viernes, 21 de junio de 2013

Prólogo. Sin espinas no hay rosa.

- ¡No me toques!
- Pendeja, sabes que haces lo que yo tenga ganas, cuando yo quiera.


¿Pueden dos mundos tan distintos atraerse? ¿Pueden dos mundos tan distintos complementarse? ¿Pueden dos mundos totalmente opuestos convertirse en uno solo?

¿Él podrá ayudarla a salir de aquella dura realidad? ¿Ella podrá acompañarlo a él y ayudarlo a superar aquella triste realidad que lo rodea? ¿Ella tendrá la fortaleza suficiente como para afrontar al único culpable de que hoy esta sea su vida? ¿Él la aceptará cómo es? ¿Y ella a él?

¿Qué se hace cuándo el amor te sorprende de un segundo al otro y de la manera más atípica?

¿Serán capaces de conjugarse entre sí? ¿De encajar el uno en el otro?

¿Valdrá la pena sortear cada espina de la rosa?