jueves, 31 de octubre de 2013

Capítulo 124

- Princesa… (Dije alzando a Loli)
- ¿Qué pasa?
- Yo tengo que volver a trabajar. ¿Queres acompañarme?
- ¿Con mamá?
- Pero… ¿Los abuelos? ¿Se quedan solos?
- Ufa, es verdad.
- (Reí) Entonces anda solito, le digo a mamá de ayudarla con la cena, así comes algo hecho por las dos.
- (Sonreí) Sos tan linda Lola.
- (Sonrío) Gracias papi.
- (Besé su mejilla) ¿Estás mejor?
- Sí, solo fue que me asusté…
- No tenes por qué asustarte…
- Bueno, pero me asusté igual.
- (Reí) ¿Ya pasó el susto?
- Sí.
- Entonces ya está. (Y en ese momento entró Pau a la cocina) Agarra a la enana que me tengo que ir… (Pau alzó a Loli y yo las besé) Las amo mucho a las dos.

-

- ¿Podemos cocinarle algo a papá?
- (Sonreí) Obvio princesa, pero es temprano todavía. ¿No queres ir un rato con los abuelos?
- Sí, pero antes tengo que hacer tarea.
- ¿No era que no tenías? (Pregunté riendo)
- Es que estaba triste mami, no quería hacerla.
- Por hoy te la perdono, por hoy.
- Perdón ma.
- (Besé su mejilla) No está bien que me mientas.
- Ya lo sé, pero estaba triste.
- Ya lo sé princesa, pero igual.
- ¿Me perdonas mami?
- Sí mi amor. (La abracé) ¿No queres ir a pedirle a los abuelos que te ayuden? Seguro van a querer.
- Bueno…
- Pero abrazame antes. (Ella rio y me abrazó también)

Varias horas después, ya habíamos preparado carne al horno con papá, con la ayuda de Loli, y ella estaba con sus abuelos, jugando en el cuarto.

‘¿A qué hora llegas amor?’

‘En menos de media hora. ¿Por?’

‘Para que no se queme la comida tonto’

‘Bueno che, no quería que estés mal otra vez’

‘Sos muy lindo. ¿Sabes?’

‘Vos sos linda, y prometo apurarme porque me muero por darte un beso’

‘Por fas’


A los quince minutos, lo sentí a Pedro abrazándome por la espalda y sonreí.

- Buenas noches mi amor.
- Hola Pepe. (Giré mi cabeza lo suficiente como para poder darle un beso)
- Te juro que pensé que te iba a encontrar llorando, me alegra que no sea así.
- (Reí) Me hizo muy bien que hoy te escapes y te hagas un ratito para nosotras, en serio.
- (Me abrazó más fuerte y besó detrás de mí oreja) Siempre voy a estar para ustedes, siempre.
- Sos lo más lindo de mundo.
- Vos mi amor. (Sonreí y me di vuelta, lo abracé por el cuello y lo besé) Te amo…
- Yo también te amo, y gracias, en serio, cosas como las de hoy son las que me hacen amarte tanto. (Me besó y me abrazó, aunque Lola nos interrumpió, bah, se quedó a un costado, nos miraba y sonreía, yo me separé un poco de Pepe y pregunté) ¿Qué pasa Loli?
- Que se están abrazando. (Pepe y yo reímos)
- ¿Y?
- Que no me mintieron.
- (Pedro corrió a alzarla y le hacía cosquillas) ¿Creíste que te habíamos mentido loquita?
- No, pero no sé.
- (Yo reí y me acerqué a ellos) Siempre vamos con la verdad Loli, lo sabes, y así hay que ser en la vida.
- Ya lo sé.

-

Cenamos los cinco juntos, mis viejos se habían ido a dormir y Lola se había quedado dormida en el sillón, mirando la tele, asique la llevamos al cuarto.

- ¿Venís un rato al balcón?
- Mmm… Hace frío Pau.
- Ya lo sé, pero es que tengo ganas de que estemos un ratito solos.
- ¿Estás mimosa?
- (Rio) Mmm… Un poco, tengo ganas de darte muchos besos. ¿Está mal?
- No, me encanta. (Sonreímos) Pero afuera hace frío. ¿No queres esperarme en la cama?
- ¿Esperarte?
- Sí, tengo algo para vos.
- ¿Qué cosa?
- No es nada importante, dale, anda.
- Bueno, está bien… (Me besó y se fue)

Yo busqué la caja de bombones que había comprado y un dije con forma de corazón, después de ponerme el pijama me dirigí al cuarto y Pau sonrío.

- Tardaste demasiado, veni, dale.
- (Reí) Tarde con justificación.
- ¿Qué trajiste?
- Sos ansiosa eh.
- (Rio) ¿Recién ahora te das cuenta?
- Mmm… No, pero nunca está de más recordártelo. (Rio y yo también reí) Sos muy linda cuando te reís.
- (Sonrío) Dale, veni…
- Para un poco.
- No seas malo. (Dijo haciendo pucherito y yo reí)
- Tengo algo para vos.
- ¿Qué?
- Mmm… Elegí mano.
- (Rio) Soy Paula, no Lola.
- (Reí) Lo sé, lo sé. (Reímos) Veni… (Ella sonrío y se acercó a mí) Dale, decime que mano queres.
- (Rio y me besó) Mmm… La derecha. (Yo hice aparecer mi mano derecha y le di la caja de bombones) Sos tan tierno, tan. (Me besó)
- Son para compartir eh.
- (Reí) ¿Me estás diciendo gorda?
- No, no, solo golosa.
- (Rio) Ahora no te comparto nada.
- Ah, sí, claro… (Reí) Pero tengo otro regalo.
- Como me compras eh.
- Te conozco…
- Demasiado para mi gusto. (La besé y le di el otro regalo y ella sonrío, abrió la cajita y noté que sus ojos se llenaron de lágrimas) Es muy lindo mi amor…
- (Sonreí) ¿Tanto como para que llores?
- (Rio) Es que estoy muy sensible, y es muy lindo… Esto vale mucho Pedro.
- Sh, eso no importa… (La abracé por el costado)





miércoles, 30 de octubre de 2013

Capítulo 123

Llegué a casa y me fui a preparar mate, cuando estuvo listo me senté en el balcón y me quedé un rato observando la ciudad, buscando tranquilizarme.

La sentí a Ali detrás de mí.

- ¿Puedo hacerte compañía?
- Sí… ¿Y Ramiro?
- Salió.
- Ah.
- ¿Querías escaparte?
- (Reí) No, no… (Suspiré)
- ¿Me contas que pasa chiquita?
- Que no puedo tener otro hijo, eso pasa… Discutimos con Pedro porque yo hice cosas a escondidas y hoy Lola me preguntó si nos íbamos  a separar porque nos escuchó peleando. (Dije secando mis lágrimas)
- Pero la tienen a Loli…
- Lo sé, y los dos la amamos con la vida, llegó en el momento justo para salvarnos a ambos, pero los dos nos morimos por ser papas otra vez y me siento una mierda por no poder…
- (Tomó mi mano) Sentirte así no te sirve de nada.
- Lo sé, pero no puedo evitarlo.
- Tienen que afrontar la realidad Pau, es lo que les toca… Disfruten de Loli, amenla, mimenla, malcríenla… Los hijos son lo mejor que pueden pasarte, disfrutala vos que la tenes, no te lamentes por lo que no podes…
- (Suspiré) Perdón.
- No tenes por qué pedirme perdón…
- Sí, ya sé que lo que me pasa a mí no es nada…
- (Me interrumpió) Sh, todo es importante, y aunque siga doliendo de a poco se acepta, las dos sabemos que no es fácil perder a un hijo. (Negué con mi cabeza) Pero esta es mi realidad y tengo que aceptarla, así como vos deberías afrontar la tuya.
- ¿Cómo?
- Con una sonrisa, disfrutando de lo que tenes, que es muchísimo.
- Me cuesta.
- Hacelo, es horrible después arrepentirse.
- (Sequé mis lágrimas) Me siento poca mujer...
- Sos una mujer maravillosa Paula. ¿Qué decís?
- Hay cosas de mi vida que solo las sabe Pedro… (Dije haciendo una pausa, con un nudo en mi pecho) Y esto lo hace todo peor.
- Pau, mi hijo te ama, con su vida… Y sos la mejor mujer que puede tener, créeme que es así. Él es muy feliz con vos y con Lola.
- ¿Sí?
- ¿No estás segura de eso?
- A veces lo dudo…
- Jamás lo dudes, conozco a mi hijo como a nadie, y él es feliz.
- Eso espero.
- Creeme Pau… (Dijo abrazándome) No te hagas mala sangre por cosas que no tienen retorno, disfruta de tú realidad, que es hermosa.
- (Suspiré) Gracias Ali. ¿Te dije muchas veces que sos como una mamá para mí?
- Y vos como una hija chiquita.

‘Amor, perdón pero te juro que se me hace imposible, mimala mucho a Lola, te prometo que en cuanto pueda voy a casa y hacemos algo los tres’

‘Está bien Pepe, no te preocupes’

‘¿Te enojaste?’

‘No, es solo que me duele que Lola esté así por nuestra culpa’

‘Mi amor, no pienses así, es parte de la vida, todas las personas pueden discutir, y ella es chiquita y capaz no lo entienda, cuando sos chiquito no existen los grises, es todo blanco o negro’

‘Pero no me gusta ver su mirada triste, me hace peor de lo que ya estoy’

‘No estés mal mi amor, por favor, me mata leerte así y no poder ir con vos’

‘Es tú trabajo, lo entiendo’

‘No te enojes, por favor’

‘Te dije que no estoy enojada’

‘No me responderías así, te conozco Paula’

‘Bueno, entonces si me conoces deja a que se me pase, intenta apurarte y llegar lo más rápido que puedas, las dos te necesitamos hoy’

‘No me digas así que me matas, no seas mala… Las amo mucho, lo sabes’

‘Nosotras también, y por eso te necesitamos’


Deje mi celular, algo molesta y fui a buscarla a Lola, ella me saludó, tan solo con un beso, me dio la mano y no me dijo nada hasta llegar a casa, cuando estuvimos en el hall me colgué su mochila y la alce.

- ¿Estás bien princesa?
- Sí.
- ¿Y por qué no hablaste en todo el camino?
- Estoy cansada.
- ¿Es solo cansancio?
- Sí.
- Mmm… Bueno, entonces almorzas y dormís la siesta. ¿Tenes tarea?
- No.

Almorzó en silencio y la acompañé a su cuarto.

- ¿Qué te pasa Loli?
- Nada.
- Te conozco hija, y vos no sos así.
- Basta mamá. (Dijo tapándose hasta la cabeza)
- (Suspiré) Hermosa, dale.
- ¡Basta te dije!
- (Destapé su cara) ¿Me puedo quedar con vos al menos?
- ¿Y papá? ¿Dónde está?
- Trabajando Loli.
- ¿Va a volver?
- Obvio que va a volver mi amor.
- Lo quiero ahora, a los dos juntos.
- (Suspiré) No puede princesa.
- ¿Por qué? ¿No se quieren más? (Preguntó llorando)
- No mi amor, te juro que no… Está trabajando, como siempre. (Sequé sus lágrimas) No llores, por favor.
- Pero…
- (La abracé contra mi pecho) No llores mi vida, no llores. (La abracé más fuerte y en ese momento sentí abrirse la puerta, Lola sonrío y yo también, pero ninguna de las dos se levantó, Pepe se acercó a nosotras y nos abrazó a ambas)
- ¿Ustedes no se van a separar nunca, no?
- Jamás Lola… (Respondió Pepe y yo sonreí)
- ¿Y por qué pelean?
- Porque los grandes a veces discutimos, pero es normal que lo hagamos.
- Pero ayer mamá estaba llorando.
- Sí, pero porque mamá es muy sensible. (Yo reí) Como vos.
- ¿Pero se siguen queriendo?
- Toda la vida nos vamos a querer Loli, como a vos… Siempre, siempre.
- (Sonrío) ¿Podemos ir a dormir los tres a su cama?
- Obvio princesa… (Dije volviendo a participar de la charla) Pero si dejas de llorar.
- Sí…
- ¿Vas al baño a lavarte la cara?
- Sí… (Se levantó y se fue, Pedro me abrazó por la espalda y yo reí)
- Gracias, en serio.
- Sh. (Besó mi mejilla) Ustedes son lo más importante para mí, y tenía que venir, no soportaba saber que estaban mal.
- Te amo Pedro.
- Yo también te amo mi amor… Y vos tampoco llores. (Reí y me acomodé sobre él, abrazándolo) No quiero echarte, pero Lola nos debe estar esperando.
- Y ocupa mi lugar, no vale. (Dije haciendo pucherito y él rio)
- Sos tremenda eh.
- No, solo necesito sentirme protegida.
- (Me abrazó más fuerte) Veni que tengo los brazos suficientes para abrazarlas a las dos. (Sonreí y él besó mi frente)

martes, 29 de octubre de 2013

Capítulo 122

Yo estaba acostado en la cama, bah, semi sentado y Pau acostada a lo ancho de la cama, apoyando su cabeza en mi pecho, yo jugaba con su pelo... Y así estuvimos por un largo rato.
- Amor... ¿Estás mejor?
- (Suspiró) Sí, creo...
- ¿Sí?
- (Se sentó) Sí, al menos un poco más tranquila... (Acarició me mejilla) Me conoces demasiado bien.
- (Sonreí y tomé su mano) ¿Dormimos?
- Si no me soltas.
- Jamás lo haría, lo sabes. (Ella sonrío y se acostó a mi lado)
- Te amo. (Susurró en mi oído)
- Te amo mi vida. (Nos besamos, nos metimos en la cama y después de un rato nos quedamos dormidos)
En medio de la noche, me desperté y Pau no estaba... Me quise levantar pero justo ella entró al cuarto.
- ¿Te desperté? Perdón. (Dijo acostándose a mi lado)
- ¿Qué pasó?
- Tenía ganas de ir al baño.
- ¿Segura?
- Te juro que sí... (Nos acomodamos) Seguí durmiendo, y perdón por despertarte.
- No te preocupes amor...
-
No pude volver a dormirme, si bien no me había ido a llorar al baño como Pedro creía, ahora si la angustia me había invadido otra vez.
Estar a su lado me tranquilizaba, al menos un poco, pero a pesar de todo lo que me había dicho, seguía angustiada.
Finalmente me dormí, cuando ya había amanecido, y al rato la alarma nos despertó.
Pepe se estaba por ir a trabajar, y ya estaba afuera, pero antes de cerrar la puerta se asomó...

