResponderEliminar