jueves, 10 de octubre de 2013

Capítulo 102

A la mañana siguiente, cuando me desperté, ambas dormían muy tranquilas y sonreí al verlas, con cuidado de no despertalas me levanté para irme a bañar, debía trabajar... Aunque lo haría desde casa, no quería dejarlas solas.
-
Me desperté, y Loli dormía sobre mí, la abracé y besé su cabeza.
Ya había pasado el mediodía, asique, la desperté…

- Buen día hermosa… (Dije y besé su frente, pero ella se acurrucó aún más en mí, yo reí) Es hora de despertarse remolona.
- No quiero ma.
- ¿Por qué?
- Porque no quiero.
- Mmm… (Corrí el pelo de su carita) ¿No queres contarme? (Ella negó con su cabeza y se escondió debajo de las mantas, yo me metí allí también) Loli… (Susurré, acercándome a ella) ¿Es por lo que pasó ayer?
- Me da miedo ma…
- ¿Miedo de qué hija?
- No sé mami, pero tengo miedo… (Dijo con sus ojitos llenos de lágrimas) No quiero volver a esa escuela.
- Te prometo que no vas a volver, vamos a buscar otra. ¿Te parece?
- Sí.
- (Destapé su cara, y la mía, acaricié su mejilla y me acerqué a ella) Y no tenes que tener miedo.
- Pero ese hombre es malo.
- (Suspiré) Pero… ¿Viste cuando papá nos tiró al suelo?
- Sí.
- Bueno, en ese momento se estaba peleando con los policías, y en esa pelea, se murió. Asique, no te va a hacer nada, ni a vos, ni a papá, ni a mí… No tengas miedo hermosa, papá y yo vamos a estar acá siempre, y si tenes miedo, venís y te damos un abrazo de oso, fuerte, fuerte, así se te pasa.
- ¿Y me lo podes dar ahora?
- Obvio hija… Veni para acá. (La abracé contra mí, lo más fuerte que pude, y ella comenzó a llorar) No llores Loli, no llores.
- ¿Vos y papá siempre van a estar conmigo?
- Toda la vida princesa, no lo dudes.

Me quedé un rato allí, abrazándola, hasta que estuvo un poco más tranquila.

- ¿Se fue el miedo? (Pregunté, separándome un poco de ella)
- Sí mami. Gracias.
- No tenes nada que agradecerme Loli… (Besé su frente y susurré en su oído) Siempre juntas. ¿Sabes?
- Siempre ma. (Me abrazó por el cuello, y yo me levanté con ella ‘colgada’ en mí, agarrándola por sus piernas)
- Te amo mucho, mucho.
- Te amo mami. (Besó mi mejilla y yo sonreí)
- ¿Vamos a buscar a papá?
- Sí…

- Buen día… (Dije entrando al escritorio, en donde estaba Pepe)
- Buen día… (Respondió parándose, besó la mejilla de Loli y luego me besó a mí) O buenas tardes… (Yo negué con mi cabeza y él no entendió)
- Después te explico… (Le dije moviendo mis labios y señalando a Loli con mi mirada)
- ¿Me parece a mí o acá hay una nena que está medio pachuchita? (Dijo posando sus manos en la espalda de Lola) ¿Me parece bien o me parece mal?
- Bien…
- Mmm… ¿Y se puede saber por qué?
- Ya se lo dije a mamá.
- ¿Y a papá no?
- No.
- ¿Y se lo puedo contar yo?
- Sí.
- (Hice una pausa) Resulta que esta preciosura tiene miedo, pero yo le dije que no tenía por qué tenerlo, porque nosotros siempre vamos a estar con ella, y también le dije que cuando tenga miedo tiene que venir a buscarnos para que le demos un abrazo de oso y se le pase. ¿O no? (Loli asintió con su cabeza y Pepe besó su hombro)
- Y mamá tiene razón Loli, nosotros siempre vamos a estar para vos, para llenarte de mimos, de besos, de abrazos. (La abrazó también) Dale, no quiero que hoy estemos tristes otra vez… ¿No quieren que vayamos a comer afuera? ¿O qué juguemos a algo?
- No. (Respondió Lola)
- ¿Qué cocinemos algo todos juntos?
- No.
- Mmm… ¿Miramos una peli mientras almorzamos?
- No quiero hacer nada papá.
- Pero así no se te va a pasar la tristeza hija… (Lola se bajó bruscamente de mí y salió corriendo, a encerrarse en su cuarto, Pepe intentó seguirla, pero yo lo paré)
- Para Pepe…
- Pero se enojó conmigo.
- No, no está enojada, ni con vos, ni conmigo… Solo tiene miedo, pasó por algo muy feo… Hay que entenderla, ahora vamos, solo a darle un abrazo y a quedarnos con ella, no le preguntes nada, porque va a ser peor, recién no me dijo lo que le pasaba de una, y ya está, ya lo dijo, la conocemos, sabemos que no va a seguir hablando…
- Tenes razón…
- (Lo besé) No está enojada con vos, no te pongas mal. ¿Sí? (Volví a besarlo) Y veni conmigo… (Lo tomé de la mano y fuimos al cuarto de Lola, ella estaba acostada en su cama, llorando, boca abajo. Entramos despacio, nos sentamos en el suelo, cada uno en un costado de la cama y posamos nuestras manos en su espalda) Va a estar todo bien hermosa… (Acaricié su pelo, y eso me dediqué a hacer por un largo rato)
- Pero tengo miedo.
- Pero nosotros estamos acá con vos princesa… (Y besó su mejilla)

Nos quedamos con ella, mimándola, por un largo rato, hasta que, en un momento, Pedro fue en busca de un vaso de agua para ella.

- Loli. ¿Vos te enojaste con papá?
- No…
- Decíselo ahora cuando venga, porque él cree que te enojaste y se puso un poquito triste. (Y en ese momento Pepe entró al cuarto, Loli corrió a él y pegó un salto para que la alcé, Pedro dejó a un lado el vaso e hizo lo que ella le pedía)
- Papi, yo no me enojé con vos… (Besó su mejilla) No estés triste. (Pedro sonrío, y no le dijo nada, tan solo corrió a la cama, y se tiró sobre ella, para llenarla de besos y cosquillas)

Yo, busqué la cámara que estaba en el placard y comencé a sacarles fotos, hasta que se dieron cuenta.

- No, sigan que son hermosos.
- Veni con nosotros.
- ¿Y las fotos?
- Con el modo en que saca solo, dale.

Puse el modo en el que la cámara sacaba varias fotos solas, y cuando se terminó, nos sacamos una dándole un beso sandwichito a Loli, entre otras.

Más tarde, estaba en la compu, editando aquellas fotos, quería hacerle un regalo a Pepe y a Loli, las fotos eran realmente hermosas, y llenas de amor.

Fui al centro e imprimí las más lindas, de ellos dos, de los tres, algunas de las que me había sacado en el balcón con Loli, y otra en la que estaba sola con Pepe.

Compré un cuadro de aquellos que vienen para poner muchas fotos y lo armé allí, en el local, me ayudaron a envolverlo, y lo llevé a casa.

El lugar elegido fue el living, detrás del sillón… ¡Quedaba tan lindo! Amaba mirarlo, ver aquellas fotos, ver lo que aquellas reflejaban, felicidad y amor, del más puro de todos.

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