- Veni...
- ¿Para qué?
- Vos veni. (Yo salí y él cerró la puerta)
- ¿Qué pasa Pepe?
- (Me abrazó por la cintura) Prometeme que no vas a llorar, al menos mientras yo no esté y no pueda darte un abrazo.
- (Suspiré) Te prometo intentarlo.
- Busca a alguien si estás mal, están mis viejos, al menos para distraerte.
- (Asentí con mi cabeza y lo besé) Te amo, gracias... (Volví a besarlo)
- Sh... Te amo. (Nos besamos)
- Qué tengas un buen día.
- Vos también amor...
Cuando entré me dirigí al cuarto de Lola, para despertarla y llevarla a la escuela, pero Ali me lo impidió.
- Pau...
- ¿Qué Ali?
- ¿Qué pasó anoche?
- (Suspiré) Te prometo que cuando vuelvo de llevar a la enana te cuento.
- Está bien, anda a despertarla. (Yo sonreí y entré en el cuarto, me dirigí hasta su cama y me senté a su lado)
- Arriba mi amor, buen día… (Dije y besé su mejilla)
- ¿Ya hay que levantarse?
- Sí princesa.
- ¡Ufa!
- (Reí) Dale, que vas a llegar tarde.
- ¿Me llevas vos?
- Sí, papá ya se fue.
- Mami… ¿Vos te peleaste con él?
- No mi amor.
- ¿Y por qué anoche hablaban fuerte y viniste a dormir acá?
- (Suspiré) Son cosas de grandes Loli.
- Pero son mis papas.
- Ya lo sé Lola, pero en serio, ya pasó.
- ¿Ya no están más peleados?
- No…
- ¿Segura?
- (Reí) Segura enana. Y dale, levantate.
- ¿Me traes la leche acá?
- No, porque no te vas a levantar más. Dale, arriba. (Dije destapándola y ella se quejó) ¿Qué pasa? ¿Te sentís mal?
- No, solo tengo sueño.
- Sabes que eso no es excusa para no ir a la escuela, dale, arriba. (Dije levantándome y dándole la mano, ella la tomó y se levantó)
- ¿Me ayudas a cambiarme?
- ¿Estás bien Loli?
- Sí mami. ¿Me ayudas?
- Sí…

En la puerta de la escuela, ella me dio un abrazo que yo le devolví.

- Te amo mami.
- (Sonreí) Te amo hija… (Besé su mejilla y la abracé más fuerte)
- No quiero que te separes de papá.
- (Me separé un poco de ella, suspirando) Eso no va a pasar princesa, te lo juro.
- Pero estaban peleado.
- Sí, pero ya está, ya hablamos y está todo bien otra vez, es normal a veces discutir… Son cosas por las que vos no tenes que preocuparte. ¿Sabes? Los tres siempre juntos, siempre. Te lo prometo. (Ella volvió a abrazarme y mis ojos se llenaron de lágrimas) No pienses en cosas feas que no van a pasar.
- ¿No va a pasar?
- No mi amor, no. (Besé su mejilla y me separé un poco de ella, chocando mi frente con la suya) Las promesas son promesas, y jamás se rompen. (Ella sonrío) Y dale, deja de pensar esas cosas y anda que ya es tarde… (Ella comenzó a correr) Hey. ¿No me das un beso antes? (Dije quejándome, ella volvió corriendo y besó mi mejilla) Qué tengas un buen día enana.
- Vos también mami.

Esperé a que entrara y aunque no quería hacerlo, mis ojos se llenaron de lágrimas, agarré mi celular y le mandé un mensaje a Pepe.

‘Cuando puedas llamame, por favor’

Y a los dos segundos mi celular estaba sonando.

- Hola Pepe…
- Amor. ¿Qué pasa? ¿Estás llorando? Habíamos quedado que…
- Para amor. (Suspiré) ¿Vos hoy llegar a buscar a Lola y que vayamos a almorzar los tres?
- ¿Por? No sé, tengo que ver.
- Porque se despertó rara, me preguntó sobre lo de anoche y recién antes de entrar a la escuela me preguntó si no nos íbamos a separar, la veo angustiada y no me gusta.
- (Suspiró) Somos unos tarados, no tendría que haberte gritado.
- Ni yo ir a su cuarto… (Suspiré también) Pero ya pasó. (Hice una pausa) ¿Podes o no podes? Le va a hacer bien que estemos los tres juntos y nos vea bien.
- Sí, lo sé, pero la verdad es que no sé si voy a poder escaparme, estamos con un día complicado, pero a cenar seguro…
- Bueno, está bien.
- Te prometo que voy a hacer todo lo posible… Y vos no llores.
- (Suspiré) No te jodo más, anda…
- No me jodes tonta.
- Bueno, pero así capaz podes venir…
- Voy a ver qué hago, te mando un mensajito. ¿Sí?
- Bueno, un beso.
- Otro amor, no llores, en serio.


lunes, 28 de octubre de 2013

Capítulo 121

Finalmente me fui al cuarto de Lola y me acosté con ella, abrazándola, necesitaba sentirla cerca.

- ¿Mami?
- Soy yo hermosa, seguí durmiendo.
- ¿Qué haces acá?
- (Reí) ¿No puedo estar acá?
- Sí…
- ¿Y entonces? (Ella rio y yo besé su cabeza) Seguí durmiendo mi amor.

Loli se quedó dormida otra vez y sentí la puerta abrirse.

- Veni Pau, por favor. (Susurró y yo negué con mi cabeza, él suspiró y entró al cuarto, se arrodilló a mi lado, corrió el pelo de mi cara y de mi cuello) Mi amor, dale. (Yo volví a negar con mi cabeza y sentí que besó mi nuca)
- Dejame, por favor.
- No mi amor.
- No quiero que Loli se despierte.
- Entonces veni conmigo, al menos dejame darte un abrazo… Por favor. (Acarició mi espalda y yo suspiré)
- Me muero de vergüenza. (Dije quebrándome otra vez)
- No mi amor, por favor, no… (Me agarró por la cintura, haciendo que me levante) Dale, veni conmigo. (Suspiré y salimos del cuarto de Lola, yo corrí al mío y me senté en la cama, haciéndome un bollito, en una punta, Pedro llegó unos segundos después, prendió el velador y se sentó frente a mí) Pau… (Dijo tomándome por el mentón, haciendo que lo mire)
- ¿Qué?
- ¿Por qué?
- ¿Por qué, qué?
- ¿Por qué haces todo esto?
- Porque me niego a no poder darte otro hijo Pedro.
- Negar la realidad es lo peor que podes hacer.
- Odio la realidad.
- No seas así de dura.
- (Suspiré) No soy dura, soy realista.
- Negando la realidad no lo sos.
- Ay, no me enrosques Pedro.
- Te enroscas vos sola Pau.
- No…
- Sí Pau.
- No Pepe… (Hice una pausa) Me enrosco por verte a vos.
- ¿Por verme a mí?
- Sí, sé que te morís por poder tener otro hijo, aunque me lo niegues… Y eso me duele, me duele que me mientas y me duele no poder dártelo.
- ¿Y no es más fácil que vengas a hablar conmigo?
- No, porque tengo miedo de que me dejes…
- ¿Vos estás loca?
- No, y dejame terminar. (Suspiré) Me da miedo que por esto me quieras dejar, y si encima te voy llorando sería peor…
- ¿Te das cuenta que estás diciendo cualquiera, no? (Yo negué con mi cabeza) Paula, si me casé con vos es porque te amo, te amo como nunca amé a una mujer, como nunca voy a amar a una mujer, te amo mi amor, te amo y jamás te dejaría. ¿Me escuchas? ¡Jamás! Pase lo que pase juntos. (Tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos) Hicimos esa promesa, y jamás la rompería. (Corrió el pelo de mi cara y secó mis lágrimas) Y creo que vos tampoco lo harías. ¿No? (Negué con mi cabeza) ¿Y entonces? ¿Por qué te encerras?
- Porque me duele no poder ser lo suficientemente mujer para vos, porque me duele no poder ser la mujer que vos te mereces.
- Paula, sos la mejor mujer que la vida pudo poner en mi camino.
- No Pedro.
- Sí mi amor, sí…
- Sé que no.
- ¿Podes creer en lo que yo te digo? ¿Alguna vez te mentí?
- (Suspiré) Con malas intenciones, creo que no.
- ¿Y cómo sería mentir con buenas intenciones?
- Para que yo no me sienta mal, o peor.
- (Rio) Te juro que esta vez no es así. (Hizo una pausa) Dale, no llores más, por favor. (Yo suspiré, él sin dejarme reacción me abrazó por la cintura y cayó sobre mí, haciendo que yo quede acostada en la cama) Te amo Paula, te amo… (Rosó su nariz con la mía y yo cerré mis ojos) Vos y Lola son todo lo que necesito, todo… Son lo más lindo que tengo, que me pasó y te repito, son todo lo que necesito para ser feliz… (Y yo lloraba cada vez más)
- Perdón, me siento una nena… Y yo también te amo Pedro, y por eso me duele todo esto.
- No tiene que dolerte, y menos por mí… Es algo que no podemos cambiar, hay que aceptarlo, y como te dije aquella vez, tenemos que ser felices con lo que tenemos, que es una hija hermosa y no anhelar lo que no podemos tener.
- ¿Me das un beso? Por favor…
- ¿Desde cuándo pedís eso?
- No sé… Pero necesito que me lo des, no dártelo. (Lo sentí sonreír y luego besarme, aunque terminó abrazándome, sin salir de encima de mí, yo también lo abrazaba por el cuello)
- No hagas más estas cosas, y menos sola. (E hizo que demos media vuelta, quedando enfrentados)
- Perdón… Pero es que ya lo había hecho… Y no sé, creí que alguna vez iba a dar positivo, ya sé que no, pero no sé, tenía una mínima ilusión.
- ¿Cuántas veces lo hiciste?
- Cuatro.
- ¿Cuatro?
- Sí… (Dije con vergüenza)
- (Corrió el pelo de mi cara) Por favor, no vuelvas a querer hacerlo sin decírmelo antes, odio que te comas toda la angustia sola, me siento un pelotudo.
- No es tú culpa que esté angustiada.
- Pero no me doy cuenta de que lo estás, es por eso que me siento un…
- (Reí) Hoy cuando viniste acá yo no estaba dormida, estaba hace horas llorando acá… No sé cómo no te diste cuenta, jamás me había podido hacer la dormida.
- Te voy a matar a vos. (Dijo haciéndome cosquillas y yo reí) ¿Ves que soy un tarado?
- (Reí) Creo que ni siquiera respiraba, si tardabas medio segundo más me ponía violeta. (Reímos ambos)
- No hagas más esas cosas.
- Mmm…
- En serio mi amor, somos una pareja para que cuando uno esté mal pueda apoyarse en el otro.
- (Suspiré) ¿Me perdonas?
- Sí mi amor… (Me besó) Pero prometeme que no lo haces más.
- Entonces vos jurame que sos feliz así, con nosotras dos.
- Te lo juro por mi vida.
- (Sonreí) Te amo mi amor.
- Yo también te amo. (Nos besamos) Pero no te hagas la boluda, prometeme lo que te dije.
- (Reí) Te lo prometo.
- Así me gusta… (Hizo una pausa) Y no llores más… (Dijo secando mis lágrimas, yo no le dije nada, tan solo me acomodé sobre él, abrazándolo por la cintura y apoyando mi cabeza en su pecho, él río y me abrazó con uno de sus brazos, su mano libre comenzó a jugar con mi pelo)
- Amo que me conozcas tanto.
- Y… Digamos que son casi diez años. ¿No?
- ¿Tanto?
- Y sí…
- Nunca lo había pensado…
- Yo sí, todos los días.
- ¿Todos los días?
- Todos los días agradezco que hace tanto tiempo te tengo a mi lado.
- (Sonreí) Sos lo más lindo del mundo.
- Vos mi amor… (Besó mi frente y se hizo un silencio, de algunos minutos)
- Pepe…
- ¿Qué?
- Gracias por bancarme siempre.
- Siempre lo voy a hacer, siempre.
- Gracias…
- No tenes nada que agradecer.
- Sí amor, nadie más que vos se hubiese bancado todo lo que me bancaste y me bancas.
- Mmm… Somos muchos los hombres así, pero me hace feliz saber que yo soy el tuyo.
- Vos todo mío y yo toda tuya, para siempre.
- Para siempre mi amor.
 

domingo, 27 de octubre de 2013

Capítulo 120

Varias horas después, me levanté, fui directamente al baño, en donde lavé mi cara y me hice un rodete en el pelo, me puse un sweater y me dirigí al living, en donde estaban todos.

- ¡Mami! (Dijo Lola corriendo a mí y yo la alce)
- Hola hermosa. (Dije abrazándola, necesitaba tanto su abrazo)
- Te extrañé mucho hoy.
- Yo también mi vida. (Besé su mejilla y me senté con ella sobre mis piernas y su cabeza sobre mi pecho)
- ¿Estás bien amor? (Me preguntó Pepe)
- Sí…
- ¿Pero te sentís bien? Dormiste mucho.
- Me quedé dormida y no me di cuenta, solo eso.
- ¿Segura?
- Sí Pepe… (Dije acomodando el pelo de Loli, para no mirarlo a los ojos) Loli… ¿Me ayudas a preparar la cena?
- ¡Sí!
- Veni entonces… (Me levanté con ella en mis brazos y nos dirigimos a la cocina, dejando a Pepe con sus papas en el living)
- Mami. ¿Segura que estás bien?
- Sí Loli.
- Pero hablas muy bajito y tenes la cara colorada.

¡Era una nena! ¿Cómo se daba cuenta de eso?

- Es porque dormí mucho hija.
- ¿Sí?
- Sí mi amor. (Besé su mejilla) ¿Qué queres cenar?
- Milanesas.
- (Reí) Sos muy monotemática hija.
- ¿Mono qué?
- (Reí) Aburrida.
- ¡Pero me gustan!
- Bueno, está bien… Hacemos milanesas y varias ensaladas. ¿Queres?
- Bueno.

Terminamos con la cena y pusimos la mesa…

- ¿Vas a llamar a los abuelos y a papá? (Le dije a Loli)
- (Ella corrió a mí y me abrazó por la cintura) Mami…
- ¿Qué? (Dije agachándome a su altura y ella me abrazó por el cuello, yo sonreí y la abracé por la cintura)
- Tenía ganas de darte un abrazo.
- (Sonreí y mis ojos se llenaron de lágrimas) Te amo muchísimo hija, muchísimo… Nunca lo olvides, nunca. (Besé su mejilla) Sos lo más lindo que me pasó en la vida. ¿Sabes?
- Te amo mamá. (Dijo abrazándome aún más fuerte y yo contuve mis lágrimas)

Y en ese momento entró Pepe a la cocina…

- ¿Falta mucho? (Preguntó y nos miró, se arrodilló frente a nosotras y preguntó) ¿Están bien?
- Sí papi.
- ¿Seguras?
- Sí amor. (Nos levantamos) Y la comida ya está. ¿Llamas a tus viejos?
- Dale.

Casi ni cené, sinceramente aún sentía un nudo horrible en mi pecho.

Pepe se fue con Loli a dormir, y Ali y Ramiro también. Yo levanté la mesa, lavé todo y me fui a la cama, quería dormirme antes de que llegara Pedro, sabía que me iba a preguntar qué pasaba, y no quería hablar.

-

Después de que Lola se quedara dormida fui al baño y al abrir el tachito entendí todo. Suspiré y fui al cuarto, Pau estaba en la cama, de espaldas a la puerta, yo entré sigilosamente y me senté a su lado, acaricié su espalda y suspiré, no quería enojarme, y aunque lo estaba, no quería manifestarlo, sabía que estaba mal.

- Pau…
- ¿Qué?
- (Suspiré) ¿Me explicas que es lo que hay en el tacho del baño?
- Ya sabes lo que es, no hay nada que explicar.
- No te lo guardes.
- Dejame en paz, por favor.
- No Paula.
- No quiero hablar, no voy a hablar.
- ¡No seas terca!
- Pedime cualquier cosa menos eso.
- (Suspiró) No tengo ganas de enojarme.
- Y yo no tengo ganas de hablar.
- Te haces peor vos sola.
- Es mi problema, no el tuyo. Y te dije que no quiero hablar, si no me dejas en paz me voy a dormir con Lola.
- ¿Por qué sos así?
- Son cosas mías Pedro, mambos míos, angustias mías, imposibilidades mías. (Dijo quebrando en llanto)
- Amor... ¿Me miras?
- No. (Dijo levantándose y dirigiéndose a la puerta, yo la seguí y tomé su mano antes de que la abra)
- No te vayas.
- No quiero hablar Pedro. ¿Lo podes entender?
- (Suspiré) Pau... Dale, no seas boluda, te haces mierda vos sola.
- No, yo no quise que esto fuese así, y no es una boludes lo que me pasa.
- Nunca dije eso.
- No sabes lo que me duele no poder darte otro hijo. (Dijo bajando su mirada) Desde ese día en la escuela que me pegó todo peor, no puedo más... Y no quiero llenarte a vos de toda esta mierda. (Abrió la puerta)
- Por favor...
 - Me voy a dormir con Loli.
- ¿Para qué? ¿Para hacerte peor?
- Para que nadie me atosigue con preguntas.
- ¿Yo te atosigo? Siempre creí que cuando estabas mal te hacía bien hablar conmigo, o que te dé un abrazo.
- No puedo hablar ahora.
- ¿Por qué?
- Porque no.
- Esa respuesta se la acepto a Lola, no a vos.
- No me importa.
- ¡Paula! (Grité, intentando hacerla entrar en razón)
- No me grites, Lola está al lado y no quiero que se despierte, menos que menos que no escuche pelear.
- Entonces no te vayas.
- ¿Podes respetarme? ¡Una vez!
- ¿Yo no te respeto?
- Cuando me rompes tanto para que hablemos, no.
- ¡Lo único que quiero es que vos no sufras estando sola! ¡Qué no te hagas mierda o te des manija con cosas sin sentido! ¿Eso no es no respetarte Paula?
- ¡Te dije que no grites!
- (La agarré del brazo e hice que entré en el cuarto) ¡Basta Paula!
- ¿Basta qué?
- ¡Basta de todo esto!
- ¿Qué es todo esto?
- Te estoy hablando en serio.
- Yo también.

sábado, 26 de octubre de 2013

Capítulo 119

Ya había pasado más de un mes de aquel viaje…

Habíamos ido a buscar a Loli a la escuela, los dos juntos, pero desde que habíamos bajado del auto que Pedro no me miraba, ni me hablaba… (Creo que ni siquiera me registraba)

Tardé tan solo unos segundos en darme cuenta por qué no me registraba, y sinceramente se me estrujó el corazón.

A unos pocos metros de nosotros había una familia, la mamá llevaba en brazos a un bebé de muy pocos meses y su hermanita acababa de salir del jardín, y ahora interactuaba con su pequeño hermanito.

Estaba haciendo fuerza para no llorar cuando la sentí a Loli abrazándome por la cintura y sonreí, abrazándola también.

- Hola mi vida.
- Hola mami. (Sonrío y yo me agaché a saludarla, Pepe hizo lo mismo y volvimos los tres juntos a casa, caminando, Pedro llevaba la mochila de Loli y ella iba en medio nuestro, con una de sus manos unida a la mía y la otra a la de su papá)

Después de almorzar, Pedro se había ido…

- Mami. ¿Estás bien?
- Sí princesa.
- Pero estás llorando.
- (Sonreí) Pero estoy bien hermosa.
- No, la gente cuando está bien no llora. (Dijo sentándose sobre mis piernas, ya que yo estaba en el sillón, secó torpemente mis lágrimas con una de sus manitos, la cual yo tomé y besé) ¿Vamos a ver una peli a la cama? (Yo sonreí)
- ¿Queres que veamos una peli?
- Sí mami, como cuando yo estoy mal y vamos a la cama y vos me haces mimitos en el pelo, hoy te los hago yo. (Mordí mi labio a punto de morir de amor y la apretujé contra mí)
- Te juro que no te puedo amar más hija.

- ¿Me explicas que te pasa Paula?
- Nada Pedro, dejame.
- ¿Nada? Hace días que no te me acercas.
- Cosas mías.
- Nuestras.
- Mías, son mambos míos.
- ¿Qué mambos?
- (Suspiré y me dejé caer en la cama) Dejame sola, por favor.
- ¿Hice algo?
- Sí, pero no es tú culpa que esté así.
- No te entiendo Paula.
- Te dije que me dejes sola.
- No, necesito saber qué te pasa.
- ¿Vos te diste cuenta de cómo mirabas a esa familia el otro día en la puerta de la escuela, no?
- (Suspiró y se sentó frente a mí) ¿Por eso estás así?
- Sí. Te dije que eran mambos míos.
- Pau… Mirame, por favor. (Dijo levantado mi cara, tomándome por el mentón, y no pude escapar de su mirada) Vos y Lola son mi familia, la mejor que pudiera tener… Son más de lo que siempre desee, te juro que es así.
- Pero… (Dije dejando escapar una lágrima, la cual él secó suavemente con sus dedos)
- Pero nada. (Me besó en mis labios, sentidamente) Pero nada… (Volvió a besarme) No te enrosques con cualquiera, por favor.
- Vos porque no te viste la cara…
- Pau… ¿Vos confías en mí?
- Más que en nadie.
- ¿Y entonces? Creeme lo que te digo.
- (Suspiré, no muy convencida) Perdón, es que…
- Sí, ya sé mi amor, te juro que lo sé, pero tenemos que disfrutar de lo que tenemos, no anhelar lo que nos falta. (Yo me encogí de hombros y me refugié en su pecho, insinuando que me abracé, y eso es lo que hizo)

Simulaba una sonrisa, pero desde ese día me sentía… Rara, triste, angustiada, vacía.

Me había hecho tres evatests… Los cuales, claramente dieron negativos, y cada uno de esos negativos era un nuevo derrumbe en mi interior.

No pedía algo tan ilógico, tan solo poder ser mamá una vez más… Tan solo una vez más, primero por mí, porque soy capaz de dar mi vida por poder volver a sentir cosas tan hermosas otra vez, por poder tener otro bebé al que cuidar y amar desmesuradamente, segundo por Pepe, sabía, aunque lo niegue, se moría por ser papá otra vez y tercero, por Loli, más de una vez me había dicho que quería tener un hermanito… Pero no, no se puede. ¿Por qué? Porque a pesar de que esté muerto sigue haciéndome mierda.

Revolví en mi placard, hasta que encontré esa maldita carpeta, la abrí llena de bronca, llorando y cuando encontré ese maldito papel lo hice un bollo, con todo el dolor, la bronca y el odio del mundo.

Tiré todo así no más otra vez en el placard, agarré la bolsita que tenía a mi lado y me fui al baño.

¡Otra vez lo mismo!

Tiré ese maldito test en el tachito del baño, me puse el pijama y me metí en la cama, sin poder dejar de llorar, y sin intenciones de hacerlo.

¿Por qué? ¡¿Por qué?!

¿Por qué nunca podía ser completamente feliz?

La almohada estaba empapadísima y aunque no me haya visto en el espejo, sabía que mi cara estaba hinchadísima de tanto llorar.

Putee, en todos los colores posibles, cuando escuché el ruido de la puerta, no solo había vuelto Pepe, sino que también Lola y sus abuelos, porque estaban hace una semana en casa.

M tapé con todo, hasta la cabeza e intenté tranquilizarme, no quería ni ver ni hablar con nadie.

Sentí entrar a alguien al cuarto, y por el movimiento supe que era Pedro, intenté hasta no respirar, para que no notara que estaba despierta, ni que estaba llorando.

- Amor… ¿Dormís? (Escuché que dijo y yo, claramente no respondí. Lo sentí acercarse a mí y quería que la tierra me tragara, pero tan solo me destapó hasta antes de la ceja, para darme un par de besos, los cuales me tranquilizaron, aunque tan solo un poco, porque el hecho de hacer semejante esfuerzo para no llorar me ponía aún más nerviosa) Ufa, dormís en serio… Quería darte un par de besos… (Hizo una pausa y yo casi que me rio) Bueno, es posta. (Besó otra vez mi frente) Te amo mi amor.

Cuando sentí que se fue, respiré súper hondo y sequé mis lágrimas, creo que era la primera vez que hacerme la dormida me salía.

Escuché que Lola quiso entrar al cuarto, pero Pepe la frenó.

- Mamá está durmiendo.
- ¿A esta hora?
- Sí Loli, se quedó dormida.
- Ufa, la extraño. (Sonreí, en medio de las lágrimas) ¿Puedo pasar?
- La vas a despertar…
- Solo me acuesto con ella.
- No Loli, cuando se despierte.
- Pero…
- Sh. Pero nada. (Lola rio y yo suspiré, tranquilizándome otra vez)

Capítulo 118

Ya habíamos visto tres películas. (Y todas de princesas) Y al fin Lola se había quedado dormida, para ser sincero no aguantaba una película más.

Loli dormía sobre el pecho de Pau y ella también estaba a punto de quedarse dormida.

- ¿Queres dormir un rato? (Susurré)
- Mmm… No es mala idea, pero vos si vos dormís con nosotras.
- Mmm… (Besé su mejilla y me acomodé a su lado) Solo porque no hay nada más divertido para hacer.
- Ah bue. ¿Así nos queres?
- (Reí) Sos muy sensible che.
- Ya te dije que estoy más sensible que lo normal, asique cuidadito con lo que decís o haces.
- Ay, bueno esposa, perdón. (Ella rio y yo la besé)
- Basta que no quiero despertarla.
- Tenes razón. (Dije cerrando mis ojos) Descansa Pau.
- Vos también Pepe.

Me desperté, un par de horas después y me levanté para preparar la merienda… Chocolate caliente y chocolates, había que hacerle honor al hecho de estar en Bariloche.

Deje la bandeja sobre la mesita de luz, la del lado contrario al que se encontraban ellas.

Me acosté, con cuidado a su lado y besé la mejilla de Pau, reiteradas veces y acaricié la espalda de Lola, hasta que ambas se despertaron.

- Hola remolonas… Preparé una merienda. ¿Quieren?
- Mmm… Yo sí. (Dijo Pau)
- ¿Y vos Loli?
- Sí, pero tengo mucho sueño.
- (Corrí el pelo de su cara) ¿Te sentís mejor princesa?
- Un poco…
- (Toqué su frente) Estás menos calentita, pero acabas de dormir… Merendamos y te tomas otra vez la fiebre.
- Bueno…
- Sentate hermosa. (Lola se sentó y Pau seguía acostada) ¿Vos necesitas una invitación amor?
- ¿Estás en gracioso hoy?
- Hey. ¿Qué pasa?
- Me duele la cabeza.
- No me digan que se me van a enfermar las dos.
- (Pau rio) Solo me duele la cabeza.
- ¿Queres un ibuprofeno?
- ¿Me lo traerías?
- Sí Pau.
- (Sonrío) Sos muy tierno mi amor, gracias.
- (Me besó) Ya te lo traigo.

Merendamos todos juntos en la cama y por suerte a Loli le había bajado la fiebre, asique estábamos todos en la mesa, jugando a las cartas.

- Esto me aburre. (Dijo Loli haciendo puchero)
- ¿Y qué queres hacer?
- No sé, algo que me divierta.
- (Pau rio) ¿Y qué te divierte?
- Salir.
- Pero no podemos salir, tuviste fiebre hoy, y si salís a tomar frío te va a volver a subir. (Dije intentando convencerla)
- Mmm… Podes ir a bañarte, y después de bañarte me ayudas a preparar la comida. ¿Queres?
- Mmm… Bueno. (Dijo haciendo puchero otra vez)
- ¿Nada te viene bien? (Pregunté riendo y acercándome a ella, la alcé, bien alto y la dejé caer en el sillón, haciéndole cosquillas)
- ¡No papá, no! (Dijo riendo e intentando apartarme)
- ¿No querías divertirte?
- Esto no me divierte.
- Te estás riendo.
- ¿Y?
- Te estás divirtiendo.
- ¡Basta papá! ¡En serio!
- Mmm… No.
- Mamá, veni a salvarme. (Dijo gritando y yo reí, Pau se acercó a nosotros, también riendo y preguntó)
- ¿Qué le estás haciendo a mi princesita?
- Cosquillas.
- Pero a ella no le gustan. (Dijo intentando pararme, pero yo hice que ella también caiga en la cama y ahora les hacía cosquillas a las dos) ¡No, no! ¡Esto no vale!
- ¿Quién dijo que no vale?
- Mamá y yo. (Dijo Lola riendo y yo paré, pero me tiré sobre ellas, sin dejarles escapatoria) ¡Me estás aplastando papá!
- (Reí) Perdón, perdón. (Dije corriéndome y ella se acomodó sobre mí)
- Claro, y ahora me aplastan los dos a mí.
- No seas flojita.
- (Rio) En serio amor…
- Bueno che… (Me levanté, agarrando a Loli acococho)
- Estacionala en el baño, así se baña.
- (Reí) Bueno…

La llevé a Loli a bañarse y luego le alcancé su otro pijama.

- Amor… (La escuché a Pau)
- ¿Qué?
- ¿Me haces unos masajes? Por favor.
- ¿Tanto peso?
- (Rio) Sos un tarado. (Reí) Es el dolor de cabeza, me está matando.
- Veni…

Ella se sentó en el sillón y yo detrás de ella, se hizo un rodete y  le hice masajes por un rato, pero como era obvio, terminé besando suavemente su nuca y su cuello…

- (Suspiró) Te amo tanto…
- (Besé su mejilla y la abracé por la panza) Te amo… (Se acomodó sobre mí)
- Qué Loli tarde un rato más…
- (Reí) ¿Estás bien Pau?
- Mmm… No, me duele mucho la cabeza, el cuello…
- ¿Y qué pasa?
- Eso Pepe.
- Sí claro.
- (Rio) Te juro que es solo eso.
- ¿Tengo que creerte?
- Y sí…
- Bueno, te creo, te creo. (Besé reiteradas veces su cuello y la sentí sonreír)
- Veni que quiero darte un beso y no puedo girar la cabeza.
- ¿Tanto te duele amor?
- Sí, me dormí muy incómoda.
- (Me levanté y me senté frente a ella) ¿No queres otro ibuprofeno o un desinflamatorio?
- Ahora quiero un beso… (Me besó y yo sonreí) Y tomé hace un rato…
- Y, mmm… ¿Algo caliente o frío?
- Caliente, con este frío algo frío me muero.
- Pero el frío es mejor.
- Mmm… ¿Hay hielo?
- Yo traje el gel por las dudas.
- Me da cosita. (Dijo riendo y yo también reí)
- Te lo voy a buscar.
- Gracias mi amor. (Me besó)
- Sabes que te voy a cuidar siempre, hasta con las cosas más insignificantes.
- Te amo, con la vida. (Volvió a besarme)
- Te amo mi amor. (Nos besamos y fui en busca del hielo)


viernes, 25 de octubre de 2013

Capítulo 117

Esa noche deje el papel en la almohada de Pedro, sabiendo que él se iría a dormir, yo después de cerrar la puerta fui al baño, y cuando me dirigí al cuarto…

-

Cuando me fui a acostar encontré un papel con la letra de Pau sobre mi almohada, sonreí, sabía de lo que se trataba. Apagué la luz grande, me senté en la cama y prendí el velador…

‘Pepe, mi amor… Y ahora mi marido. No sé por qué necesito escribirte (Ya le escribí a Lola, porque también lo necesitaba) Pasa que recién los vi a los dos durmiendo abrazados y me desarmé, de amor…
Sí bien siempre supe que te amo, y siempre sentí que vos también me amas, siento que el hecho de habernos casado nos unió un poquito más, siento que es una promesa para siempre, que estamos unidos más que antes, más que nunca.
Quizás ya lo sepas (Y sé que lo sabes) Pero necesito decírtelo una vez más, me salvaste Pepe, del peor infierno que puede vivir una persona, me salvaste, me cuidaste y me enamoraste. Me enseñaste a amarte, a sonreír… A volver a vivir, a ser mujer, a sentirme mujer. Nada de lo que haga va a ser suficiente para devolverte todo.
Amo amarte, amo que me ames, amo cada día despertarme a tú lado, amo dormirme sintiendo tú respiración a la par de la mía. Amo cada vez que me haces sonreír, amo cada vez que sonreímos juntos, amo cada vez que me rio con vos, amo conectar mi mirada con la tuya y que en ese instante el resto del mundo deje de existir. Amo tus abrazos, tus mimos, tus labios, amo que sepas cuando los necesito.
Creo, y sin temor a equivocarme, que ser tú mujer es lo más lindo que me pasó en la vida… Que nuestro amo tan puro e inmenso haya desembocado en Lola y ahora poder compartir la vida los tres juntos te juro que es todo lo que necesito para ser feliz.
Te amo, con la vida, con cada parte de mí… Te amo en cada beso, en cada mirada, en cada sonrisa, en cada caricia… Te amo mi amor, muchísimo…’


Me levanté de la cama, secando alguna que otra lágrima y me paré en la puerta, a los pocos segundos ella entró en la habitación y yo, sin dejarla hacer nada, la abracé por la cintura, cerré la puerta y la arrinconé contra ella, besándola.

- No te das una idea de lo muchísimo que te amo.
- (Sonrío y me abrazó por el cuello) ¿Leíste la carta, no?
- Sí… Y me mataste. (Nos sonreímos)
- Quería hacerte una devolución de lo que escuché el otro día…
- (La abracé aún más fuerte) Ay, te amo tanto. (La besé) Y escúchame bien una cosa…
- ¿Qué?
- Vos no me debes nada…
- Pero…
- (La interrumpí) Nada, todo lo que hice por vos lo hice porque lo sentía, y te juro que no es necesario que lo devuelvas, porque vos también me diste muchísimo…
- Pero no tanto.
- Te aseguro que sí, me hiciste cambiar la cabeza, y lo sabes perfectamente.
- No amor…
- Sí Pau, sí. (La besé) Nadie debe nada acá… ¿Sí? (Ella suspiró) Y en todo caso si vos me debías algo, cosa que no es así, te juro que regalándome a Loli saldaste todas tus deudas. (Ella sonrío) En serio amor. En serio. (Volví a besarla) Vos para mí y yo para vos siempre, sin deudas.
- Te amo… (Dijo rosando sus labios con los míos)
- Te amo mi amor. (Nos besamos, y sin soltarla ni dejar de besarla, la dirigí hacia la cama)
- ¿Y Lola?
- Che, yo no me olvido que es nuestra luna de miel.
- (Rio) Traba la puerta…
- Loli duerme.
- Pero no es su casa, y si quiere ir al baño o lo que sea va a venir para acá… No te cuesta nada.
- Sí, separarme de vos.
- Sos muy tierno, pero si no trabas la puerta…
- Está bien, está bien... ¡No te voy a permitir que me dejes sin nada! (Ella rio, con una carcajada) ¿Qué?
- Que a pesar del paso de los años seguís siendo igual de tremendo.
- ¿Está mal que quiera hacer el amor con mi mujer?
- No…
- ¿Y entonces?
- Que tenes una carita de desesperado que me mata.
- ¿Se me nota mucho?
- (Rio) Muchísimo… Pero me encanta, tus ojitos me gritan pasión, y mucho amor.

-

Me desperté en medio de la noche, muerta de frío, asique me vestí (incluso con un sweater) y me levanté a hacerme un té, lleve mi celular junto con mis auriculares y me puse un poco de música.

Me envolví en una manta y me senté frente al ventanal, tome mi té y cuando estaba completamente inmersa en mis pensamientos sentí a Pedro abrazándome por la espalda, quitó uno de mis auriculares y susurró en mi oído.

- ¿Estás bien amor?
- Sí Pepe.
- ¿Segura?
- Sí.
- ¿Y qué haces acá?
- Me desperté porque tenía mucho frío y terminé acá, no sé. (Dije riendo)
- ¿Y no queres que vayamos a la cama? Hace más frío acá que allá.
- Pero yo estoy envuelta en una manta y me acabo de tomar un té.
- ¿Eso quiere decir que queres estar sola?
- No tonto, solo te decía que yo no tenía frío.
- Bueno, pero yo sí, asique nos vamos para allá.
- Entonces ayudame a levantarme. (Rio, se levantó y me dio la mano, yo me levanté y nos dirigimos al cuarto) ¿Qué hora es?
- Las cinco… (Dijo acostándose) Veni que dormimos un par de horas más.

Cuando me desperté, Lola dormía a mi lado… Sonreí al verla allí y cuando miré el reloj noté que ya había pasado el mediodía.

- Loli… (Susurré en su oído) Buen día…
- Hola. (Dijo súper dormida y se acomodó sobre mí)
- ¿Cómo terminaste durmiendo acá?
- Me desperté y como tenía mucho sueño y papá ya estaba despierto vine. ¿No podía?
- (Reí) Siempre podes venir, me encanta despertarme con vos encima de mí. (Ella sonrío y yo besé su cabeza)
- Tengo frío mami.
- Veni… (La tape con todo lo que había en la cama, incluso con una manta que había en los pies de la cama y ella se acurrucó en mí) Me parece que tenes fiebre Loli. (Dije tocando su frente)
- No, no quiero.
- (Reí) ¡Pepe! (Dije gritando, llamándolo)
- Hola, buen día… ¿No? (Dijo asomándose por la puerta)
- (Reí) Perdón amor… Buen día. (Se acercó a nosotras y nos dio un beso a cada una) Estás calentita Loli.
- Para eso te estaba llamando. ¿No me buscas el termómetro?
- ¿Lo trajiste?
- Sí Pepe… En el botiquín.
- Ahora te lo traigo.

A los segundos, volvió con el termómetro y yo lo puse debajo de la axila de Loli.

- No me quiero enfermar. (Dijo quejándose)
- (Pepe, quién estaba sentado a nuestro lado, acarició su pelo) Pero si tenes fiebre no podes hacer nada hermosa.
- (Quité el termómetro de su axila) Tenes 38° hija…
- Ufa. (Dijo casi llorando)
- No llores princesa, es solo un poco de fiebre.
- Pero quería ir con ustedes a eso de los cuatri no sé qué.
- (Pepe y yo reímos) Vamos otro día, nos queda una semana acá Loli.
- ¿Y hoy que vamos a hacer?
- Primero vos vas a tomar el jarabe, y después nos vamos a pasar el día acá los tres, con pelis y chocolates. ¿Queres?
- Bueno…

jueves, 24 de octubre de 2013

Capítulo 116

Yo estaba mirando por el ventanal y la sentí a Pau que besó mi nuca.

- ¿Vamos a hacer algo hoy? (Preguntó)
- No sé… ¿Por?
- Porque Lola quería que veamos una peli en la cama…
- Mmm… Vayan si quieren, de última si salimos, salimos más tarde.
- ¿Y vos? ¿No venís?
- No amor…
- ¿Por?
- Quiero estar un poco solo.
- ¿Para qué? (Dijo parándose frente a mí)
- No sé…
- Mmm… Si queres estar solo está bien, solo acordate que no te hace bien, lo sabes.
- (Suspiré) Lo sé.
- Además, si le digo a Loli que te convenza en menos de tres segundos estás en la cama con nosotras. (Reí)
- Es verdad.
- (Sonrío) ¿Entonces? ¿Qué haces?
- Entonces… Mmm… (La abracé por la cintura) Te amo, y mucho.
- (Sonrío) Yo también te amo mi amor. (Me abrazó por el cuello y me besó) ¿Vamos? Loli nos está esperando.
- Dale, vamos.

-

Cuando entré en el cuarto, lo paré a Pepe y no lo deje pasar.

- Para… (Susurré)
- ¿Qué pasa?
- Sh…

Mis ojos se llenaron de lágrimas y sonreí… Entre sigilosa al cuarto y la abracé por la espalda, agachándome.

- Te amo mucho mamá.
- (Sonreí y besé su mejilla) Te amo muchísimo más hija. (Ella se dio vuelta y me abrazó por el cuello y yo la aferré a mí cuerpo, abrazándola también) ¿Dónde encontraste eso?
- Estaba en el piso.
- (Sonreí) Lo escribí el día que estábamos en el hotel, cuando veníamos para acá… ¿Te gustó?
- Mucho mami.
- (Pepe se acercó a nosotras) ¿Alguien me explica que pasa acá? (Loli y yo reímos, sin separarnos demasiado, la alce, me senté en la cama y ella seguía aferrada a mí, con su mejilla en mi pecho, yo la abrazaba por la cintura) Sigo esperando. (Se sentó frente a nosotras y yo volví a reír)
- Lola leyó algo que yo escribí en el hotel… ¿Lo leíste todo?
- La primera página.
- Ah… La segunda es para vos. (Dije mirándolo a Pepe)
- ¿Qué escribiste?
- (Sonreí) Lo que sentía, lo que siento, estoy muy feliz y muy sensible. (Hice una pausa) Y me parece que mi hija es igualita a mí. (Reímos y besé su frente)
- ¿Puedo leer?
- Mmm… ¿Ahora?
- Sí…
- Me da un poco de vergüenza, en realidad no era para que lo lean de ahí, es un papel todo feo y desprolijo. (Dije riendo) Por fas, leelo después.
- Bueno, está bien. (Yo sonreí y volví mi atención a Lola)
- Deja de llorar hermosa…
- Es que…. (Me miró) No sé qué, pero te amo.
- (Mordí mi labio muerta de amor, la apretujé contra mí y la llené de besos) Te amo tanto hija, tanto.

‘Lola… Mi amor, hija, bebé, mi princesita, mi luz… Quizás no entiendas muchas de las cosas que hoy te voy a decir, porque aunque me lo niegues, seguís siendo chiquitita. (Mi chiquitita) Pero sé que cuando pase el tiempo vas a poder entender el por qué de cada cosa que te voy a decir.
Nunca me voy a olvidar del momento en el que papá me dijo que estaba embarazada, de ese momento en el que supe que estabas creciendo dentro de mí, de ese momento en el que me invadió una felicidad infinita e inexplicable. ¿Y sabes qué a partir de ese día mi vida cambió por completo? Ya no tenía ganas de llorar, ni de pasarme el día en la cama, porque sabía que mi princesita me estaba esperando y me necesitaba.
Jamás podría poner en palabras lo muchísimo que te amo Lola, seguís siendo el motivo por el cual vivo cada día, sos y serás el motivo por el cual me animé a superar todo lo horrible que me pasó, porque quiero, necesito y me encanta estar con vos, llenarte de mimos, ayudarte, hablar o quedarme con vos hasta que te quedas dormida.
Algún día te contaré todo lo que me pasó, pero eso sí que no lo podes saber ahora… Lo único que me interesa que sepas es que mamá te ama con la vida princesa, y que vos sos mi rayito de luz cada día, gracias por haber llegado a mi vida, por ser el motivo para seguir’


Definitivamente mi idea no era que la lea ahora, me sorprendió muchísimo haberla encontrado llorando, me sorprendía muchísimo todo lo que entendía y sentía con su tan corta edad.

Pepe había puesto una peli, pero, para ser sincera no le había prestado atención, tan solo estaba concentrada en jugar con el pelo de Loli, quién apoyaba su cabeza en mi pecho.

Sin darme cuenta me quedé dormida…

- Mami… (Sentí que susurró en mi oído) Ma…
- (Abrí mis ojos, sin entender mucho) ¿Qué Loli?
- Te quedaste dormida, y papá me dijo que vamos a ir a andar en cuatrici… (Y no le salía la palabra, yo reí)
- ¿Cuatriciclos?
- Sí, en eso.
- (Volví a reír) Voy al baño y voy. ¿Sí?
- Sí.

Después de ir al baño, lavarme la cara y peinarme, me dirigí al living en donde estaban.

- Buenas tardes remolona.
- (Reí) ¿Vamos a ir o me vas a hacer burla?
- ¿Te despertaste sensible?
- (Me acerqué a él) Estoy sensible, asique tene cuidado.
- ¿Cuidado?
- Sí, creeme que sé por qué te lo digo.
- Tomo el consejo entonces. (Me besó) ¿Estás bien, no?
- Sí amor.
- ¿Segura?
- (Sonreí) Sí Pepe, es solo que estoy un poco sensible, desde que nos casamos… La situación me tiene así, llena de amor, felicidad… Estoy sensible, es solo eso.
- Sos muy linda. ¿Sabías?
- (Sonreí y lo besé) Vos sos lindo. (Nos dimos otro beso y nos abrazamos, pero Lola nos interrumpió)

Nos abrigamos para salir y cuando estábamos a punto de hacerlo se largó a nevar de golpe, y muchísimo.

- No podemos salir así… (Dijo Pepe, cerrando la puerta)
- ¿Por qué papi? (Preguntó quejándose)
- Porque no veo nada para manejar.
- Pero yo quería ir…
- Vamos mañana, te lo prometo.
- Ufa.
- (Reí) Loli, no se puede… (Quité su campera)
- Pero quiero hacer algo, sino me aburro.
- Mmm… Podemos salir a jugar con la nieve, pero acá… Sin auto.
- ¿Lo propones ahora que ya le saqué la campera, no? (Pregunté riendo)

miércoles, 23 de octubre de 2013

Capítulo 115

- Ma… ¿Podemos comer sopita?
- (Reí) ¿Tenes frío princesa?
- Mucho…
- Anda a bañarte entonces, habíamos quedado que ni bien entrabas ibas a bañarte.
- ¿Pero comemos sopita?
- Te prometo que sí. Dale, anda al baño que yo ahora te llevo la ropa.

Después de alcanzarle la ropa a Lola, salí del baño y me crucé con Pepe…

- Amor, voy a comprar chocolates para la noche.
- (Sonreí) Sos lo más… (Reímos) ¿No traes fideos de sopa? Lola quiere sopita…
- Ahora compro…
- Abrigate.
- (Rio) No soy Loli eh.
- Pero me tiras bolas de nieve como si fueses un nene, asique hay que cuidarte como a un nene. (Reímos y nos dimos un beso) Y apurate que ya es tarde.
- Sí mami. ¿Algo más? (Reímos)
- No…
- Entonces me voy yendo… (Comenzó a irse pero yo corrí y lo abracé por la espalda, sorprendiéndolo)
- Me olvidé de algo… (Dije riendo y él también rio)
- ¿De qué?
- De decirte que te amo… (Besé su cuello y él sonrío)
- (Tomó mis manos) Sos tan linda… (Besó mi mano derecha) Yo también te amo mi amor…
- ¿Estás mejor?
- Sí Pau, me hacen muy bien ustedes los dos. (Sonreí) ¿Hice mal en contárselo a Loli?
- No amor…
- ¿Segura?
- Sí Pepe, tarde o temprano lo iba a saber, y si sabe lo que le pasó a sus abuelos y lo que le pasó a su hermanito, también puede saber lo que le pasó a su tío.
- Tenía miedo de cómo podía llegar a reaccionar, o tomárselo.
- Pero se lo tomó bien amor…
- ¿Sí, no?
- Sí Pepe… Tranquilo. (Hice una pausa) Y ahora anda que es tarde, dale…

Loli estaba sentada en la mesada del baño y yo cepillaba su pelo, luego de habérselo secado.

- Mami… ¿Por qué a papá y a vos les pasaron cosas tan feas?
- (Suspiré) Porque a veces la vida es algo triste… Pero siempre, siempre que la vida te saca algo te regala otra cosa.
- ¿Eh?
- Claro… Papá estaba muy triste cuando falleció su hermano, pero a los poquitos días yo me hice un test y supe que estabas en mi panza… (Ella sonrío) Y con papá estamos seguros de que fue tu tío quien te mandó, así nos sacabas la tristeza.
- Waw… (Dijo sorprendida y yo reí, deje el cepillo a un lado)
- Listo el pelo Loli.
- ¿Me bajas? (Yo la tomé por debajo de sus abrazos y la bajé) ¿Papá?
- Se fue a comprar chocolates y para hacer la sopa que me pediste.
- Ah… ¿Estamos solas entonces?
- Sí, pero ya debe estar por llegar.
- Quería que vayamos un ratito a la cama…
- Voy a tener que preparar la comida… ¿Pasa algo?
- No, nada.
- ¿Segura?
- Sí mami.
- Vos no me pedís porque sí de ir a la cama… (Rio) ¿No me queres contar que pasa? (Pregunté agachándome a su altura)
- Es que hoy me desperté media triste, por eso fui a su cama… Y después hablé con papá y…
- ¿Y qué mi amor?
- No sé por qué, pero estoy triste, se me había pasado, pero ahora volvió…
- ¿Estás segura qué no sabes por qué?
- Sí… (Bajó su mirada, pero yo la tomé suavemente por su mentón para que me mire)
- ¿Queres un abrazo? (Ella asintió con su cabeza y yo la abracé) No tenes por qué estar triste. (Besé su mejilla y después de un ratito me separé de ella) Te prometo que comemos y nos vamos a tú camita y te lleno de mimos hasta que se te pase y te duermas. ¿Queres? (Ella asintió con su cabeza haciendo pucherito y yo volví a abrazarla)

Cuando terminamos de cenar, Lola estaba sentada sobre mí y yo la abrazaba.

- ¿Vamos a dormir? (Susurré en su oído) ¿Con papá o solas?
- Con papá…
- Decile entonces…
- Pa… ¿Me acompañas a dormir?
- (Sonrío) Obvio princesa.

Él se levantó y la alzo, yo me levanté y los seguí, la esperamos afuera mientras se cambiaba…

- ¿Le pasa algo?
- Me dijo que está triste, pero no sabe por qué…
- Hoy a la mañana me dijo lo mismo… (Suspiró) Y como yo me largué a llorar le terminé contando lo de Nico, y después me olvidé… (Dijo algo culpable, bajando su mirada)
- (Lo besé) Ahora vamos y la llenamos de mimos hasta que se le pase.
- Pobrecita…
- Sh… (Volví a besarlo y en ese momento Loli nos llamó) Veni, dale.

Entramos al cuarto y Loli estaba sentada en la cama…

- ¿No tenes frío? (Pregunté y ella asintió con su cabeza) Metete en la cama entonces. (Pepe abrió su cama y ella se metió, yo la tapé y me arrodillé a su lado, tomando su mano)
- ¿Qué pasa princesita?
- Lo de hoy a la mañana papi.
- ¿Y no sabes qué es eso que te tiene triste? (Preguntó acariciando su frente)
- No…
- ¿Y que queres que hagamos para que se te pase? (Pregunté tomando aún más fuerte su mano)
- Que se queden conmigo hasta que me duerma.
- ¿Y qué te hagamos mimitos?
- Sí mami, como me dijiste hoy…
- Cerra los ojitos entonces mi amor…
- Descansa princesa…

Nos quedamos con ella hasta que se quedó dormida y salimos del cuarto.

-

Pau estaba a mi lado, en silencio, apoyando su cabeza en mi hombro y creo que con los ojos cerrados.

- ¿Dormís? (Susurré)
- No… ¿Qué pasa?
- Nada, quería saber.
- Sabes cuando estoy despierta y cuando no… Me lo preguntaste porque necesitas iniciar una charla.
- ¿Entonces para que preguntas si ya sabes lo que pasa?
- (Se sentó y prendió el velador) Para que aceptes que algo te pasa.
- Me conoces mucho… (Ella sonrío) Perdón, no es que quiera que nuestra luna de miel sea un bajón.
- (Rio) Sh, no pienses en eso… ¿Me contas qué pasa?
- Nada, tengo muy presente a Nico y eso me pone muy sensible…
- (Acarició mi mejilla) Él está con vos Pepe. (Se acostó a mí lado y posó su mano en mi pecho)
- (Suspiré) Necesito dormir, que me pare la cabeza… Anoche casi no dormí, y ahora tampoco puedo.
- (Se estiró para apagar el velador y besó mi mejilla) Cerra los ojos e intentalo, yo me quedo con vos.
- Me siento Lola. (Dije riendo y ella también rio)
- Todos necesitamos sentirnos un poco nenes mimados a veces.
- (Tomé su mano y la besé) Te amo mi amor.
- Te amo Pepe.

martes, 22 de octubre de 2013

Capítulo 114

Lola seguía despierta y yo también…

- ¿No te podes dormir princesa? (Pregunté susurrando para no despertar a Pau)
- No… (Respondió un poco angustiada)
- ¿Y qué pasa mi amor?
- Nada…
- ¿Segura? Tenes la voz llorosa hija, te conozco.
- Mamá duerme. (Me levanté, la alcé y la envolví en una manta)
- Vamos a otro lado entonces.
- ¿A dónde?
- A la cocina… (Ella me abrazó por el cuello y fuimos hasta allí) ¿Queres una chocolatada?
- Sí.
- Yo también quiero, asique hago dos.

Preparé las chocolatadas y nos sentamos en el suelo, bah, yo en el suelo y ella sobre mis piernas, rodeando mi cintura con sus piernitas. Amaba pasar ratos así con ella.

Las chocolatadas ya se habían terminado y yo pregunté…

- ¿Qué pasa Loli?
- Me desperté triste.
- ¿Y por qué hermosa?
- No sé, me desperté así…
- ¿Y no sabes por qué?
- No pa.
- ¿Segura?
- Sí…
- ¿Y no se te pasara con un poco de cosquillas? (Pregunté haciéndole cosquillas, ella rio pero me paró)
- Capaz, pero vos también necesitas cosquillas entonces.
- Yo estoy bien.
- No pa…
- (Reí) Sí hija.
- ¿Qué te pasa papi? (Mordí mi labio muerto de amor y la abracé, necesitaba sentirla conmigo… Y aunque no quería, me quebré) ¿Por qué lloras papá?
- Por nada princesa.
- Soy chiquita pero no tonta.
- (Reí) Hermosa sos Lola. (Besé su mejilla y ella se separó un poco de mí, secó mis lágrimas con sus manitos y preguntó, otra vez)
- ¿Qué te pasa papi? No llores.
- Mmm… A ver… Hay algo de papá que vos no sabes.
- ¿Qué cosa?
- (Suspiré) Papá tenía un hermano.
- ¿Un tío?
- Un tío, tío tuyo. (Ella asintió con su cabeza) Bueno… Ese tío… Murió.
- ¿En serio papi? (Preguntó comprensiva y cada día me sorprendía más lo madura que era)
- Sí mi amor…
- ¿Y por eso estás triste?
- Sí… (Hice una pausa)
- ¿Pasó ahora?
- No, hace mucho…
- ¿Cuándo?
- (Sonreí) ¿Sabes qué? El tío se fue al cielo y a los poquitos días mamá me contó que vos estabas en su panza.
- ¿En serio? (Preguntó sonriendo)
- Sí mi amor… Y yo me aferré mucho a vos, a la panza de mamá y a mamá para que ese dolor tan feo se me pase.
- ¿Yo te hice bien pa?
- Mucho bien, mucho… Siempre me haces muy bien hermosa.
- ¿Y si ahora te doy un abrazo también te voy a hacer bien y vas a dejar de llorar?
- (Sonreí) Seguro hija.

Ella me abrazó, muy fuerte y yo también la abracé.

- Te amo papi.
- Te amo hija, mucho más, mucho… (Besé su mejilla)

Era imposible explicar lo muchísimo que amaba a esa nena.

-

Me desperté y estaba sola, asique me levanté, algo dormida y envuelta en una manta. Hacía demasiado frío…

- Mmm… ¿Qué pasa acá? Hay muchas lágrimas me parece.
- Veni mami… (Dijo tirando su manito para que yo se la dé, y eso hice) Sentate acá.
- (Me senté al lado de Pepe y ella se paró en medio de los dos, con uno de sus piecitos entre mis piernas y el otro entre las de su papá) ¿Qué pasa Loli?
- Le hablé sobre Nico…
- ¿Vos lo conociste mami?
- Sí Loli… (Respondí apoyando mi cabeza en el hombro de Pepe y tomé su mano)
- ¿Por qué nos sentaste a los dos acá? (Preguntó Pepe)
- Porque los dos me contaron cosas muy feas que les pasaron, y no quiero que estén tristes…
- (Sonreí) Desde el día que supimos que estabas acá… (Toqué mi panza) Se nos fue toda la tristeza.
- ¿Sí?
- Sí princesa… (Pepe tomó su mano y Lola nos abrazó a los dos por el cuello… Nosotros también la abrazamos)
- (Suspiré) Vos nos salvaste, a los dos.
- Te amamos hija, no te das una idea de cuánto.
- Como yo los amo a ustedes.
- (Sonreí) Te aseguro que nosotros te amamos mil veces más.

Nos quedamos un rato abrazados, llorando los tres hasta que desembocamos en una guerra de cosquillas, desayuné y después de vestirnos cual cebollas, salimos de la casa, queríamos ir a hacer alguna excursión, no sabíamos si la aerosilla, los cuatriciclos o alguna de esas… Porque Lola era bastante chiquita para algunas otras.

En fin, ese día nos habíamos decidido por la aerosilla, y después de eso almorzamos en un restaurant sobre el cerro.

Hacía mucho frío, estábamos en la casa, tomando chocolate caliente, cuando comenzó a nevar.

- ¡Está nevando! ¿Podemos ir afuera?
- Hace mucho frío Loli. (Respondí intentando calmarla)
- Un ratito, por fas mami.
- Si queres vamos, pero un ratito.
- Un ratito, sí.
- Entras y vas directo a bañarte con agua bien calentita.
- Sí ma, dale.
- (Reí) Anda a buscarte el gorrito, los guantes y la bufanda que lo dejaste en la pieza.
- Está bien… (Se fue a buscar lo que yo le pedí y volvió a los segundos corriendo, la ayudé a abrigarse, nos abrigamos Pepe y yo y salimos)

-

Ni bien estuve afuera armé una bola de nieve y se la tiré a Paula, riendo.

- ¿Vos te crees que tenes cinco años, no? (Preguntó riéndose)
- No, de tres. (Reímos y la besé)
- ¿Podemos armar un muñeco de nieve?
- Ya hicimos uno ayer hija…
- Otro… ¡Más grande!
- (Reímos) ¿Lo hacemos con mamá ahora?
- ¿Queres ma?
- Obvio Loli.

lunes, 21 de octubre de 2013

Capítulo 113

- Te juro que me quedaría toda la vida así, mimándola con vos… (Dije sin poder dejar de mirarla)
- Es tan hermosa… (Suspiró)
- Es el día de hoy que a veces no caigo en que la lleve nueve meses adentro mío, ni caigo de que es el fruto de un amor tan lindo y loco como el que nos tenemos.
- (Me sonrío y yo también le sonreí) Sos tan linda… (Tomó mi mano y la besó) Pero sí, es una locura que haya nacido de nosotros dos… (Nos sonreímos y pasamos por encima de ella para darnos un beso, momento en el cual Loli abrió sus ojos, pero súper dormida) Ay, perdón princesa… (Dijo acariciando su frente) Seguí durmiendo…
- Sh… (La mimamos hasta que se durmió profundamente otra vez y salimos del cuarto)

Pepe me abrazó por la espalda y besó mi cuello, yo sonreí y posé mis manos sobre las suyas, entrelazando nuestros dedos.

- ¿Vamos a dormir? (Pregunté)
- Mmm… No, quiero un café con chocolates, frente al ventanal, mimando a mi mujer. ¿Se podrá?
- Te juro que no te das una idea de lo que te amo mi amor… (Dije riendo) Parece que me leíste la mente.
- ¿Y por qué me propusiste que vayamos a dormir?
- Porque creí que estabas cansado, manejaste mucho.
- Pero nunca voy a estar cansando para llenarte de besos. Y yo también te amo Pau… (Sonreí, giré un poco mi cabeza y lo besé)

Preparé los cafés, mientras él buscaba los chocolates, nos sentamos frente al ventanal, envueltos en una manta…

- Hace mucho que no vamos a lo de tus viejos Pepe…
- Sí, es verdad…
- Ya sé que a vos te hace más mal que bien ir, pero a ellos les hace muy bien tener a Loli un par de días.
- Sí, lo sé, pero es que volver allá me hace mierda.
- ¿Y si los vas a buscar y se quedan unos días en casa? Ya nos van a recriminar que nos casamos y no les avisamos… (Dije riendo)
- (También rio) Tenes razón… ¿Y me hablas en serio?
- Obvio amor, los adoro, sobre todo a tú vieja, es como mi mamá…
- (Me abrazó aún más fuerte) Gracias…
- No tenes nada que agradecerme, podes invitarlos cuantas veces quieras.
- Gracias, en serio…
- A vos también te va a hacer bien que vengan, y además, nos podemos hacer algunas salidas solos… (Dije sonriendo)
- Y dejamos de torturarla a Zai. (Reímos)
- Che, hacía mil no la dejábamos con Zai, además se adoran.
-  Tenes razón, pero con mi viejo la podemos dejar más…
- Tampoco tanto que la extraño y me siento culpable.
- Yo también. (Reímos y nos dimos un beso) Es increíble como esa nena nos maneja eh.
- (Reí) Nos ponemos a hablar de Loli y yo me pongo sensible…
- No, no llores… Por favor. (Reímos y nos dimos un beso)
- Tengo frío… (Dije acurrucándome en él, Pepe agarró su buzo y me lo dio)
- Toma… (Sonreí, me separé de él y me lo puse)
- Veni acá otra vez… (Me abrazó y acomodó la manta…) ¿Tenes sueño?
- No… Me quiero quedar acá. ¿Vos?
- También… (Besó mi frente)

Frente a nosotros teníamos un ventanal, en donde se veía la ciudad iluminada y los techos cubiertos de nieve…

- Sí no tuviera tanto frío agarraría la cámara.
- (Rio) Anda a buscarla…
- Tengo mucho frío, mañana saco.
- ¿Y si se va la nieve?
- ¿Me la vas a buscar? O voy yo y me llevo la manta…
- Tengo ganas de ir al baño, asique ahora te la traigo.
- Gracias.

Una vez con la cámara en mano comencé a fotografiar la ciudad llena de nieve, era un paisaje demasiado hermoso, Pepe me abrazó por la espalda y besó mi nuca…

- ¿Cuántas sacaste ya?
- (Reí) ¿Saqué muchas?
- Te diría que sí… (Reímos)
- Perdón, es que no me doy cuenta…
- ¿Es mucho pedir que vuelvas a darme un par de besos?
- No mi amor, perdón. (Volví a reír y nos fuimos al cuarto, cuando yo volví del baño Pepe ya estaba metido en la cama, mirando las fotos)
- Sacaste un montón…
- ¿Hoy?
- Recién y a la mañana.
- (Sonreí) Son hermosas las tuyas con Loli.
- ¿En serio dormíamos así?
- Y sí amor, no los acomodé para la foto. (Reímos y él después de apagar la cámara la dejó a un lado y yo me acomodé sobre su pecho) Tengo frío…
- Amor, necesito mimos para dormir.
- (Reí) Te juro que esta vez tengo frío en serio.
- Igualmente pensaba llenarte de mimos.
- (Besé su pecho) Por algo te amo mi amor…
- ¿Por mimarte?
- (Reí) Por amarme…
- (Me abrazó más fuerte) Y mucho.
- (Busqué su mano y besé su anillo) Todavía no lo puedo creer. (Suspiré y me acurruqué aún más en él) Me haces inmensamente feliz mi amor.
- (Besó mi cabeza) Y vos a mí mi amor…
- ¿Sabes qué? Nunca creí que este día iba a llegar…
- ¿Qué día?
- En el que los dos estemos felices. (Ambos reímos)
- Lo bueno llega, aunque a veces tarda.
- Creo que tardo mucho, pero hoy siento que valió la pena.
- Sos hermosa mi amor… (Besó sentidamente mi frente y yo sonreí)
- Te amo Pepe… (Acaricié su pecho con mis dedos)
- (Tomó mi mano y la besó) Te amo mi amor… (Nos abrazamos aún más fuerte y yo cerré mis ojos) Descansa Pau…
- Vos también mi amor.

-

A la mañana siguiente me desperté y Pau dormía muy tranquila a mi lado, sonreí como cada mañana cuando la veía y besé su frente…

- Buen día… (Dijo susurrando)
- Buen día mi amor… Y perdón, no quería despertarte, es temprano.
- ¿Y qué haces despierto?
- No sé, me desperté… (Reímos)
- ¿Qué hora es?
- Las nueve.
- Acostate y dormí un ratito más…
- Pero tengo la cabeza un poco a mil…
- Mmm… ¿Qué pasa? (Preguntó acariciando mi mejilla)
- Es eso…
- Entonces veni y acostate conmigo así descansas un ratito más.

Y cuando estábamos acomodados para dormir otra vez… Lola entró al cuarto.

- ¿Qué pasa? (Pregunté)
- Me desperté y me aburro.
- Veni a dormir un ratito más.
- ¿Con ustedes?
- Sí, con nosotros… Veni, dale.

domingo, 20 de octubre de 2013

Capítulo 112

Loli llegó dormida, asique Pepe la bajó del auto y la dejó en su cama, la tapamos con todo lo que encontramos y comenzamos a ordenar un poco todas nuestras cosas.

- ¡Mamá! (Me llamó gritando y llorando, yo entré a la casa, me quité la campera, fui a su habitación y me senté a su lado)
- ¿Qué pasa princesa? (Pregunté preocupada) ¿Volviste a tener un sueño feo?
- No, pensé que me habían llevado otra vez y estaba sola.
- (La abracé) No mi amor, estamos acá los tres… Llegamos.
- (Rio) No me acordaba. Perdón mami.
- No pasa nada Loli. (Besé su cabeza) No llores… (Me abrazó por el cuello y yo besé reiteradas veces su mejilla) Tranquila mi amor… (Acaricié su espalda y la separé un poco de mí, para secar sus lágrimas) ¿Vamos a buscar a papá? ¿Queres?
- ¿En dónde está?
- Afuera… Jugando con la nieve.
- ¿Hay nieve? (Preguntó ilusionada)
- Sí hermosa.
- Entonces sí.
- Tenes que abrigarte entonces.
- ¿Me ayudas?
- Obvio hermosa…

- ¡Papi! (Dijo y corrió a él que estaba sentado en la nieve, abrazándolo por la espalda)
- Hola hermosa. (Besó su mano) ¿Cómo estás? ¿Qué pasó que llorabas?
- Me asusté porque estaba sola… Pero ya pasó. (Pepe la agarró por la cintura y la pasó para adelante, Lola rio y Pepe la sentó en sus piernas) ¿Podemos hacer algo con la nieve?
-  Sí…
- ¿Un muñeco de nieve?
- ¡Sí! (Dijo festejando, yo sonreí y me quedé mirándolos, desde lejos… Amaba verlos juntos)

Volví a tomar mi cámara y los fotografié por un largo rato, hasta que ellos me llamaron para que me una, asique dejé la cámara y terminamos en una guerra de nieve.

Entramos porque hacía demasiado frío, Lola se fue a bañar y nosotros merendamos.

- Amo estar así con ustedes dos… (Dijo Pepe abrazándome por la espalda mientras yo lavaba unas tazas)
- Te juro que yo también… (Besé su mejilla y en ese momento llegó Lola corriendo)
- Despacito Loli, casi te comes el escalón.
- Bueno… (Yo cerré la canilla y sequé mis manos) Tengo hambre.
- Solo hay galletitas… Con un té. ¿Queres?
- ¿No hay leche?
- No, tenemos que ir a al supermercado…
- Bueno, entonces eso.
- Ahora te lo hago Loli…


Después de que Lola merendó, fuimos al supermercado, guardamos todo y ya era la hora de cenar.

- Hace mucho frío mami.
- Papá está tratando de prender el hogar Loli…
- Pero tengo frío… (Dijo quejándose)
- (La alcé y la senté en la mesada) Cuidado de no quemarte con la cocina, pero acá se te va a pasar el frío.
- Bueno… (Se quedó quietita por un rato)
- Podes hablar si queres eh. (Dije riendo)
- Es que estaba pensando…
- ¿En qué?
- En que me encanta estar acá con ustedes…
- (Sonreí y dejé en el horno la asadera con la carne) A mí también me encanta… (Ella sonrío y me tiro los brazos para que la alcé, y eso hice) Te amo tanto princesa… (Besé su mejilla y ella sonrío, abrazándome por el cuello)
- Yo también te amo mami.
- ¿Estás bien mi amor?
- Sí…
- ¿Segura?
- Sí ma. ¿Por?
- Estás demasiado mimosa. (Ella rio)
- ¿No te gusta que esté así?
- Me encanta, me encanta que mi bebé me llene de mimos.
- ¡Ya no soy tú bebé!
- (Reí) ¿Mi nena?
- Tú hija.
- Ay, bueno, bueno. (La apretujé contra mí y en ese momento apareció Pepe, quién se apoyó contra la heladera)
- Me parece que mucho mimo a mamá y a papá nada.
- Y a mí me parece que papá está celoso… (Dije riendo)
- Un poquito. (Lola rio y se tiró a él, Pepe la alzó y besó su mejilla)
- Por eso me gusta que estemos los tres en la cama, así ninguno se pone celoso. (Todos reímos y le dimos un beso sandwichito)

-

Después de cenar, mientras Pau levantaba la mesa Lola y yo miramos un rato la tele, hasta que ella se levantó y se fue al baño, al rato volvió y dijo…

- Ya me lavé los dientes. ¿Me acompañas a dormir?
- ¿Y mamá?
- No quiero que pienses que la quiero más a ella, los quiero a los dos por igual.
- (Yo mordí mi labio muerto de amor y la abracé) Fue un chiste mi amor… Yo sé que nos amas a los dos.
- Y mucho papi.
- Nosotros también te amamos mucho princesa, mucho. (Besé su mejilla y me separé un poco de ella)
- ¿Entonces no pensas eso?
- No Loli, fue solo un chiste.
- Menos mal… (Reímos y ella bostezó)
- ¿Vamos a dormir o la esperamos a mamá?
- La esperamos y me acompañan los dos.
- Bueno, dale…

Lola se acomodó sobre mí y se estaba quedando dormida sobre mi pecho…

- ¿Segura que queres esperar a mamá?
- Sí, pero que se apure…
- (Reí) Amor. ¿Te falta mucho?
- No, ya estoy. ¿Qué pasa?
- Que quieren esperarte para ir a dormir, pero el sueño le está ganando.
- (Se asomó sonriendo) Te prometo que en menos de dos minutos termino princesa. (Lola sonrío y Pau volvió a la cocina, y tal como se lo había prometido, al toque estaba con nosotros otra vez, la alzó y así fuimos a su cuarto)
- Andate papá, me tengo que cambiar.
- (Reí) Avisame cuando pueda volver a entrar.

Salí de la habitación y a los cinco minutos Lola me llamó, asique volví a entrar.

- ¿Estás bien o tenes frío?
- Tengo frío…
- ¿Queres otra frazada?
- Sí…
- A ver… (Abrí el placard y encontré una más, asique la tapé también con esa)
- (Pau tomó su mano y Lola sonrío) Cerra los ojitos así descansas mi amor…
- ¿Se quedan conmigo hasta que me duerma? Me da un poco de miedo estar acá.
- Nos quedamos hermosa… Tranquila.

sábado, 19 de octubre de 2013

Capítulo 111

- ¿Qué soñaste hermosa? (Dije sentándola sobre mis piernas, la tapé con su mantita y ella escondió su cara en mi pecho, yo suspiré y la abracé)
- Que me volvían a llevar, sin ustedes…
- Ay princesa… (Besé su cabeza) Eso no va a volver a pasar, fue solo un sueño.
- Tengo miedo mami.
- No tenes que tener miedo mi amor, estamos acá los dos con vos…
- Loli… ¿Me escuchas? (Preguntó Pepe)
- Sí…
- Te prometo que no va a pasar nunca más eso, nunca, nunca.
- Nunca mi amor… (La abracé más fuerte) No llores más Loli.
- Quedate conmigo mami.
- Me quedo acá hermosa, tranquila… (Ella me abrazó y yo besé su cabeza)

Me dediqué por un rato a peinar sus rulitos y, al menos, ya no lloraba.

- Son tan iguales.
- (Reí) ¿Por qué se tranquiliza en mi pecho y con mimitos en el pelo, no?
- Exactamente.
- ¿Por?
- Porque mamá se tranquiliza igual que vos, conmigo…
- Ah, es verdad que me lo habías dicho… (Yo reí y asentí con mi cabeza) Igual a mí me gusta que estemos las dos en tú pecho y nos hagas mimitos en pelo.
- (Pepe rio) Sos pretensiosa enana eh.
- ¿Soy qué? (Preguntó sin entender)
- Como que queres todo Loli… (Dije mientras ella se separaba un poco de mí)
- Pero a mamá también le gusta.
- Y a papá también… (Dije fulminándolo a Pepe)
- ¿Cómo no me a gustar estar rodeado de mis amores? (Todos reímos) Esta noche dormimos así, se los prometo.
- ¿En dónde vamos a dormir? (Preguntó Lola)
- En un hotel…

-

Esa noche, tal como se los había prometido, estábamos los tres en la cama del hotel, yo en el medio con ellas una a cada lado de mí, con sus cabezas sobre mi pecho…

- Son lo más hermoso del mundo… (Dije abrazándolas aún más fuerte)
- (Pau sonrío) Te pones tan tierno cuando estamos así…
- Es que son mi debilidad.
- Y ustedes la mía… (Dijo tomando la mano de Lola)
- Y ustedes son los mejores papas del mundo. (Los dos sonreímos, yo besé su cabeza y Pau su mano)
- Te amamos hija…
- Mucho, mucho.
- Yo también los amo.

Lola se quedó dormida mientras yo jugaba con su pelo y Pau con sus dedos.

- Siento que la malcriamos demasiado. (Dijo Pau riendo)
- Puede ser, pero me encanta estar así con las dos, te juro que no lo cambiaría por nada.
- Sos tan dulce mi amor. (Acarició mi mejilla)
- Ustedes me ponen así, era lo más parco del mundo.
- (Rio) No hacía falta que me lo aclares…
- Deja de hacerme mala fama y dormí.
- (Volvió a reír) No es mala fama, te dije que eras un dulce mi amor.
- Ay, ahora la queres arreglar. (Reímos)
- Te llenaría de besos para que dejes de decir boludeces…
- Y hacelo.
- No quiero despertarla.

La quité a Loli de encima de mí con cuidado e hice que Pau y yo nos levantáramos.

- ¿A dónde vamos?
- No sé, pero no voy a desaprovechar que mi mujer quiera llenarme de besos.
- ¡Cara dura! Me lo decís como si nunca lo hiciera.
- (Reí) Ay, ay, ay… (La abracé por la cintura) No me mal interpretes loquita.
- (Rosó su nariz con la mía, abrazándome por el cuello) ¿Quién te mal interpreta?
- Vos…
- ¿Yo?
- Vos…
- Mira que no te doy ningún beso.
- Te los doy yo…
- Si yo te dejo.
- ¿No me vas a dejar?
- Mmm… Proba. (Yo quise besarla y ella corrió su cara)
- Ah no Chaves. Así no. (Ella rio y volvió a mirarme)
- ¿No qué?
- No me histeriquees.
- ¿Por qué? (Rosó sus labios con los míos, pero otra vez no me dejó besarla)
- Porque sabes cómo termina esto, y Lola está en nuestra cama, en la única cama.
- Mmm… ¿Qué lástima, no? (Preguntó y mordió su labio, yo no me resistí y la besé, arrinconándola contra la pared) Hay un baño, no sé… Podes pensarlo.
- ¿Por qué me podes así Paula?
- (Rio) No sé. (Reímos y nos besamos)

Terminamos en el baño, debajo de la ducha… Empapados y amándonos.

- Ya es hora de volver a irnos… (Dije secándome el pelo con una toalla)
- No Pedro, vos te vas a dormir, aunque sea un rato… Paramos para que vos duermas.
- Pero vamos a llegar más tarde.
- Prefiero que lleguemos tarde a que no lleguemos…
- Sos un poco extremista.
- Amor, tenes sueño, te conozco…
- Hacete cargo, vos me cansaste.
- ¡Pedro! (Me gritó colorada y me revoleó una toalla)
- Ay. ¿Ahora te da vergüenza? (Pregunté abrazándola por la espalda y besé su nuca)
- Un poco… (Reímos)
- ¿Vamos a dormir juntos?
- Sí amor… (Me besó) Te amo mi amor… (Volvió a besarme)
 - Yo también te amo hermosa… (Nos besamos, terminamos de cambiarnos y nos fuimos a acostar)

-

Pepe se durmió al toque, y Lola dormía sobre su pecho… Yo no tenía sueño, asique busqué la cámara y comencé a fotografiarlos, eran tan lindos juntos.

Luego de fotografiarlos por un largo rato, me asomé por la ventana y le saqué fotos al amanecer sobre el campo.

Guardé la cámara, sequé mi pelo y bajé a buscar agua caliente para hacerme mate…

Llevé mi celular y me quedé por un largo rato en el bar de aquel lugar, tenía ganas de escribirle a mi hija… Y a Pepe.

Casi una hora después me interrumpió el sonido de mi celular…

‘Amor. ¿En dónde estás?’

‘En el bar… ¿Se despertaron?’

‘Sí…’

‘Vengan a desayunar’

Guardé el papel en mi bolsillo y los esperé, para desayunar todos juntos.

viernes, 18 de octubre de 2013

Capítulo 110

Mis ojos estaban inunadisimos en lágrimas y no pude responderle nada, tan solo lo besé, lo besé sin poder hacer otra cosa, sentía que mis labios se unían a los suyos como si fuesen un imán, no podía separarme de él. (Ni quería hacerlo)

- Te juro que no sé cómo responderte todo eso, no puedo amor… (Dije riendo) Sos increíble, sos de otro planeta, me sorprendes todos los días, me enamoras todos los días un poco más, te amo con todo lo que soy, con la vida, con el alma… Te amo, amo pasar cada día de mi vida con vos, amo compartir mi vida con vos, amo como sos, amo amarte, amo sentirme amada por vos… (Lo besé)
No podría jamás terminar de poner en palabras todo lo que te amo, ni todo lo que sos para mí… Cada vez que me miras siento que mi corazón se acelera, cada vez que tu mirada se encuentra con la mía siento que mi corazón sonríe, porque sé que eso que nos une es para la eternidad… (Él secó mis lágrimas y yo reí) Te amo Pepe, con la vida… (Lo besé) Gracias por ser el amor de mi vida, gracias por ser mi primer amor, el único, el más puro de todos, gracias por haberme salvado, por haberme enseñado lo que es el amor, por haberme ayudado a renacer, por haber hecho que vuelva a sonreír… Gracias por ser el hombre de mi vida, el que me acompaña en cada paso, el que nunca me suelta la mano, gracias por haberme regalado el tesoro más hermoso, Lola.
Amo que me conozcas como nadie, amo que nos entendamos con tan solo una mirada, amo que sepas cuando necesito un abrazo, un mimo o un beso… Amo que nos amemos así, como nos amamos, a pesar de todo, sobre todo… Amo saber que soy tú esposa, amo amarte Pedro… (Lo besé) Te amo mi amor, te amo. (Volví a besarlo y él sonrío)
- Te amo tanto Paula, tanto… (Nos besamos y nos acurrucamos, el uno en el otro, y nos quedamos en silencio, llenándonos de mimos)
- Amo estar así con vos… (Suspiré) Amo que nos entendamos sin la necesidad de palabras.

Me llevó en sus brazos, cual princesa, hasta el cuarto, y me dejó suavemente sobre la cama.

- Esperame acá.
- ¿Para?
- Solo cenamos, falta el postre.
- (Sonreí) Sos el mejor. ¿Sabías?
- (Rio) Y vos una golosa.
- Con orgullo. (Dije riendo)

A los segundos, Pepe volvió con varios chocolates, bombones y helado.

- ¿Vos queres que yo termine rodando, no?
- (Rio) ¿Me vas a decir que no queres?
- Hay tres debilidades para mí, Lola, vos y los dulces. (Reímos)

Nos quedamos dormidos, abrazándonos… Y al día siguiente me despertó Lola, acostada en mi espalda.

- Hola mami…
- Hola hermosa… (Dije intentando despertarme)
- Te extrañé.
- Yo también Loli… Veni, metete en la cama conmigo… ¿Estás descalza?
- Sí…
- Qué raro eh. (Ella rio y se acostó a mi lado, yo la abracé y volví a cerrar mis ojos) ¿Cómo la pasaste con Zai?
- Re bien…
- Me alegra hija… (Besé su mejilla) ¿Papá?
- Se fue a comprar algo…
- ¿Queres dormir un ratito más?
- Sí… Con vos.
- Conmigo, acá. (La abracé más fuerte y nos quedamos dormidas juntas)

-

Cuando llegué a casa las encontré a las dos durmiendo y sonreí, amaba verlas dormir, y más si lo hacían juntas. Pero ya era bastante tarde, asique me acosté frente a ellas y acaricié suavemente la mejilla de Pau.

- Buen día mi amor… (Dije susurrando)
- (Abrió los ojos y sonrío) Buen día…
- ¿Cómo durmió esposa mía?
- (Rio) Muy bien, aunque creí que me iba a despertar con vos…
- Yo también, pensaba despertarte… Le dije a Lola que no te despierte… (Reímos)
- Pobrecita… (Besé su cabeza) Vino a despertarme porque me extrañaba.
- No puede ser tan linda.
- Definitivamente no…
- Salió a su mamá. (Ella sonrío y yo la besé, con cuidado de no despertar a Lola) Tengo una sorpresa más para vos…
- ¿Otra?
- Otra.
- ¿Y se puede saber qué es?
- Un viaje, los tres juntos… La luna de miel te la debo, al menos hasta que la enana sea un poquito más grande y la podamos dejar más tiempo sola.
- Me encanta que nos vayamos los tres juntos mi amor, sos lo más lindo. (Yo sonreí y la besé) ¿Cuándo nos vamos?
- Mmm… En un par de horas.
- ¿Y a dónde?
- Mmm… A algún lugar.
- Decimelo, por favor.
- Mmm… No sé.
- Pedro, dale.
- (Reí) Nieve.
- ¿En serio?
- Sí… Bariloche. ¿Te va?
- Ay, me encanta.
- Pero hay que despertar a la princesa…
- Es verdad… (Besé la mejilla de Loli y susurré en su oído) Arriba princesa…
- No, tengo sueño mami.
- (Reímos) Loli, dentro de un ratito nos vamos de viaje… Asique hay que levantarse.
- ¿A dónde pa?
- A Bariloche… Los tres. ¿Queres?
- Sí, pero ahora tengo sueño. (Reímos)
- Pero no sabemos nosotros que juguetes queres llevarte, tenes que ir a guardarlos en una mochila…
- Después dormís en el viaje Loli, que es muy muy largo.
- ¿Muy largo?
- Casi un día.
- ¿En serio?
- Sí… Asique vas a poder dormir todo lo que quieras.
- Bueno, está bien.

Preparamos las valijas, muy a las apuradas, nos bañamos y salimos…

Ya habíamos pasado casi cinco horas de viaje, Pau cebaba mates, escuchábamos música y Lola dormía…

- Pepe… ¿Vamos a parar a pasar la noche en algún lado?
- ¿Vos decís?
- Sí amor, no da que manejes sin descansar.
- Tenes razón, no lo había pensado. Fijate en el celu que hoteles hay por Santa Rosa…
- Dale.

-

- Mami… (Dijo Lola llorando)
- ¿Qué pasa mi amor? (Pregunté dándome vuelta) ¿Por qué lloras?
- Tuve un sueño muy feo.
- ¿Qué soñaste?
- Que… Que… (Y no podía hablar por el llanto)
- Tranquilizate un poco princesa.
- ¿Podes venir acá conmigo?
- Sí Loli… (Lo miré a Pepe) ¿Podes parar así me paso?
- Sí…

jueves, 17 de octubre de 2013

Capítulo 109

Ya habíamos merendado y antes de que se vayan, la llamamos a Lola, yo la alcé y besé su mejilla.

- Portate bien eh, no hagas renegar a la madrina.
- No papi, me encanta ir, y siempre me porto bien.
- Pero ahora te quedas hasta mañana…
- Ya lo sé pa, me voy a portar bien.
- Entonces dame un abrazo princesa. (Lola sonrío y me abrazó)
- (Pau la abrazó por la espalda y besó su hombro) Gracias por todo lo que hiciste con papá Lola…
- ¿Nos salió bien?
- Perfecto mi amor, perfecto. (La abrazó aún más fuerte) Gracias a los dos, los amo…
- Nosotros también te amamos mami. (Pau sonrío)
- Las amo princesas…

- ¿A dónde queres ir? (Le pregunté a Pau)
- No sé, a donde quieras amor… Mientras sea con vos.
- (Sonreí mirándola y ella también sonrío) Decime vos…
- No sé Pepe… ¿A la costanera? Pero solo un rato, quiero que vayamos a casa… Te necesito cerquita.
- (Sonreí) Dale, me gusta tu plan.

Yo estaba sentado en el suelo, con Pau sobre mis piernas, la abrazaba por la cintura y ella estaba apoyada sobre mí, yo sobre un árbol.

- Te amo tanto Pepe, tanto… (Dijo jugando con mis dedos) Todo lo que hiciste es una locura, pero eso hace que te ame tanto… (Besó mi mejilla) Gracias, no hay nada más lindo que ser tú mujer.
- (Sonreí) Sos tan linda… Te amo mi amor, con la vida… (Besé su mejilla) Y para siempre. (Ella sonrío) Y la verdad que es hermoso que ya seamos marido y mujer.
- Al fin… (Dijo riendo)
- ¿Tardamos un poco, no?
- Bastante… (Reímos y nos besamos)
- Pero ya estamos casados.
- Lo decís y se me pone la piel de gallina.
- (Acaricié su brazo) Sos tan hermosa…. Y te digo que a mí también eh. Ya somos una familia, hecha y derecha.
- Y la más linda de todas…
- La más hermosa del mundo. (Nos sonreímos y nos besamos) Gracias, por ser mi esposa y por haberme dado la hija más linda…
- (Sonrío) Te amo… (Dijo acariciando mi nariz con la suya)
- Te amo Pau… (Nos besamos y sin que me importe demasiado que era un lugar público, me tiré sobre ella y la besé, como si no hubiera un mañana)
- Estás loco de verdad eh.
- (Reí) No es locura, es que te amo con locura. (Reímos)
- Te amo loquito…. (Volvimos a besarnos) Y te juro que me encanta que me llenes de besos así, pero me da un poco de pudor y además, tengo frío.
- ¿Queres que volvamos?
- Sí…
- Vamos entonces.

-

Entramos al departamento, él me abrazaba por la espalda y besaba mi cuello, mientras yo intentaba abrir la puerta…

- Amor, no puedo abrir con vos así.
- (Rio) No me resisto… (Dijo haciendo que suelte la llave y abrió él, entramos, revoleó la llave quién sabe a dónde y me llevó así, hasta el cuarto)
- Para un poco loquito.
- (Reí) Te amo mi amor… (Dijo haciendo que quede frente a él, sin soltarme) Te amo, te amo.
- (Sonreí) Te amo mi amor… Te amo. (Lo besé) Te amo.

Hacer el amor con él siempre era hermoso, pero esta vez había sido especial, más hermoso que siempre. Había sido único, me sentía su mujer y no había sensación más hermosa que esa.

Él se había levantado, al baño, y yo estaba tapada hasta la nariz (porque se había largado a llover y hacía frío), sin darme cuenta él se metió por debajo de las mantas y comenzó a besar mi espalda, desde la cadera hasta mi cuello.

- No pares nunca… Por favor.
- (Rio) Sos hermosa.
- Vos sos hermoso. (Me abrazó, haciéndome cucharita y yo sonreí) Decime que tenes algo rico para comer…
- (Rio) Como si no te conociera…
- ¡Sí! ¿Qué hay?
- (Volvió a reír) Es temprano para comer todavía.
- Son casi las diez Pepe…
- ¿En serio?
- Sí. (Dije riendo)

Se había largado una tormenta eléctrica la cual provocó que nos quedáramos sin luz, asique, eso nos ayudó a que sea todo aún más romántico… Cenamos a la luz de las velas.

Estábamos envueltos en una manta, en el sillón, yo sobre su pecho y él jugaba con mi pelo…

Buscó mi mano, entrelazó mis dedos con los suyos, aferrando nuestras manos y me dio un auricular…

‘Pensé en poner una canción, escuché muchísimas, y solo encontré una en inglés que era capaz de resumir, al menos un poco, todo lo que siento por vos, asique voy a leer la letra, así lo entendes. (Yo reí y él también rio)
 Mirarte sonreír mientras duermes, a lo lejos, y soñando. 
Podría pasar mi vida en esta dulce claudicación, podría quedarme perdido en este momento para siempre. Ya que, cada momento que pasé contigo es un momento que valoro mucho. 
No quiero cerrar los ojos, no quiero quedarme dormido, porque te extrañaría, nena, y no quiero extrañar nada. 
Porque aún si soñara contigo, el más dulce de los sueños no alcanzará. Aun así te extrañaría, nena, y no quiero extrañar nada. 
Acostado cerca de ti, siento latir tu corazón, y me pregunto con qué estás soñando, me pregunto si será conmigo. 
Luego, beso tus ojos y agradezco a Dios que estemos juntos y sólo quiero estar contigo, en este momento para siempre, para siempre, siempre. 
No quiero extrañar ni una sonrisa, no quiero extrañar ni un beso, ya que sólo quiero estar contigo, 
Aquí mismo, contigo, como ahora, sólo quiero tenerte cerca, sentir tu corazón muy cerca del mío, y permanecer aquí, en este momento por el resto del tiempo.
Y bueno, la canción se termina acá… Pero no alcanza…
Pau, amor, mi amor, princesa… (Reímos) Jamás creí que iba a encontrar una mujer que me complete tanto como vos a mí, que me conozca como vos me conoces, jamás creí que iba a poder amar tanto a alguien, ni que me iba a poder abrir tanto con alguien… Nunca pensé que iba a hacer tantas cosas por alguien, porque jamás creí que mi corazón iba a poder amar a alguien de verdad, y no solo vos rompiste con ese inútil pensamiento, sino que también lo logró nuestra hija, esa nena hermosa que nos salvó a los dos, y que nos sigue salvando cada día del abismo.
Te amo Paula, con todo lo que soy, con cada parte de mí, con cada sentimiento, te amo en cada lágrima, en cada sonrisa, en cada risa… Amo que nos riamos juntos, que sonriamos a la par y también amo que tus brazos siempre estén para mí cuando las lágrimas me inundan, así como mis brazos siempre están y siempre van a estar para vos…
Amo ver tú mano unida a la mía, amo saber que nuestras manos siempre van a estar así, unidas, aferradas la una a la otra… Amo dormirme con vos en mis brazos, amo despertarme y que seas lo primero que veo cuando abro los ojos, y deseo profundamente que cada noche y cada mañana de mi vida sean así, con vos, y con nadie más que con vos.
Te amo de manera desmesurada, de una manera loca, te amo sanamente y para siempre. Te amo por ser la mujer que me enamoró y que me enamora cada día más, te amo por ser quien siempre toma mi mano cuando estoy a punto de caer, te amo por hacerme sonreír todos los días, te amo porque me ayudaste a conocerme y a aceptarme como soy, te amo porque me regalaste a la hija más hermosa que jamás pudiera haber imaginado, te amo porque me enseñaste que para llegar a la rosa hay que sortear millones de espinas, te amo porque vos sos mi rosa y porque nunca me soltaste cuando necesite pasar cada una de esas espinas.
Te amo porque sos mía, te amo porque soy tuyo. Te amo esposa…’